Soy Nimfómana?? (4)

Y Vero sigue con sus juegos y sus vicios sin darse cuenta que empieza a perder el control de su sexo.

Desde que yo y mis amigas perdimos la virginidad con Wiliam, mi vida y mis prioridades cambiaron radicalmente, yo ya no tenía suficiente en mamar pollas, en pajearlas, en que me llenaran la boca de lefadas por morbo ni que me metieran dedos en mi coñito, lo que quería, o mejor dicho, lo que necesitaba era sentir esas pollas dentro de mí, necesitaba imperiosamente sentirme llena de polla, preferiblemente la de Wiliam, pero como no podía ser a diario ni varias veces al día, cualquier otra polla me serbia para intentar saciarme.

Los encuentros con Wiliam y Moha en los aseos del cole pasaron a ser unas sesiones de pollazos y folladas espectaculares.

El primer día que después de comérsela a los dos, pajearlos un rato y que me comieran el coñito y el culito a base de bien, hice que Wiliam se sentara en la taza del wáter y me senté encima de él incrustándome su polla en mi estrecho coñito centímetro a centímetro hasta que sus huevos quedaron pegados a mis nalgas, mientras le comía la boca con sabor a adrenalina, Moha se quedó paralizado, flipando, diciendo uuallllaaaa….  que pasada…., que él también quería eso, que nos diéramos prisa, que solo de vernos hacer eso, a él casi le salía la leche.

Lo cabalgué durante un rato, pero como Moha no paraba de insistir en que cambiáramos ya, que él también quería meterla, le pedí que me la intentara meter el por el culo, que como llevaba varias semanas jugando con el consolador de mi madre y ya me lo clavaba hasta el fondo de mis entrañas, posiblemente también entraría su rabo.

Me abrace a Wiliam intentando dejar mi culo lo más liberado y levantado posible, Moha escupió en él, escupió en su rabo y sin pensarlo dos veces metió la punta dentro.

Guaaauuuu…..  Que zorra me sentía, que sensación más placentera tenía. Wiliam paró un momento de empotrarme su polla en mi útero y Moha poco a poco me la fue clavando en el culo. Al principio todo iba bien, pero cuando Moha llevaba un cuarto de polla metida en mi culo, empecé a sentir dolor, con lo que les pedí que se quedaran quietos un momento, poco a poco me fue metiendo la enorme polla en el culo y paraban de vez en cuando para que mi culo se fuera acostumbrando. Cuando yo ya me sentí bien, fui yo la que empecé a cabalgarlos a los dos cada vez más rápido, con más fuerza y clavándome las dos pollas más a fondo y cada vez que bajaba me las notaba más adentro, hasta que sin darnos cuenta mis nalgas chocaban fuertemente con sus muslos, escuchando el típico flop, flop, flop…

Qué bien!!!!  Joder!!!!!  Qué bien follada me sentía!!!!….  Estaba follando con dos pollas metidas en mis entrañas, el placer que sentía en mi culo era algo inimaginable hasta ese momento, brutal…  estaba gozando como una puta y jadeando sin control, Moha me tapaba la boca para que nadie nos oyera, yo empotraba mis tetas en la cara de wiliam que las chupaba como podía y Moha, sujetándome por las caderas, me ayudaba marcando el ritmo de mi sube baja, hasta que no sé cuál de los dos me dijo que se corría, eso me puso más cachonda aun y empecé a correrme a chorros en medio de un gran orgasmo, mientras ellos dos descargaban chorros de leche caliente en mi interior con sus rabos más duros aun si cabe. DIOS!!!!!! Los tres estábamos gritando y gozando el mejor orgasmo de mi vida hasta el momento, de tal forma que al cabo de un rato entraron otros chicos a los servicios preguntando si a alguien le pasaba algo.

Aquel día fue el primero de muchos otros donde mis dos chicos me hacían la zorra más feliz del planeta con dobles penetraciones. Unos días, me la metía en el coñito uno y en el culo otro. Otro día al revés, algunos días a medio follar se cambiaban y seguíamos, otros días uno me follaba la boca mientras el otro me perforaba el culo. Me hacían sentir llena, guapa, deseada, morbosa, sucia, zorra, guarra, puta, pero enormemente feliz. Evidentemente, todos los días me secaba todos los jugos que salían de mi culito y mi coñito con sus gayumbos y me los llevaba a mi casa.

No hace falta decir, que aquello también lo hice con todos los otros que podía, las pajas pasaron a ser folladas y el entrar en los servicios de uno en uno, acabaron siendo folladas en grupo, que muchas veces cuando uno se corría dentro de mi coñito o de mi culito, otro ocupaba su lugar y así se iban turnando hasta que sonaba el timbre de ir a clase otra vez. Yo me limpiaba con toallitas húmedas y me iba para clase con la cabeza bien alta y con toda mi dignidad. Me había convertido en una guarra ninfómana de verdad.

Todos los viernes por la tarde quedábamos mis amigas, Wiliam y yo en mi casa y todos los viernes nos follaba a todas de lo lindo, pero como aquello ya era demasiado para él solo, nos propuso invitar a otro chico para que las folladas fueran de más calidad y que él no quedara con la polla destrozada. Propuso que viniera Moha, cosa que yo acepte con ilusión rápidamente, imaginándome dobles folladas también los viernes por la tarde, pero a otras chicas del grupo no les pareció bien por si se corría la voz en el cole y se acababa enterando todo el mundo, a otras les daba vergüenza porque conocían a Moha desde niños, total, que Wiliam propuso un chico negro amigo suyo del equipo de futbol, que nos comentó que era muy guapo, con un cuerpazo que era la envidia del club, que se llamaba Thom y que además le encantaría participar en aquello, a lo cual, hubo más consenso y se aceptó conocerle y probarlo.

