Soy sumisa?? 2

Una chica se adentra en el mundo de la sumisión... le gustará?

Notó otra vez su presencia detrás de ella, eso la ponía mas nerviosa, el estaba quieto y ella sobreexcitada temerosa de lo que le iba a hacer. En ese momento notó la fusta en sus pantorrillas, como acariciádoselas, subía y bajaba por una y otra pierna hasta q se situó en medio de las dos, como ordenándole que separara las piernas, ella las abrió ligeramente dejando pasar aquel objeto, subió por el interior de sus muslos, amenazante, nunca había estado tan quieta en su vida. Dejó de acariciarla con la fusta y le sujetó las muñecas bajándole los brazos y colocándoselos a los lados de su cuerpo, descansando. Ella lo agradeció y notó como se ponía delante de ella, pasando la fusta por su mejilla, por el cuello, la nuca, el brazo, abdomen, muslos... Lo notaba como una amenaza, lo que pasaría si no obedecía. Dejó la fusta y se volvio a colocar a su espalda, esta vez con movimientos mas bruscos y mas rápidos le bajó la cremallera del vestido y tirando de el por los hombros hizo que cayera a sus pies, la empujó levemente por la espalda para q diese un paso al frente y poder retirarlo pero al qedarse quieta juntó las piernas. El le dio un cachete en una nalga y Sara entendió lo que quería al momento. Volvió a separar las piernas y se quedó quieta. Ahora ya se sentía de verdad avergonzada e impasible. Ya se dejaba hacer. El seguía a su espalda, volvió a colocar sus manos en la nuca y empezó a acariciar su cuerpo semidesnudo, subía y bajaba, como queriendo contar sus costillas, abdomen.... subió de nuevo a sus pechos y los volvió a acariciar, por encima del sujetador, pero esta vez no los apretó, solo los acarició. El se volvio a sentar y empezó a palapar sus nalgas, bajó por sus piernas y con una mano sola acariciaba el interior de su muslo, seguia subiendo hasta q llegó a sus braguitas de encaje. Con el dorso de su dedo índice notó su humedad, Sara seguía quieta, dejándose hacer,nos e podía creer que un desconocido estuviera tocándole así, pero le encantaba la situación, en su vida nadie la había excitado tanto. El volvió a bajar la mano por el interiro del muslo y volvió a ponerse de pie. Otra vez, en un movimiemto rápido la despojó del sujetador, ella hizo el amago de cerrar los brazos pero solo fue eso, un amago. Volvió a sujetarla por la cintura y subio sus manos hasta sus senos, volvió a agarrarlos, comprobando su suavidad, luego acarició sus pezones con la palma de la mano, pero mas despacio, Sara los tenía erizados, duros como diamantes, el empezó a jugar con ellos, con su pulgar e índice, acariciando la aureola, metió dos dedos en la boca de ella, mojándolos bien de saliva para acariciar sus puntiagudos pezones de nuevo.

Ella bajaba los brazos, intentando abrazarlo pero el se los volvió a colocar de nuevo en la nuca, seguía excitando sus pezones y mojando sus dedos en la boca de Sara. Ella comenzaba a jadear ligeramente por su fuerte excitación, entonces el volvió a separarse de ella. Se sentó a su espalda y acariciando sus piernas bajó sus braguitas de un fuerte movimiento. Le levantó las piernas para recogerlas del suelo y se puso de pie, agarrándola con una mano por la cintura y con la otra acercando la prenda íntima a su cara, acercó también su cabeza a la de ella y aspiró fuertemente, para que notase que las estaba oliendo, dando un sonido de aprobación “mmmm” d que le gustaba como estaban. La agarró de nuevo por la cintura y besó su cuello para volver a retirarse de nuevo.

