Soy tu nena papi III
Sentir como crecia el deseo mutuo entre papá y yo nos hacia cada vez más indiscretos y eso traería sus consecuencias...
Dormimos en cucharita, hasta que como todos los domingos las muchachas de limpieza nos despertaron cuando entraron a la habitación, esta olía a sexo, la poca ropa de ambos el como estábamos abrazados, su brazo rodeándome y yo con una pierna sobre su cuerpo, la cual el tenia sujetada rozando mi nalga. Sus miradas eran rozando el espanto, no todos los días se ve a un hombre y a una hija en una situación tan comprometedora.
-Buenos días mi nena hermosa (me dijo sonriente con sus hermosos ojos mientras me estrujaba un poquito y me daba un beso en la frente)
-Buenos días papi (guardando un poco de discreción me levante y me fui al baño a lavarme los dientes)
-Cariño hoy tengo un almuerzo con los inversionistas, te arreglas porque vienes conmigo preciosa
Voltee y pude ver a mi papá mirándome con una cara de lujuria increíble, no era para más cosa que más le excitara era tenerme con su camisa y su olor en mi piel. Le devolví una sonrisa, se levantó entro al baño y se lavó los dientes y ahí me abrazo de espaldas y como adolescente sonreía mirando nuestro reflejo, la típica pareja de enamorados con la distinción de ser de la misma sangre.
Desde que nos volvimos pareja fue mucho más atento y cariñoso conmigo, me sentía muy feliz pues toda su vida giraba en torno a mí. Ahora también en el plano sexual yo era reina de todos sus pensamientos, los comentarios y las miradas de reojo de los empleados no se hicieron esperar, eran pocas las semanas que llevaba nuestra relación, el comienzo de un torbellino de pasiones exquisitamente perfecto.
Bajamos las escaleras al comedor en esas fachas rozando la desnudez, me sentó en sus piernas y asi desayunamos, el cuerpo de papá aferrado al mío. Ese día en especial no me quería soltar, yo lo abrazaba y no dejaba de acariciarme.
-Vas a ir a la fiesta de tu madre, solo por apariencias. Pasas en par de horas en la celebración o menos y yo te voy a buscar ¿te parece?
-Si papi, perfecto. Como tú quieras por mi está bien.
Terminando el desayuno nos fuimos a bañar cada uno. Para el almuerzo con los inversionistas, me puse un vestido con un corte más arriba de las rodillas, pegado al cuerpo de color verde oscuro, me maquille un poco y unos tacones negros para hacer juego. El atuendo de mi padre, aunque formal tenía un toque casual por ser un almuerzo de domingo. Un sweater con corte V del mismo color de mi vestido, unos pantalones negros y unas gafas para el sol.
Juntos salimos como toda una pareja, tomados de la mano. Llegamos al lugar, los inversionistas junto a sus esposas e hijos nos recibieron de una manera muy cordial. Pude notar más de una mirada dirigiéndose a mi escote, algo provocador pero no demasiado. Desde que llegamos hasta la hora de la comida papá no me soltó.
Como todos en un momento me dio la necesidad de ir al baño, y solo en la mesa quedaron mi padre y los dos señores muy educados, tomaban un vaso de whisky, me arregle retocando mi maquillaje y aproveche para hacer una travesura, en el cubículo del baño me subí el vestido y le mande a papá una foto de mi tanga que estaba muy bien encajadita entre mis nalgas. En mi se despertó toda esa sensualidad gracias a quien me dio la vida.
-Tu hija es muy hermosa (escuche decía uno de los señores a mi padre)
-Si es toda una belleza, mi nena es todo lo que uno pudiese desear (respondió mi papá mientras le daba un sorbo a su whisky)
-Jimmy, mi hijo es buen muchacho, tiene 19 y es muy centrado. Se llama Guillermo, tu hija es muy bella de seguro hacen linda pareja si los juntamos, imagínate así consolidamos la asociación y si más adelante se casan sería una gran inversión (dijo el otro señor)
-Lamento decepcionarte, pero ya mi hija tiene novio. Y está loca de amor por él, hasta le he tenido que pedir que se concentre más en sus estudios porque no le da respiro
Todos en la mesa rieron, le lance una mirada a mi padre pero no me fui a la mesa sino a ver el panorama que se veía desde el balcón. Sentí alguien sentarse a mi lado, era una de las esposas, la del señor que hace rato ofrecía a su hijo como mi potencial pareja.
