Soy una sumisa: Chat

Una joven sumisa en su última prueba de sumisión rememora como fue atraída por primera vez a la dominación en un chat

Prologo.

¿Cuánto tiempo había pasado?, ¿dos?, ¿o serán ya los tres días?, no lo sé, lo único que sé es que me duelen horrores mis muñecas y mis piernas, y sobre todo mi coñito, esto de estar atada tanto tiempo no me imaginaba que sería tan duro, claro que había estado atada antes y sabía a lo que me atenía cuando accedí a la última prueba de mi amo, pero mi sesión más larga atada había sido tan solo de veinticuatro horas y no se parece en nada a esta, quizás el tiempo no me deja recordar lo tortuosa que es, puede ser, lo importante es que pronto vendrá mi amo me alimentará y me dejará hacer mis necesidades, creó que ya debo de llevar cinco horas sin comer ni beber y a ese tipo le queda poco para correrse, ¿cuántos tipos se habrán corrido dentro de mí en este tiempo?, después del tipo cincuenta deje de contar, y de ello ya hace varios descansos, puede que unos setenta u ochenta, qué más da, solo espero estar haciendo un buen trabajo para mi amo.

Y pensar que todo empezó en un inocente chat una tarde aburrida, si mis padres supieran donde está ahora su hija pija, su hija que no come carne porque le da asco, pero que se traga todas las pollas y la leche que su amo le ordena, quizás mi padre si lo sepa y me haya follado ya, o me vaya a follar después de este tipo, o después de unos cuantos más, me habían follado más de uno escondiendo su rostro tras una máscara, eso solo puede ser que conozco quién es, y no sería tan raro, a mi amo siempre le ha gustado castigarme con mi familia, pero creo que no he hecho nada por lo que tenga que castigarme, ¿y si lo hace porque no puedo utilizar más mi culo en esta sesión?, no lo creo, él mismo ha comprobado que tengo un desgarro serio, bueno si lo hace no protestaría, soy una buena sumisa y he aprendido a no protestar por nada que me pida mi amo, además cada vez que  me acuerdo cuando me obligo a comerle la polla a mi hermano en el parque mientras él nos miraba por desobedecerle la primera vez me pongo cardíaca, Dios como me calienta cada vez que lo pienso, mi coñito se hace agua, la verdad es que puedo casi recordar todos los momentos que he pasado con mi amo, si me esfuerzo un poco quizás pueda recordar hasta como nos conocimos en el chat, a ver.., ¡sí!, creo que fue así...

Capítulo 1: Chat.

Hacía apenas una semana que acababa de cumplir los dieciocho años, era joven, guapa, con dinero, todo iba perfecto, hasta el día que conocí a mi amo, bueno el no tuvo la culpa de que todo se torciera, más bien fue la solución a todo, la culpa la tuvo el estúpido de mi novio.

Todo empezó un par de horas antes de que todo mi mundo se diera la vuelta conociendo a mi amo, acababa de darme  una larga y reconfortante ducha para estar guapa antes de la cita con mi novio, después me sequé pero no totalmente, deje que antes  varias gotitas seleccionadas recorrieran mi cuerpo provocándose un pequeño placer cuando rozaban mis pezones antes de caer al suelo, o recorrían mi vientre hasta llegar a mi pubis para acabar secándose en  mi matita rubia de pelo o recorrían toda mi espalda, Dios había algunas gotas que me provocaban más placer que los dedos torpes de mi novio, habían hecho que mi coñito se mojará y no precisamente de agua.

Todo iba perfecto hasta que decidí que haría una videollamada a mi novio para ponerlo un poco caliente para nuestra cita, si yo iba a ir caliente él iría con la lanza bien larga, me encantaba ponerlo cardiaco, antes, y durante nuestras citas, y después largarme antes de que pudiera metérmela, era mono, fuerte, pero no era el indicado para metérmela, si creía que tenía posibilidades de metérsela a una chica como yo era muy optimista, eso era lo que pensaba antes, si supiera antes que me dejaría follar por cualquiera que me indicará mi amo, ya fuera alto, bajo, rubio, moreno, flaco, gordo, joven, viejo, incluso limpio o sucio, o chico o chica, no me importa, si me lo pide mi amo, le hago la mejor corrida de su vida, o al menos eso intento, sin duda de haberlo sabido antes le hubiera dado algo de más cancha al chaval.

Antes de hacer la llamada cubrí mi cuerpo con una toalla dejando el borde de esta junto a mis pezones, así cuando levantará un poco los brazos mi toalla caería al suelo quedando desnuda unos segundos frente a él, antes de cubrirme de nuevo con un fingido pudor.

