Spiderman (Logan Lerman)
Capítulos 1 y 2. La historia de Logan Lerman, un nerd que adquiere poderes con la mordedura de una araña modificada genéticamente, convirtiéndose en un superhéroe. Sin olvidarnos de su amor hacia un chico, del que lleva enamorado desde preescolar.
Capítulo 1: Presentación
Estaba dormido en mi cama, con mi pijama puesto y en los siete sueños, totalmente tapado con dos mantas, el frío neoyorquino ataba bastante en enero. Soñaba que estaba al lado de Cameron Monaghan, el chico del que estoy totalmente enamorado desde preescolar.
Estábamos en Central Park, cogidos de la mano, mirándonos con las sonrisas sonrojadas. Paro a Cameron y le acaricio su cara.
-Cameron, te amo-le dije.
-Yo también te amo-me dijo tímidamente.
Me acerqué lentamente hacia sus labios, para unirlos con los míos. Estábamos a solo un milímetro de tocarnos, cuando suena el despertador.
-Lo siento, Logan, te mentí, no te amor-me dijo con maldad, mientras se alejaba.
Yo me desperté, más por la pesadilla que por la alarma.
-Puta alarma de los cojones, estaba a punto de besar a Cameron y me despierta-dije estanpándola contra la pared, partiéndose en dos.
-Logan, ¿estás bien? He oído un ruido-dijo mi madre.
-Sí, solo que el despertador se me ha caído.
-Vale, vístete y baja a desayunar, el bus llegará pronto. Me voy a trabajar, te quiero.
Dicho y hecho, me salí de mi cama y me puse mis pies descalzos sobre la moqueta de mi habitación, me fui directo a al baño.
Me miré en el espejo, y allí estaba, el moratón en mi ojo derecho. Me lo toqué con mi mano y me dolía. Como todos los días, Zac Efron, el capitán del equipo de fútbol, se mete conmigo en el instituto por ser un nerd, pero ayer me pegó por mirar a su “chico”, como él dice. ¿Quién es su chico? El chico más guapo del instituto, Cameron.
Flashback
Estaba en el patio del instituto, completamente solo y comiendo mi bocadillo, cuando veo a Cameron sentado con unas chicas charlando, sentados sobre el césped. Mis ojos se clavaron en él, admirando su belleza. Para mi mala suerte, Zac venía con su grupo de matones.
-Mirad, ahí está el marica-dijo riendo y señalándome, yo no me había dado cuenta, miraba hacia Cameron, y Zac lo notó.
-Eh, tú, cabrón de mierda, ¿qué haces mirando a mi novio?-me cogió con sus manazas, levantándome del césped.
-Noo, yo no miraba a Louis, lo juro.
-Mentira, se te caía las babas. Zac, este tío está enamorado de Cameron-dijo Harry.
-¿El nerd enamorado de la belleza del instituto? Jajajaja-Dijo Liam. Pero Zac tenía un enfado y rabia.
-Mira, hijo de puta, Cameron es mío, ¿me entiendes? Como te acerques a él o le mires, te mato-dijo sacando su navaja.
-Ssssíii-tartamudeé de miedo.
-Bien, chico listo. Para que no se te olvide-levantó su puño y me lo estampó en mi ojo, me caí al suelo y me llevé las manos a la mejilla, llorando. Zac y los otros se fueron y me dejaron ahí tirado.
Fin del flashback.
Abrí el pequeño armario junto al espejo del lavabo y saqué un bote de maquillaje, para extenderlo por el moratón del ojo. Abrí el boté y me lo extendí con el algodón.
-Eres un inútil, Logan, dejas que cualquier se meta contigo. Debilucho, no te mereces a Cameron-susuré mirándome al espejo, sujetando mis manos en el lavabo, con una mirada de tristeza.
Me quité mi pijama y lo dejé en la cesta de la colada, no me daba tiempo a darme una ducha.
Me puse unos vaqueros, una camiseta azul y una cazadora gris. Cogí mi cartera y me fui a la cocina, allí me senté y cogí mis cereales favoritos, vertiéndolos sobre el cuenco y mojándolos con leche, empecé a comerlos y beber zumo de naranja.
