Soy lo que se dice, una mujer grandota
Una salida nocturna con un final deseado... Las madres siempre tienen razón.
Soy lo que se dice, una mujer grandota
Pepa Flores estaba sola… Había pasado tanto tiempo desde que había estado con un hombre que apenas podía recordar cuándo fue.
A sus treinta y seis años, se podría decir que ya no era una joven… Su verdadero problema eran los 60 kg que había ganado en los últimos diez años… Ahora la bascula le marcaba 125 kg.
Mientras acumulaba grasa, su vida social se había ido a pique, y si bien había sido una mujer bastante atractiva, su apetito por los alimentos ricos en calorías la había convertido en una vaca gorda.
Sus tetas eran enormes, pero también lo eran sus caderas y piernas, y no había demasiados hombres interesados en una chica de su tamaño y aspecto… Su vida amorosa se limitaba a su vibrador y unas visitas a páginas videocam con lasque se desfogaba periódicamente.
Aunque sabía que no tenía esperanza, había decidido que esa noche de sábado no se quedaría en casa… Iba a salir a cenar y a tomar unas copas en el bar, aunque fuera sóla.
Su madre había estado durante meses diciéndole que saliera pues al menos podría conocer a alguien... Ella siempre le decía:
- "¡En tu casa, nunca lo encontrarás!"
Así que esa noche fue la elegida para salir… Mirándose en el espejo antes de irse, Lois negó con la cabeza una vez más no estando de acuerdo con su cuerpo, pero se dirigió a la puerta y salió.
Había leído acerca de un nuevo restaurante italiano que acababa de abrir y decidió probarlo… Cuando entró por la puerta principal pudo ver que muchas personas estaban esperando en la fila para conseguir una mesa, así que dio su nombre a la encargada y entró en el bar para matar la espera de media hora hasta que le dieran su mesa.
Sentándose en el taburete de la barra, pidió una cerveza y se puso a ver el partido de fútbol que retransmitían por el televisor del bar… Estando en todo ello apenas notó cuando un hombre la golpeó en el brazo y le preguntó si alguien estaba usando el asiento vacío que había al lado de ella… Negando con la cabeza, le dijo:
- "Puede sentarse… Nadie lo está usando".
Ella continuó mirando la tele y no prestó mucha atención cuando el hombre se sentó y pidió su bebida… Fue sólo cuando él le preguntó:
- "¿Quién está ganando?"
Ella, le contestó:
"Creo que el Sevilla", respondió, girando la cabeza para mirarlo… - "Realmente no estoy prestando mucha atención al futbol… Sólo estoy esperando mi mesa en el lado del restaurante que va a tardar una buena media hora, todavía."
"Oiga", le dijo… "Si vá a cenar sola, ¿por qué no cenamos juntos… Para que sirve tomar dos mesas en una noche tan concurrida?"
Al darle una vuelta rápida, Lois pensó, ¿por qué no?, y le dijo:
- "¡Claro… Esa sería buena idea!"
Durante la siguiente media hora, los dos hablaron de sus trabajos y de todas las otras conversaciones triviales que intercambian nuevos conocidos.
La cena parecía pasar volando, y Lois lamentaba que su noche con Tonyy, ese era su nombre, estuviera llegando a su fin.
Tony recogió la factura, la pagó y dijo:
"¡Estás invitada!"
Saliendo al aire fresco de la noche… Lola esperaba que Tony se despidiera y se fuera, pero eso no sucedió… En lugar de eso, escuchó:
- "Caminemos un rato y dejemos que la cena se asiente un poco, ¿te parece bien?"
Ofreciendo a Lola su brazo, ella lo tomó… Formaban una pareja un tanto descompasada.. Lola era grande e imponente, mientras que Tony era bajito y flaco… Ella respondió:
- "¡Caminar un rato estaría bien!"
