Soy un caballero y cumplo lo que prometo (24)
Sólo tengo mis cojones y mi palabra, y no la rompo por nada. Al Pacino, en El precio del poder, en 30 trozos.
SOY UN CABALLERO Y CUMPLO LO QUE PROMETO
(24-30)
ESCRITA POR: SALVADOR MORALES
© Todos los derechos reservados
Una vez los tres juntos, con ella en medio, Vita le habló a su hermano.
. - mira, tengo que decirte unas cosas. Primero, que Salvador ya sabe, por mí, que tú y yo tenemos sexo cada noche.
. - vaya –dijo-.
. - y tengo que decirte también, que Salvador y yo, desde anoche, también practicamos sexo.
. – vaya, vaya –repitió-.
. - y como tú y yo tenemos sexo. Y Salvador y yo también tenemos sexo, quiero que el círculo se cierre, teniendo los dos también sexo entre vosotros. ¿Harías eso por mí, hermanito?
. - ¿tú que dices, Salvador? –me preguntó el chico a mí-.
. - no me disgustaría que me la metieras, mientras me lo hago yo con tu hermana. También me gustaría metértela a ti, también. Sería estupendo que disfrutáramos los tres –dije sacándome la polla y pajeándomela delante suyo-.
. - si los dos estáis de acuerdo, no seré yo quien os lleve la contraria –dijo alargando su mano y cogiéndome la polla para pajeármela él-.
. - es mejor que uses la boca. Por cierto, aún no sé cómo te llamas.
. - Chao y sí, es mucho mejor con la boca –dijo sonriendo, mientras se ponía entre mis piernas para tragarse mi polla. Con la misma, acerqué a su hermana y devoré sus labios y ella los míos.
Cuando dejé libres sus labios, Vita dijo algo más.
. - y lo más importante, hermanito. Voy a operarme de la vista.
. - ¿como?, ¿de dónde has sacado el dinero?
. - yo se la pago –dije cogiendo la cabeza de Vita y poniéndola a mamarme la minga, mientras bajaba la cremallera de Chao, para de inmediato, ponerme a mamársela-.
. - vaya, parece que este chico es algo fino. ¿No te sobra algo de dinero para montar algo que tengo en mente?
Vita dejó de mamarme para abroncarle.
. - Chao, ni se te ocurra pedirle dinero a Salvador.
. - perdona hermanita. Se me fue la lengua. ¿Qué tal si nos vamos al dormitorio?, allí se está de lo más cómodo.
. - ahí si te doy la razón –dijo levantándose y sacándose la ropa por el camino. Los demás, hicimos lo mismo, llegando los tres desnudos a la entrada del dormitorio-.
. - disculpad un segundo. Tengo que llamar para que se ponga la cosa en marcha. Empezad sin mí, enseguida vuelvo.
Regresé al sofá y allí saqué el móvil de la camisa. Llamé a Tao Qian, el jefe de escoltas chinos, que se sorprendió al recibir mi llamada.
. - ¿ocurre algo, sr. Morales?
. - nada en cuestión de seguridad. Le llamo para que me haga un favor.
. - usted dirá.
. - deseo enviar a una amiga china al mejor hospital del país para que la traten de su ceguera. Le dieron un 80% de seguridad que se curaría, pero no tiene dinero. Quiero pagarle la operación y deseo que sea mi intermediario y de paso, le ponga una escolta provisional a ella y a su hermano. Sería llevarlos y devolverlos a su casa cuando todo haya terminado.
. - ¿usted va a correr con todos los gastos, sr. Morales?
. - así es. Que no le falte de nada. Añadan la factura a la de la empresa de seguridad con un 10% de aumento por las molestias.
. - es muy generoso, señor. ¿Para cuándo quería que la ingresaran?
. - si es posible, para esta tarde mismo. Cuando tenga algo, vuelva a llamarme y pregunte si ha de ir en ayunas o puede comer hasta hartarse para las pruebas que le tendrán que hacer antes de la operación.
. - le informaré en cuanto tenga algo. Ahora mismo me pongo a ello-.
. - gracias, espero noticias suyas.
Colgué y fui al dormitorio. Chao ya estaba enculando a su hermana. Me coloqué un condón y me subí a la cama y le pasé primeramente la lengua por su ojete, para después y sin mediar palabra, endilgarle mi polla al hermano.
. - aaaaahhhhh… –se dolió el chico, pero ni puto caso le hice y seguí dándole polla culera-.
Luego se la saqué y me tendí junto a Vita mirando al techo. Me saqué el condón y lo puse fuera de la cama, donde no molestara.
. - cariño, siéntate sobre mi pene, pero tú, Chao, no se la saques de su ano.
. - oh…, que malos que sois los dos –dijo ella moviéndose y tragándose mi polla. Sus gritos fueron aumentando, mientras su hermano también aumentaba sus penetraciones anales.
Yo la sujetaba de los pechos y sobándole los pezones con fuerza con el dedo gordo de cada mano.
. - parad…, parad…, no puedo más, me vais a matar.
Pero su hermano hacía oídos sordos. Yo me detuve.
. - Chao, afloja un poco. Cuando una mujer dice que paremos, hay que parar, chico-.
. - los siento, hermanita –dijo parando- me dejé llevar por el momento-.
. - no te preocupes. Sé que no lo has hecho adrede.
Se salió de mi polla y de la de su hermano. Luego se tendió mirando al techo, mientras se recuperaba.
. - siéntate ahora tú, Chao y disfruta con Salvador.
Eso hizo. Se tragó mi polla analmente, mientras le acercaba su boca y nos morreamos a conciencia. Luego giramos sobre nosotros y se quedó debajo, mientras yo me lo follaba a él. Un buen rato después, me salí y me tendí junto al chico, poniéndome a cuatro patas. No había que decirle una mierda, se colocó encima de mi nalgar y me la encajó de un golpe. Me supo a gloria bendita, sobre todo por la follada violenta como me la clavaba una y otra vez.
Con la polla del chico en mi culo, me moví y me puse entre las piernas de Vita y me tomé su zumo vitamínico que soltaba con sus orgásmicos orgasmos.
En eso sonó el móvil de nuevo. Alargué la mano y sin salirme de entre sus piernas, hablé.
. - dígame.
. - ya tengo la información, señor.
. - sí que es rápido.
. - me dedico a esto, señor.
Chao seguía dándome polla hasta que se corrió en mi culo.
. - adelante, dígame.
. - ¿qué son esos sonidos?
. - la televisión por cable. Dígame algo.
. - pues ya lo tengo todo solucionado y será aquí, en Shanghái. Nada como tener dinero. Bueno, a lo que iba. Mandaré un vehículo a recoger a los dos hermanos. Ella puede comer solo algo ligero, nada de llenar el estómago. Esta misma tarde, le harán pruebas y entre mañana y el lunes, según vean, la intervendrán.
. - perfecto. Denos un par de horas y vengan a buscarla después. Lo dejo todo en sus manos, no me falle.
. - no, señor.
Colgué y tiré el teléfono sobre un sillón, para volver a tomarme un buen tazón de sus ricos orgasmos.
. - dinos, ¿qué te ha dicho? –preguntó ella-.
Asomé el hocico y les hablé.
