Soy villero ii. 1

Bancario, amor filial, sexo semanal con mi novia, almuerzo entre compañeros.

Soy villero II.1

Se debería leer Soy Villero I debido a que éste relato es su continuación, es para que se entiendan algunas referencias, igual, escribo una pequeña aclaración de cómo es mi vida…

Me llamo Brian González, mido 1,80m, y peso 85kg, ojos claros y un buen miembro viril…

He nacido y criado en una villa de emergencia  de la Capital Federal Argentina…

Soy huérfano de padre, murió en una pelea estando preso, en ese momento con mi madre nos fuimos de vivir en la villa, alquilamos un amplio departamento en las inmediaciones de la Capital, en Lugano…

Mi madre es una paraguaya hermosa con un carácter de mierda, muy trabajadora y celosa de su hijo…

Después de mucho esfuerzo terminé la secundaria y estoy estudiando para abogado…

Bancario.

Por eso les digo que así es mi vida, de 9 a 16hs,  trabajo como administrativo en un banco de la ciudad.

Mi futuro suegro Ismael Contreras, es el gerente, es el padre de Cintia mi novia, es la familia a la que le hice una construcción en el quincho de su casa, fue el que me consiguió éste trabajo, estoy casi siempre sentado a un escritorio y atiendo a la gente que viene por diferentes problemas…

He aprendido muchísimo de trámites bancarios, cuando no se algo le pregunto a Teresa, mi compañera que tiene el escritorio más cerca del mío…

Además de Teresa como compañera, esta Juan Carlos, un cincuentón, con un verso impresionante para con las mujeres, las compañeras lo conocen bastante y no le dan bolilla, aunque de vez en cuando alguna muerde el anzuelo.

Con las clientas tiene un listado ja ja, algunas vienen a hacerse atender por él para verlo, me mostró una lista, tiene anotadas 17 mujeres, con un código de señas cuando llega alguna de la lista me hace señas señalando el número, las compañeras le están empezando a tomar bronca, yo trato de apaciguar los ánimos…

Teresa es una morocha de treinta años aproximadamente con muy buenas tetas y culo, de piel blanca y ojos azules, una preciosura, estuvo en pareja hasta hace poco, cuando rompió se bajoneó, fui el encargado de escucharla cuando salíamos del trabajo, me tiene mucha estima, me parece que no me ve como un hombre, me parece que cree que soy su hermano menor, claro tengo 21 años y cara de nene…

Más allá está Silvina, una señora cincuentona, separada, se mata haciendo ejercicio para tener un cuerpo muy presentable…

Después está Ester, una morocha con algo de kilos de más, me parece que no tiene ningún complejo con sus kilitos, casada con tres hijos, su problema es el estudio de sus hijos, nunca tiene problema en ayudarte, en quedarse un rato más, muy solidaria…

Y el último escritorio el número 5 es de Soledad, debe tener mi edad, muy tímida, no habla nada más que lo esencial, tiene poca casi nada de conversación conmigo, siempre usa ropa por demás holgada, igual me parece que tiene buenas gomas y buen culo ja ja, mi imaginación…

Además los cuatro cajeros, Cacho, Naty, Ester y Esperanza, siempre están de espaldas a nosotros y alejados, son pocas las ocasiones que tengo de conversar con ellos…

Dos ordenanzas, María y Ramón, María es mi compinche, siempre le traigo algún regalito, es hija de paraguayos como yo, a veces hablamos un poco en guaraní, a mí me cuesta hablarlo, lo entiendo eso sí, se parece a mi vieja, cuerpo morrudo y lleno de nervios, tiene un cohete en el culo….

Ramón es toda simpatía, cuando está limpiando los pisos te cuenta cuentos, es una alegría dentro del trabajo, un señor sesentón, abuelo, de pelo blanco y siempre dispuesto…

Está mi suegro el gerente, Ismael y la subgerente, Natalia Candal, una morocha infernal, flaca con curvas, pelo negro largo, una devoradora de hombres parece, está separada y parece que cambia a menudo de pareja ya que vienen a buscarla diferentes hombres, ja ja, bien chusma que soy…

Amor filial.