Mamá se había ido a trabajar, mi padre murió hace dos años, ella es lo único que tengo.
Mientras comía, estuve pensando en mi vida y lo que era: una mierda. Comí lentamente, perdiendo la noción del tiempo.
Tras acabar de desayunar, me fijé en el reloj, eran las ocho de la mañana, justo cuando el bus para en la acera de enfrente.
-Joder, no, no puedo perder el bus, hoy hay una excursión al laboratorio de genética, y cuenta para nota en biología.
Cogí mi mochila y salí corriendo de mi casa, ahí estaba el bus. Salí corriendo, atravesando la carretera y apunto de ser atropellado, el conductor me insultó. El bus se puso en marcha, yo corría hacia él, pero no lo alcancé. Los chicos me miraban y se reían de mí. Y para mala suerte mía, me caigo sobre la acera, las piernas me duelen por el golpe.
Me levanto con dificultad, las piernas me tambalean y una lágrima me cae por las mejillas. Ando dirección al instituto, tardaré un montón.
Bueno, mientras ando, me presentaré. Soy Logan Lerman, tengo 17 años, pelo castaño oscuro, delgado, ojos azules y , como no, el nerd de la clase. Como ya he dicho antes, suelen meterse conmigo y soy un antisocial que no tiene amigos. En clase no hay asignatura que no baje del 9, excepto en educación física, que saco un 5 raspado gracias a los exámenes teóricos. Lo admito, soy un negado en los deportes.
Capitulo 2: La Mutación
Cuando llegué al instituto, ya había sobrepasado de las 8.15, las clase habían empezado, ya eran las 8.25, había llegado tarde. Entre con sigilo por la puerta principal, esperando que el director no me viera, cuando noté una mano en mi hombro derecho.
-Señor Lerman, ¿otra vez llega tarde? A mi despacho-me dijo serio.
-Perdone, he perdido...
-Déjese de escusas, es el segundo día que llega tarde.
Estuve toda la hora encerrado en el despacho del director. Me amenazó que a la próxima vez que llegue tarde me expulsa dos semanas.
Salí de su despacho, a la salida, chicos y chicas andaban dándose empujones para llegar a sus clases, otros simplemente besaban a sus parejas al lado de las taquillas, como es el caso de Cameron y Zac, me entro unos celos al verle besar a ese cretino.
-Ojalá un día pueda besarte, cariño, te amo-me salieron unas lágrimas.
Me fui de allí hacia la salida, para coger el bus que me llevaría al laboratorio de genética.
Al llegar a la parada, siento un empujón en mi espalda.
-Pero si es el cuatro ojos Lerman-dijo Harry Styles, uno de los esbirros de Zac.
-¿Qué quieres, Harry?
-Puedo hacer que Zac te deje de acosar, a cambio debes ser puta durante todo el curso, ¿aceptas?
-Ni en sueños, Styles.
-Eres idiota, soy el segundo capitán del equipo, puedes tener buena vida en el instituto, ser un intocable. Y aunque esté mal que lo diga, estoy buenísmo, ¿has visto mi cuerpo? Cualquier chico o chica se moriría porque le follara una noche.
-Jamás follaría contigo, ni aunque seas el último hombre en la faz de La Tierra.
-Mira, puta. Lo he hecho por las buenas, ¿lo quieres por las malas? Vas a ser mi puta quieras o no-me agarró del cuello, haciéndome daño y sintiendo dolor, me retorcí hacia abajo.
-Por favor, suéltame.
-Maricona, me has puesto caliente, seguiremos más tarde-dijo mientras me daba un beso en la boca.
Los chicos empezaron a venir a la parada, Harry siguió como si nada, dejándome solo. Cameron venía sin su novio, ¿qué habrá pasado? Me fijé en una cosa, estaba llorando, se me destrozó el corazón, no soportaba verle llorar. Me importó una mierda lo que me dijo Zac, no iba a estar tranquilo sin preguntarle a Cameron qué le pasaba. Me acerqué a él y lo miré con pena y preocupación.
-¿Te encuentras bien, Cameron?