. - primero que nada, Chao, si te corres en mi culo, tienes que tomarte tu leche y no dejármela dentro. Vamos, no seas cabrito. En cuanto a ti, Vita, en dos horas vendrán a buscarte para llevarte al mejor hospital del país, que, por cierto, está en la ciudad. Puedes comer algo ligero, nada de llenar la barriga. Te harán pruebas y si lo ven conveniente, te operarán mañana o el lunes. Dependerá de los médicos.
. - dos horas. Es muy poco.
. - dos horas es un mundo. Deja que acabemos, luego comemos un poco y te duchas. Yo no os veré hasta el próximo sábado, día de la boda de mi amiga.
. - ¿por qué, Salvador?
. - porque no puedo faltar a mi oficina. Tenemos mucho trabajo y no puedo hacerles eso a mis otros socios. Estás en buenas manos. Chao, ¿puedes faltar unos días para acompañar a tu hermana?
. - pediré una semana adelantada de mis vacaciones. Al ser por una operación de un familiar, no me la van a negar.
. - ¿no dijiste que había poca gente por estar de vacaciones? –pregunté-.
. - así es. Tendrán que llamar a uno provisionalmente. Todos sabemos en la empresa que, si hay una urgencia médica en la casa de uno de nosotros, es más importante que unas vacaciones. Además, el lunes regresa un compañero de sus vacaciones. Con que regrese un par de días antes, no le va a pasar nada. Ya se las haré yo cuando pueda. Y si no, que se joda.
. - así se habla, hermanito. Así tendré con quien disfrutar en el hospital.
. - que no te cojan mamando a tu hermano, Vita –dije sonriendo-.
. - eso seguro, no somos tontos. ¿Verdad, hermanito?
. - tú lo has dicho, no somos tontos. ¿Entonces vamos a estar una semana sin tu presencia, Salvador? –dijo Chao-.
. - así es. Así, el sábado, cuando os vea de nuevo, me daréis la sorpresa.
. - ¿y si todo ha fallado y no recupero la vista? –dijo Vita-.
. - entonces te haré el amor allí mismo y luego nos vamos a la boda. Lo siento, Chao, pero no tengo invitación para ti.
. - no te preocupes. No sabría qué hacer en una boda donde no conozco ni a Dios-.
. - bueno, ahora y como aun no la has probado, Chao, tomate mi lechita directamente del dispensador –dije llevándole la polla a su boca. Abrió y tragó. Allí me follé su boca hasta que solté el grifo-.
Mientras tanto, su hermana le estaba mamando la polla a Chao, sacándole algunos goterones de leche que aún tenía en su polla. Una vez acabamos los servicios sexuales, bajamos de la cama y en vez de comer primero, nos metimos en la ducha los tres y nos dimos una buena fregada por todo el cuerpo, sobre todo, del cuerpo de Vita, al que le dimos unos buenos lengüetazos por todo su cuerpazo de diosa, su hermano y yo.
Allí estaba el número de la habitación, la 470. Revisé el papel y eran correctas la fecha, el hotel y el número de la habitación. Toqué con los nudillos y esperé. No fue mucho. Jenny apareció en bata y tan guapa como la última vez que la vi.
. - como siempre, a la hora exacta –dijo mirando a ambos lados del pasillo. Luego me cogió y besándome los labios, cerró la puerta-.
Tenía unas flores en la mano. Se las entregué y las tiró a un lado.
. - déjate de flores, te cité para follar, ¿o creías que era para otra cosa? –preguntó-.
. - no lo dudé ni un momento –dije cogiéndola y levantándola en peso, la besé y besé mientras avanzaba. Busqué una cama y pronto di con ella. Allí la tiré, abriéndosele la bata. Sí, aquellos eran mis pechos tan mamados allá en la tierra patria.
Con una sonrisa en la cara de los dos, mientras ella se sacaba la bata, yo me quedaba en pingo también. Luego subí a la cama y lo primero que hice fue meterme entre sus piernas.
. - oh…, sí…. Qué recuerdos, aaaahhhh…, aaaahhhh…
Me empleé a fondo con un par de dedos añadidos al disfrute de mi amada Jenny, la ex gordita chinita. Pronto dejé su chumino para avanzar hacia sus pezones que mamé sin demora con cierta violencia. Cuando llegué a su cuello, salté a sus labios que mordisqueé suavemente, para disfrutar de su olor y frescor bucal. Ella no era manca y me tiró de lado para ponerse directamente a comerse el mejor rabo que nunca se había llevado a la boca, a su vagina, a su culo. Me lo mamó bien mamado para después sentarse encima de él y tragárselo.
Subía y bajaba mientras yo le agarraba bien de los pechos. Su pelvis y la mía se movían al unísono, mientras ella gritaba de placer, un placer que nunca olvidaba en sus tiempos de pajas solitarias. Unos golpes en la pared del vecino nos hicieron reír y acelerar la follada y también los golpes del vecino.
. - que se jodan –dijo riendo y disfrutando de mi polla-.
En eso tocaron en la puerta.
. - me cago en todo lo que se menea. ¿Quién coño viene ahora a jodernos la jodienda?, no te muevas. Déjala así –dijo saliéndose y mamándomela un segundo. Luego se puso la bata y salió hacia la puerta-.
Abrió y allí estaba el tapón con el que se iba a casar.
. - ¿qué diablos haces tú aquí, canijo? –joder y aún no se habían casado, me dije-.
. - te he seguido y quiero saber con quién estás.
. - serás mamón. ¿Aún no nos hemos casado y ya me estás tocando los ovarios?
No le hizo caso, el chino consorte recorrió la casa y llegó al dormitorio. Allí me encontré con la polla mirando al cielo.
. - pero Jenny, ¿qué hace este extranjero desnudo en tu cama?
Ella apareció detrás del chinito cornudo.
. - ¿tú qué crees?, disfrutando de los últimos días de libertad. Déjame pasar, que aún no hemos terminado… –dijo sacándose la bata de encima y poniéndose a mamarme la polla-.
Sonreí ante la escena de aquella pareja que se iban a casar dentro de poco. No hice nada por evitar que siguiera mamándomela, es más, estaba disfrutando aún más sabiendo que el futuro marido estaba detrás de Jenny.
. - Jenny, ¿me estás poniendo los cuernos?
Jenny dejó de mamarme la polla, pero no la soltó de su mano derecha. Se giró y le habló.
. - ven aquí, calzonazos. Desnúdate y dame polla por el culo.
. - ¿delante de ese extranjero al que se la estás mamando?, ni loco.
. - te digo que te despelotes y me des por culo, joder. Venga, coño, que estoy muy caliente.
. - pero…
. - ni peros, ni leches. Venga, joder.
. - vale, vale, pero no te pongas así, mujer.
Jenny continuó mamando para después sentarse sobre mi polla y tragársela. Sus pechos sobé a conciencia mientras subía y bajaba. El cornudo ya estaba desnudo, pero no se movía. Se tapaba la polla.
. - ¿a qué esperas, coño?
. - no puedo –dijo sacándose un segundo las manos y enseñándonos la polla caída y sin consistencia-.
. - anda, sube a la cama y dásela a mi amigo. Salvador, ya sabes lo que tienes que hacer.