Inicie el Line, realice una videollamada a mi novio y deje el móvil en el lavabo enfocando mi cara y mi pecho, mientras esperaba cogí un cepillo y empecé a cepillar mi largo pelo rubio, así tendría una excusa de estar haciendo la videollamada y hacer el movimiento para que inocentemente se cayera mi toalla, cuando creí que se iba a acabar el tiempo de tonos mi novio cogió la videollamada.

Tenía la cara algo roja y tenía el torso desnudo, no me extraño porque sabía que le gustaba correr mucho, seguramente habría salido a correr para estar más tranquilo en nuestra cita, eso pensé, que ilusa era.

  • Hola... ¡uauuu preciosa! - exclamó al verme.
  • Me iba a arreglar...
  • Por mí no te cortes.
  • Anda pervertido, quería saber dónde me llevaras para saber qué tipo de ropa me tengo que...
  • Jose vuelve a la cama se está enfriando - oí una voz a lo lejos.
  • ¿Qué ha sido eso?
  • Nada - dijo cambiando su cara, poniendo un gesto más serio.
  • ¿Quién te ha hablado Jose?
  • Mi hermana..., esta algo mal - respondió entre miradas furtivas fuera de la pantalla.
  • Déjame que la salude - su hermana y yo nos llevábamos muy bien, si estaba mala quería animarla, algunas veces habíamos salido juntas, e incluso una vez nos habíamos comidos los coñitos, las cosas que se hacen en una buena borrachera.
  • No..., no puedo.... - No me gustó nada el cariz que estaba tomando la conversación y me ajuste bien la toalla, ahora no quería jueguecitos.
  • ¿Por qué no puedes Jose? - pregunté muy enfadada quitando la videollamada, y llevando el móvil a mi oreja.
  • Es que esta..., esta..., desnuda - respondió  tras casi un minuto.
  • ¡No me jodas que te tiras a la puta de tu hermana!
  • Yo..., yo...
  • ¡Joder no lo niegas!, ¡te la tiras!, pues no te entretengo más, tíratela, ponla a cuatro patas y dale bien por el culo a esa puta perra, aprovecha con ella porque a mí no me vas a volver a tocar en tu puta vida mamón de mierda - le grité antes de colgarle y casi tirar el móvil contra el suelo.

Me senté en el wc y empecé a llorar, quizás tenía yo la culpa por dejarlo siempre caliente pensaba yo, era una estúpida, era una calientapollas estúpida, por muy calientapollas que fuera no me merecía eso, como bien dijo mi amo: "si no te gusta la pareja que tienes, o intentas cambiarla o la dejas, pero nunca le engañes, eso es atentar con su honor y dignidad y con eso nunca se juega", honor y dignidad, muchos pensareis que tras hacer todo lo que me ha ordenado mi amo me queda muy poco de las dos cosas, pero os equivocáis, mi honor y dignidad van ligadas a las de mi amo, por lo que siendo su mejor sumisa, él me ensalza con honores y dignidades frente a todas sus amistades, y creerme bien que son las únicas personas que me importan, las demás son meras comparsas en mi vida, pues mi mundo es mi amo.

Cuando me quité la toalla y me puse una bata de baño y salí del aseo y fui hacia el salón le dije a mi padre desde la puerta que no saldría hoy, que estaba un poco indispuesta y que me quedaría en mi cuarto, levanto un brazo como signo de aprobación sin levantar la mirada de la televisión, me alegre, si me hubiera mirado a la cara hubiera visto mis ojos rojos y no hubiera parado de hacerme preguntas.

Cerré la puerta de mi habitación y me tumbe en la cama, después de un par de minutos me di cuenta de que si seguía mucho tiempo allí acabaría llorando de nuevo. Me levanté, encendí el ordenador, y busque en el google un chat, quería hablar con alguien, pero con alguien que no conociera, no quería que nadie me conociera y preguntará que hacia un viernes noche en casa, pues pocas excusas tendría, yo que desde los quince años cerraba todas las discotecas, acabaría llorando y confesando que mi novio se tiraba a la puta de su hermana.