Mi madre casi nunca va a la casa de mis suegros, es más según ella Cintia no es mujer para mí, a mis suegros tampoco los traga, me dice que no me convienen.

Ja ja el gerente de un banco no me conviene y una preciosura como Cintia no es para mí, ella de celosa y mirá que todas las noches la recontra cojo, me había tomado como rutina echarle dos polvos todas las noches, uno por el culo, quedaba satisfecha, yo igual.

Yo una vez cada diez días más o menos iba a visitarla a la señora Elizabeth, la señora del diplomático, dónde trabaja mi madre, nos pasábamos varias horas teniendo sexo, con los años no quiere tan a lo bruto, ahora quiere con suavidad, y que le cuente cosas de mi vida mientras me hace una mamada, mi vieja nunca se enteró y si se enteró se hizo bien la boluda…

Sexo semanal con mi novia.

Y me servía de entrenamiento para los sábados, a mi madre le decía que iba a entrenar y después reunión en la facultad, el caso es que a eso de las 9 de la mañana me reunía con Cintia y nos pasábamos todo el día en una cabaña en el Tigre, ella más o menos decía casi lo mismo en su casa…

Apenas llegábamos la desnudaba y sin mucha demora se la metía despacio pero un buen largo rato (a la noche había descargado dos veces), todo el sábado nos la pasábamos cogiendo, por todos lados se la metía, ella había momentos en que me decía que no podía más, yo seguía y seguía, mi pensar era que lo del sábado le tenía que durar toda la semana, que boludo…

A la noche cuando regresábamos mi novia casi no podía caminar ja ja, a los padres le decía que por el entrenamiento, es profesora de educación física y trabaja en varios colegios…

Mi reunión con la familia de mi novia era los domingos al mediodía, llegaba con un ramo de flores para mi suegra Sofía y una buena botella de vino (mi vieja me la traía de la casa de los diplomáticos, la señora me lo mandaba) mi vieja le contaba todo a la señora, menos que éramos amantes…

Haaa, decía que nos reuníamos a almorzar los domingos, con mi futura suegra no he tenido más encuentros sexuales, solamente esos quince días hace un tiempo, mientras estaba trabajando en la construcción del baño en el quincho.

Almuerzo entre compañeros.

A veces me tocaba hacer el asado en el dichoso quincho, una vez conversando con mi suegro/jefe, le mencioné que sería bueno hacer un asado acá con “toda su gente del banco”…

Se quedó pensando un rato y me mandó…

Encargate de organizarlo!!!

Para que mierda abrí la boca…

En un principio pensé en decirle a Juan Carlos que me ayudara, después lo medité mejor y no me pareció buena idea, me propuse algo difícil…

La convencería a Soledad que me ayudara…

Yo, hola Sole, en algún momento puedo hablar un ratito con vos?

Si Brian cuando quieras…

Y al mediodía mientras comemos juntos, te parece, se  puso colorada…

Sí, bueno dale…

Estábamos los dos en el bar de la esquina, frente al banco, donde  iban algunos todos los días a almorzar, algunos se traían la comida, yo cambiaba, a veces mi madre me mandaba con un taper, otras al bar…

Sole necesitaría que me ayudaras a organizar una reunión de camaradería con todos los compañeros del banco, con los 14, tendríamos que fijar una fecha y dónde…

Yo Brian, por qué yo, si casi no hablo con nadie, a mí nadie me va a dar bola…

Al revés Sole, irradiás seriedad y personalidad, si a alguno le hablás te va a escuchar seguro…

Una vez que la convencí de hacerlo juntos nos metimos de lleno a discutir el día, dónde, qué comer…