. - suba hombre. Enseguida se la pongo en condiciones.
. - no, no puede ser –se negó el tío-.
. - me cago… -empezó a decir Jenny, por lo que el chinito enseguida se subió a la cama y acercándose a mí, acerqué mi mano y se la cogí para estirársela un poco. En vista que no cogía dureza, me incliné y comencé a mamársela-.
El tío no sabía dónde meterse, de lo abochornado que estaba. Pronto la polla fue subiendo y endureciéndose. Aunque la verdad, la polla de aquel chinito era una verdadera mierda pinchada en un palo. Era pequeña y delgada. Pobrecita Jenny, la iba a pasar canutas si no se buscaba un amante oficial.
. - listo, ya puede usarla en el culito de Jenny.
. - gra…gracias –el chinito se puso detrás de su futura esposa y cogiéndose la polla, se la metió por el culo.
La cara que me puso Jenny lo decía todo. Aun así, animó a su enculador.
. - vamos, dame fuerte, querido, dame fuerte.
El tío intentaba contentar a la chica, pero era como si no tuviera nada en su culo. En fin, no se podía tener todo, se dijo. Cuando Jenny se salió de ambas pollas, se tendió a mi lado.
. - vamos, querido. Usa tu lengua en mi chochito chorreante.
. - sí, querida.
El chinito no tenía polla, pero tenía una lengua que era divina, por cómo se ponía la Jenny. Bueno, menos daba una piedra. Al menos era bueno en algo aquel tapón de chinito. Con una señal, Jenny me envió a por su novio y sus atributos. Sonreí y me coloqué detrás del chico. Cuando me vio allí, junto a sus huevos, casi le da algo. Una mano rápida de Jenny para que siguiera chupándole el clítoris, le dijo que no podía librarse de lo que fuera que su futura esposa le tenía preparado. Sí, era un calzonazos, pero estaba loco por aquella puta de Jenny y también por los millones que uniría a los suyos propios.
Los huevos del chico fueron una delicia tragármelos ambos. No lo hice con fuerza, pues sabía lo que dolían los huevos maltratados. Aun así, disfruté y el chico hasta renació, sin que quisiera hacerlo, pero sí, no le disgustaba tener a aquel cabrón extranjero comiéndole los huevos.
Pronto le tuve un par de dedos en su culo y ya supo que no iba a salir de allí sin recibir mi tranca. Y es que contentar a su futura esposa, le iba a reportar que le rompieran el culo y de paso, engordar su cuenta de resultados, heredando a la ex gordita. Tenía que obedecer o se quedaba sin esposa y sin pasta que añadir a la suya. Así son los ricos, todo por la pasta.
Visto lo visto y que el chico se había resignado, me puse encima de él y con mi gran polla sedienta de un culo estrecho como el que tenía delante, se la enterré de una sola vez. Eso sí, sin violencia, solo se la metí despacio, pero sin parar en ninguna tasca digna de mención. Sus gritos volvieron a hacer que las paredes sonaran de nuevo con aquellos golpes de los vecinos.
Cuando cogí velocidad de crucero con aquel culo, los gritos aumentaban, solo ahogados por la fuerza con que Jenny le hacía meter su cabeza entre sus piernas para que siguiera dándole lengüetazos vaginales. No quise correrme y me salí de su culo. Luego invité a ambos a disfrutar de mi polla. Jenny fue la primera en tragarse mi sable, para luego coger a su consorte cornudo para que se acercara y también disfrutara de mi polla.
Con los ojos cerrados, abrió la boca y allí se la metí, follándome aquella boca suya como si de un culo se tratara. Cuando explotaron mis huevos, la leche le entró como una exhalación en su garganta. Tosió y tragó, no tenía más remedio. Luego me salí y Jenny acabó de disfrutarme la polla dejándome sin gota. Lo siguiente y para que el chico fuera aprendiendo, me coloqué a cuatro patas y esperé.
. - ¿a qué esperas, querido?, dale por culo a mi amigo.
. - es que yo…
. - es que yo, nada. Venga y aprende, que no será la última vez.
Tragó saliva y se colocó con su polla en mi ojete. Me la enterró y fue como si me la hubiera metido un niño de pecho. No hubiera sabido que la tenía dentro si no fuera por sus huevos que hacían un chop-chop apagado. Aun así, se corrió en mi culo. Cuando se salió, me di la vuelta y se la mamé para escurrídsela, mientras Jenny se iba a por mí culo y con sus dedos, sacó la poca leche que aquel enano me había metido.
Una vez los tres acabamos, marchamos al baño. Allí duchamos al novio, que se dejó hacer. No saliendo de allí hasta que ella y yo le hubimos dejado seco de nuevo. Mi polla fue para el chico, que se tomó la mitad de mi corrida, porque solo había fabricado la mitad de leche. A Jenny le dimos entre los dos una buena comida de coño que la dejó vibrando un buen rato.
Tanto el novio, como yo, nos quedamos todo el día con Jenny, disfrutando del mejor sexo que se pudiera tener. Una pena que la polla del chico no me hiciera tilín, pero bueno, al menos tenía su culo y su boca donde podía meterla. Cuando estuvimos de nuevo follados los tres, descansamos un poco mirando al techo de la habitación los tres juntos.
. - querido tapón, ¿qué te ha parecido mi amigo el español?
. - ¿Qué es un hijo de puta que se folla a mi futura esposa en mis narices? –dijo el tío ya sin ruborizarse, con una sonrisa de aceptador de las circunstancias-.
. - pues este hijo de puta –dijo cogiéndome el rabo con su mano y jugando un poco- será mi amante y el tuyo también.
. - pero eso no puede ser, cariño. ¿Qué dirán en casa?
. - en casa no dirán nada porque vamos a vivir solos los dos con algunos criados que no dirán nada o serán despedidos.
. - Jenny, no quiero ser quien eche a perder vuestro matrimonio. Esta será la última vez que hagamos algo juntos los tres –dije-.
. - no, de eso nada. Ahora que me has enviciado, no puedes irte de rositas –dijo el cornudo llevando su boca a mi polla flácida. Aun así, intentó reanimarla, pero había que esperar un poco, no era Schwarzenegger, joder-.
. - ya lo ves, Salvador. Ya has conseguido a otro amante en tu lista. Espero que nos visites con asiduidad después de que nos instalemos –dijo Jenny, poniéndose de pie y entregándome su chumino para que hiciera de él lo que me viniera en gana y de lo que tenía ganas no era otra cosa que comérmelo hasta hartarme de nuevo, luego iría a por su novio y futuro esposo.
En la oficina…
. - Salvador, ¿vas al norte a esa obra que tienes con Xia Yan? –Preguntó el mejicano en la oficina-.
. - sí, ya va por su tercera fase y hay que estar allí. ¿Dónde está Xia?, lo necesito en la obra.
. - hoy no ha venido –dijo Jordi-.
Pulsé el interfono para comunicar con su hermana en la entrada.
. - Joan, ¿sabes dónde anda tu hermano?
. - debe estar llegando a la obra del norte.
. - será mamón. –Corté y me dirigí a los otros socios- ahora tenemos que usar dos autos para ir al mismo sitio. Tenemos que reducir gastos en todo lo posible-.