-Esto, sí. Solo he tenido una disputa de pareja con Zac, nada más.
Si ese cabrón le ha hecho daño a mi Cameron, juro que le corto las pelotas.
-¿Qué ha pasado?
-Quería pasar este fin de semana con él. Él me dijo que no, que quería estar con sus amigos e irse de putas. ¿Irse de putas? Yo soy su novio, le soy fiel y le amo, pero él me trata como una mierda y después se folla a cualquiera. No dudo que me ame, pero...-se echó a llorar.
-Cameron, lo siento-Cameron apoyó su cabeza sobre mi pecho, depositando sus lágrimas, yo solo pude acariciar su cabeza.
-Me da asco que te trate así, un hombre de verdad no trata así a su para. Para un hombre, su pareja debe ser un templo sagrado, por lo que no puede serle infiel teniendo sexo con cualquiera y después hacer el amor con su pene que horas antes tocó a cualquiera. El hombre de verdad debe amar a su pareja con todo su ser, no solo pensar en sexo y divertirse con los amigos.
-Totalmente de acuerdo, Logan-se le dibujó una sonrisa, yo le correspondí con otra.
El bus llegó, Cameron y yo nos sentamos juntos. Yo saqué mi cámara y se la mostré.
-Mira, es para el periódico del insti.
-¿Eres el fotógrafo del periódico?
-Sí.
-Me encantan las fotos que haces, son hermosas. Hay una de la puesta de sol con Manhatthan de fondo que me encanta.
-Gracias.
Cameron no dejaba de mirarme fíjamente a los ojos.
-¿Pasa algo?
-No, perdona, es que me he fijado en tus ojos, son hermosos, un azul claro grisaceo. Entre que llevas gafas y que te veo desde las distancia, no me había fijado.
-Tus ojos grises también son hermosos.
-Gracias-sonrió- ¿Desde cuando llevas gafas?
-Desde los seis años.
-Me pareces un chico majo, ¿por qué estás siempre solo?
-Nadie quiere ser mi amigo por el nerd, y tu novio me acosa cada dos por tres en el instituto.
-Zac, juro que se va a enterar cuando vuelva...
-No, por favor-dije nervioso-Si se lo dices será peor.
-Ok, no se lo diré. Pero podemos ser amigos.
-Lo dudo.
-¿Por qué?
-Zac no me permite acercarme a ti.
-Él no tiene derecho a decir con quién puedo y con quién no puedo relacionarme, por muy novio mío que sea.
-Podemos ser amigos en secreto-le sonreí, él hizo lo mismo y me dio un beso en la cara.
-Claro que sí, amigo.
El bus llegó a su destino, Cameron y yo salimos juntos. Estaba contento, por fin había entablado una conversación con Cameron, con la persona que amo, estoy super feliz.
-¿Sabes de qué van a hablarnos?-preguntó Cameron.
-Creo que sobre una investigación con arañas. Al parecer están modificando genéticamente a unas arañas, pero desconozco para qué.
-Interesante.
Al llegar al edificio, los chicos se asombraron por lo enorme que era por dentro.
-Bienvenidos, chicos, soy Louis, vuestro guía-dijo un científico de unos treinta años-Seguidme, por favor.
Fuimos hasta una sala, repletas de ordenadores y con cajas de cristal repletas de arañas.
-Chicos, si miráis a la derecha, está la araña espalda roja. Parece pequeña, pero su picadura puede ser mortal para los humanos si no se trata. Se encuentra en Australia. Al lado está la araña errante, es una de las arañas más venenosas y agresivas del mundo.
-Me da asco esto-dijo Cameron.
-Jajaja, ¿te dan miedos unas arañitas?
-Sí, sí, unas arañitas que pueden matarte.
-Venga, te haré unas fotos, para el periódico-dije mientras fotografié a Cameron.
-Actualmente trabajamos en la modificación de estas especies para que creen antídotos por ellas mismas.
-Perdone, ¿está diciendo que es posible que estas arañas son capaces de crear antídotos de forma natural?-dijo una alumna.
-Hoy día no, pero estamos trabajando en ello. Todas ellas han sido modificadas sin éxito.
