Soy profesor

La escuela queda en las afueras del caserío, cerca de ella a unos cien metros vive Maria, a unos cuatrocientos metros Alejandra y la más alejada a unos quinientos metros Graciela con su familia.

Soy profesor

Me nombran profesor en un perdido caserío de un rural valle es una escuela de un solo docente y consta de seis (6) alumnos, me reúno con las tres mamás: Alejandra de 34 años y tres alumnos de sus cinco hijos (14, 10, 8, 6 y 3); Graciela 31 años mamá de tres hijos dos en la escuela (8, 6 y 3); y Maria 26 años tiene dos hijos uno en la escuela (6 y 4).

La escuela queda en las afueras del caserío, cerca de ella a unos cien metros vive Maria, a unos cuatrocientos metros Alejandra y la más alejada a unos quinientos metros Graciela con su familia. Todas han ido a trabajar a la ciudad de asesora del hogar, pero sus maridos casi no han salido del valle. Trabajan desde que sale el sol hasta mediodía almuerzan en el campo y llegan a casa eso de las seis de la tarde, la entretención la radio, traje dos TV, una TV para los niños y otra mas un DVD para ver mis películas el problema es que solo veo un canal el católico.

Maria un día que llueve torrencialmente, llega con sus hijos trayéndome sopaipillas, les dejo mirando la TV y yo me retiro a mi dormitorio, en ella estoy mirando una película media erótica, en eso entra ella y mirando la tele me dice esto está mejor; dejemos a los niños mirando monitos y nosotros veamos estos monos que están mejores. Se recuesta a mi lado en la cama y se tapa con la frazada que estoy abrigándome. Diez minutos después veo que se mueve intranquila mirando la película y sus piernas buscan mis piernas, restregándose contra ellas, suspira y bufa, bajando sus manos bajo la manta y las coloca entre sus piernas, comienza a inquietarse, suavemente me muevo y la abrazo, gime al sentirse entre mis brazos, luego… la beso, gime, no los niños, dice… pero no se aparta, continuo besándola y responde…, mis manos comienzan a recorrerla…. Nuestros cuerpos empezaron a temblar y justo en el momento que sentí humedecerse su vagina en mi mano que la estaba hurgando dejé que sus líquidos mojaran mis dedos que la estaban palpando desde hace rato.

-Ahhhhhhhhh

-Hummmmm

-Que rico….hum….

Saco sus ropas y también las mías, los niños gime…, la cosa no iba a acabar ahí, en un momento experimenté un sentimiento de culpa, pero felizmente se me dio por pensar solo en el presente, la jornada estaba empezando, ella y yo queríamos más

Nos acariciábamos con desesperación… de pronto ella me subió sobre su cuerpo.

Estaba desnuda, se veían sus pechos bien redonditos y el comienzo de su zona genital, se veían sus bellos vaginales y sus caderas, toda, sin nada encima, y miré como entraba y salía mi pene en su vulva, salía y de nuevo empujaba y se abría paso entre mis labios vaginales y volvía a salir y luego a entrar, que rico era todo eso. Así lo hice y volvía a sentir que la vulva se me partía en dos cuando me incrusté todo mi pene hasta la base.

-Ahhh….ayyyy…..que rico….

-Hummm….

Los gemidos y nuestras respiraciones se escuchaban por toda la pieza, ya que eran muy fuertes.

Seguía gimiendo y después de unos minutos sentí cómo mi cuerpo comenzaba a experimentar un temblor que se apoderaba de mí y de él, sin más preámbulo nos mojamos juntos, ella con su líquido y yo con mi leche, que llegó muy adentro de mis entrañas, fue increíble, las sábanas estaban húmedas y nos echamos, estábamos muy cansados por el esfuerzo y nos abrazamos, la me besó y ella correspondió, solo sentíamos que estábamos juntos y descansamos un rato. Se recuerda de sus hijos y clama

Los niños…, asustada sale a verlos…, estos felices están viendo la TV.…, no se enteraron de cómo su mamá había llegado a su clímax y entregado su cuerpo al profesor.

Es tarde les dice, vámonos que va a llegar papá.

Espero verte otro día, le digo…,

Lo pensaré, eres muy peligroso contesta riendo.