Paseando del brazo, mirando los escaparates de las tiendas, los dos disfrutaban de la compañía del otro... Lola no quería asustar a Tony porque realmente le gustaba, pero decidió que era hora de arriesgarse… Y ella le preguntó:
"¿Qué tal si vienes a mi casa para tomar una copa?"… Lola contuvo el aliento, esperando lo que parecieron horas hasta que él respondió:
"¡Podría tomar una copa de vino, si tienes!"… Veinte minutos después, estaban subiendo en el ascensor hasta el apartamento de Lola.
Mientras Lola preparaba las bebidas, Tony vagó por la sala de estar revisando el lugar… Lola entró y lo encontró encendiendo el equipo de música estéreo.
"¿Qué tal algo de música?", preguntó.
"Buena idea", respondió ella… Y metió un CD de Julio Iglesias y presionó el botón de reproducción… Ambos se acomodaron en el sofá con Julio canturreando detrás de ellos.
Lola estaba sintiendo ahora el efecto de todo el licor que había consumido esa noche, ya que su coño estaba empapado y su clítoris se había endurecido en anticipación a un posible orgasmo… Hacia tanto tiempo a que ella estaba sexualmente al borde de un orgasmo, que sólo con un pequeño empujón, lo alcanzaría.
Ese empujón llegó cuando Tony puso su mano en su grueso muslo… Lola se volvió para mirar a Tony, se inclinó y lo besó en la boca… Tony no se cortó y respondió rápidamente devolviéndole el beso e incluso metiendo su lengua en la boca abierta de Lola.
Respirando entrecortadamente, Lola se apartó y le preguntó:
- "¿Te gustaría chupar esto?", le dijo mientras abría la parte superior de su vestido enseñándole su sostén lleno de la carne de sus senos.
Tony, con manos decididas, palpó las enormes tetas de Lola a través de la tela de su sujetador.
- "Me encantan las tetas grandes", le susurró roncamente al oído.
Al oír eso, Lola se levantó, se quitó el vestido y se paró frente a él con sujetador, bragas y pantimedias… Tony nunca había visto una mujer tan grande debajo de él y estaba paralizado de asombro.
Lola se llevó la mano a la espalda y desabrochó los cierres del sujetador, que se desprendió y dejó al descubierto sus pechos, lo que hizo que Tony respirara acelerado y mirara las enormes ubres a pocos centímetros de su cara... Lola cogió su cabeza y tiró de ella hacia su pezón.
- "Chupa los pezones de mamá… Sé un buen chico y haz que mamá se sienta bien."
Tony probó, pero sólo pudo coger en su boca una porción muy pequeña del enorme pezón que le ofrecía Lola... Estaba a punto de ser asfixiado por una montaña de carne de teta, pero no le importó.
A estas alturas, el clítoris de Lola se estaba volviendo muy impaciente, y sintió la increíble necesidad de mostrarle a Tony su coño.
Alejándose sólo un minuto, Lola se quitó las pantimedias y las bragas, y, por primera vez en años, quedó desnuda frente a un hombre.
A pesar de que ella tenía rollos de grasa, podía sentir que Tony no estaba para nada repelido por su apariencia… Y que estaba excitado por su gran tamaño.
Volvió a sentarse en el sofá y le dijo:
- "Me desnudé para ti… Ahora desnúdate para mí, ¿de acuerdo?"
Tony fue quitándose lentamente la ropa frente a Lola, una completa desconocida para él... Cuando estaba sólo en calzoncillos, Lola pudo ver la marca de su polla atrapada dentro.
- "Déjame a mí", le dijo… Acercó sus manos y se los bajó.
Para su asombro total, Tony tenía la polla más grande que había tenido en sus manos, en su vida… Por lo menos mediría 18 cm de largo y era muy gruesa… La tenía tiesa formando un ángulo de cuarenta y cinco grados hacia arriba… Una gota de líquido preseminal colgaba de la pequeña hendidura en el extremo de su polla.
Lola, se inclinó y la lamió… Después de haber probado esa polla tan grande, Lola ahora quería comerlo… Y ella abrió la boca y dejó que la suave cabeza del glande, se deslizara en su boca hambrienta.