La hora de elegir el nombre fue complicado, ¿qué podía ponerme?, mi nombre por supuesto que no, ¿solitaria?, no por Dios, parecería la enfermedad esa, mientras buscaba un nombre que me gustará en mi cabeza leí la lista de todos los chats disponibles, había uno de sexo, interesante..., decidido entraría en ese chat y me pondría el nombre de su hermana, y me haría pasar por ella, sería la puta del chat, hasta pondría una foto y todo, por si había algún amigo suyo que la conociera, tenía muchas fotos de ella, algunas muy interesantes que enseñaba más de lo que debería, sobre todo las del día que nos enrollamos, si algún chico lograba ponerme caliente se las pasaría, o si alguno la conocía, y si rodaban por internet o la ponían en un aprieto que más me daba, esa puta se lo merecía. Me puse de nick susana, y escogí un selfie suyo donde salía su cara y un escotazo que mostraba unos pechos generosos y entre en el chat.

No pasaron ni diez segundos cuando toda la pantalla se me lleno de privados, casi todos de niños salidos con fotos de sus pollas, con mensajes nada inspiradores: "cómeme el nabo", "putita quieres pasar un buen rato", "tienes skipe? quiero ver esos melones en movimiento", "quieres ver cómo me la machaco", bah podía pasarles las fotos todos esos salidos y necesitados y obtendría mi venganza, pero no disfrutaría de ella, así que pensé que se las daría al primero que consiguiera ponerme caliente, si mi novio se servía de ella para conseguir disfrutar yo también lo haría, fui al chat general y puse "al primero que me caliente le daré varias fotos mías desnuda y si consigue además excitarme pondré skipe".

El aluvión de privados triplico al primero,  quite todos los mensajes insulsos sin pestañear hasta que llegue a uno de un tal relatox que llamó mi atención, "quieres que nos excitemos con un relato" , decidí responderle, había utilizado un par de veces relatos para excitarme, no era lo mismo que los vídeos pero mejor que nada.

  • Acepto, excitarme - respondí mientras me reclinaba más en la silla y abría mis piernas.
  • Entro en tu habitación.
  • Te beso.
  • llevo mi mano a tu pecho - Dios si me sigue hablando por telegramas no me excitaré jamás.
  • Por Dios relata no telegrafíes - respondí enojada.
  • Perdona, intentare hacerlo mejor.
  • Te pondré una foto mejor para que te inspires - escribí antes de cambiar la foto de la puta de la hermana de mi novio por una suya en bikini donde se le marcaban claramente los pezones.
  • Aprieto tu pecho encima de tu top.
  • Te meto la lengua en tu boca.
  • Tú metes tu lengua en la mía.
  • Yo veré un documental de animales mejor, que seguro que me excita más - respondí antes de quitar su privado y ponerlo en la lista de no aceptados para que no volviera a molestarme.
  • Seguí con mi escabechina de niñatos hasta que otro atrajo mi atracción, Amo_Estricto, "¿Es tu verdadero nombre preciosa?", había empezado bien, le respondería.
  • Para hoy y aquí lo es.
  • ¿Si quieres yo puedo ponerte otro que te viene mejor?
  • A ver cuál es? - me temí lo peor, putita, zorra, tragasables,..., en el chat había visto una cantidad ingente de nombres degradantes para una mujer, pero mi amo no era desesperado más del chat.
  • Sumisa.
  • ¿Sumisa? - pregunte extrañada.
  • Si sumisa, has pedido que te exciten, pero dando algo a cambio, por lo que crees que no mereces excitarte si no entregas una compensación.
  • No es verdad, además las fotos que iba a dar no eran mías.
  • Lo de las fotos que no fueran tuyas es lo normal, sin embargo también has prometido skipe al que te excite de verdad, como te dije si te excitas necesitas dar algo a cambio - ¿será verdad lo que está diciendo?, en ese momento fue la primera ocasión que me plantee si de verdad sería sumisa.
  • No. Es que me gusta más hablar por skipe - respondí tras pensármelo más de un minuto, intentando aparentar ser una chiquilla normal, y no una sumisa en ciernes como en realidad era.
  • Entonces hablemos por skipe, yo solo quiero que estés cómoda - ¡joder con el tipo este!, ahora como me lo quitó de encima.

Pensé que la mejor forma de quitármelo de encima era ponerle un skipe y enfocar a mis pechos para que se pajeara a gusto, ¿total era un hombre?, ¿qué más quiere un hombre?, si tenía un buen miembro hasta me masturbaría con él, una vez demostrado que solo quería lo que todos lo bloquearía y seguiría con su vida normal, como siempre con mi amo me equivoque, no es un hombre normal.

Encendí la cam, escribí mi correo en el chat, cerré con cerrojo la puerta de mi cuarto, me quite la bata y me volví a sentar en la silla, extrañamente mi coñito empezó a cosquillearme y a humedecerse un poco, solo había hecho cams desnuda con su novio y quizás solo su cuerpo solo reaccionaba porque le recordaba la situación a ocasiones pasadas, o quizás sí que le excitaba mostrarse ante un desconocido, no sabía que pensar.