. - Salvador, ¿me puedes hacer un favor? –dijo el mejicano-.
. - ¿qué es ello?
. - me han dicho que en la zona a la que vas fabrican unos cuchillos de cerámica que son la leche en vinagre de duros e irrompibles. A la parienta le ha dado por pedirme un juego y no quiero desplazarme solo para comprárselos.
. - veré si puedo traértelos. No te prometo nada, pero haré lo posible, pues no tenía ni idea que hubiera esa fábrica. Preguntaré a Xia, él sabrá. ¿Quieres algo tú también, Jordi?
. - no, gracias. Oye, Maxi, aquí en Shanghái también los venden de cerámica.
. - no la marca que quiere la jodida. Una amiga suya tiene un juego y los quiere igual. Entre sus antojos y que no me deja mojar, me tiene frito.
. - ¿ni por detrás? –dijo riendo el catalán-.
. - ni por detrás. Solo me deja mamarla cuando lo hace la cría.
. - pues a joderse toca. Es lo que hay –dijo Jordi riendo-.
. - chicos, me largo. Estaré un par de días en la obra. ¿Sabe alguno el hotel que eligió esta vez Xia?
. - pregúntale a mi novia –dijo guiñándome el ojo Jordi-.
. - tu no tengas cuidado, que esa te come vivo y te deja seco.
. - de momento solo me deja seco –rio más aún-.
Cogí mi bolsa y salí hacia Joan.
. - oye, Joan, ¿tienes la dirección del hotel donde se hospeda tu hermano?
. - sí, por aquí la tengo –dijo abriendo un archivo. Luego anotó algo en un papel y me lo entregó-.
. - ¿no sabía tu hermano que teníamos que ir juntos?
. - tendrás que preguntárselo a él. Yo solo me encargué de pedir la habitación. Está a nombre de los dos.
Tardé tres largas horas hasta llegar a la ciudad. Ya era de noche y no podía acercarme por la obra, no habría nadie. Así que me fui directamente al hotel. Era de calidad media, no podíamos gastar mucho dinero, ni gastar demasiado poco. Entregué mi pasaporte en recepción y me dieron una segunda llave. Una vez en el ascensor, pulsé la planta donde estaba el 347, mi destino.
Abrí con la llave y allí estaba Xia montándose a un tío melenudo de veinte y tantos años.
. - coño, Salvador.
. - coño, tú. Joder. ¿Estás forzando a tu enculado?
. - no, ostia. ¿Verdad que no te estoy violando, tío?
Xia intentaba ocultar la polla con sus manos, pero el desconocido, ni eso. El boquete que tenía en el culo era de la medida de la polla de Xia.
. - nada de eso. Me iba a pagar por el polvo y aún no he cobrado.
. - vístete y lárgate
. - primero que me pague –dijo poniéndose la ropa-.
. - ya lo has oído. Paga al amigo para que se pueda largar. Y deja de taparte la polla, que ya te la tengo muy vista.
Al final Xia fue a por su cartera y sacó unos billetes y se los dio al que se prostituía. Los cogió y se largó. Yo puse mi bolsa sobre mi cama y la abrí. Xia se sentó en su cama, con sus manos ocultando de nuevo la polla.
. - lo siento, Salvador.
. - ¿lo sientes?, ¿en qué estabas pensando, Xia?, ¿ahora follas con chaperos?, tienes que ser más discreto. Cualquier día uno de ellos te chantajea o te pega algo y entonces, sí que lo vas a sentir.
. - ¿no me vas a denunciar a los otros socios?
. - no veo que saco con eso. Sería estropear el buen rollo de los cuatro. Yo que tu iba y me hacía un análisis por si tienes alguna enfermedad infecciosa. Follar con extraños por dinero es lo que trae, solo problemas.
. - no puedo evitarlo, me gusta follar con chaperos. Me pone.
. – Xia, a muchos nos gusta follar con tíos, además de con tías y no buscamos chaperos que nos pueden pegar cualquier cosa.
. - ¿follas con tíos también?
. - sí, me gusta follar con todo lo que se menea, pero no busco extraños que no sé dónde la han metido.
. - ¿y si te pidiera follar los dos juntos? Así no tendría que buscarlos fuera.
. - tú y yo no vamos a follar ni loco.
. - pero has dicho…
. - que me gusta follar con tíos y tías, pero tú la has metido en agujeros que pueden estar infectados de cualquier cosa. No, Xia. Conmigo no.
. - ¿y si me examinan y te presento los papeles de que estoy limpio?
. - entonces puede que te eche un polvo, no antes. De paso voy contigo a las pruebas y yo también me haré las mías, que nunca se sabe.
. - ¿nos damos una ducha juntos? –dijo por si colaba-.
. - ¿tienes alguna llaga en la boca u otra herida que deba saber, Xia?
. - no, Salvador. Te lo juro.
. - vale. Duchémonos entonces –dije, desnudándome. Le cogí de la polla y me lo llevé al baño-.
Allí lo duché yo a él y luego dejé que él me duchara a mí.
. - ¿quieres besarme? –le pregunté-.
. - eso y más.
Le cogí la cara y besé sus labios, aumentando la presión. Luego dejé que fuera Xia quien llevara la voz cantante y me fue besando por toda la cara, bajando hasta mis pezones y llegando a mi polla. Allí se quedó mamándomela. No quería que se tragara mi leche, porque yo no me iba a tragar la suya, así que lo hice levantar, besándolo de nuevo.
. - no hagas que me corra en tu boca, hazme una paja con tus manos, yo te haré otra a ti. Hasta que no tenga los análisis en mis manos, nada de tragar corridas del otro.
. - como quieras.
Volvió a bajar besándome todo el cuerpo. Cuando estaba comiéndose mis huevos, empezó a pajearme el rabo y así siguió y siguió hasta que exploté encima de su hombro izquierdo. Al ver que iba a zamparse la leche cogiéndola con un par de dedos para llevársela a la boca, lo detuve con mis manos.
. - ¿qué te he dicho, Xia?
. - perdona, es la costumbre.
. - si lo intentas de nuevo, no tendrás más mi polla entre tus manos.
. - me acordaré. Ahora pajéame tú a mí.
Y fue lo que hice después de comerme todos sus pliegues. Como antes él, sus huevos me los comía, mientras me lo pajeaba. Su leche salió disparada al piso, pues había visto donde había depositado yo antes la mía. Lo levanté de nuevo y no dejamos de comernos la boca hasta que nos hartamos el uno del otro. Luego acabamos de ducharnos, sobre todo las pollas corridas, cada uno la suya.
Sequé su cuerpo y él, el mío. Luego nos vestimos y salimos a comer algo. La cara de Xia ahora era de felicidad, pues había encontrado al fin un culo donde meter su polla y no tendría que buscar un chapero para conseguirlo. Ante los platos, interrogué a Xia. Al estar solos en una esquina del restaurante, no había miedo de ser oídos.
. - ¿desde cuándo te gustan los chicos, Xia?
. - ya no lo recuerdo. Solía esconderme en casa viendo a los sirvientes cambiándose y no veas como me ponía cuando podía verlos haciéndose una paja o una mamada entre ellos. Allí mismo donde me encontraba oculto, me pajeaba y me gustaba cada vez más.