Con lo que yo tenía casi toda la semana organizada.

Todos los días a primera hora antes de entrar en el cole, hacia un par o tres de pajas en los bancos del paseo, a la hora del recreo me follaban dos, tres, cuatro o más cada día en los servicios del patio, al medio día me hacia una paja descomunal en mi casa después de comer, al salir del cole por la tarde chupaba tres o cuatro pollas más en el parque, porque me encantaba la sensación de que se corrieran en mi boca y tragármelo todo, por la noche me follaba el coño y el culo alternativamente con el consolador de mi madre, los viernes orgia con Wiliam, Thom y mis amigas y los fines de semana me follaba un vecino diez años mayor que yo, pero esa, es ya otra historia que otro día les contaré.

De esta manera pasaba el curso, la voz fue corriendo en el cole y cada vez eran más los chicos que querían gozar de la guarra del cole, como me llamaban ellos. Yo feliz y encantada. Cada día me iba a mi casa con manchas de semen en el uniforme del cole, sin bragas y chorreando semen por mis piernas, que como me hacían cosquillas, yo recogía con mis dedos y me los chupaba hasta que no quedaba nada.

En el bus de vuelta a casa, siempre me ponía detrás de todo de pie delante de la puerta de salida, sujetándome con la barra y para estar más cómoda, con un pie encima de un escalón alto que había al lado del paso de rueda trasera del bus. A esa hora había siempre varios hombres mayores, me refiero a adultos y viejos. En la posición que yo me ponía con la pierna, se me abría un poco la falda y se me marcaba el culo, cosa que todos aprovechaban para comérmelo con la vista. A mí me encantaba y yo les miraba de reojo, me mordía el labio inferior y a veces, hasta me ponía un dedo en la boca como provocándolos, me encantaba ese juego que duraba hasta que yo llegaba a mi parada, me bajaba y los dejaba allí babeando. Hasta que un día, un señor de unos 50 o 55 años, se levantó y se quedó de pie justo detrás de mí, agarrándose a la misma barra que yo. A mí me puso muy caliente y notar esa presencia tan cerca me sulfuró. Instintivamente eche mi culo hacia atrás para que en los baches mi culo rozara con su paquete.

La reacción del señor no se hizo esperar, se acercó más a mí y ya era descarado que refregaba toda su polla en mi culo, que por cierto ya se le notaba bien dura. De repente noté una mano que me tocaba el culo y poco después ya se abría paso por debajo de mi falda.

Mi calentura se disparó a tope, mi chochito se puso a palpitar y ahora me mordía el labio pero de puro morbo. El señor llegó hasta mi ano y mi coñito, y al ver que no llevaba braguitas y además, al notar que chorreaba flujos vaginales y semen que se me resbalaba hasta por las piernas, se acercó a mi oído y me dijo.

Señor: Mira que bien… Resulta que me he encontrado con una zorrita…. Llevas el coño todo lleno de semen, que pasa, que se te follan todos los amiguitos del cole?

Yo: Más o menos… dije yo con voz de colegiala.

Señor: Más? O Menos? Cuantos te han follado hoy?

Yo: Cuatro. Respondí con un dedo en la boca.

Señor: Pero aun no te han dejado satisfecha, verdad zorrita?

Todo esto me lo decía al iodo en voz baja para que no se enterara nadie del bus y al mismo tiempo ya tenía un dedo metido en mi coñito y otro en mi culo.

Señor: Uuuffff….  Que suave te entra todo y que bien lubricada vas de lefadas zorrita. Supongo que hoy no te viene ni de que te metan más dedos ni que te metan más polla, verdad zorrita?

Yo: No, me gusta mucho que me lo hagan y me gusta mucho sentir pollas por todos lados. Echando mi culito algo más para atrás y notar como me entraban esos dedos en su plenitud.

Señor: A si me gusta, así me gusta que sean las zorritas.

Con esto yo ya tenía dos dedos que se notaban súper gordos en mi coñito y otro en el culo, los novia de fuera a dentro lentamente pero con determinación. Me estaba gustando mucho, se notaba que tenía mucha más experiencia que los chicos y la verdad lo hacía muy bien.

Señor: Zorrita… Que es lo que quieres, que te siga dando dedo aquí en el bus hasta que se entere todo el mundo o prefieres que te de mi polla en un sitio más tranquilo.

Yo: Quiero polla!!    Joder…  que guarra soy, pensé, lo he dicho sin ni siquiera pensar, sin ni siquiera saber quién es ese tipo.

Señor: A si me gusta, aparte de zorra, eres lista. Prepárate que en dos paradas bajamos, yo tendré los dedos dentro de ti hasta entonces, justo antes de bajar de pondré un consolador en el culo, cuando bajemos te sacaré los dedos de tu coño, pero tu iras todo el rato con el culo lleno. Está claro?

Yo: Si, está claro, pero donde me vas a llevar?  Dije con un poco de miedo.

Señor: No te preocupes zorrita, aquí cerca vive un amigo mío, que encantado nos va a dejar estar en su casa, podrás estar tranquila y relajada y saciarte de polla todo lo que quieras y después te acompañaré al bus otra vez para que regreses a tu casa. Te parece bien?

Yo: Perfecto. Le respondí con voz entre cortada y sacando babas de la boca por la situación, el placer, las sensaciones, la calentura y el morbo.

Continuará……