En menos de un minuto me pidió la solicitud de amistad, que acepte al momento.

  • Buenas, eres más guapa que la de la foto anterior - era una foto que salía con un gorrito y gafas de sol solo de mi cara, ¿cómo podía decir que era más guapa que la puta hermana de mi novio?, ¿cuándo dejará los halagos y me pedirá cam?  .
  • Gracias - mire el recuadro de su foto y no salía nada más que una calavera, después observe el número de amigos, tan solo tenía cinco, era un perfil muy raro, obviamente solo lo utilizaba para el sexo, estaba segura, después comprobé que no iba muy desencaminada.
  • Entonces dime sumisa que pretendías conseguir en el chat? - mi coñito seguía cosquilleándome, ¿qué pasaba?, quizás mi cuerpo reconoció antes que mi mente a mi amo.
  • Dejemos de tonterías, esto es lo que has venido buscando no? - dije desesperada por masturbarme pidiéndole una videollamada.
  • No te he pedido en ningún momento que me mostrarás tus pechos - respondió.
  • Deja de tonterías, has tenido suerte hoy, tienes unos bonitos pechos para pajearte, anda pon tu cam y masturbémonos, es lo que querías desde el principio no?
  • Yo no quería eso, y aunque tienes un pecho bonito, no necesito verlos para masturbarme - ¿estaba rechazando mis pechos?, todos los chicos a los que se los había mostrado habían abierto los ojos como platos y se habían abalanzado a por ellos, me estaba poniendo furiosa.
  • Claro, seguro que tienes a tu disposición unos mejores, por eso estabas en el chat en la página de sexo - de repente encendió su cam mostrándome por primera vez la faz del que sería mi amo, era un hombre de unos treinta y cinco años a cuarenta, de rostro algo tosco pero atractivo que miraba con sus ojos negros directamente a la cámara que parecía atravesar con su mirada.
  • Te presento a Fuego - dijo con una voz ronca, rápidamente, derive el sonido del ordenador a los cascos y me los puse, no quería que mi padre oyera nada de todo eso.

La cámara fue descendiendo por su cuerpo casi carente de pelo y de musculatura hasta llegar a una mata de pelo pelirrojo a la altura de su barriga, descendió un poco más la cámara hasta enfocar a una joven que ascendía y descendía su cabeza mamando su polla como si no supiera o no le importaba que la estuvieran enfocando.

  • Fuego levanta y saluda a mi amiga.

Una chica de edad parecida a la suya se levantó, sonrió y agito la mano en forma de saludo frente a la cámara, después se cuadro  poniendo sus brazos en la espalda dejando todo su pecoso y blanquecino cuerpo desnudo a mi visión, era preciosa, su cara con ojos azules, pelo rizado anaranjado con labios finos y sensuales que la hacía parecer más joven, casi una colegiala, sus pechos eran redonditos y firmes, estaban coronados con una pequeñísima aureola en el centro que casi parecía un peca venida a más, aunque eran algo más pequeños que los míos, sin duda los suyos eran más bonitos ,sus pezones pequeños casi como un grano de arroz estaban erguidos y excitados, su vientre plano era la única zona de su cuerpo casi sin pecas, las que tenían estaban concentradas junto a  su entrepierna que estaba adornada con una fina de mata de pelo con forma de llama que no impedía la visión de su rajita, las pecas volvían a aparecer de nuevo por sus largas y esbeltas piernas, era mucho más guapa que yo, era una muñequita, sin duda las agencias de modelos se la rifarían.