. - ¿y por qué los chaperos?, tienes dinero en cantidad y no tendrías que recurrir a ellos.
. - me encantan los chaperos, no puedo evitarlo. No soy de buscar un amigo estable y hacerlo con ese amigo. Es que no tengo amigos, pese a mi dinero. Tengo un problema con la timidez, eso lo asumo. Procuro no hacer visible mi homosexualidad ni en el trabajo ni por donde me muevo normalmente. Aquí, lejos de donde convivo, me suelto un poco y busco sexo esporádico con los que tú llamas, chaperos.
. - pues te estás buscando la ruina y eso debes saberlo, no eres tonto, Xia. Tarde o temprano encontrarás a uno que te pegue algo y los dos sabemos que algunas enfermedades son muy graves no solo para ti, sino para los que tengan relaciones contigo, yo incluido. Bueno, dejemos eso ahora. Una pregunta sencilla. ¿Por qué no me esperaste para venir juntos a la obra?
. - porque estaba desesperado por tener relaciones con alguien de la zona antes de que llegaras y que no me vieras. Al final me cogiste con la polla dentro del culo del tío.
. - ¿y piensas seguir teniendo relaciones con chaperos?
. - depende de si las tengo contigo. No deja uno de ser homosexual porque se deje de tener relaciones sexuales con prostitutos masculinos. Se es o no se es. Folle o no folle, sigo teniendo inclinaciones homosexuales. Preferiría tenerlas con alguien que conozco y sé que es limpio, que, con chicos de la calle, pero si no puedo, seguiré follando con estos chaperos, no puedo evitarlo.
. - entiendo. Ahora hablemos de cosas más triviales, como es el trabajo que nos trajo aquí. ¿Has estado en la obra hoy?
. - sí, tengo que decirte que…
Estuvimos hablando hasta que acabamos de cenar. Luego regresamos al hotel. Nos acostamos juntos y desnudos, como no podía ser de otro modo. Nos dimos gusto lingual por todo el cuerpo. A la hora de eyacular, cada uno se corrió en su propia mano y cada uno se tomó su leche, no dejando ni gota.
Una ducha rápida y de nuevo a la cama, donde dormimos con los pies cruzados en torno a los del otro, sin usar para nada la polla ninguno de nosotros, eso estaba vetado, al menos hasta saber los resultados de los análisis que nos haríamos en Shanghái cuando regresáramos. Sin duda, los labios no se quedaron quietos hasta que nos quedamos dormidos en brazos del otro.
Tres días después fui con Xia a recoger los resultados de los análisis hechos en una clínica local. El médico nos quiso atender por separado, pero nos pusimos firmes y al final nos atendió como pareja, cosa que no le gustó al tío, pero como éramos los pacientes y los que pagábamos, cedió de mala gana.
. - bueno, como quieran ustedes. ¿Sois pareja sentimental?, es importante que lo sepa, por lo que os voy a decir.
. - quiero que lo sea, pero aún no –dijo Xia sin ruborizarse lo más mínimo.
. - entiendo. Bueno, será mejor que empiece por el llamado sr. Morales, entiendo que es usted, que no es chino.
. - ¿se nota mucho? –dije sonriendo-.
. - sí, perdone. Bueno, los resultados de usted han dado negativo para cualquier enfermedad infecciosa. Vamos, que están perfectos sus análisis.
. - gracias. Continúe.
. - continúo. Ahora los del sr. Yan. Los suyos no son tan buenos.
. - ¿qué es lo que tengo, doctor?
. - lo siento, pero le hemos encontrado que tiene el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, Sida, para ser más claro.
. - ¿Sida…?, ¿tengo Sida…? Dios mío…
. - así es. La tiene en una etapa primaria, cuando el virus es más virulento y se replica más rápido. Luego se ralentizará y puede pasar años hasta que se note en su organismo externamente. Tendrá que ser medicado de por vida. Lo bueno es que tomando los medicamentos que se necesitan para combatirla, no se muere ya uno de esta enfermedad. Tendrá que convivir con ella. En cuanto a las relaciones sexuales, tendrá que usar siempre el preservativo. Si es drogadicto, no intercambiar nunca jeringuillas y usar siempre las desechables y lo más sencillo y a veces lo más complicado, si tiene alguna herida, ya sea en la boca o cualquier otra parte de su cuerpo y de la que pueda manar sangre, no tener ninguna relación sexual, pues es altamente contagioso esa manera de propagar la enfermedad a su pareja que pudiera tener también otra herida o mediante la boca de su pareja que pudiera entrar en contacto con la herida del portador.
. - no entiendo nada. Lo entiendes tú, Salvador.
. - creo entender que el doctor dice que tienes Sida, pero que no te vas a morir si tomas los medicamentos. La propagarás si tienes relaciones e infectarás a los demás si no tomas las medidas que se deben tomar. Esas medidas ya las has oído, preservativo y cuidado de tener una herida que sangre, pues infectarás a tu pareja.
. - así es. Deberá usar siempre condón, no eyacular en la otra persona nunca, no tener heridas que puedan contagiar, ya sea en la boca o en otra parte del cuerpo que pueda producir sangre. Los Fluidos no deben pasar a su compañero sentimental, nunca, nunca.
Con los resultados en nuestras manos, salimos del hospital. Aquello era una putada y grande.
. - ahora te alejarás de mí como de la peste –dijo Xia-.
. - pues no, Xia. Lo que sí harás es ponerte en tratamiento lo antes posible y para ello debes decirlo en tu casa, que serán quien más te querrán y cuidarán. En mi tierra la gente que toma los, creo que llaman, retrovirales, hacen una vida casi normal cuidando de seguir los pasos que mandan los médicos.
. - ¿tendré que dejar de ir a la oficina?
. - no veo por qué. Yo no te haré el vacío, si lo dices por mí, pero tu vida cambiará, quieras o no, Xia. Deberás tener más cuidado con tus relaciones.
. - ¿tengo que decírselo a los otros dos socios?
. - deben saberlo, Xia. Quizás te hagan el vacío, pero, aun así, deben saberlo. Es mi opinión. Si fuera un catarro, no haría falta, pero con esta puta enfermedad, yo lo diría, aunque luego me manden a tomar por culo. Al menos sabría con qué amigos contar.
. - ¿y ahora como será nuestra relación sexual, Salvador?
. - con sumo cuidado Xia. No te digo que no tengo miedo, porque lo tengo de contagiarme como cualquier hijo de vecino. Pero con tu honradez para informarme de si tienes algún tipo de sangrado, ya sea en la boca o en otra parte de tu cuerpo y de que no intercambiemos fluidos sexuales, seguiremos teniendo relaciones. Diferentes, pero las tendremos –dije besando su boca- cada uno usaremos doble condón para las penetraciones y no nos mamaremos la polla. Es mejor no correr riesgos estúpidos. Pero ten en cuenta que tengo otras relaciones con otras personas y no podré estar contigo cada día. Me refiero en la cama. En la oficina, todos los días del mundo. Ah, y no seas mariconazo, sé cómo hasta ahora, invisible para los demás y no me estés tocando los huevos con celos ni ostias.
. - bueno, menos da una piedra, como quien dice. ¿Estarás a mi lado cuando se lo diga a mi familia y a los de la oficina?