-Tu padre te cuida demasiado, se ve que eres su vida. Hace años que conocí a tu madre, no mentía al decir que él solo tiene ojos para ti
-Es mi padre y me quiere mucho, como yo a él. Desde el divorcio solo nos tenemos el uno al otro
-Y no crees que tu padre necesite la compañía de una mujer
-No está solo, papá tiene pareja y la ama
-Qué raro… Nunca la he conocido, y ¿Cómo se llevan ustedes dos?
-Él es muy discreto en sus relaciones, no la conozco casi. Pero sé que está profundamente enamorado de ella y eso me alegra. Necesita una mujer en su vida y quien mejor que ella
Papá se acercó y me dijo que ya era hora de irnos, nos despedimos de todos los presentes y nos dirigimos a la camioneta, condujo durante un rato y luego se metió en un estacionamiento de un centro comercial, casi vacío. Inclino el asiento para atrás
-Vénganse para acá (me dijo mientras yo me senté en horcajadas, su miembro está muy duro y yo ya mojada)
-Así que loca de amor por ti (dije en tono risueño) no puedo ni estudiar, claro que no puedo ¡sino me dejas!
-Jajaja mmm y “quien mejor que ella” tienes razón, quien mejor que tu mi vida (sus manos halaron para abajo mi vestido descubriendo mis tetas y se las llevó a la boca)
-Mmm no papi aquí no, alguien nos puede ver (dije sin convicción)
-No bebé, aquí, quien te manda a mandarme esa fotito, no he dejado de pensar en tu culito se ve tan bello. Mi verga esta que explota desde que la vi, he tenido que controlarme toda la comida, eres una malvada
Como pudo se desabrocho el pantalón y yo me deshice de la tanga, sentir su miembro palpitante llenando mi rajita, mis movimientos sobre su verga y besándonos para no gemir tan fuerte, su boca se concentraba en mis pezones y yo llevaba mi ritmo para sentirlo al máximo, su carne entrando en mi posándome en ese sitio publico me causaba gran morbo. Los vidrios se empañaban y ninguno quería parar. Mordía suavemente mi cuello y se deleitaba con mis movimientos, el sentirlo asi tan mío aun siendo padre e hija simplemente sublime.
Nuestras respiraciones entrecortadas, los besos lujuriosos, seguimos hasta que anunció su corrida, ya tenía 8 días tomando las anticonceptivas asi que acelere mis movimientos y junto a ello un orgasmo mío acompañó su leche entrando en mí y mis jugos empapando su pantalón. Agotada me quede recuperando el aliento en su regazo, al rato me volví al puesto de copiloto y pude ver su cara de satisfacción, pero eso no paro ahí, al estar manejando de camino a casa sus dedos se metieron en mi rajita nuevamente, estaba sensible y rápidamente sus dedos me estaban haciendo correrme como un grifo, mojando todo el asiento.
Llegar a casa, sin nadie desatando la pasión, subiendo las escaleras con muchas ansias, con sus hábiles manos se deshizo de mi ropa, tomándome entre sus brazos me levanto y me tiro en la cama, completamente desnuda. Alzo mis piernas a la altura de sus hombros y su lengua entro en mí, mis jugos con rastro de su leche en mi rajita y la boca de mi padre comiéndome sin parar, la manera tan intensa en cómo me devoraba no daba paso a solo gritar de placer, como movía su lengua con maestría de arriba abajo por todos lados, me hizo tener uno de los mayores orgasmos de mi vida, me corrí tan intenso que casi me desmayo.
-Me encanta como gimes mi amor, tan rico. Disfruto mucho masturbándote
-Mmm y yo papi, me encanta como lo haces
-Dime amor ¿Quién es tu dueño? (decía mientras nuevamente apretaba mi clítoris)
-Ah, ah, ah, tu papi ah mmm
A esa altura mi botoncito estaba inflamado y completamente rojo. Ya al caer la noche estaba completamente agotada, no había dejado de masturbarme y me sentía sumamente satisfecha, le recompense bajando mi boca entre sus piernas, me dedique a darle una buena mamada, a esa altura disfrutaba el sentir su miembro llenando mi boca, como su dureza contrastaba con mi lengua y no dejaba de succionar, lamiendo sus huevos chupando cada uno, alternando entre ellos y lanzando miradas provocativas a su rostro y no me detuve hasta que le saque toda su leche.