  • ¿Te la estaba chupando mientras hablábamos? - pregunté anonadada cuando dejo de enfocarla y volvió a enfocarse él.
  • Sí, es una de mis sumisas y como buena sumisa hace todo lo que le ordeno.
  • Si claro - hasta eso momento no concebía que una chica tan guapa como esa, que podía conseguir a cualquier chico que quisiera, estuviera bajo las órdenes de un casi cuarentón, ni que fuera Brad Pitt.
  • ¿Quieres comprobarlo?, hagamos un trato, le ordenó a Fuego que siga tus ordenes como si fueran mías durante cinco minutos, pero a cambió después tu tendrás que seguir las mías el mismo tiempo, sin replicas, ni objeciones, como si fueras una de mis sumisas.
  • Si - respondí sin pensar, ¿qué me podía pedir?, como máximo que me masturbará y estaba tan caliente que no me importaba hacerlo, es más deseaba que se lo ordenará ahora mismo, sin más preámbulos ni juegos con esa muñequita.
  • Sabes que un contrato verbal tiene la misma validez que un contrato firmado.
  • Si lo sé.
  • Fuego sigue las órdenes de mi amiga como si fueran mías.
  • Si amo - respondió con una voz dulce y acaramelada.
  • Me gustaría que te dieses la vuelta - seguro que tenía el culo caído pensaba, no puede ser perfecta, me equivoque, tenía un culo prieto y redondeado, estaba algo enrojecido haciendo más complicado ver las pequeñas pecas que lo decoraban.
  • Me gustaría que agachases la espalda para  que te toques los pies con los dedos de las manos - la muchacha lo hizo sin pensárselo dos veces, mostrándome su sonrosado, brillante y abultado coñito con unos pliegues perfectos rodeados por un fina línea de su anaranjado vello.
  • Ahora me gustaría que sueltes tus pies y te abrieras  el culo - la muchacha no dudo y separo los cachetes de su culo mostrándome su diminuto agujero. Estaba perdiendo su tiempo, eso también lo habría hecho yo si me lo pedido cualquiera del chat que me hubiera calentado lo suficiente, tenía que pedirle algo más embarazoso, algo que nunca haría.
  • Me gustaría que te abrieras el coñito con dos dedos y métete tres dedos de tu otra mano de un golpe - la muchacha soltó los cachetes colorados de su culo y abrió su coñito con la mano izquierda, paso su brazo derecho por debajo de su cuerpo  y metió los tres dedos centrales en su coñito, dejándolos quietos en su interior y emitiendo un suave gemido al hacerlo. No me lo podía creer lo había hecho, yo no podía meterme tres dedos ni estando muy excitada, y mucho menos en aquella incómoda posición.
  • Me gustaría que te masturbaras lo más rápido que puedas con esos tres dedos - la muchacha siguió la orden, su precioso pelo anaranjado abandonaba su espalda cada vez que sus largos dedos se introducían en su interior mostrando una galaxia de pequeñas pecas, y tapando su dulce rostro , en pocos segundos la muchacha inundo sus cascos con una bella sinfonía de dulces gemidos, la cámara empezó a moverse alrededor del cuerpo de la muchacha parándose de nuevo en sus pechos bamboleantes por las penetraciones de sus dedos, tras casi un minuto quieta la cámara volvió a moverse mostrándome la cara de la muchacha que mostraba una expresión lujuriosa, no sabía que fue si la mirada de aquella muchacha que no dejaba de mirar la cámara ni un solo segundo o sus dulces gemidos, pero me mi coñito empezó a humedecerse rápidamente.
  • Me gustaría que dejaras de masturbarte, te arrodillaras ante tu amo y lo masturbaras hasta que te llene la cara con su leche - la muchacha sacó en ese mismo momento sus dedos de su interior , se agacho y con la misma mano que segundos antes tenía en su interior empezó a masturbar al amo, por primera vez vi la polla de mi amo, era una polla gruesa y un poco más larga que su novio, la pequeña mano de la muchacha solo llegaba a abarcar poco más la mitad de esta, no estaba mal armado pensé, siguió masturbándolo sin dejar de mirar la cámara, sonreía y se relamía los labios como si lo que fuera a salir de la polla de aquel tipo fuese un rico majar, no podía concebirlo, hasta ese momento solo había probado la leche de uno de mis novios y me gusto tan poco que me dieron arcadas, si pudiera ver a esa chiquilla ingenua ahora..., siguió masturbándolo con una mano mientras con la otra masajeaba sus huevos hasta que se corrió  en su cara, su rostro quedo adorno con tres grandes líneas blancas y por otra más pequeña de semen viscoso que surcaban casi toda su cara, llegando una de ellas a tapar uno de sus preciosos ojos azules, después paso la polla de su amo por todo su cara, limpiándosela y dejando pequeños trozos de leche a su paso. Nunca había dejado que ninguno de sus novios hicieran eso, era humillante, eso pensaba, pero ahora que lo veía aquel rostro de muñeca inundado de leche no le parecía nada humillante, era algo gracioso pero no humillante.
  • Ahora me gustaría que te pusieras a cuatro patas y que tu amo te sodomice de un golpe - la muchacha sin limpiarse se colocó tal y como había pedido y abrió algo las piernas, dejando ver sus fluidos correr por la parte interior del muslo.
  • Lo siento yo no sigo tus órdenes además que tu tiempo se acaba de agotar. Era verdad a decir verdad llevaba más de siete minutos. Muy bien Fuego.
  • Ahora me toca a mí, a partir de ahora te referirás a mí como amo - dijo mientras se sentaba de nuevo, dejando a Fuego a cuatro patas tras él.
  • Si amo.
  • Sepárate de la cam sumisa, quiero verte entera desnuda y da una lenta vuelta para verte de espaldas, mientras lo haces quiero que respondas la verdad a lo que te pregunte.
  • Fuego acércate quiero que veas la primera sumisión de esta muchacha, ya que esta te ha usado para su disfrute, tienes permiso para quitarte el semen del ojo si quieres, pero solo ese.