. - por supuesto.
Dos días después ya había informado en casa y en la oficina y ya estaba en manos de expertos médicos en el tema, es lo que tenía el dinero de su padre. En casa, lágrimas de su hermana y casi en su padre. Preocupación en general, como no era de otra manera. Hubo de informarse a todo el personal de la casa como se transmitía la enfermedad y lo que se podía y no podía hacer para atender a Xia cuando empeorara, que lo haría, dijeron los médicos, pues le acompañé en todos los pasos.
En cuanto a la oficina, cuando lo supieron, hubo una espantada de los otros dos socios. Se negaron a seguir trabajando con él y pidieron la parte que les correspondía, que resultó ser cero, pues los cuatro socios no habíamos puesto nada, solo el padre del chico enfermo, por lo tanto, el mejicano y el catalán salieron por patas de la empresa. Yo, no. Así que tuve que des doblegarme para coger los trabajos de los dos socios desertores y viajar más aun de lo que ya lo hacía.
Por supuesto, el mejicano y el catalán prometieron no divulgar la enfermedad de Xia, pues eso, además de joder, mermarían los clientes a la empresa de arquitectura, porque la gente es muy contagiosa en lo que no entiende. Al final, el viejo les dio un dinero para que buscaran otra empresa donde radicarse, cediendo a la petición de su hijo de que no se fueran sin nada.
. - gracias, Salvador. Eres el mejor amigo que mi hermano puede tener en estos momentos. Eres el único que no salió corriendo –dijo Joan cuando llegué por la mañana a la oficina-.
. - ciento que lo tuyo y lo de Jordi no terminara bien.
. - ahora sé cómo es. Mejor saberlo ahora, que más adelante. Que se pudra en el infierno.
. - no digas eso, Joan. Entiende que es duro para todo el mundo, más para unos que para otros.
. - ¿tú no tienes miedo?, yo sí.
. - yo también, pequeña. Nadie es inmune al miedo, pero cada uno lo afronta de diferente manera. Tu hermano es un luchador y saldrá adelante –dije por decir, pues cada persona es un mundo y la enfermedad ataca a cada uno de diferente manera-.
. - cuando quieras darle algún achuchón a Xia, no te importe que esté delante, se merece todo el apoyo que le puedas dar.
. - te lo agradezco. Ahora nos necesita tanto a mí, como a ti y tu familia.
Entré y allí estaba agachado sobre uno de los proyectos.
. - hola, Salvador. Échame una mano con este trabajo, por favor.
Me acerqué y vi que era un grupo de casitas alrededor de un lago en las afueras de Shanghái. Lo habían cogido el mejicano y el catalán conjuntamente y ahora lo teníamos que desarrollar nosotros dos.
. - ¿cuál es el problema, Xia…?
Como si no hubiera una enfermedad en su cuerpo, nos enfrascamos en el proyecto, olvidándonos de lo demás. Su hermana, desde la puerta, sonreía y lloraba al mismo tiempo. Luego volvió a su mesa, respirando hondo para no llorar a lágrima viva, pues la vida de su hermano le preocupaba y mucho. Al irse su hermana por la tarde y cerrar el cotarro, aun seguíamos Xia y yo con el trabajo, ensimismados dándole forma.
. - dejémoslo por hoy, Xia. El lunes seguimos –le dije-.
. - no estoy cansado, Salvador.
. - pues yo sí y te recuerdo que mañana es sábado y tengo una boda a la que asistir. ¿No querrás que vaya con unas ojeras de caballo?
. - no, no quiero. Oye, al final vas con una ciega, según me han dicho.
. - eso depende de si la operación a la que se iba a enfrentar, tuvo o no resultado positivo. Puede que vaya con alguien que vea a los novios casarse.
. - puede deséale suerte de mi parte.
. - se las daré. Oye, ¿qué te parece si usamos la cama?
. - ¿para qué?, mejor dormiré en la mía, es más cómoda.
. - serás idiota. No vez que quiero echarte un polvo, majadero.
. - coño, haberlo dicho antes.
. - te lo estoy diciendo ahora. ¿Me tengo que preocupar de algo, Xia?
. - solo de que usemos cada uno dos preservativos, del resto todo está okey.
. - eso me gusta. Que estés en todo –me acerqué a él y le quité de la mano la regla y la puse sobre la mesa. Luego desabroché su camisa y él, la mía. Con el torso desnudo ambos, nos besamos suavemente al principio, para usar luego la lengua en la boca del otro-.
Luego y de la mano entramos en la habitación que teníamos para cuando queríamos descansar un poco o pasar allí la noche. Cuando estuvimos en la cama, ninguno de los dos tenía ya nada encima. Con cuidado puse el primer condón en su polla, para luego colocarle el segundo. Luego el me hizo otro tanto. Con una comida de sus huevos, lo puse a cuatro patas y le endilgué mi polla lentamente hasta llegar a tope de mis huevos. Una follada contenida y me corrí en el condón. Luego me salí y me puse en la misma posición y de la misma manera, me endilgó su polla, follándome el culo hasta correrse también él. Un morreo entre los dos y quedamos rendidos juntos, cara con cara.
. - gracias, Salvador. Creí que nunca volvería a follar con alguien como tú.
. - mientras sigamos las pautas y no nos volvamos locos, tendrás mi culo y yo el tuyo. Cuando solo creas que puedas tener alguna herida, por muy pequeña que sea, dímelo. Cuando te cures, volveremos a tener sexo. Si un día me doy cuenta de que sangras y no me lo dices, ese día dejaré de tener relaciones sexuales contigo para siempre.
. - te prometo que te lo diré, por muy pequeña que sea la herida. Te lo juro por lo más sagrado.
. - te creo y por eso me gusta darte por culo, cabronazo de los cojones.
. - serás mamón –riendo, nos besamos de nuevo y juntos pasamos al baño. Dejé que se limpiara primero su polla y tirase el condón doble. Luego lo hice yo. Nuestros penes no estuvieron ni un momento más cerca de una cuarta, pues me iba la salud en ello, luego para más seguridad aún, cogí su toalla y la eché en una bolsa para tirarla. Todas las precauciones eran pocas después de que Xia eyaculara. La mía fue al cubo de la lavadora.
. - corre tú, Chao, debe ser Salvador.
. - ¿no quieres abrir tú?, es a ti a quien quiere ver primero.
. - lo sé, pero déjame que me ponga guapa para él, por favor.
. - pero si te va a quitar toda la ropa de nuevo para follarnos.
. - lo sé –dijo sonriendo- anda, abre o creerá que no hay nadie en casa.
. - vale. Serás tonta...
La verdad es que ya creía que no había nadie en la casa y estaba a punto de darme la vuelta, cuando apareció Chao sonriendo.
. - por fin, ya me largaba.
Entré y cerrando la puerta detrás de mí, puse la ropa que llevaba en mi brazo derecho para la boda sobre un sillón, luego nos besamos largamente en la boca.
. - ¿dónde está?
. - arreglándose para ti.
. - ¿cómo le fue?
. - ¿no lo sabes?
. - no quise saberlo. ¿Cómo fue?
. - Vita, sal ya de una vez, pesada –gritó su hermano-.