Pasan los días, nada anormal sacude la modorra del valle, hasta un día de fútbol…, me solicitan los maridos si pueden venir a ver el partido de la selección en la tele, contesto que sí.

Llega el día, estos traen a toda la familia, a los niños los llevo al televisor de la sala y ahí les pongo, con el video, películas.

Mientras ven el partido, los hombres, toman como contratados y las mujeres preparan algo de comer en la cocina al otro lado de la escuela. Al finalizar el primer tiempo cual de los machos esta más borracho…, las mujeres enojadas se retiran a la cocina.

Las voy a ver, están con sus tragos media en onda conversando sobre hombres…, cuando llego me miran y se sonríen entre ellas. Luego Maria se acerca y me dice alborotada por el licor, ¿te la puedes con nosotras tres?, de una por una… sí, las tres juntas… difícil..., todas ríen y esta dice quien es ¿primero?..., si es tan bueno como has dicho, responde Graciela quiero ser la primera…, se levanta, trastabilla por el licor y toma de mi mano llevándome detrás de la estantería

Estas alterada por el licor, dije

No, no es verdad me dijo estoy alterada por satisfacerme.

Iba desabrochando uno a uno, cada uno de los botones de su camisa, aunque ya mis manos se apoyaban por detrás y no hacían ella nada por impedir que sus pechos quedasen a mi vista, tan sólo tapados por el sujetador.

Saqué el sujetador, dejando a su vista sus senos, que ya se encontraban totalmente erectos. Me seguía pidiendo que parase, pero creo que su cara no decía lo mismo, y a veces cerraba sus ojos para sentir mis besos y lametones.

Mi mano bajaba hacia su pantalón y me acercaba directamente al botón que lo mantenía sujeto. En ese momento, comenzó a excitarme sobremanera.

En ese momento, la agarré por sus muslos, la levanté y la llevó, junto unos manteles formando una cama. Allí me quitó la ropa que me quedaba, haciendo con lo mismo con ella . Su fortaleza, como la dominaba, y la hacían sentir como una reina en su reino.

Ayudé al pene a encontrar mi cavidad, con la ayuda de mi mano conseguí que entrase. Mientras tocaba su culo, sus caderas y sus tetas. Lo hacía sin ninguna prisa, sabia que iba ser mía durante toda la vida. Cambiaba de ritmo, despacio, deprisa, lo que hacía que se volviese loca.

No me dio demasiado tiempo a comprobar el efecto, puesto que comenzó a menearse gozando de mi pene. Lo hacía de tal forma, que sentía cada entrada y cada salida la llevaría al clímax. Lo sacaba del todo, para volver a introducirlo hasta el fondo. Ella no podía dejar de gemir, no entendía, como podía llevarla un hombre hasta ese extremo.

Pronto en medio de su enloquecimiento por la fiereza que derrochaba en el acto tuvo un triunfal y agitado orgasmo, oprimiéndome y chillando con desahogo. Al sentirla en ese estado expulso en el interior de entrañas mis fluidos que salen como expulsados por pistones de mi miembro viril, regándola hasta rebalsar su hendidura y correr esta leche por sus muslos.

Volvemos con las otras dos mujeres y ella comenta… tenias razón, es un maestro en esto también. Las otras ríen en medio de su alegría inestable que les produce el licor.

Termina el partido los hombres, borrachos, deciden marcharse y ellas tienen que ayudarles a caminar, el peor de todos es el marido de Alejandra que entre ella y su hija mayor apenas pueden , me ofrezco y ayudo a llevarlo hasta su casa.

Acostamos al macho y ella me invita a cenar a pesar de estar media ida por el licor que ha bebido, insiste en que me quede. Quien me atiende es su hija mayor, Alejandra se recuesta en la otra cama del dormitorio y me atrae hacia ella

Ya que has probado a otras mamás, prueba a mí, dice

Tus hijos, respondo

Cierra la puerta, le ordena a su hija… que la miraba desde esta..., y no dejes que se acerquen los niños aunque grite.