  • Si - me separé todo lo que pude todo lo que el cable de mis cascos me dejaron, un rubor lleno mi cara casi instantáneamente mientras veía como el amo me miraba fijamente mientras Fuego con su cara llena de su semen se limpiaba con un dedo su ojo para después llevárselo a la boca y tomarlo relamiendo varias veces su dedo repartía sus miradas entre su amo que miraba casi con adoración y mi cuerpo. Un rubor llenaba mi cara y un torrente de flujo mi entrepierna.
  • Si amo - me rectificó.
  • Vale, si amo - dije mientras apartaba mi melena rubia de mis tetas y saque pecho para que tuvieran una perfecta visión de ellos, estaba muy orgullosa de mis pechos aunque los de Fuego fueran más bonitos, después dispuse mis manos tras mi espalda intentando imitar la posición de la muchacha pelirroja.
  • ¿Estás sola en casa sumisa?
  • No mi amo, mi padre ve la televisión en el salón - respondí mientras daba la vuelta lentamente.
  • ¿Tienes algún juguete sexual?
  • Tengo un pequeño vibrador amo - dije sin pensarlo, era la primera vez que se lo afirmaba a alguien, a todos los novios que se lo habían preguntado se lo habia negado.
  • ¿Eres virgen?
  • Solo del culo amo.
  • Muéstrame tus dos entradas - me recline hacia delante y abrí mis piernas, menos mal que no podían ver mi cara, porque por el rubor debía estar mucho más roja que el culo de Fuego, sentía como mi flujo corría por mi pierna derecha y mi clítoris palpitaba pidiéndome guerra.
  • ¿Has tenido sexo con otra mujer?
  • Solo con una amo, con... - aquella posición era muy incómoda, no sabía cómo la muchacha pelirroja había podido masturbarse.
  • Solo si o no, no me importan los detalles, ¿y con varios hombres a la vez?
  • Nunca amo- dije alarmada, que se creía que era una puta.
  • Abre bien tu coño y acercarlo a la cam - me acerque de espaldas a la mesa del ordenador y baje la cam del monitor al escritorio y apunte a mi coñito, gire mi cabeza, en mi pantalla pude ver un primer plano de mi coñito, todos los pliegues, cada arruga, cada centímetro estaba expuesto, como mi flujo salía poco a poco de mi rajita, incluso pude ver palpitando mi clítoris, si antes no podían verlo por la distancia ahora era imposible no apreciarlo, en ese momento es cuando me sentí totalmente desnuda delante de aquellas dos personas, Dios no había pasado más vergüenza en mi vida, pronto me enseñaría mi amo que la vergüenza es lo primero que se pierde.
  • ¿Sumisa tienes un móvil, tablet o portátil donde puedas poner skipe?
  • Si amo un móvil.
  • Ahora enséñame tu ano - me alegré por dejar de mostrar mi coñito y me agache un poco abriendo mis cachetes, solo eche un breve vistazo a la pantalla, no quería sentir más vergüenza, pero era raro, por más vergüenza que pasaba mi cuerpo más se excitaba.
  • Bien sumisa, coge él móvil.
  • ¿Por qué amo?
  • porque nada, diste tu consentimiento sumisa, ¿recuerdas? - era verdad, si aquella chica confiaba tanto en él como para seguir todas sus órdenes, no podía ser malo ¿no?
  • Sumisa ponte la bata que hay tras de ti, abre el skipe en el móvil.
  • Si - cogí mi móvil que estaba cargando en la habitación, estaba muy nerviosa, ¿porque quería el móvil? ¿y porque quería me pusiera la bata?, ¿por qué no me pedía que me masturbará y acabara con toda aquella excitación?
  • ¿Sí que sumisa?
  • Si amo - respondí mientras vestía la bata rápidamente y abría el skipe.
  • Ya está amo.
  • Bien sumisa, quita la videollamada del ordenador y ponla en el móvil - quite la videollamada del ordenador después de darle el último vistazo a la muñequita pelirroja con su cara llena de semen, solo se podía ver con nitidez de ella sus penetrantes ojos azules, una gota blanca y espesa estaba colgando de su barbilla y amenazaba con caer a su pecho.
  • Ahora ve al salón y siéntate en un lugar que no te pueda ver tu padre normalmente, pero si gira la cabeza si pueda hacerlo, llévate los cascos para que pueda seguir dándote ordenes - no podía hacerlo estaba mi padre, delante de mi padre no podía seguir con este juego, acabarlo sería fácil, desconectaba la videollamada y pondría al tipo este en la lista negra, después me podría masturbar a placer que es lo que necesitaba.
  • ¡Hazlo sumisa! - exclamó con voz más seria, rotunda y autoritaria de toda su conversación. Fue como si hubieran hecho un clic en mi celebro, sentí como no podía desobedecerlo, cogí los cascos del ordenador, lo desenchufe y los enchufe en el móvil y fui al salón solo vestida por mi bata, al llegar al salón di pasos más pequeños, no quería que mi padre viera por la raja de la bata que iba completamente desnuda, por suerte mi padre estaba dormido en un sillón, me senté en otro sillón del salón a su izquierda, separados únicamente por una pequeña mesita donde descansaba el mando de la televisión, si despertaba y giraba cabeza a la izquierda podía verme completamente.
  • Enfoca a tu padre - lo hice sin pensar
  • Muy bien sumisa, abre bien las piernas, una de ellas ponla sobre el apoyabrazos, y aparta la bata, quiero que tu padre pueda verte tu coño si gira la cabeza - hice lo que me pidió, primero desabroche el cinturón de la bata para poder ponerme en aquella posición, y después situé mi pierna derecha sobre el apoyabrazos, no sé porque lo hice pero gire mi cuerpo en dirección a mi padre, quizás esa situación me excitaba más que me avergonzaba, mientras en mi cabeza se repetía una y otra vez Dios que no se despierte, que no se despierte y mi coñito no paraba de palpitar.
  • Por último sumisa pon el móvil enfocando a tu coñito y mastúrbate sumisa solo tocándote el clítoris. Fuego tienes permiso para masturbarte y correrte si lo deseas.

