Soy un monstruo

Soy un monstruo, lo sé y lo asumo, hace mucho que me debato con mi mente. Para ser sincero me debatía, ahora ya no, gano el lado oscuro y disfruto de ello. Mi nombre no es relevante, a mis 45 años tengo claro que la vida está para apurarla al máximo y más ahora, que debido a mis finanzas más que saneadas no tengo ningún tipo de problema que me distraiga de mi verdadera devoción. El placer.

La piscina el miércoles estaba bastante vacía, y si algo me gustaba era la tranquilidad. Habían desaparecido las familias completas y un par de grupos de adolescentes eran lo único que rompía levemente esa quietud.

Soy un monstruo, lo sé y lo asumo, hace mucho que me debato con mi mente. Para ser sincero me debatía, ahora ya no, gano el lado oscuro y disfruto de ello. Mi nombre no es relevante, a mis 45 años tengo claro que la vida está para apurarla al máximo y más ahora, que debido a mis finanzas más que saneadas no tengo ningún tipo de problema que me distraiga de mi verdadera devoción. El placer.

No siempre fue así, cuando descubrí el poder que tenía, el manto de moral que me habían inculcado me hizo llenarme de remordimientos, que me impidieron realizarme plenamente. Pero con la edad te quedas con lo importante.

Y allí, apoyado en la piscina, con esa paz de saberme capaz de todo observaba con interés a aquella mujer que se disponía a darse un baño. Pelo rubio de bote, 44 años, de nombre Carmen, casada y con dos hijos, y que hoy aburrida había decidido refrescarse en la piscina y así apurar su último día de vacaciones. El marido en el trabajo y los hijos con sus abuelos en el pueblo la habían dejado sin mucho que hacer.

¿Y cómo sabía todo eso? solo tenía que enfocarme en ella y como yo le llamo, saber, las mentes son un libro abierto para mi, y para mi suerte también podría condicionar a mi voluntad, Por eso se había levantado de su toalla, y nadando lentamente se acercaba sin ningún disimula hasta mi.

  • Hola - le dije nada más ponerse a mi lado
  • Hola, perdona, no se porque estoy aquí - dijo como confusa
  • seguramente porque vas a meter tu mano en mi bañador y vas a sobarme mi polla
  • Serás - dijo mientras su mano ya se perdía exactamente donde le había dicho
  • Lo ves, ahora tienes lo que más deseas, y no solo en tu mano, hoy vas a tenerla en todos esos agujeros que tu maridito no usa mucho.
  • No, yo soy casada, como sabes, no entiendo
  • Solo hace falta que sientas como te hierve el coño sabiendo todo lo que te voy a hacer hoy, así que ahora te vas a ir a tu toalla, te pondrás el vestido con el que vinistes y te quitaras el bikini, y me esperas en la puerta.

No necesito más, solo mi voluntad. de hecho ni siquiera se enteraría si lo deseara, he tenido muchas féminas entregadas, que han yacido conmigo con una pasión exacerbada, como si lo único en la vida que les diera lo que necesitan fuera yo. Pero como dije antes venció el lado oscuro, el muy oscuro, y me gusta verlas confundidas, fuera de lugar, entregadas pero con la conciencia clara de ser poseídas sin que puedan hacer nada para evitarlo, y luego me encargo de borrar el recuerdo.

Mientras Carmen se afanaba en comerme la polla en el parking de la piscina mientras sobaba su coño y su culo, pensaba en la cantidad de zorras remilgadas y pulcras que había hecho aquello. No era el caso de Carmen, que era una mamadora fabulosa, y pese estar sollozando mientras tragaba hasta el fondo cada centímetro, lo practicaba con total naturalidad. Otras en cambio eran un mar de arcadas y reparos, pero en cualquiera de los dos casos ninguna dejaba de tragar mi herramienta como si les fuera la vida en ello.

  • bien zorrita ahora móntate que voy a rellenar como a un pavo
  • no dios, déjeme - dijo mientras se movía a mi asiento, y subiéndose sobre mi, se sentaba sobre mi miembro que al segundo intento se enterró por completo es sus entrañas
  • asi zorra, mueve esas caderas, que no tardaré en correrme
  • no por favor, eso no - dijo mientras su cuerpo era una máquina de movimientos secos y continuos.
  • ya se que no tomas nada para prevenir, y que follas con condon con el cornudo de tu marido, pero a mis yeguas las cubro a pelo y las dejo bien rellenitas, además hace dos semanas que tuviste la regla, asi que igual tienes suerte y te llevas el primer premio

Mientras gemía de forma brutal, y mordía su pecho a través del vestido, le dejé varios chorros de leche espesa en su útero con total tranquilidad.

  • esto no puede estar pasando - dijo carmen mientras conducía hacia su casa

mientras mi presa se debatía en sus pensamientos, tuvo tiempo de parar en un banco y sacar dinero para mi, y aquel día el premio fue algo más generoso de lo habitual, ya que tenia un limite mayor de lo habitual, fue gracioso ver su culo manchado de la lechada que escurría de su coño mientras sableaba su cuenta bancaria para mi.

Como dije antes, mi economía está más que saneada, y es gracias a estas aportaciones generosas y totalmente desinteresadas. No es que lo necesite, ya que tengo un trabajo muy bien remunerado y sin ningún tipo de horario ni obligación, mi jefe es consciente que me paga lo que me merezco y nunca hace preguntas, y con sabrosas pagas extras que me cobró con su mujer y sus hijas de forma esporádica, en orgias en la que el mismo se desfoga con ganas.

No tengo moral, lo sé, pero soy así. y lo pienso mientras carmen se ducha y se va a poner sexy para mi.

He estado en muchas situaciones, pero estar desnudo en una cama marital y ver como la señora de la casa sale con un picardías muy sensual y se abalanza sobre su polla sin ningún tipo de duda me supera.

  • asi zorra, pónmela bien dura que te voy a follar como la perra que eres
  • no soy una perra - dijo poniéndose a cuatro patas y recibiendo mi polla de un golpe mientras gemía escandalosamente

no se cuantas veces me repitió que no me corriera dentro, pero cuando mi semen la inundó por dentro se corría como una cerda suplicando mas pollazos. Aquel día hasta cuatro veces la llené copiosamente y en cada uno de los polvos mezcló el placer más extremo con el sufrimiento al sentir como mi esencia la invadía sin remedio. quizás la que más en la posición de misionero, mientras me la follaba suavemente y notaba como cada suave embestida la destrozaba sin remedio. solo cuando le susurre al oído que iba a preñar a mi putita su gesto fue de asco e indefensión, pero el orgasmo la rompió todavía más.

Le rompi el culo, la garganta y sobre todo su coño, donde cayeron todas mis corridas, y la deje desmadejada en la cama y bien instruida de lo que debia recordar, un ligue en la piscina, un deseo incontrolado, y un sexo salvaje que la harian sentir una mala esposa y madre, pero que enterraria en sus recuerdos mas inconfesables.

Su tarea más difícil sería ocultar mordiscos, azotes , y pellizcos que en mi natural desempeño suelen marcar a esas zorras, pero seguro que una mujer como ella tiene sus trucos para que pasen desapercibidos hasta que desaparezcan las pruebas del delito.

Y lo mejor de todo es que todas ellas son mías cuando lo desee, y esta seguramente no sera la unica vez que sirva a mis bajos instintos, quizás la visite en familia, con el marido al lado viendo como su mujercita ejerce como una puta barata, satisfaciendo mis deseos.

Lo sé, soy un monstruo.