Luego me coge y a pesar que en la otra cama duerme la borrachera su marido, no le impide a estar anhelante de tener sexo. Me acaricia, me sacude ante lo cual reacciono y empiezo a agasajarla y a enterrar mis dedos en sectores prohibidos. Gime…, hazme tuya…., quiero ser tuya

Ante tal solicitud, y el placer de sentir su carne entre mis dedos además de sentir mojada su vagina, mi ego se excita y sin importarme que su marido duerme en esa pieza comienzo a desnudarla y desnudarme hasta que ambos desnudos y con la respiración agitada , ella empieza a arañarme suavemente la espalda, se voltea quedando de espaldas hacia mi, la beso en los hombros, y sin dejar de besarlos, recorro su cuerpo desnudo hasta caer en éxtasis, por lo que emito un leve gemido, y aprieto tu mano, esto la enloquece, y empezamos a hacerme el amor, con un ritmo, que me hace desfallecer, siento un escalofrío que recorre mi espalda, y la piel se me eriza...

Siento que va a terminar, y la abrazo mas fuerte, empieza a gemir, al ritmo que me hace el amor pronto terminará, esto hace que yo también sienta que voy a terminar y terminamos el acto de amor, al mismo tiempo...

Después de éste momento de tanto placer, quedamos así, abrazados, inmóviles, para quedarnos dormidos con su hija, mirando por una ventanita, como único testigo de nuestra entrega, quien, con envidia, solo nos contempla por la ventanita...

Despierto a las cuatro de la mañana y me marcho

Al día siguiente me despiertan unos golpes en mi puerta es la hija mayor de Alejandra, viene a dejarme unas sopaipillas echas por la mamá en la mañana y que esta las mandó, salgo a recibirlas y esta muñequita se introduce en mi pieza y dice, déjame mirar, ¿es cierto que mujer que entra aquí no sale si no a pasado por la cama satisfaciéndote en el sexo?...

¿Quién te dijo eso?...

Mi mamá, cuidado con pasar al dormitorio me dijo, porque de ahí no sales si el profesor no se ha satisfecho en tu sexo, es divino en la cama, pero tu eres muy niña todavía…, cuídate…, o si no aguanta calladita me dijo…, aquí estoy y se aguantar calladita. Al mismo tiempo la chica, sigilosamente desabrochaba su lazo de la espalda del vestido. En un santiamén el vestido morado ya estaba en el suelo. Se muestra semi desnuda con sus sostenes y braguitas. La abracé con mis brazos mientras le daba un beso con lengua apasionado y ella se arrancó con vicio su sujetador, yo agarraba con mis manos los pechos de Helena, ya que nunca los había tenido tan cerca ese par de meloncitos. Acaricié con mi lengua los pezones rosados de la joven, aún virgen.

La acosté en la cama y me tumbe sobre ella, y Helena rodeó mi cintura con las piernas, para que no me escapará, tal como lo había echo su madre. Se lo metí hasta el fondo, y comencé a deslizarme arriba y abajo, hasta hacerlo cada vez más rápido. Yo besaba y paseaba mi lengua por los senos y pezones rosados y duros de la niña. Como nos entregábamos el uno al otro, Helena se quejaba y yo no sabia si era de dolor o gozo, pronto descargo dentro de ella toda mi leche, y a pesar de que no llevaba preservativo, no me acordó de el en ningún momento, ya no podía más, pero aun así quería seguir metiendo.

Luego nos vestimos y le digo, ándate que tu mamá te puede venir a buscar, ella me mira y me dice y que me va a decir si anoche ella lo hizo contigo. En eso golpean y aparece Alejandra, mucho rato para estar a solas con un hombre, luego me mira y me dice ¿te la serviste?,…, sí responde ella, igual que a ti anoche…, Alejandra mira la mesa y dice, sírvete las sopaipillas, y nos sentamos a tomar el desayuno, Helena, dice la mamá, de esto ni una palabra o nos pegan o nos matan a las dos tu papá… entendido

Sí…, responde ella.

Bueno ahora ándate a la casa que yo me voy a demorar.