Miré a mi padre, no hacia ningún movimiento, lleve mi mano al clítoris y nada más rozarle un inmenso placer recorrió todo mi cuerpo haciéndome dar un fuerte gemido, mi padre hizo un ruido, mientras me masturbaba lentamente con mi mano izquierda e intentaba acallar mis gemidos, con mi mano derecha intentaba llegar al mando sin hacer ningún movimiento raro que delatase a mi amo lo que hacía, tras varios intentos lo conseguí, cogí el mando y subí el volumen, después lo volví a colocar en la mesa, cambié de mano, sin saber porque chupe los dedos que habían estado proporcionándome placer y aceleré el movimiento, segundos después no podía acallar mis gemidos, no podía ni quería, estaba en un punto de no retorno, mis dedos se movían solos, cada vez que apretaba suavemente mis dedos sobre mi clítoris me inundaba un placer indescriptible en todo mi cuerpo, cerré mis ojos, lleve mi otra mano a mi pecho apretándolo fuertemente y me olvide del volumen de mis gemidos no me importaba si mi padre me veía o no, solo quería disfrutar del momento.

  • Ahora sumisa mete dos dedos en tu rajita y a la vez pinza tu clítoris fuertemente - ordeno el amo.

Sin pensarlo solté mi pecho y penetre mi coñito con el dedo índice y corazón mientras apretaba con los mismos dedos de otra mano mi clítoris, fue como si hubiera apretado el botón del placer, todo mi cuerpo se tensó y mi coñito pareció convertirse en un volcán expulsando mi flujo, cada vez que expulsaba flujo era un nuevo orgasmo y un nuevo gemido de placer, mis dedos salieron desbordados llenos de flujo tras la segunda expulsión, yendo la tercera y cuarta a parar sobre mi bata y mi móvil, después mi  cuerpo se destensó pareciendo perder todo su energía y caí en un pequeño sopor.

  • Muy bien sumisa, levanta y ve a tu habitación y vuelve a poner la videollamada en el ordenador - oí la voz como si estuviera a lo lejos, en otra habitación, no podía, no tenía fuerzas pero tenía que obedecer. ¿Qué había dicho?, ¿levanta y ve a tu habitación?, ¿ve a tu habitación?, en ese momento me di cuenta de nuevo que estaba en el salón con mi padre, por Dios que siga dormido, abrí mis ojos lentamente, la cabeza de mi padre se había movido, pero no me miraba, Dios que no me haya visto, que tonta era en ese momento, ahora ya no me importaba si mi padre me veía desnuda, dedeandome o incluso me follara, solo me importa complacer a mi amo.