La semana transcurrió en nuestra normalidad, pasando largo rato encerrados en su estudio besándonos, y haciendo el amor por las noches, completamente adictos al otro nos necesitábamos para estar completos, siempre fue así. Sigue siendo así… El sábado era la boda de mi madre, al correr de los días cada vez tenía menos ganas de ir, “son horas en las que no estaré con papá” pensaba, ese día no nos habíamos visto estuvo enfrascado en la oficina, me arregle para la fiesta
Un vestido lila, mi cabello suelto muy linda me arregle pensando en cuando papá me fuese a recoger. Unos minutos antes de salir recibí un mensaje de mi papi “Mi linda nena hermosa, no sabes cómo extrañe no verte despertar. Discúlpame pero no he tenido respiro, demasiadas cosas. Te prometo cuando te vaya a buscar no te libras de mi hermosa mía. Te amo Jenny y cuidadito que no te anden viendo muchos jajaja. Besos”
No era necesario decir que estábamos obsesionados por el otro, desde pequeña fue posesivo conmigo, ahora lo era mucho más y me encanta esa sensación de sentirme solo de él. Michael vino por mí y fuimos a la boda, todo muy elegante como a mi madre le gustaba, los hijos de su esposo quien había enviudado, mi hermano y yo junto a ellos compartíamos la mesa principal. Mi madre siempre tuvo un poco de desprecio hacia mí pues para papá yo era su mundo
-¡Qué bien que papá te dejo venir! (dijo mi hermano)
-Ah si dentro de poco viene a buscarme
-Vaya pero no duraras nada es un ogro (afirmo)
-Tu padre te tiene completamente controlada (dijo mi mamá)
-Mi papá solo busca lo mejor para mí y está bien lo que él decida, siempre me cuida me protege y yo soy lo primero. Por cierto te molesta que pase un momento, no le gusta que salga a la calle estando sola…
-(mi madre volteo los ojos pero Rubén mi padrastro le sonrió y el respondió) claro que pase, no está bien que una señorita espere en la calle y menos a estas horas
Recibí un mensaje de mi padre diciendo que ya venía por mí le dije que podía pasar adentro y asi nos íbamos juntos, estaba sentada de espaldas a la entrada cuando sentí sus fuertes brazos rodearme y darme un beso en la mejilla.
-¿Cómo está mi niña hermosa?
-¡Papi! Ya llegaste no sabes cuánto te extrañé
Sin pensarlo mucho me levante de la silla mientras le decía eso y me di la vuelta dándole un gran abrazo, me levanto un poco mientras me decía lo hermosa que me veía y cuanto me quería, ante la vista incrédula de los presentes, cada que estaba entre sus brazos se me olvidaba todo lo demás. La gran sonrisa de mi papá y tenerme sujetada de la cadera mientras tomaba mi bolso de la mesa.
Mi padre comenzó una plática amistosa con mi padrastro al parecer se conocían desde hace muchos años. Mi anillo de compromiso y nuestras argollas de matrimonio resaltaban en nuestras manos, notaba que mi madre las observaba con detenimiento al igual que las hijas de Rubén. La mano de papá que sujetaba mi cadera estaba puesta peligrosamente cerca de mi zona íntima.
-Que lindos anillos dijo una de ellas que me agarro la mano para verlos mejor (mi papá la miro de reojo)
-Si gracias, mi papi me los regalo por mi cumple
-Ah mira él también lo lleva (dijo la otra)
-Jimmy deberías darle un respiro a nuestra hija desde que llegaste no la has soltado, y yo que pensaba decirte como me dijo Michael que permitas que se venga con nosotros a pasar las vacaciones en la playa
-(el semblante de mi papá cambió en un segundo se puso muy serio) De ninguna manera voy a dejar que te lleves a MI hija, ya tenemos todo planeado para NUESTRAS vacaciones (dijo con una sonrisa que mostraba su molestia)
-Pero papá ustedes pasan todos los días juntos, que dejes que mi hermanita venga con nosotros no estaría mal
-He dicho que no, además verdad que tu no quieres mi vida, tanto que me has insistido en este viaje para disfrutar nosotros o ¿no mi amor?
