Speechless(7)

Nuevos problemas para Victoria y Dominique

Speechles(7)

Dominique había estado fuera casi todo el día con la tal Samantha. La idea de que fuera a verla no me gustó desde un principio, pero me aseguró que no pasaría nada y que la dejaría para estar sólo conmigo. Todo el día estuve nervioso y ansiosa, eran demasiadas horas y muchas cosas podían estar pasando entre ellas....la idea me ponía de mal humor.

“Vicky, ¿qué tienes?” –preguntó mi mamá viendo que limpiaba los platos brúscamente-

Dejé de hacerlo y voltée a verla...

“Nada” –Me pasa que Dominique no llega de ver a su profesora y a la vez su amante- “¿Por qué la pregunta?”

“Casi rompes los platos” –ríe- “Algo debe pasarte para que estés tan enojada, hija”

“No...no estoy enojada mamá, estoy bien enserio. Y estaría mejor si dejaras de molestarme” –su insistencia producía que mi mal humor aumentara, nunca le había hablado asi a mi mamá, pero estaba mal en ese momento-

“Está bien, pero no tienes por qué hablarme así, quería ayudarte” –baja la cabeza- “Estás haciendo lo mismo que le hizo la srta. Dominique a Nana Ru. Si vas a empezar a tomar actitudes de ella, mejor renuncio y...”

“¡NO!, No mamá” –dejé los vasos y platos y corrí hasta ella desesperada- “No hagas eso, no puedo irme, no puedo” –Mi mamá me miraba desconcertada por mi actitud, estaba casi arrodillada y las lágrimas salían de mis ojos-

“¿Qué te pasa? Levántate”

“Es que, nos tratan bien aquí. Yo le he tomado mucho cariño a la srta. Dominique, se porta muy bien conmigo. Además necesitamos dinero”

“Ya sé pero no tienes por qué ponerte tan nerviosa. ¡Me has dado un susto tremendo!” –me abraza- “No nos iremos. Tranquila”

“Sí, perdóname pero no puedo ni imaginarme qué haríamos lejos de aquí”

Mamá dejó el asunto hasta aquí, y mejor porque no quería que nos fuéramos.....No cuando mi mente sólo pensaba en Dominique, pasaban minutos, segundo, horas y ella no llegaba. ¿De qué tanto podrían hablar? A la hora de la cena los señores Gisel y Harold llegaron y decidieron sentarse con nosotros, eran realmente amigables. La sra. Gisel hablaba de los lugares a donde iban, y por ser mi mamá y yo nuevas empleadas, nos contó cómo conoció al sr. Harold....él sólo sonreí o se ruborizaba por los comentarios de su esposo, pero en sus ojos había amor.....ojalá Dominique me mirara así.

Nana Ru los oía celosa, se notaba en su cara que no los quería, pero los “soportaba” por su hija, eso creo.

Y al fin llegó.....con el cabello mojado, ¡joder! ¿Qué había pasado entre ellas? La comida se me atoró en la gargante junto con la bilis, y ella como si nada, los celos me comían. Traté de obtener su mirada pero la maldita me ignoraba, ¡me iba a dar una muy buena explicación!

La sra. Gisel le dijo a Dominique que tenían que hablar seriamente, cuando se fueron todo siguió como si nada, bueno, casi.

“A ti te pasa algo” –dijo mi madrina hablándome al oído y tomándome por sorpresa, ¡también ella!-

“¿Cómo qué?” –le dije forzando una sonrisa-

“No lo sé, tú dime. Cuando entró Dominique tu cara se puso tensa y roja” –entre cerró los ojos y después los abrió como platos- “No....”

“¿Qué te pasa?” –susurré nerviosa, ¿tanto se notaba lo mío con Dominique?-

“¿Eres lesbiana?” –Su cara era de impresión total-

¿Qué hacía, qué decía?

“¡Estás loca!” –seguí comiendo como si nada-

“No, no lo estoy. Y además tienes algo con la odiosa de Dominique, Vicky, ¡¿estás demente?!” –Casi me tomaba por los hombros sacudiéndome, no había forma ya de ocultarlo-

“¿Qué se secretean ustedes dos?” –preguntó Nana Ru que estaba frente a nosotras mirándonos con recelo-

“Nada que tenga que ver contigo Rubí” –Contestó mi madrina acomodándose en la silla y volviendo a susurrar- “Tenemos que seguir hablando”

Ahora había dos problemas......

1-      Tenía que averiguar qué mierda había hablado Dominique con Samantha y saber por qué traía el cabello mojado.

2-      Decirle toda la verdad a mi madrina y rogarle para que no dijera nada a nadie.

Al terminar todos la cena, mamá y María se quedaron ordenando la cocina y los demás se fueron a dormir. Mi madrina me jaló hasta mi cuarto y puso seguro a la puerta.

“Ahora sí, explícame” –puso ambas manos en su cintura y la cara totalemte seria-

“¿Qué quieres que te explique? Desde un principio Dominique me gustó” –alcé los hombros en señal de que no valía la pena explicar más y la verdad es que yo no quería decir más de lo que pasaba-

“No sabía que te gustaban las mujeres”

“No sé si me gustan, pero ella sí. Por favor, no le digas a nadie madrina”

“¿Dominique lo sabe?”

“Sí, somos....novias” –sonreí por mi respuesta-

“Era lo que me temía” –suspira- “Vicky ella no es una buena mujer, no sólo tienes que cuidarte de que los hombres se burlen de ti...también hay mujeres que lo hacen, entre ellas Dominique”

“¿Por qué dices eso?” –frunzo el ceño-

“Porque la conozco desde hace mucho tiempo. Pero como también te conozco a ti y sé que si te digo que no quiero que te involucres con ella y de igual forma vas a hacerlo....dejaré que te lastime”

“¿Cómo puedes ser tan negativa con Dom? Quizás ha cambiado”

“Las personas así no cambian lamentablemente. Y si te digo esto es porque sólo así vas a aprender. No diré nada, pero que sepas que no estoy de acuerdo” –y diciendo esto se fue, dejándome con más dudas de las que ya tenía sobre Dominique-

Decidí quedarme en mi cuarto, si Dominique quisiera hablar conmigo vendría a buscarme.......Y a la 1 a.m. exactamente mi puerta se abrió y ella entró silenciosamente, sólo una pequeña lámpara  estaba encendida y su luz era ténue. Yo aún estaba despierta, nos miramos a los ojos segundos y ella se acostó alado mía, se mordió el labio inferior y empezó a besarme y a tocarme.....¿por qué todo lo hacía tan rápido? ¿Por qué no podía ser dulce?

“¿Necesariamente tiene que haber una noche especial, nena? –preguntó apoyando su frente con la mía, su respiración era entrecortada y sus manos trataban de sacar mis senos de la pijama-

“¿Por qué llegaste con el pelo mojado Dominique?”

Se separó de mí y reflejó una mirada sorprendida y al mismo tiempo burlona.....