Estaba en el salón. Mi pecho subía y bajaba esperando que apareciera. Cuando lo hizo, me llevé una decepción de cojones, pues iba con su bastón sorteando los muebles como siempre.
. - ¿eres tú, Salvador?
. - sí, querida. ¿Cómo estás?
. - ya ves, viendo a un guapo mozo algo triste.
. - ¿me ves?, serás cabrona…
. - claro que sí, guapo –dijo tirando detrás de ella el bastón y corriendo hacia mí-.
Nos abrazamos y lloramos como dos gilipollas.
. - ¿y ahora por qué lloráis los dos?, seréis tontos.
. - cuantos dedos tengo en la mano –dije poniéndole dos frente a la cara-.
. - dos dedos –y me los besó cada uno. Luego nos besamos y besamos, mientras dábamos vueltas uno alrededor del otro.
. - gracias, mi amor. Gracias, gracias.
. - me alegro, Vita. No merecías estar en las tinieblas. Esto hay que celebrarlo, chicos.
. - solo faltan dos horas para la boda –dijo preocupada Vita de llegar tarde-.
. - dos horas son un mundo –dije cogiéndolos a ambos de una mano y llevándolos al dormitorio-.
. - ¿no te lo dije, majadera?
. - sí, me lo dijiste y no me importa –dijo sacándose la ropa por el camino. Su hermano y yo también-.
Fue una follada memorable entre los tres. Esta vez Vita participo más aún y no solo recibió doble polla, sino que mamó doble polla también hasta saciarse. Una segunda follada algo mermada y pasamos al baño donde le pasé la lengua a ambos por sus partes más íntimas hasta saciarme de sus jugos.
Para la ocasión llevé un auto adecuado a la ceremonia a celebrar, un descapotable italiano. Solo oír su sonido, se corría uno de gusto. Cuando las puertas delanteras se abrieron hacia arriba, todo el mundo se quedó mirando el auto, pero cuando ayudé a Vita a salir del mismo, se olvidaron del auto para admirar a mi acompañante, una hermosa chinita enfundada en un vestido arrebatador llenado con su cuerpo también arrebatador.
Su sonrisa completaba el panorama.
. - todos me miran, Salvador –dijo ella, algo nerviosa-.
. - claro que sí, miran a la más hermosa de la fiesta. Disfruta, querida. A lo mejor, hasta te echas un novio rico y todo.
. - no digas eso –dijo sonriendo- no tengo ni donde caerme muerta.
. - ya veremos. Acuérdate que me tienes que guardar un baile.
. - son todos tuyos.
. - no, mujer. Disfruta de la fiesta, éste es tu día. Mira, allí está la cuñada de mi amiga. Ya te la presenté en la tienda cuando compramos el vestido.
. - ¿Susi era su nombre?
. - así es. Veo que te acuerdas.
Una vez delante de ella, sonreímos Vita y yo.
. - hola Susi, estás muy hermosa. Te sienta como un guante ese vestido -le dije-.
. - tú también estás muy guapo, Salvador. Hola, ¿te acuerdas de mí? –dijo dirigiéndose a Vita-.
. - ya lo creo y ahora te puedo ver incluso. Sí, estás muy guapa.
. - vaya, ¿ya puedes ver?, ¿cómo es eso?
. - me he operado y ya ves, ya veo, valga la redundancia.
. - me alegro. Estás preciosa. Serás el alma de la fiesta, chica.
. - no es para tanto. ¿Dónde está la novia?
. - aún está dentro, arreglándose. Os llevaré hasta el lugar donde se va a producir la ceremonia y de paso os presentaré un poco.
Susi me cogió del brazo y hasta llegar a los asientos en el ajardinado jardín, nos fue presentando a cuantos se encontró en el camino. Una vez nos sentamos, ella también lo hizo a mi lado. Al otro estaba Vita, que veía que no le acababa de agradar tantas efusividades de aquella cuñada de la amiga de su acompañante, aun así, nada dijo y puso cara de circunstancias sonriendo y cogiéndome bien de mi brazo derecho. Los admiradores se iban arremolinando en torno a Vita, pidiéndoles un baile para después. Ella asentía muy educadamente, hasta que comenzó la ceremonia. Todo era muy colorista en aquella boda. Solo las personas mayores usaban ropa china, como si no supieran que era una boda a lo occidental, pero no se les podía llamar la atención, no era correcto y se dejó pasar.
Cuando terminó la ceremonia, se sucedieron los besos, llegándose Jenny y su ya marido, el tapón cornudo, hasta donde estábamos Susi, Vita y yo. La besé castamente y saludé también a su marido. La sonrisa en sus bocas significaba algo diferente a lo que suele significar cuando uno se casa sin haberse follado a uno de los invitados y esperar que vuelva a darles placer como se merece. De nuevo un papel me pasó Jenny, cosa que vieron esta vez Susy y Vita.
De la nada aparecieron unos músicos melenudos y la música comenzó. Los novios fueron los primeros que entraron en la pista de baile, allí mismo, en el jardín, sobre un entarimado de madera que habían colocado para la ocasión. Cuando hubo pasado un rato donde el nuevo matrimonio bailó solo la primera pieza, se fueron añadiendo parejas para bailar al ritmo que marcaban los músicos. La avalancha hacia Vita fue abrumadora y tuvo que pedirme auxilio para salir de aquel atolladero.
. - socorro, Salvador.
. - déjate de socorro, vita, recuerda lo que te dije al entrar, baila y diviértete, a lo mejor sales con un novio casadero. Aquí el que menos tiene, es un par de millones en el banco.
. - otra vez con tus bromas. Está bien, pero no olvido tu baile.
Sonriendo, se dio la vuelta y cogió al primero y se fue a la pista de baile a menear el trasero.
. - tu amiga acapara a los casaderos de la fiesta.
. - es que está bien hermosa mi amiga.
. - ¿solo es tu amiga?
. - amiga con derecho a roce. Ya me entiendes. Al final has venido sin pareja.
. - mejor sola, que mal acompañada. ¿Bailamos?
. - claro, querida. ¿Cuál es tu padre?
. - ¿para qué?, ¿te me vas a declarar?
. - al contrario. Es para no acercarme mucho a él y no me coja más tirria de la que me tiene.
. - es aquel que habla con su amigo, el padre de Jenny.
Se notaba que eran los más ricos del lugar. Sus sonrisas eran de ganadores y conversaban amigablemente, mientras sus esposas lo hacían aparte. Nos metimos en la pista y nos pusimos a bailar Susi y yo. Aunque no era una pieza lenta, ella se me agarraba como una lapa.
. - afloja un poco, mujer.
. - perdona, creí que te gustaba que mis pechos hicieran contacto con el tuyo.
. - y me gusta, pero esta no es una pieza musical para estar pegados. Mierda, ahí viene tu padre.
. - tranquilo, vendrá a pedirme un baile, le gusta achuchar a su hija delante de todo el mundo.
. - ¿y a quién no? –dije yo-.
. - hija, ¿me concedes este baile?
. - papá, aún no hemos acabado esta pieza. Estoy con un amigo, Salvador.
. - ¿Salvador?, ¿el mismo Salvador que…?