-Mi papi tiene razón Michael, agradezco tu ofrecimiento mamá pero hace tiempo que tenemos planeadas nuestras vacaciones y ya tenemos todo pagado (eso era mentira pero ya me estaba incomodando con tanta pregunta)
-Bueno nosotros nos retiramos, he tenido un día demasiado pesado y solo pienso en llegar a la casa y meterme en la cama (dijo mi padre de una manera muy cordial pero yo lo interprete con ese tono de malicia)
Me tomo de la mano y nos despedimos de todos, caminamos a la salida y nos dirigimos al estacionamiento, alzo la mirada hacia ambos lados asegurándose de que no hubiese nadie y me planto un beso muy intenso mientras apretaba mis nalgas, y seguía bajando besando mi cuello con pasión. Sentí como su lengua recorría mi boca buscando la mía, atrayéndola, cerré los ojos, me deje llevar por un instante, pero luego reaccione. Estaba nerviosa pero me encantaba esa situación, me decía cuanto me había extrañado. Me colgué de mis brazos alrededor de su cuello riendo hasta que a lo lejos vimos a mi hermano acercándose, se me helo la sangre ¿Cuánto habría visto?
-¡Qué bien que todavía no se han ido! ¿Puedo irme de vacaciones con ustedes? Hace tiempo que no lo hago y de verdad me gustaría pasar más tiempo con ustedes.
-¡Hijo me fueses dicho antes! Tu hermana y yo nos vamos a un crucero y todos los boletos ya están comprados, si me fueses avisado un mes antes te fuese comprado otro pasaje a ti pero bueno ya no se puede…
-Si Michael nos fueses dicho, pensábamos que pasarías tus vacaciones con mamá como siempre lo haces
-Vaya que mal… Por cierto deberían ser más discretos….
-¿A qué te refieres?
-No se hagan… De verdad piensan que soy tan estúpido para no darme cuenta…
-No sé de qué estás hablando hermanito…
-Desde hace mucho tenía mis sospechas, soy hombre y se cómo te mira él, no como su hija, te ve como su mujer. El fin de semana pasado confirme lo que por mucho temí, ¡Eres un maldito cerdo!
Michael se lanzó hacia mi padre intentando darle un golpe, el cual hábilmente esquivo, el estacionamiento vacío solo yo era testigo de ese tenso momento en y ambos empezaron a pelear yo no sabía qué hacer, si bien mi padre era mucho más fuerte, mi hermano no se quedaba atrás, fuertes ambos defendiendo su causa, pero debía terminar esta situación antes de que el conflicto se volviese más grande así que decidí meterme en medio
-¡Detente Michael, no te atrevas a intentar golpear a nuestro papá!
-¡No ves que es un cerdo mira lo que te está haciendo!
-¡No, tu no entiendes yo fui quien le pidió tener una relación, porque yo lo AMO!
-¿De qué estás hablando? Estas muy confundida (decía en un tono de gran incredulidad)
-No. No lo estoy desde hace años que estoy enamorada de él, no te pido lo comprendas, pero no voy a dejar que te metas entre nosotros, si lo haces jamás te lo voy a perdonar, él es el hombre que amo y con el cual quiero pasar mi vida, no me importa que seamos padre e hija pues si no lo tengo no sé qué sería de mí…
-Te amo (dijo mi padre casi en un susurro)
-Mira Michael es nuestra vida, decidimos vivirla así, hace ya tiempo que soy su mujer y él es mi hombre, dormimos juntos y en gran parte actuamos como pareja, creo que siempre lo hicimos de manera inconsciente, no te pido lo aceptes si no quieres saber nada de nosotros con todo el dolor de mi alma hasta aquí llegamos. Ahora nosotros nos vamos solo te pido cierra la boca no tienes derecho a decir nada
Deje a mi hermano con la palabra en la boca, nos montamos en la camioneta y de camino a casa no dijimos nada, solo tenía su mano sobre mi pierna. Al llegar ambos respiramos muy profundo y subimos las escaleras, lentamente deje mi ropa caer y escuchaba como él se sacaba la suya. Sentí como puso sobre mí su camisa y me abrazo muy fuerte.
