Soy sumisa?? 1
Una chica muy normal se adentra en el mundo de la sumisión... le gustará?
Sara se estaba vistiendo en casa, nerviosa porque iba a conocer a su amo. Ese Amo con el que había compartido tantas horas de chat, esas horas que les habían llevado a conocerse el uno al otro tanto que habían decidido encontrarse. Ya hacía unos días que habían puesto el lugar , día y hora.
Por un lado a Sara esos días no le daban pasado y por otro le pasaban rápidamente. Esas dudas que siempre asaltan cuando vas a hacer algo distinto, algo que nunca has hecho en tu vida.... se agravaban con la cercanía de la hora d e la cita.
Se estaba vistiendo con la ropa que le había enviado su Amo como regalo de su primera cita, vestido negro corto, por encima de la rodilla, sandalias de tacón, ropa interior de encaje negro...
Ya estaba lista, antes de salir de casa se miró en el espejo para verse perfecta para su Amo. No lo había visto nunca, ni oído su voz. Esto le hacía mas inquietante el encuentro y con mas ganas de saber q se encontraría. Cogió el coche y se dirigió al centro de la ciudad, habían quedado en un hotel, un hotel conocido en la capital por su elegancia. Las cinco estrellas q decoraban su entrada las tenía bien merecidas, por su decoración, instalaciones y servicio. Se detuvo en el coche una manzana antes de llegar al hotel, iba antes de tiempo, como media hora. Le palpitaba el corazón de los nervios pero ya no había vuelta atrás, quería conocer a esa persona con la que tan a gusto estaba, quería experimentar esas sensaciones con las que el había fantasmeado tantas veces. No se iría sin saber, realmente, eso que hace tanto tiempo q le excitaba en sueños.... en realidad sería lo mismo?. Seré una sumisa??? Cuando se dio cuenta ya era casi la hora, fue rápido a la entrada del hotel, le abrieron la puerta y se llevaron su coche mientras ella subía las majestuosas escaleras de mármol. Se acercó a la inmensa recepción y pidió la llave de la habitación que el le había dicho. Aunque decidida, cuando subía en el ascensor le aumentaban las pulsaciones, parecía que el corazón se iba a salir de su sitio cuando se detuvo delante de la puerta. Sin pensarlo, introdujo la tarjeta y entró, despacio pero firme escuchaba una música, era la banda sonora de una película conocida, enfrente, en el dormitorio estaba la puerta del baño entreabierta, aún salía vapor de agua del interior.
Tal como el le había dicho tenía un antifaz de dormir encima de una mesa a la entrada de la suite. Cerró la puerta y cogio la prenda que estaba al lado de una fusta, nunca había visto ninguna, se quedó mirando para ella unos segundos, le recorrio un escalofrío por la espalda pero enseguida se terminó de acomodar el antifaz y se puso a andar hacia la habitación donde el estaba. Como le había pedido se quedó quieta cuando creyó estar en la mitad de la habitación, colocó las manos en la nuca y esperó. Pasaron unos minutos hasta que notó que alguien la rodeaba, escuchaba su respiración pero no la tocaba, sólo podía olerlo, un olor de perfume penetrante, recién vaporizado. Se sentía observada, como un depredador que observa la presa que se va a devorar. Estaba muerta de miedo y empezaba a temblar, ese nerviosismo mezclado con la excitación de la situación, le daban ganas de salir corriendo!!! Pero cuando mas nerviosa estaba el la agarró por la cintura desde la espalda y la acercó a su cuerpo, esto la tranquilizó y el relax le hizo bajar las manos de la nuca, el se las agarró entrelazando sus dedos, apretándoselas y al momento sujetándole las muñecas le volvió a llevar las manos al punto de partida, Se separó de ella de nuevo y le parecía escuchar como q se había sentado de nuevo, observándola, pero sin hablarle y sin tcarle.....
Su nerviosismo aumentaba pero la excitación también, verse a merced de otra persona, sin poder hacer nada mas que esperar le producía un cosquilleo que nunca había sentido. Deseaba quitarse la venda y verlo de una vez, pero no se atrevía, debía esperar a que el lo hiciese, que ella le diera permiso para ver su rostro. No podía moverse, ni tocar... Estaba que no cabía dentro de si. El se volvió a levantar, volvió a rodearla, sin tocarla.. Intentaba averiguar con todos sus sentidos como era, que le haría... En esto notó el dorso de sus dedos en la mejilla, hizo el amago de apartarse pero se quedó quieta, inmóvil, como si estuviera atada de pies y manos. Siguió hasta la barbilla y por el cuello, con las dos manos ambas mejillas y cuello hasta acariciar con el interior de las dedos la nuca. Muy suave, le encantaba como lo hacía mientras le tocaba las manos, siguio por los brazos desnudos, volvio a la nuca y le sujetó el pelo recogiéndoselo con una goma. Volvió a las manos continuando de nuevo por los brazos, axilas. Con la palma de las manos acarició sus caderas, se puso a su espalda sin soltar su cintura. Siguió subiendo y bajando por el dorso de su cuerpo y volvió a dejarla. Su excitación ya era máxima. Notó que movía una silla y se colocaba de nuevo en su espalda, cerca de ella, podía casi notar su cara al final de su espalda, le acaricio de nuevo las caderas, bajó por sus suaves piernas hasta casi llegar a os tobillos, subía y bajaba acariciando hasta que una de las veces, al subir, levantó su vestido. Le sujetaba el vestido, notaba como lo observaba y Sara creyó que nuca en su vida podía haber estado mas colorada. Soltó sus manos y el vestido cayó de nuevo. Se puso de pie y desde la espalda la agarró por la cintura y empezó a subir sus manos por el abdomen, las manos abiertas, como intentando palpar todo su cuerpo, siguió hasta sus senos y ahi se paró un momento para luego apretarlos. Ella se movio, era l primera vez que el le molestaba, la volvió a agarrar por la cintura fuerte para q ella entendiera de debía estar quieta. Se volvió a separar, notaba como se dirigía a la entrada de la suite, se imaginaba lo que iba a buscar y se asustó de nuevo....