Yo seguí a lo mío, haciendo fotos de un lado a otro y a Cameron. De repente, sin que yo lo note, una pequeña araña azul baja con su tela desde el techo, depositándose en mi cuello y me muerde.
-Ah-me doy en el cuello y la araña cae al suelo, yéndose a toda velocidad.
Estuvimos dos aburridas horas con la explicación de ese científico, hasta que por fin regresamos al instituto. Cuando llegué a casa, me sentía mareado, me fui a mi cuarto, allí caí sobre el suelo.
Dormí durante toda la tarde y noche, mi madre no regresó porque tenía doble turno en el hospital.
Sobre las siete de la mañana, me despierto. Cojo mis gafas del suelo y me las pongo, levantándome.
Noto que lo veo todo borroso, me las quito y veo perfectamente.
-¿Pero qué...? Puedo ver bien sin gafas-una sonrisa se ilumina en mi boca.
Me quito la ropa, incluido los bóxers, entonces me veo en el espejo, ¿pero qué veo? Tengo pectorales y hasta una tableta de chocolate, unos brazos con músculos considerables, lejos de los fideos que antes tenía. Empiezo a presumir delante del espejo.
-Joder, ¿desde cuándo tengo yo esto?-dije mirando a mi pene, había crecido de forma considerable, de 13cm a 18 cm en erección.
En el baño me di una ducha y después me fui a mi cuarto y me vestí. Bajé a desayunar, y a los cinco minutos siento el autobús. Voy corriendo y noto que no está.
-Joder, lo he perdido.
A los veinte segundos, el autobús va por la esquina y llega a la parada y abre la puerta.
-Vaya, Lerman, hoy por fin ha llegado temprano-dijo el conductor.
-Esto, sí.
Me sorprendo, ¿cómo he podido oír el autobús?
Las chicas y algunos chicos me ven con agrado, guiando su mirada hacia mí.
-Ey, Logan, no sabía que fueras tan guapo, ¿haces pesas? Ah, tu cara es hermosa sin esas horribles gafas-dijo un chico.
-Gracias-sonreí, es la primera vez que coquetean conmigo.
Cuando llego al instituto, veo a Zac arrinconando a Cameron en un callejón, esto no debe ser nada bueno.
-Zac, por favor, déjame-intentaba salir, pero lo tenía presionado contra la pared, besándolo el cuello y bajándole los pantalones, boxers incluidos, dándole la vuelta y espantando su cara contra la pared.
Los ojos de Cameron comenzaron a llenarse de lagrimas que se deslizaban por su cara.
Zac se abrió sus pantalones, con su pene al aire, dispuesto a violar a mi Cameron.
Me fui corriendo hacia allí.
-Cabrón de mierda. Si un chico te dice que lo dejes, tú lo dejas-dije dándole un puñetazo en la cara.
Zac se llevó la mano a su cara, y empezó a reírse.
-Mequetrefe, ¿cómo te atreves a pegarme? Y por favor, los chicos como Cameron son las zorras que...
No lo pude soportar y le agarré del cuello a Zac, estanpándolo contra la pared.
-Mira hijo de puta, le vuelves a poner una mano a Cameron y te arranco las pelotas, ¿me oyes?-dije apretando con fuerza mi mano izquierda sobre sus huevos. Zac se retorcía de dolor.
-Por favor, Logan, déjalo, no merece la pena.
-Dale las gracias a Cameron, él es más hombre que tú.
Solté a Zac y se tiró al suelo, dando gemidos de dolor y retorciéndose en el suelo. Me llevé a Cameron de ese callejón y fuimos a nuestra clase. Cameron se sentó a mi lado y me agarró mi mano, sonriéndome.
-Gracias, Logan, me has salvado-y me besó en los labios.
-No podía soportar que te hiciera daño, yo te...-no acabé la frase, no podía decirle que lo amaba.
-¿Me amas?-dijo con una sonrisa.
-Yooo-dije nervioso.
-No tengas miedo a mostrar tus sentimientos, sé sincero conmigo.
-Sí, te amo, Cameron, desde hace años, desde que te conocí.
