Speechless(1)

Mi vida cambiará completamente al conocer a Dominique

SPEECHLESS...

La historia empieza en verano de 2009, mi mamá y yo nos mudábamos a la cuidad de México en busca de trabajo. Vivíamos en un pueblo de Aguascalientes, pero desde que mi papá había muerto hace 2 años apenas nos alcanzaba el dinero. Mi madrina, Mercedes trabajaba en el D.F. y nos consiguió trabajo en la casa donde ella estaba.

La casa era bastante grande, como las que salen en telenovelas, en verdad estaba hermosa y yo iba avivir aquí, como empleada, pero iba a vivir aquí.

“¿Te gusta? –preguntó una voz ya conocida para mí-

Me dí la vuelta y me encontré con mi madrina, con 45 años seguía muy guapa.

“Es muy bonita” –Contesté sonriendo. Me ayudó con una maleta y por una puerta de madera y cristal cortado entramos las tres-

Dos personas, un hombre y una mujer de unos 50 años nos estaban esperando con sonrisas en sus caras.

“¡Qué bueno que ya llegaron! Esperamos que el viaje no haya sido tan pesado, de todas maneras hoy pueden descansar. Mercedes les va a enseñar dónde están sus cuartos y mañana ya podrán hacer la limpieza –dijo la señora con mucha amabilidad y un acento un poco raro- Yo soy Gisel y él es mi esposo Harold

El señor expresó una sonrisa que no mostraba sus dientes, pero igualmente se notaba amable.

“Yo soy Elena” –contestó mi mamá estrechando la mano de los señores- “ella es mi hija Vicky”

Sonreí levemente y también estreché la mano de ambos señores.

“¿Qué edad tienes?” –preguntó la sra. Gisel con curiosidad-

“16 señora”

“Estás muy pequeña. ¿Ya sabes a qué colegio irá, Elena?”

“No señora”

“Bueno, hablaremos de eso mañana” –noté la mirada de mi mamá iluminarse- “Yo tengo una hija de 23 años, se llama Dominique pero ahora está viajando. Me gustaría que se hicieran amigas” –los ojos de la señora parecían entusiasmados. El señor Harold no hablaba sólo asentía y sonreía a lo que decía su esposa-

“Me gustaría conocerla en cuanto vuelva” –contesté-

“Bien. Mercedes, enséñales sus cuartos, mi esposo y yo saldremos. Quizás no regresemos hasta mañana, en cuanto se instalen preséntalas al demás personal. Y si llama Dominique, que no creo, dile que salimos y que la llamamos después”

“Sí, señora Gisel” –contestó mi madrina con pesadéz en su voz-

Vimos salir a ambos señores...

“La casa es muy grande y bonita” –dijo mamá mirando al rededor-

“Y eso que no has visto el patio trasero” –contestó burlonamente mi madrina- “Sus cuartos están acá atrás”

La seguimos por un largo pasillo, en el trayecto vi fotos de una mujer preciosa. Ojos azules, cabello negro y piel bronceada, hermosa...

“¿Quién es ella?” –pregunté a mi madrina mientras entrábamos en el cuarto-

“Ashh” –puso los ojos en blanco

“El cuarto está muy bonito” –contestó mi mamá-

Tenía dos camas separadas por un mueble, sus paredes eran blancas con decorados muy finos y todo era muy limpio. Baño y una ventana que daba hacia la piscina

“¿Te cae mal?” –pregunté sentándome en la suave cama del lado de la ventana-

“Es que ella es...presumida, arrogante, seria. Nunca la he soportado, ni ella a mí, pero ni modo” –dió un suspiro grande-

“Ella es muy bonita” –dije con melancolía, Dominique era más bonita que yo y cualquier mujer que pude haber conocido-

“Eso que ni qué”-dijo mi madrina- “Y en persona es mucho más, pero su personalidad lo arruina todo”

“No son de aquí, ¿verdad?” –preguntó mi mamá mientras acomodaba nuestra ropa en muebles- “Tienen un acento extraño”

“Son de Estados Unidos. Se mudaron acá hace 24 años por negocios pero van seguido a su país”

“¿Y Dominique también habla así” –sonreí hacia mi madrina-

“No, ella nació allá pero como viven aquí y todos nosotros somos mexicanos se acostumbró a hablar como nosotros” –me miró sospechosamente- “¿por qué estás tan interesada en saber de Dominique?”

“Me gustaría tener una amiga, mientras no valla a la escuela. Será aburrido estar sin quién platicar” –apoyé mi barbilla en mi mano-

“No creo hija, Dominique sale mucho. Pero bueno, las dejo para que descansen. Más al rato les presento a los demás y después cenamos” –se despidió y dejó el cuarto-

Dormimos un rato y a las 8 p.m. fuimos con mi madrina para que nos presentara al demás personal.

“Ellas son las nuevas empleadas” –dijo mi madrina- “Elena y su hija Victoria. Ellos son María la concinera, Gerardo el chofer, Juan el jardinero y Nana Ru, la nana de Dominique”

María era una señora gordita de avanzada edad, pelo marrón evidentemente pintado y ojos cafés. Gerardo era un ‘adonis’ pero evidentemente gay. Juan un señor de 58 años, canas y sonrisa contagiosa. Por último estaba nana Ru o Rubí, ella fue la única a la que no le agradó nuestra llegada. Quizás tenía 45 años como mi mamá, tenía ojos color miel y cabello rojizo.

Pasamos a la cocina y María amablemente nos sirvió la comida a todos, nos preguntaban cosas del pueblo y de nuestra vida hasta que...

“¡¡¡¡DOMINIQUE!!!” –la Nana Ru saltó de su silla y corrió hasta la puerta de la cocina-

Ahí estaba ella, la chica que me había impresionado con tan sólo una foto. Y tenía razón mi madrina, era hermosa...Nana Ru la abrazó efusivamente, Dominique recibió el abrazo pero sólo se dibujó una pequeña línea en su rostro.

“¿Por qué llegaste antes?” –preguntó Mercedes de mala gana-

“Me alegra verte también Mercedes. Llegué antes porque me aburrió mucho Europa”

Todos abrimos los ojos enormemente, obviamente nadie conocíamos Europa.

“No importa, nena. ¡Qué bueno que estás aquí!” –dijo la nana Ru acariciando el rostro de Dominique-

“Sí” –quitó la mano de la nana de su cara y se acercó a la mesa- “A mi también me da gusto estar aquí.....” –nos miró a mi mamá y a mí- “Y ustedes son”

“Las nuevas empleadas” –contestó la nana- “las contrató tu mamá, son parientes de Mercedes. Ella es Elena y ella es su hija Victoria” –nos señaló-

“Hola srta. Mucho gusto” –dijo mamá- “Saluda Vicky” –me susurró-

“Ho..hola” –tartamudée-

“Hola, Victoria” –recorrió mi cuerpo con su mirada-

“Tu mamá” –dijo la nana con...pesar?- “dijo que podías escojer a cualquiera de ellas dos para que te acompañe y haga tus quehaceres”

“¡Ya era hora! Bueno, pues la quiero a ella” –me señaló-

¡Madre mía!

Holaa!! Este es mi primer relatos, en verdad espero que les guste. Dejen sus comentarios, buenos o malos, críticas :D Besos!!