" Dios, esto sabe bien ", pensó, mientras movía la cabeza hacia arriba y hacia abajo, lamiendo y chupando todo el tronco de la polla de Tony... Éste estaba tranquilamente de pié frente a ella, permitiéndole que se saciara de su polla.
Lola nunca había dejado que nadie se corriera en su boca, pero ahora estaba en un frenesí sexual y en lo único que podía pensar era en ordeñar el enorme pollón en su garganta hambrienta.
Casi sin previo aviso, su boca se inundó con un torrente de esperma caliente… Lola bebió con avidez mientras Tony soltó un gemido cuando su pene se clavó profundamente en la boca de la gorda.
"Gracias, gracias", fue todo lo que dijo Lola mientras lamía y chupaba su polla de su semen, dejándola totalmente limpia.
"Ahora es mi turno", le dijo Tony, mientras caía de rodillas entre los enormes muslos de Lola… Suavemente, le separó sus piernas.
Tony vio la enorme maraña de pelo mojados a lo largo de su hendidura… Y justo en el medio de esta jungla púbica sobresalía una cabecita rosada, el clitoris, pidiendo atención.
La emoción de Lola ahora palpitaba de lujuria y Tony la excitó aún más cuando pasó la lengua por su resbaladizo clitoris… Lola gimió fuerte y largo mientras Tony movía su lengua hacia arriba y hacia abajo por sus labios vaginales, calientes.
- "¡Ataca mi clítoris", suplicó… "Por favor, cómeme mi clítoris!"
Tony se rió entre dientes, pero se tiro sobre su objetivo con renovado fervor… La gran mujer ahora estaba completamente bajo su control, y él tenía la intención de hacer lo que quisiera con ella.
Mientras esa lengua permanezca en su clítoris, a Lola no le importaba nada… Este fue su primer orgasmo sexual oral en más de ocho años y fue tremendo provocándole una oleada de tembleques provocando que ella abrazara con sus piernas la cabeza de Tony, mientras contenía la respiración… Tony la terminó con una serie de lamidas directamente sobre su clítoris.
Cuando se orgasmo pasó, ella soltó su agarre sobre él mientras yacía agotada… Totalmente agotada.
Varios minutos después, Lola volvió a la realidad cuando sintió algo duro contra la abertura de su vagina… Tony se estaba preparando para follarla.
Cambió su posición para darle a Tony un mejor ángulo de entrada y luego sintió como éste deslizó lentamente su gran miembro en su coño… Cuando finalmente lo tuvo todo metido dentro, Lola tuvo otro orgasmo ya que su coño nunca había sido estirado así… Y era maravilloso tener su coño lleno de este pollón.
Tony bajó la vista para ver el enorme coño que tenía debajo de él, y su erección parecía hacerse aún más intensa… Y mientras se movía dentro y fuera del coño de Lola, se inclinó y tomó un gran pezón en su boca.
Lola no podía creer todo lo que su cuerpo estaba pasando disfrutando… Su coño estaba indefenso frente al ataque masivo que Tony había desatado sobre él… Fue una invasión total, pero maravilllosa… Ambos estaban más allá del punto de no retorno… Con los dientes apretados Lola le suplicó que la follara más rápido.
Al escuchar eso, Tony golpeó su coño aún más fuerte, y en cuestión de segundos de la gran polla estaba saliendo chorros de semen que tiraba dentro del coño de Lola, a la vez que ambos emitían gritos de placer retumbando por toda la habitación… En respuesta a la corrida de Tony, Lola estalló en su tercer orgasmo devastador.
Al cabo de un par de minutos, Tony le dijo:
- “Éste es el mejor polvo que he tenido… Y no estoy bromeando, Lola"
. "Yo también", respondió Lola, mientras acariciaba su cabeza, sosteniéndola contra su pecho.
Mientras yacían en silencio juntos, saboreando el momento, Lola pensó que ahora tenía algo que decirle a su madre: “ Tenías razón, mamá… Salir me fue muy bien… Y repetire, seguro, seguro .”
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