¿soy yo tu candidato?

Poema para romper el hielo en páginas de contactos.

¿NO SOY TU CANDIDATO?

Dime qué debo hacer, o me mato.

Necesito libar tu amor

porque soy un abejorro

y tú la más bella flor.

Quiero hacer el amor

cada mañana al despertar

de repesca en la siesta,

antes de cenar

y toda la noche sin parar.

Dime qué debo hacer, o me mato.

¿Necesitas algún dato?

Si crees que estoy gordo

adelgazaré en un arrebato.

Me pondré a dieta

y solo comeré de tu mano.

Si crees que soy bajo

me estiraré, saltaré

para alcanzar tus labios

y te besaré con pasión,

mientras mi dulce corazón

hace plóm, plóm y plóm.

Si crees la tengo pequeña

la estiraré con alambre

y pasaré mucha hambre

para que cuando pueda

ver tu cuerpo desnudo

la veas y te quedes muda.

Dime qué debo hacer, o me mato.

Necesito ser tu candidato.

Para pasar una noche

cabalgando a tu grupa,

para entrar a tu cueva

y no salir ni a respirar.

Quiero besar tu piel

quiero acariciarla

con esa pasión desbordada

que te haga suspirar

y pedir más y más y más.

Sabes que te quiero,

sabes que te amo,

déjame tocarte con la mano,

déjame abrazar tu cuerpo desnudo.

Dime qué tengo que hacer, o me mato.

Si quieres romanticismo

seré la vela que alumbre tu noche,

y te llevaré todos los días en coche,

a ver la puesta de sol.

Y cada madrugada veremos el alba

y entonces te amaré con toda mi alma.

Y yo seré tu único sol

y tú serás mi única luna

y me convertiré en hombre lobo

y aullaré las noches de plenilunio

si me has castigado sin sexo

porque he sido un niño malo.

Y tu sexo será mi universo

y si me dejas te haré el reverso

y tú serás mi agujero de gusano

y yo la galaxia de la piedra dura,

y juntos buscaremos el mañana

y cada puesta de sol será un beso

y cada amanecer una jornada de placer

y cada noche la eternidad del derroche.

Quiero ser tu candidato,

dime que debo hacer, o me mato.

Iré al gimnasio y mi músculo

será una fotografía en tu mesita de noche.

Y podrás tocar mis biceps

y podrás besar mis triceps

y el gusano serpenteará en carricoche.

Sabes que mi alma te pertenece

pero mi cuerpo aún adolece

porque no ha bailado contigo

porque no ha besado tu piel

porque mi boca tiene sabor a hiel

porque tus labios son como miel

y tu lengua la serpiente

del dulce paraíso

que me tienta cada noche

mientras sueño contigo

mientras te poseo

y me derramo en tu cueva

que es la cueva de Venus

donde la diosa inmortal

es suave, dulce y cálida

y espera a Sigfrido

el príncipe azul

que mate al dragón

y se convierta él en fuego.

Y con mi fuego te prenderé

y nos consumiremos juntos en la pira

donde ardía la diosa Brunhilde

a la espera del ardoroso Sigfrido.

Y cada día será un descubrimiento

y cada noche un dulce recuento,

un revivir experiencias hermosas

y tú serás mi jardín de rosas

y yo tu huerto de nabos

o si prefieres de zanahorias

o podrás recolectar mi calabacín

y tu orgasmo no tendrá fin.

Y yo besaré tu corola

y comeré tu dulce flan.

Y me cubrirás con tus pétalos

y yo a ti con mis escamas.

Y nunca, nunca saldremos de la cama.

¿Qué debo hacer para ser tu candidato?

Dime qué debo hacer, o me mato.

Si me quieres “ad aeternum”

te haré un mágico juramento,

que nunca, nunca me apartaré

de tu lado, ni en la bonanza

ni en la tormenta más terrible,

ni cuando asome sus rizos el alba

ni cuando en el horizonte

se extienda el ocaso.

Y seré tu dulce gato

tu maullador más tierno

y seré tu perro de compañía

y seré tu loro parlanchín

y seré águila poderosa

cuando a mis lomos

quieras buscar

horizontes de grandeza.

Y no conocerás la pobreza

porque me haré corrupto

si tú me lo pidieras

y presidente del gobierno

si eso calienta aún más

tu dulce infierno

donde quiero ser castigado

donde quiero ser quemado

ese que está entre tus piernas

ese acogedor vestíbulo

de tu hogar y de tu casa,

donde quiero que me recibas

y no me dejes marchar.

¿Qué tengo que hacer para ser tu candidato?

Dímelo o sino me mato.

No quiero pasar solo un rato

disfrutando de tu belleza

de ese cuerpo de diosa

de ese jardín florido

de ese dulce nido.

Quiero llegar hasta el fondo

de la eterna y cálida noche

y perderme en tu cuerpo

y encontrarme en tu alma

y que tus tiernas caricias

acaben con mi soledad.

Y quiero tu amistad

y quiero tu mirada

y quiero que me hables

y quiero que te entregues

y quiero que me ames.

Y quiero tantas cosas

que a cambio te daré

de mi árbol la mejor rama

y por ti me cambiaré

y seré un dios multiforme.

Pero tienes que decirme

qué debo hacer, o me mato.

Quiero ser tu candidato

o lloraré mis noches solitarias

y clamare hasta el fondo de tus entrañas

y seré tu eterno trovador

el que canta en tu ventana

el que clama por hacerte el amor.