Sara no podía estar mas expuesta ni mas entregada, su excitación era tal que si el la acariciaba ligeramente, en sus partes mas intimas, llegaría rápidamente al orgasmo. Parecía que le leía el pensamiento porque se sentó esta vez delante de ella, muy cerca de su cuerpo, podía notar su aliento. Notó su mano como se apoyaba en una de sus piernas, luego la otra, las acariciaba como torneándolas, luego una sola mano empezó a acariciar el interior del muslo, subiendo hasta llegar a su entrada... Poniendo su índice y pulgar separados los apoyó en sus ingles, bajando despacio hasta llegar a la entrada de su suave coño... Empezó a jugar a su entrada, empapando los dedos con su jugos, ella ya no aguantaba mas, necesitaba que la penetrase con sus dedos, estaba justo al borde del orgasmo. Pero el seguía a su entrada, pasando su ínidce por la hendidura, subiendo hasta el clítoris y bajando hasta su húmeda entrada, ella empezaban a temblarle las piernas, y bajo sus manos para apoyarlas en su cabeza, como queriendo sujetarse, el vió que no podía aguantar mucho mas y la penetro suavemente con dos dedos, entrando y saliendo suavemente para aumentar el ritmo poco a poco y hacer q llegara al orgasmo en nada de tiempo. Tuvo un orgasmo intenso, se agarraba a su cabeza, como queriendo tirarle del pelo, le temblaba todo el cuerpo de la sacudida. Salio de su interior y se puso de pie, la abrazó fuertemente y la besó en la cara, el cuello susurrándole al oído “bien, muy bien, sabía q no me defraudarías, confías en mi?” Ella asintió con la cabeza, casi no podía hablar dejaba reposar su cuerpo sobre el suyo.

Era alto, mas q ella, fuerte y su gruesa voz le había encantado, después de tanto tiempo había podido escuchar su voz, esa voz que le había hecho sentir tan segura. Ahora le acariciaba la espalda, la seguía teniendo abrazada, de vez en cuando le besaba la nuca y la tenía sujeta, esperando que se recuperara para poder continuar con la sesión. Ella le abrazaba a el, comprobando q iba vestido de traje, camisa pero sin chaqueta, quería verlo, empezaba a palparlo para intentar saber como era... El parecía que se había dado cuenta y se separó.

Sara le ponía nerviosa eso, le excitaba, no saber lo q iba a hacer, no poder hablar con el.... Ahora oía como habría un cajón y manipulaba algo metálico. Pensó que serían unas esposas, pero aunque habían quedado en q el no la ataría estaba dispuesta a dejarse hacer. Cuando notó que se acercaba puso las manos al frente, ofreciéndolas, pero escuchó una pequeña risa de el y notó como de nuevo se ponía a su espalda para colocarle un collar de cuero con una correa metálica q dejó caer sobre su espalda. Se separó y volvió a rodearla, a observarla, sin hablarle, sin tocarle....Hasta q se acercó para coger la correa, tiró de ella para moverla, Sara se sorprendió pero simplemente se dejó llevar por la fuerza de el, le hizo andar un poco pero al no poder ver ella echaba las manos hacia delante y le costaba andar, el seguía tirando, moviéndose por la habitación, como si estuviera paseando un caballo. Pero tan incómoda estaba Sara que instintivamente se le fueron las manos al antifaz para quitárselo,el estaba delante y lo único q pudo ver Sara fue una máscara de tela qe le cubría toda la cabeza , al momento oyó un NO fuerte y le volvió a colocar el antifaz, la soltó, notó como se moviá rápido por la habitación buscando algo, volvió a junto de ella la cogió por la correa e hizo q se inclinara hacia delante, sujetándola así notó un fuerte golpe en una de sus nalgas, no pudo evitar el grito y escuchó un “shhhh” de el, otro golpe en la otra nalga, mas fuerte.... Ella se quedó quieta, temblando, esa violencia la había cogido por sorpresa pero le hizo darse cuenta de con quien estaba, con su amo, con el amo al que tenía que complacer. El volvió a tirar de la correa, mas deprisa, lo notaba enfadado, la acercó hasta una mesa q fue a chocar con sus rodillas, el siguió tirando, como indicando q se pusiera en ella pero no acababa de entenderlo. El le cogio un rodilla indicando q que se pusiera de rodillas en la pequeña mesa, puso la rodilla derecha y la izda separada, ya sabía como le gustaba a el. , el siguió dando golpes con la mano en el interior de los muslos para que las separase aún mas, hasta el borde de la mesa. Luego tiró de nuevo de la correa para q bajase su cabeza, hasta q casi tocaba con la barbilla. Ahora si que estaba expuesta y sin poder moverse ya que si no se caería.