Speechless(10)

6 años antes....

Speechless(10)

Gracias a todas las personas que comentan, en este relato(o en algunos más) veremos cómo empezó toooda la historia entre Dominique y Samantha...

PATYLOVE: Gracias. Dominique es uno de mis nombres favoritos:3

Era mi primer día de escuela en segundo de preparatoria, la misma rutina: Levantarme, ponerme el uniforme, arreglar mis libros, desayunar e irme...todos los primeros y últimos días de clases mis padres me llevaban e iban por mí. Este día no iba a ser diferente, o al menos eso creí. Tenía demasiado sueño, sólo quería quedarme en mi cama todo el día, y tenía unos nervios como nunca.

Decidí irme sola, y caminando hasta el colegio....algo raro pero quería pensar qué era lo que tanto me molestaba, eran las 7 de la mañana y ya estaba de malas.....

Al llegar al colegio simplemente mostré una identificación y fui directamente a mi salón, me senté en una de las primeras sillas esperé pacientemente a que llegara el profesor.

Como todos los primeros días de escuela llegan todos a contar sus chismes y presumir sus cosas nuevas, para mí eso es aburrido.

Algunos me miran esperando a que hable con alguien o que sonría, pero mi humor no estaba para festejos....

“Hola, Doooooommmm”

Y eso bastó para que mundo terminara de joderse...la voz chillona no podía ser de nadie más que de esa enana rubia que me seguía desde maternal....Karla

“Hola” –contesté indiferente, saqué mi estuche de plumas y fingí estar ocupada acomodándolas-

“¿Y? ¿Qué hiciste en vacaciones mejor amiga?”

¿Mejor amiga? ¿Desde cuándo? Siempre hemos ido en las mismas escuelas, los mismos salones, pero no somos mejores amigas, ella es la que se empeña en hablarme.

“Nada” –lárgate, por favor-

“Ohhhh...bueno, yo fui a París y a Egipto. Hermosos lugares, ¿has ido?” –intentó buscar mi mirada o tan siquiera sacarme plática-

“Como 5 veces, Karla. Ya lo sabes” –sabía cada cosa que hacía, ya que nuestras madres por desgracia eran amigas y se contaban todo-

“Sí, tienes razón....¿qué fue lo que más te gustó?”

“¿Enserio estás preguntando eso? Si tanto quieres saber por qué no le preguntas a tu mamá, ella debe de saber”

“Oye Dom, sino quieres hablar sólo dilo” –dijo un poco más comprensiva, pero igual de estúpida, se me notaba a mil kilómetros que no quería ni a un alma alado mío-

“¡No quiero hablar!” –rogaba que con eso Karla se alejara de mí, su maldita voz chillona iba a reventar mis tímpanos-

“Está bien. Pero, ¿quieres ir conmigo y con unas amigas a las tumbas(cafeterías)?” –sonrió-

“Quizá, no te lo aseguro”

“Ok, hasta luego Dom” –y alfin se fue-

Puse los ojos en blanco y respiré sacando toda tensión en mi cuerpo, ¿por qué carajo estaba tan enojada hoy?

Mi pregunta mental no pudo ser respondida porque tocaron el timbre y con él entró el profesor Álgebra.

Presentaciones, evaluaciones, y amenazas acompañaban a los primeros 3 profesores de aquella mañana, ya eran las 10 a.m. y sólo quedaba una clase para salir a un pequeño descanso, el profesor o profesora estaba tardando un poco así que adelanté un poco de la tarea de álgebra que me habían dejado en primer día de escuela.....pero entonces ella entró, jeans ajustados color negro, blusa señida púrpura y cabello lacio rubio, toda una oda a la hermosura, tendría uno treinta y tantos.

La misma técnica de otros profesores, nombre, materia y una que otra broma...hise todo lo posible porque mi mirada atrajera la suya  y lo logré en algunas ocaciones.

Para pasar lo que quedaba de clase nos pidió que entregáramos en una hoja blanca con nuestro nombre nuestras metas cumplidas y por cumplir....yo la hise demasiado rápido y nisiquiera sé qué fue lo que puse, sólo quería estar más cerca de ella. Revisé que mi hoja tuviera una letra impecable y una excelente ortografía y en cuanto estuve segura me levanté rápidamente de mi silla y me acerqué a su escritorio...