-Jenny dios mío no sabes cuánto te amo, nunca nadie me había defendido asi, toda una leona protegiéndome, cariño mío te amo mucho (me decía suavemente al oído)
-Como no defenderte papi, siempre lo haré, eres el amor de mi vida… Necesito que me hagas el amor, necesito sentirme tuya…
Caímos en la cama, se recostó en el respaldo y yo sobre él, solo besándonos muy amorosamente, su lengua jugueteando con la mía con tanta dulzura, pasamos mucho tiempo solo besándonos, el tiempo parecía detenerse. Me dio la vuelta y lo hicimos en la posición de misionero, no necesitamos más, en esa intimidad solo besarnos y hacernos del otro era suficiente.
Sus manos recorriendo mi piel, sujetando con firmeza mis caderas, el ritmo que llevaba de sus embestidas era lento, muy sentido por ambos, no teníamos prisas, creo tanto en su mente como la mía rondaba lo que Michael podría decir, pero decidimos abandonar todos esos pensamientos y dejarnos consumir una vez más por el deseo y la pasión.
Entre besos y gemidos acariciaba mi rostro con dulzura, su miembro continuaba ese ritmo pausado, su cabeza entraba hasta lo más profundo de mi rajita, y la sacaba casi por completo para repetir de nuevo la acción. A veces intercalaba haciendo círculos en mi interior, mis uñas rozando su espalda marcándola. Esa mirada suya completamente cautivado y mi sonrisa entre suspiros de completa entrega.
Su boca mordiendo mis pezones y como aumentaba el ritmo de manera progresiva en esa misma posición sin parar esos sus fuertes jadeos suyos en mi oído, sentirnos asi tan juntos, tan enamorados, tan obsesionados una mezcla indudablemente apetecible para mí, sobretodo sentir como me llenaba con su leche entre espasmos, caer abrazados y dormirnos asi aferrados al otro.
La mañana siguiente la pasamos muy íntima compartiendo todo, fue un domingo tranquilo, en la tarde leíamos poesía yo estaba sentada en sus piernas, compartiendo una copa de vino y riendo, la casa vacía solo nosotros amándonos. Entre besos y frases mis dedos acariciando su rostro. Su camisa en mi cuerpo, mis pezones duros y mi intimidad cubierta por un cachetero.
Su típico sweater de domingo y pantalón capri, me regalo una cadena con un dije con su nombre y él con una pulsera con mi nombre, junto a los anillos. Todo hacía un hermoso conjunto, sus labios bebían de los míos con ese sabor a tinto, nuestras lenguas jugueteando mordía suavemente su labio inferior. Me dio la vuelta y su miembro rozando mi rajita yo en el sofá y el de pie, comiéndome la boca, algo más pasionales por las copas que teníamos encima.
Nuestra intimidad se vio interrumpida con la llegada inoportuna de mi hermano que nos encontró en pleno acto previo sexual, estábamos tan sumergidos en nosotros que no notamos su presencia hasta que el solo se anunció con un gruñido o algo así. La reacción inmediata de mi papá fue cerrarme las piernas para que Michael no viese nada de mi cuerpo. La actitud de mi padre era la del típico macho protegiendo a su hembra ante una amenaza exterior, su respiración se profundizaba y se podía notar el enojo, a la vez que se sentó a mi lado rodeándome con su brazo como recalcando su posesión sobre mí y yo estaba como una tigresa dispuesta a defender lo nuestro.
-¿Qué haces en mi casa? ¿No soy un cerdo maldito? No voy a permitir que me faltes el respeto en mi casa y mucho menos frente a mi mujer.
-(Michael se sentó en el sofá que daba frente a nosotros) Los amo a ambos, lo que hacen está mal por favor no me piden que lo acepte, pero… No quiero perderlos…
-Michael, mira entiende nosotros nos amamos de esta forma, nadie es quien para decir si está bien o mal… No tienes el derecho de juzgarnos, como tampoco tienes derecho de intervenir en lo que hagamos (afirme con mucha seguridad mientras mi papá me miraba atontado)
-Que te quede claro Michael, yo amo a Jennifer demasiado, el sexo es una agregado a nuestra relación, la expresión de nuestro amor. Somos un hombre y una mujer que se aman con locura, ni ella ni yo podemos vivir sin el otro. No lo entenderás hasta que te enamores sinceramente, yo jamás fuese intentado nada con tu hermana, nunca la toque de niña, no soy ningún violador. Esto es algo consentido. Te guste o no ella es mi mujer.