-¿En serio?
-Tú eres la persona que más quiero, no soportaría que nadie te hiciera daño, daría mi vida por ti. Cuando vi a ese cabrón faltarte el respeto e intentar violarte, mi sangre hervía y me fui corriendo a protegerte. ¿Volverás con ese cretino?
-Cielos, no. Además, ya tengo un hombre a quien amar y que proteja.
-¿Sí?¿Quién?-dije con pena.
-Pues... tiene ojos azules hermosos, pelo castaño oscuro, acaba de desarrollar una fuerza que no conocía y es mi salvador. No recuerdo su nombre, pero sé que empieza por “L”.
-¿Yo?
-Claro, tonto, ¿quién iba a ser? A menos que tú no quieras.
-Sí, por supuesto que quiero, quiero ser tu novio.
-Bueno, creo que debes hacerlo a la manera tradicional y pedir mi mano, cariño-se rió de mí con dulzura.
-Cameron Monaghan-dije poniéndome de rodillas en plena clase- deseo tomar tu mano y convertirte en mi novio, ¿aceptas?
-Logan, yo, con gusto, acepto ser su novio.
Me levanté y besé a mi nuevo y primer novio, a la única persona a quien he amado.
El timbre tocó, las clases empezaban. En el recreo, Cameron y yo estuvimos solos, lo tenía entre mis piernas, acariciando su pelo y dándole besos.
Vi a Zac acercándose a nosotros, con cara de pocos amigos. Venía con su grupo de matones.
-Me pegas y ahora encima me robas a mi chico, te la has ganado, empollón-dijo Zac.
-Tú no has sabido cuidar de un chico tan maravilloso como Cameron, te jodes. No te merece, Cameron merece ser tratado por lo que es, el ser más perfecto del mundo.
-Cállate con tu curserias. Las putas como Cameron solo quieren una cosa, que le metan un rabo por el ojete.
-Eres un cabrón, no voy a dejar que le faltes el respeto a Cameron.
-¿Qué vas a hacer?¿Pegarme? Somos cinco contra uno.
-Si es por Cameron, estoy dispuesto.
-Jajaja, que estúpido. Mira, te lo pongo fácil. Me das a Cameron y te dejo en paz.
-¿Darte a Cameron? Él no es una mercancía, él elije con quién quiere estar.
-Respuesta equivocada. Como me voy a divertir cuando te destroce y me folle salvajemente a Cameron esta noche. Chicos, a por él.
Los cuatro chicos y Zac se acercaron a mí, dispuestos a pegarme, pero yo, como si fuera cámara lenta, veía sus brazos pasar lentamente, pudiendo esquivarlos. Le di unos cuantos golpes y patadas a tres chicos, luego a Zac y Harry. Mis brazos se movían con velocidad, podía enfrentarme sin dificultad. Harry y Zac se tiran sobre mí, pero yo los cojo con mis dos manos y los tiro hasta tres metros, cayendo primero Harry y después Zac sobre él. Nunca pensé que tuviera tanta fuerza y supiera pelear.
-¿Queréis probar mi fuerza?-dije a sus tres matones.
Los otros tres chicos huyeron de mí y se fueron, Harry y Zac se levantaron, dispuestos a seguir con la pelea. Diversos chicos y chicas observaban la pelea incrédulos. El nerd le estaba pegando al capitán del equipo de fútbol, y le estaba dando su merecido. Todos me apoyaron, gritando mi nombre. Finalmente, le di unos cuantos golpes en la cara a esos dos y cayeron sobre el suelo inconscientes.
Me aplaudieron y vitorearon, dándome palmadas en la espalda.
-Estupendo, Logan, le has dado su merecido a ese malnacido. No hacía más que meterse con la gente.
-Joder, ha sido genial, un nerd ha podido con cinco chicos.
-No sabía que fueras tan fuerte, Logan.
-La mejor pelea que he visto.
Pero ese momento de gloria acabó, el director me veía con cara de pocos amigos.
-Señor Lerman, ¿puede saber qué ha hecho?
-Director, Logan me ha protegido de Zac, no ha empezado la pelea, sólo me defendía.