Hice un acopio de todas mis fuerzas y me levanté, las piernas me temblaban, cogí el móvil, estaba pringoso y no podía ver nada en la pantalla gracias a mi flujo, lo guarde en el bolsillo, luego lo limpiaría, con tres pasos pequeños y tambaleantes llegue al sillón de mi padre, tenía los ojos cerrados, gracias Dios, cuando iba a retomar el camino a mi habitación mis ojos se fijaron en la polla de mi padre, se dibujaba claramente en el fino pantalón del pijama y pugnaba por salir de él por la apertura, miré de nuevo sus ojos, ¿estaba dormido o fingía?, sabía que a los tíos mientras dormían se la ponía dura, cuando me incline para observar mejor sus ojos la bata se me abrió completamente, si mi padre abría ahora los ojos podría ver a su niñita pija delante de él desnuda, con la respiración entrecortada, sudando por todo su cuerpo, con la cara un pecho colorado y su coñito todavía chorreante, con él flujo deslizándose por sus piernas, al darme cuenta corrí todo lo que pude para llegar lo antes posible hasta mi habitación y encerrarme en ella.

Al encerrarme en la habitación fui directa al ordenador para poner la videollamada, tenía que contárselo, tenía que contarle todo lo que había sentido, el placer, el miedo, la vergüenza y sobre todo quería saber si lo había hecho bien, me salió un mensaje que decía que no dejaba hacerla porque había otra en curso, rápidamente saque el móvil de mi bata, como no podía ver nada en la pantalla decidí apagar el móvil, ya lo limpiaría después, desconecte los cascos del móvil y los volví a enchufar en mi ordenador mientras se apagaba, me senté y lancé el móvil a la cama.

  • Bien hecho sumisa, por cierto ahora estas mucho más guapa - dijo nada más aceptar la videollamada y ver mi imagen en pantalla. Un segundo después apareció su imagen, estaba serio y con la mirada fija en la pantalla, junto a él estaba Fuego sonriente, seguía con la cara y gran parte de su pecho llenos de semen y se le relamía insistentemente los dedos índice y corazón de su mano derecha.
  • Gracias amo - lo había hecho bien, se había sentido bien, ahora se sentía feliz, pletórica, lo único malo es si me había visto mi padre, pero supongo que no es malo del todo, pues creo que a él no le habrá desagradado verme pajearme y además le he dado tema para varias buenas pajas, que las necesita, pues hacía tiempo que no salía con ninguna mujer.
  • Me agradas sumisa, tienes madera de ser una buena sumisa, por ello te voy a dar la oportunidad de unirte junto a Fuego y a mis otras sumisas, para ello me tendrás que estar conectada mañana a esta misma hora al skipe y haberme mandado previamente una foto sosteniendo un cartel que rece "Quiero ser la nueva sumisa de Amo_Estricto". Hasta mañana sumisa.

Inmediatamente después apagó la cam y se desconectó del skipe quedándome con las ganas de contarle como se había sentido y como se sentía, busco un folio y un bolígrafo rápidamente por su habitación, claro que quería ver de nuevo al amo, se haría la foto y la mandaría ahora mismo.

Cuando encontró el folio y el papel una pregunta le hizo parar la mano antes de escribir la primera palabra, ¿de verdad quería convertirse en una nueva Fuego?, ¿De verdad quería que algún desconocido o desconocida la viera mamándosela, masturbándose, o con la cara llena de leche?...

De repente sintió como su vagina volvía a recibir leche caliente, por fin ha terminado, parecía que este gordo iba a durar mucho menos, seguro que si hubiera venido de los primeros cuando todavía podía moverme lo hubiera hecho venirse en menos de dos minutos, lo miró y esbozo una sonrisa, él me devolvió la sonrisa, saco la polla de mi interior, se levantó, puso la polla al lado de mi cara, se la chupe hasta dejarla bien limpia y se fue de la habitación tras apretar mi pecho derecho, ojala sea el último y venga a verme mi amo.

Como veis he cambiado un poco la temática en esta nueva historia, espero que este comienzo sea de tan buen agrado como mi primer relato y que acojáis a vuestra nueva amiga sumisa, Fuego y el Amo con tanto cariño como a nuestras queridísimas hermanitas.