-La verdad es que estoy solo, y no quiero perder el poco contacto que tenemos. Mamá ahora solo pasa tiempo con su nueva familia y a mí me mando a la mierda con todo incluido, y aunque veo que las cosas cambiaron entre ustedes no quiero que cambien conmigo, solo les pido tiempo para que me termine de pegar con la realidad. Puedo quedarme con ustedes hoy
-Si piensas quedarte hay algunas cosas que debes entender una de ellas es que no pienso cortarme en el trato con Jenny, en que dormimos juntos y porque estés aquí no lo vamos a dejar de hacer, me encanta demostrarle mi amor y eso no me lo voy a limitar.
-Está bien, gracias por dejarme quedarme hoy…
Michael salió de la sala y papá me volvió a sentar en sus piernas como si nada siguió leyéndome y terminamos la copa que estábamos tomando, pedimos una pizza y cenamos en relativa normalidad, como de costumbre mi padre no quitaba la vista de mi cuerpo ya luego vimos una película los tres, y nos fuimos a nuestra habitación. Papá estaba sentándose en la cama y mi instinto me llevo a sentarme en sus piernas y comenzarlo a besar, con sus grandes manos agarraba mis nalgas, me levante para quitarme el cachetero olvide por completo la presencia de mi hermano, mi papá me puso en la cama y pude ver su duro miembro ya en el pantalón muy marcado.
Se agacho y paso su dedo índice por mi rajita totalmente empapada, el roce de su cuerpo con el mío siempre me hacía sentir electricidad y la experiencia de su lengua me hacía retorcerme de placer, tome su cabeza y le empuje más adentro la forma en como jugaba con mis labios, chupándolos, lamiéndolos, su lengua en mi clítoris presionándolo y lo que me hizo correr un pequeño mordisquito en mi botoncito, que me hizo estallar en un intenso orgasmo. Mientras me recuperaba se acostó a mi lado y seguía masturbándome sin piedad, mis gemidos eran música para sus oídos, podía pasar horas enteras solo dándome placer, su lengua en mis senos chupándolos con excelencia.
-¿Te cuento un secreto?
-Mmm si papi dime
-Tenía años sin sexo
-¿por qué? (decía mientras yo sujetaba su mano para que no se saliera de mi rajita)
-Pues no sé bebé, en parte creo que me estaba guardando para ti, tenía sexo ocasional hasta que cumpliste 12 no dejaba de pensar en ti cuando lo hacía con otras y a la largo eso me terminaba bloqueando…
-Mmm pero eso ya no pasa más (tome su verga con mi mano y comencé a masturbarlo lentamente)
-Ahhh nena cuando sigas asi me has correr de una, que poder tienes sobre mi…
-Mmm dime papi ¿Quién es tu dueña?
-Ahhh tu mi niña, te pertenezco, soy todo tuyo no tengo ojos para otra que no seas tu
-Solo mío… Si papi eres mío…
-Mmm nena no sabes cómo me pones cuando te pones posesiva. No me provoques mi amor, mira que se me olvida que está tu hermano y te haré gemir que se escuche en toda la casa
-Mi hermano ya lo había olvidado…
-Pues yo no y no se me hace en gracia que te escuche gemir, solo yo tengo el derecho de que mis oídos escuchen tus angelicales gemidos
-Mmm y ¿cómo solucionamos eso?
-Sencillo cariño
Nuestra masturbación mutua iba en aumento, nuestros gemidos eran callados por nuestras bocas, los dedos de papá eran mágicos para provocarme una serie de orgasmos hasta que le dije que no podía más estaba agotada, termine de masturbarlo y su leche cayo en mi abdomen, la lleve con mis dedos a mi boca y me quede dormida. Ese lunes era feriado asi que no tenía clases, cuando desperté no estaba papá en la cama, vi la hora y ya era un poco tarde, baje las escaleras y lo vi tomando desayuno en el comedor. Me senté en la silla y comencé a desayunar con mucho sueño todavía.
-Cariño no me gusta que te desveles asi, eres una viciosita jajaja
-Muy gracioso, si el que no me da respiro eres tú
-¿Pero señorita quién me busco anoche?
-Me caes mal ¿Y Michael?