Mi compañera tenía todo bien claro…

Quedamos que sería un sábado al mediodía, asado con ensaladas, helado, café y masas secas…

Tiré que le parecía la casa del gerente, tiene quincho y pileta…

Al principio no le gustó mucho la idea pero después la aceptó de buena gana…

Dijo que así no se niega nadie, o al revés ja ja…

La veía muy contenta y entusiasmada, quedamos que el primero sería únicamente los compañeros del banco, después, en los próximos agregaríamos a las familias…

Uno por uno lo fuimos convenciendo para que no faltara, a algunos le pareció una idea genial, a otros más o menos y a uno hubo que emplazarlo para que viniera…

Como había pileta que trajeran mallas, que todo estaría preparado, que lo único que tenían que traer serían unos pesos para pagar la comida compartida…

Mi querido suegro, mi jefe, el gerente, no sólo me encargó de organizar la reunión, también de ocuparme de la comida, bebida, café, música, o sea de todo…

Y yo por lo tanto la enganché a Soledad, fuimos al supermercado, cada uno con un carrito y con su lista de cosas que teníamos que comprar…

La verdad es que resultó ser una chica de lo más divertida y muy entretenida, todo lo contrario de cómo es en el banco…

Como estuvimos tres días seguidos preparando todo, empezamos a contarnos cosas personales.

Le dije que por andar de novio con Cintia la hija del jefe, me consiguió éste trabajo en el banco, que estudio abogacía, que hasta hace poco estaba viviendo con mi madre en una villa de emergencia, que ahora vivimos en un departamento alquilado, que a mi padre lo mataron en la cárcel, que soy muy pobre y que tengo un muy buen miembro, eso se lo deslicé muy someramente…

Ella se puso colorada, me contó que vive con la madre, viuda de un general del ejército hace dos años, que durante toda su vida la tuvieron con régimen castrense, la madre es capitán del ejército, es dentista, que nunca tuvo novio y que es la primera vez que se relaciona fuera del trabajo con un muchacho…

En algunos mementos de la conversación temblaba, se notaba que estaba muy emocionada, hasta con ganas de llorar, no sabía el motivo, me levanté (estábamos tomando un café en el centro de compras, con los carritos al lado de nuestra mesa) y la abracé, la apreté bastante, ella respondió también apretándome mucho, se puso a llorar en mis brazos…

Soledad: nunca me imaginé que sería tan lindo que un muchacho te abrazara…

Yo: Sole, voy a ser tu compañero para todo, no sólo del trabajo, para lo que necesites contá conmigo…

La reunión fue un éxito, no faltó nadie, hicimos con Soledad y Cintia (mi novia cuando se enteró de que entre mi compañera y yo hacíamos todo lo referido al almuerzo y después que la vió a Soledad se pegó a nosotros sin dejarnos solos en ningún momento, no le conté de las compras en conjunto, ni del abrazo) el asado y todos los preparativos.

Las chicas trajeron mallas todas enterizas, igual noté buenos culos y buenas tetas, tendría que detallar a cada una pero sería casi siempre lo mismo, a todas me las cogería ja ja. Algunas ni se metieron a la pileta, los varones todos con los shorts bien grandes, organizamos juegos de cartas, de vóley en el agua, pasamos un día estupendo…

Las únicas que no eran del banco eran Sofía (mi suegra) y Cintia (mi novia), quedamos en que cada tanto organizaríamos una reunión de éste tipo…

Como había salido todo tan bien, nos “autorizaron” a salir ese mismo sábado con Cintia, fuimos a bailar a una confitería en la provincia, mientras viajábamos mi novia quedó que me iba a enseñar a manejar, noche de sexo en un hotel de lo más caliente, parece que quería demostrarme que es ella mi novia, mi amante y con la cual tengo que coger, que ninguna compañera mía se puede comparar con ella, sus celos me dieron una noche infernal, yo nunca averigüe sobre sus compañeros…

CONTINUARÁ.