-¿Es eso cierto, chicos?-preguntó al resto.
-Sí, señor, lo hemos visto.
-El cabrón de Efron se acercó a Logan y Cameron para molestarles, ellos estaban tranquilos, sentados en el césped. Zac quería pegar a Logan con sus cuatro matones para recuperar a Cameron.
-Viendo las circunstancias, y que el resto de alumnos corroboran los hechos, se libra de un castigo, Lerman.
-Gracias, señor.
-Espero que no se repita, Lerman, sino la próxima no seré indulgente, y me importará bien poco quién haya empezado, no quiero peleas en mi instituto. Y vosotros, panda de inútiles, expulsados tres semanas-dijo mirando a Zac y Harry, que empezaron a despertarse.
Horas después.
Iba a coger el bus, pero se fue.
-Joder.
Me voy andando a casa, cuando noto unos gritos, corro hacia donde lo oigo, recorriendo un kilómetro en pocos tiempo, allí veo un edificio ardiendo.
-No hay nadie más en el edificio-dice un bombero a otro.
-”Socorro, ayuda”-oigo unos pequeños gritos de un niño.
No soporto esto, y salgo corriendo hacia el callejón, acercándome hacia donde está las escaleras de emergencias.
-Perfecto, no está la principal, la primera. ¿Qué hago para ir hacia allá? Puta mierda-grité dando un golpe a un cubo de basura, de mis muñecas salieron unas telas de araña, quedando pegadas sobre el cubo. Yo intentaba quitarlas, pero arrastraban al cubo, hasta las cogí con las manos y las rompí con fuerza.
-Un momento, si cuesta quitar estas telas de araña, y son capaces de arrastrar un cubo, es posible que soporten mi peso y pueda llegar hasta el quinto piso.
Levanté mis brazos y señalé hacia una ventana del quinto piso.
-Por favor, Dios, que funcione.
Las telas de araña salieron disparadas, quedando pegadas en la pared, cerca de la ventana. Me agarré a la tela y fui subiendo con rapidez hasta el quinto piso, rompiendo la ventana y entrando dentro. Allí había humo por todas partes. Rompí un trozo de tela de mi camiseta y la até a mi cara. El fuego se estaba extendiendo por el piso, debía correr.
-Joder, no oigo al niño, ¿dónde estará?
De repente, siento que debo dirigirme la casa número 20, allí rompo la puerta con una patada y veo a un niño de nueve años tirado en el suelo. Lo cojo en brazos y salgo corriendo de la casa. Para nuestra desgracia, las escaleras estaban bloqueadas por el fuego.
-Tendré que saltar con el chico-el niño abre los ojos y me ve con dificultad, pero vuelve a quedarse inconsciente.
Me dirijo hacia la ventana del salón y la rompo con un puñetazo. Lanzo una tela de araña hacia el edificio de al lado y me tiro con el niño en brazos, cogiéndolo con fuerza con mi brazo izquierdo.
Antes de chocar contra la pared del edificio, pongo mis dos piernas para que choquen y no choque el niño contra la pared. Lentamente voy bajando, hasta llegar al suelo. Con el niño en brazos, lo llevo por el callejón hasta la calle principal, donde están los bomberos.
-Aquí traigo a un niño-lo dejé en el suelo, al lado de la ambulancia.
-¿Cómo lo has hecho?
-Eres un héroe, chaval.
-Cuídenlo y no hagan preguntas.
-Espera, chico.
Me fui corriendo, con mi cara aún tapada, no quería que nadie me descubriera. Me fui hasta casa y allí me enceré en mi habitación.
-¡¿Qué me está pasando?! Fuerza, escuchar a distancia, tela araña, ver a cámara lenta, saber dónde se encuentra una persona en peligro, tener dotes para pelear... Esto seguro que lo ha provocado esa araña. Me ha convertido en un superhéroe.
¿Superhéroe? Uhmmm, podría utilizar estos poderes para ayudar a combatir el mal en la ciudad de Nueva York. Podría ser Superspider, no, es muy cutre. Ya está, Spideman, sí, eso es.