“Hola” –me saludó con una sonrisa- “¿Terminaste?”

“Ehm....sí, aquí esta” –contesté un poco nerviosa-

“Bien” –tomó la hoja y la revisó- “Dominique, ¿quieres compartirnos lo que dice tu hoja a todo el salón?”

Me sonrojó.

“En realidad, me gustaría que sólo la lea ustedes, si no es molestia” –puse mis manos en su escritorio cerca de la suyas y mordí mi labio, ¿qué tanto podía provocarla?-

“Está bien, está bien...la leeré a la hora del descanso y te parece si a las 11 en punto vas a la sala de profesores?” –bajó un poco la voz y al parecer nadie se había dado cuenta de lo que había dicho....¡wow!-

“Claro, estaré ahí” –sonreí y volví a mi silla, desde ahí nos observamos con una sonrisa-

Exactamente a las 10:50 tocaron de nuevo el timbre avisando que era hora del descanso, miles de estudiantes caminaban por los pasillos, jugando, riendo y gritando como niños. Compré una botella de agua y la metí en mi mochila, me recargué en una pared que frente a mí tenía un gran reloj, las 11 en punto, mi llamado.....

Casi corrí hasta la sala de maestros que se encontraba en un pasillo solitario, toqué la puerta en segundos la profesora Samantha me abrió, pasé y me senté en una silla de ruedas, ella hizo lo mismo.

“Leí lo que escribiste Dominique” –cruzó las hermosas piernas largas que tenía- “Me gustó, eres ambisiosa. ¿Por qué?”

“Mis padres me han enseñado que merezco lo mejor, que puedo lograr con esfuerzo todo lo que yo quiera” –la miré directo a los ojos mostrándole toda mi seguridad-

“Eso está muy bien, pero desde que entré al salón he notado que tu mirada me persigue y casi me come” –sonrió un poco-

“Oh” –entrecerré los ojos y con tono inocente dije- “¿Le molesta eso profesora?”

“No, para nada, es todo lo contrario Dominique. Me excita” –se acercó más a mí, al grado de que pude sentir su aliento en mi cara- “¿Te gusto Dominique, te gustan las mujeres?”

“Sí a ambas. Me gusta usted y me gustan las mujeres”

“Entonces esto te va a encantar” –se levantó de su silla y se puso encima de mí, empezó a besarme con fuerza, chupando mis labios casi deborándome y revolviendo mi cabello en sus manos-  “¿Qué tanto estás dispuesta a hacer?”

“Lo que quieras” –respondí agitada y buscando de nuevo sus labios-

“¿Segura? No puedes decir ni una palabra de esto a nadie Dominique”

“Sí, sí, no le diré a nadie lo prometo, pero bésame por favor”

“No, no. Antes tenemos que ponerle las reglas al juego” –volvió a su silla- “No busco una novia, ni una hermosa historia de amor Dominique y espero que tú tampoco”

Oh...

“No, yo tampoco quiero eso”

“¿Y qué es lo que quieres?”

“Sólo...quiero sexo” –dije en un susurro, apenas la conocía y le estaba diciendo que quería * pero ella preguntó qué quería-

“Yo también” –contestó con una sonrisa divina- “Entonces esto va a funcionar, ya nos arreglaremos para vernos sin que nadie se entere, ¿ok?”

Asentí.

“Ahora...regresa, quedan cinco minutos” –me dió un último beso junto con un apretón en el seno derecho que me dejó más que excitada-

Salí cuidadosamente de la sala de profesores....

“¿Qué hacían ustedes dos ahí?”

Dios, de nuevo....

“Karla” –voltée hacia ella con una sonrisa-

“¿Vas a decirme? ¿Tan bien te llevaste con la maestra de Ciencias?” –arqueó una ceja esperando mi respuesta-

“Sí, me cayó bastante bien. ¿Quieres que vayamos juntas a la próxima clase?”

Su semblante se suavizó aunque también debió extrañarle ese cambio de humor mío.

“Está bien”

Caminamos runbo al salón como dos amigas, ella hablaba y yo...yo sólo pensaba en todo lo que estaba por vivir. Mi primer día de clases y ya tenía un amorío con una profesora.