-Ahí viene
Desayunamos sin que papá dejara de lanzar muchas miradas a mi cuerpo, se quedaba expectante viéndolo sin más deseándolo sin decir nada, sabía todo lo que pasaba por su mente. Esa necesidad de hacerme suya de desnudarme en ese instante y hacerme el amor en la mesa de una manera intensa, dejando fluir las emociones, pero debiendo controlar las apariencias.
Por suerte no debimos esperar mucho a que Michael se fuese de la casa, al ser feriado no había nadie más solo nosotros, encerrados en su estudio para variar el ambiente, seduciéndonos y atrayéndonos con la mirada a punto de colisionar Me pego a su cuerpo rodeándome con sus manos, casi alzándome con ellas aferradas a mis nalgas, inclinándonos sobre el escritorio y tirando todo al piso para despejar el espacio, dejándonos llevar por los bajos instintos animales, la sensualidad a tope a no más poder
Nos separamos un instante mientras me cargo pegándome a la pared y mis piernas rodeando su cuerpo, mi tanga haciéndose un lado para dejarme caer, su verga entrando en mí apoyados en la pared, cuanto le excitaba verme con su camisa puesta al ritmo de esas intensas embestidas mis senos saltaban y yo gemía suavemente en su oído mientras mis manos se aferraban a su espalda.
Me coloco sobre el mueble, suspiro lenta y profundamente sobre mi cuello y tomo mi rajita con dos dedos la abrió de lado y me fue enterrando su miembro sujetando firmemente mis piernas a los lados de su cadera comenzó un vaivén donde mis gemidos eran lo único audible en la habitación junto al choque de nuestros cuerpos Me recostó en el escritorio y alzo una de mis piernas sobre su hombro y la otra seguía sujetada a su cadera, el sudor de su frente bajaba y unas cuantas gotas caían en mi abdomen, cuerpos brillosos por el sudor emanado, con la respiración entrecortada a cada paso.
Esas embestidas que me enloquecían en las cuales alternaba una penetración lenta y continua, sacándomela y dejándola ir de un solo empujón, la pasión carnal a flor de piel, padre e hija haciéndose uno solo, y esa ternura que siempre tenía de comerme la boca con un beso mientras se corría en mi interior y no se salió en ese momento, recuperando la respiración, el aliento estrujándome en sus brazos.
Además de que le fascinaba verme con sus camisas, su olor en mi cuerpo, su colonia o su olor de hombre, los rastros de semen en mi era algo obsesivo que encantaba estuviese presente en mi cuerpo, decidimos salir en la tarde a dar un paseo por el parque cercano, sino nos pareciéramos tanto físicamente podríamos pasar por la típica pareja de enamorados.
Compramos un rompecabezas y al llegar a casa comenzamos a armarlo, pero como siempre me frustre rápidamente al ver que no podía armarlo tan rápido como yo quería, esa sonrisa de mi padre que se reía por la situación me molestaba un poco, pero se acercó a mí con un beso que me altero los sentidos, para ese momento ya habíamos tenido sexo por toda la casa, cada espacio nuestro estaba marcado con la presencia de un encuentro pasional.
Pero prefiero recostar su cabeza en mis piernas, cerró los ojos y yo acariciaba su cabello. Suavemente tocaba su rostro con la punta de mis dedos cuidando no tocarlo con mis uñas largas, mis dedos recorrían la comisura de sus labios los cuales el besaba dulcemente, dejando sentir las sensaciones Se subió un poco y rodee con mis brazos cuanto pude y mis manos dibujaban figuras en su pecho, el simplemente disfrutaba de mi tacto tranquilo, un suave mordisco en su oreja le hizo abrir los ojos para regalarme una sonrisa intrépida
Relamiendo dulzura de nuestros labios, una guerra de cosquillas que le precedió, entre besos asi podíamos pasar los días con completa tranquilidad. Ahora lo que más me aterraba era pasar un instante más lejos de él. Si bien cumplía con mis obligaciones académicas las vacaciones se acercaban.
La noche caía y desde la terraza observaba una noche estrellada, papá en su estudio leía mientras bebía un poco de vino, al rato lo vi dirigirse a nuestra habitación, me quede un poco más observando ese hermoso panorama. No paso mucho hasta que sentí su presencia rodeándome sus manos sujetando mi cadera, una buscando dirigirse a mi rajita y la otra a mi rostro, me di la vuelta y nos fundimos en un beso bastante intenso, pero esa fue Noche dedicada a las caricias…