Mejor me quedo así vigilo que nadie los moleste y como estas conmigo nadie va a sospechar nada

La madre la mira y mueve la cabeza me toma de la mano y me introduce en el dormitorio cerrando la puerta, se imaginaran lo que aconteció a continuación…, saco el vestido quedando

con sus pechos desnudos, se los comencé a besar intensamente, yo creía desfallecer de placer, ahora me toco a mí me decia, hummmm.... que rico, hummmmm... que rico gemía la madre con mis lamidas de tetas, mientras me tomaba del pelo, baje hasta su ombligo lamiendo, le saque las sabanas, quedando solo en tanguita..... Ella me quito mi calzón dejándome solo en pelota, comencé a succionar su clítoris..... hummmm... hummm... gemía con su cara ruborizada por la excitación ... vamos sigue... sigue ... hay como siento.... vamos, lame... lame... ah, ah, ah... así, así, así... ohhhh... ohhh.. Vamos, hay viene... mueve esa lengüita me decía... vamos ya llego, mientas yo seguía, lamiéndole el clítoris desde el monte de Venus hasta su ano, me apretó la cabeza fuertemente mientras se contorsionaba entera, gritando ahyyyy... que intenso hummm, oh, oh, oh, que rico, que orgasmo lograste con tu besada me dijo.... luego se levanto cogió a su hija y partieron a casa.

Por dos meses si no era la mamá quien me visitaba era la hija, al cabo de ese tiempo Alejandra me anuncia que quedó embarazada. Esto hace que la envidia corroa a Maria quien me visita casi a diario por unos veinte días hasta que queda preñada y feliz me dice también voy a tener un hijo tuyo.

Helena también venia por su ración y al cabo de esos dos meses fecunda un hijo en su seno. Es tuyo me dice, pero mañana me entrego a Tomas y le digo que el lo hizo…, en tres meses tengo embarazadas a tres mujeres faltando solo Gabriela, la persigo hasta que logro me entregue su vagina por varios días seguidos hasta que me doy por satisfecho por que calculo que esta preñada de un retoño mío.

En seis meses que llevo aquí tengo preñada a las cinco hembras que pueden quedar en período de gestación.

Finaliza el año escolar y vuelvo a casa de mis padres a descansar. En Marzo vuelvo a la misma escuela las mujeres ahí están, tres paridas y una por dar a luz.

Alejandra es la primera en venir a saludarme y por supuesto el saludo encauza ir a la cama, cuidado me dijo que hace tres meses que mi marido ni me mira por el trabajo y lo cansado que llega, y el embarazo que tenia ,bese el comienzo de sus valle entre sus pechos…, gimió y vibró su cuerpo, estoy casada balbució, no le hice caso y la arrime contra la cama, al chocar con ella cae sobre esta y yo encima de ella.., por favor me dijo…, por…, pero no me apartó, metí mi mano entre sus piernas sobándolas hasta su entrepierna, se abrió mas de piernas y de nuevo me repitió…, soy casada…, acaricie su monte de Venus, aparte su calzoncito y sobe las carnes de sus labios vaginales…, se encogió y vibro todo su cuerpo, relajándose y llegando a un éxtasis que aproveché para sacar mis pantalones y dejar mi pene entre sus piernas, lo apretujó con sus muslos al tiempo que le llegaba un orgasmo, como vibraba y sacudía, logre ensamblarle la cabeza de mi miembro entre sus labios sexuales, elevo sus caderas introduciéndoselo mas adentro, llegando este irse a fondo por lo mojado que estaba esa matriz. Comenzó unos estremecimientos y oscilaciones que tuve solamente que preocuparme de no ser desmontado, a los diez minutos estaba pataleando, sollozando en medio de otro orgasmo, y me apretaba con sus piernas a la altura de mis caderas contra su sexo para que no retirara mi pene y saturarse hasta la enajenación de sus espasmos vaginales de su sexo.

Al día siguiente fue su hija como se entregó, llegamos a mi casa le acaricie sus curvas, metí mano entre su camisa y su vientre, como vibro…, suavemente la desnude, luego acaricie con mis labios su cuerpo y por ultimo me quede en su vagina lamiéndola y succionando su clítoris, no puedo decir que se quejaba, debo decir, bramaba de satisfacción, temblaba de pasión y de anhelos de ser penetrada, la compensé y por mas de una hora logré que me entregara dos veces sus orgasmos, entre alaridos de placer y sollozos de satisfacción, desde ese día la visitaba lo menos tres veces a la semana, y nuevamente espera un hijo mío.