. - papá, no hagas una escena, por favor. No debí hacerte caso cuando vino a buscarme. Ahora estoy sin acompañante.
. - lo siento, querida, no sabía que te gustase tanto. ¿Habla chino tu amigo?
. - un poco. Suficiente para entender algunas frases y decirle que no soy un mal bicho. Susi, te dejo que bailes con tu padre, luego nos vemos.
Mientras padre e hija bailaban, Vita no paraba y según acababa una pieza, volvía a tener a otro pretendiente esperando su turno. Yo bailé con Jenny la pieza que le había prometido.
. - ¿ya has mirado la nota que te dejé, cariño?
. - no he tenido tiempo, preciosa.
. - pues pone que mi marido y yo te esperamos esta noche en la misma habitación donde lo hicimos la otra vez.
. - ¿no es mejor esperar un poco, cariño?
. - no, quiero recordar la primera noche de casado no como un aburrimiento sexual más, sino como algo diferente. Eso de follar con tu marido y tu amante la primera noche después de la boda es bestial y la recordaré toda mi vida. Ya sabes lo pequeña que la tiene y lo poco que voy a disfrutar. A no ser por su lengua y los millones de su familia, me divorciaba mañana mismo. Tú eres el pegamento que nos une, así que te espero esta noche, pues la quiero toda dentro de mí.
. - mira que eres puta, Jenny.
. - sí, la más puta de la fiesta.
. - ¿y cómo voy a desembarazarme de Vita?, esta noche tenemos fiesta particular también.
. - invéntate algo, eres un tío de recursos. Ya la contentarás mañana, eso sí sales vivo del hotel –dijo riendo, como lo que era, una soberana puta en busca de una polla que llevarse a sus agujeros-.
Jenny fue de nuevo solicitada para bailar y tuve que soltarla. Regresé a la barra a tomar algo. Allí había una persona que ya conocía, Juanita Valderrama. Estaba exuberante y ahora más, con sus tetas lactantes.
. - hola Juanita. ¿Cómo tú aquí?
. - hola Salvador. Lo mismo te podría preguntar yo a ti.
. - soy amiga de la novia, ¿y tú?
. - me he colado.
. - no jodas. ¿Y dónde está el capullo de Emiliano?
. - me ha dejado y regresó a Méjico.
. - ¿cómo es posible?, no puede haber hecho eso. Entonces, ¿qué es de ti ahora?
. - ya lo ves. Colándome en fiestas de otros para comer algo y de paso, encontrar a alguien que me mantenga. No me dejó un chavo el muy cabrón. Se llevó todo lo que le dejó el viejo de Xia. Ahora estoy sola y con una cría que alimentar. Estoy sin recursos, Salvador.
. - eso no puedo consentirlo, Juanita. Yo cuidaré de ti hasta que encuentres algo o regreses a tu país.
. - ¿y por qué ibas a hacer eso tú?, te dejamos en la estacada con lo de Xia, no solo Emiliano, también yo.
. - no importa. Ahora lo importante es que no te rebajes. Tu niña y tú ahora sois responsabilidad mía. Vuelve a tu casa, mañana iré por allí hacia las 12 de la mañana y hablamos largo y tendido de lo que haremos. Toma discretamente este dinero y vete, por favor. No te rebajes más. Aunque no lo creas, siempre me dije que eras una dama y quiero que sigas siéndolo.
. - mierda Salvador. ¿Por qué eres así?, ¿por qué no lo puede ser mi cabrón marido?
Con discreción le metí en el bolso un fajo de billetes. Luego me dio un beso en los labios que me supo a gloria y me decía un montón de cosas y todas buenas. Salió con los ojos húmedos. Hay que joderse, si cojo al cabrón de Emiliano, le voy a cantar las cuarenta. Será desgraciado el tío…
. - te toca, cariño –dijo Vita junto a mí-.
. - tómate algo, debes estar sedienta.
. - me tomaría un zumo de mango si lo hay por ahí.
Se lo pedí al barman y se lo entregué a Vita, que se lo tomó de un trago.
. - qué bueno estaba. ¿Bailamos?
. - bailamos.
Ya en la pista nos tocó una pieza lenta para variar. Ella tenía su cabecita en mi pecho y yo olía su perfume embriagador de sus pelos.
. - hueles a gloria, Vita.
. - me alegro de que te guste.
. - ¿cuántos te han dado su número de móvil?
. - espera que te lo digo… –miró discretamente en su bolso y sonriendo, lo dijo- Cuatro. Uno de ellos de un señor de casi 70 años. Aquel de allí, que casi no se mantiene de pie-.
Miré y allí estaba, en la barra, tomándose algo.
. - sí que es viejo. No, a ese no lo elijas. Se te morirá enseguida. Lo bueno es que heredas pronto, lo malo es que no te dará tiempo de disfrutarlo.
. - ¿y qué te parece aquel otro que nos mira tan fijamente?
. - joder, aquel lo he visto yo en un periódico económico. Debe de estar forrado. Sí, prueba con ése y si no funciona, llamas al resto.
. - ¿y por qué no contigo, Salvador?, me gustas un montón y ya sé que funcionas muy bien en la cama y sí, además, consientes con Chao, lo tendría todo en el mismo bote.
. - Vita, no puede ser. No soy hombre que se case y tampoco de una sola mujer u hombre. Ya lo sabes. De hecho, tenemos que posponer lo de esta noche.
. - ¿no te quedas esta noche en casa con Chao y conmigo?, ¿por qué, mi amor?
. - ya te dije que no soy de una sola mujer y sé que viste a Jenny meterme una nota en el bolsillo.
. - sí, y Susi también lo vio.
. - lo sé –me saqué la nota y se la di a leer a Vita-.
. - no jodas, Salvador. ¿Con los dos y en la misma noche de bodas?
. - ahora sabes por qué no puedo quedarme esta noche con vosotros. Lo siento, otro día será. Además, puedes irte si quieres con ese que hemos elegido, el ricachón de las finanzas y probarlo esta misma noche.
. - ¿no te enojarías si lo hiciera?, me gusta, aunque aún no sé si me gusta como para pareja formal.
. - pues pruébalo, como él te probará a ti. Si tienes problemas, dame un toque de móvil y aunque esté entre las piernas de Jenny, acudiré corriendo a salvarte. ¿De acuerdo?
. - eres de lo que no hay, Salvador. Cuánto te debo, mi amor… –afirmó, más que preguntó-.
. - nada, tú sé feliz y me habrás pagado. Estoy harto de ver caras infelices por todos lados. Ya me llamarás para decirme cómo te fue. No hacen falta detalles, solo si te fue bien o no. Así me quedaré tranquilo y os dejaré en paz.
. - ¿y mi hermano?
. - tu hermano no es tonto y sabe que estoy con los dos por ti. Él fue un extra en nuestra relación sexual. Mierda. Esto se acaba. Anda, hazte la encontradiza y vete con el guaperas. Yo de aquí iré al hotel con Jenny, pero no juntos, claro.
. - un beso virtual en la punta de tu pene –dijo ella-.
. - y otro en cada pezón tuyo, cariño. Anda y al ataque. Éste es tu día y ésta es tu noche y no lo olvides, un toque si te sale rana.
(Parte 24 de 30)
FIN