Soy lizette, me confundieron en el metro

Mis quijadas se forzaron al máximo y la punta de aquel pedazo de carne me llego hasta las anginas, sentía que me asfixiaba, así que solo trate de respirar por la nariz y comencé a mover mi lengua, el calor de aquella verga era tremendo

Salimos del centro comercial y antes de abordar el metro mi esposo me comenzó a decir,

-sabes Lizette, verte probándote toda esa ropa me puso algo caliente, que te parece si hacemos alguna locura,

Sabía bien lo que mi esposo quería y por qué no complacerlo, solo que el lugar por ser día festivo estaba bastante solo,

-bueno, pero no hay mucha gente,

-no te preocupes, en el metro no faltará quien se quiera acercar a ti y más con esa faldita tan corta que llevas,

Le dije que estaba bien y entramos a la estación, pasamos la zona de torniquetes y llegamos al andén, las únicas personas que había a esa hora eran señores grandes y familias, pero mi esposo no se desanima tan fácil y aún así me dijo,

-ahorita que subamos seguramente habrá lugares, yo me voy a sentar un poco alejado de ti y algún morboso se te acercará, tú solo preocúpate de parar bien las nalgas,

cuando el metro llegó nos subimos y el se fue a sentar hasta en medio y yo me quedé casi en la entrada, las puertas cerraron y el vagón comenzó a moverse, yo estaba entre nerviosa y excitada, igual me podía tocar algún viejo caliente o un joven impetuoso, segundos después llegamos a la siguiente estación, las puertas se abrieron pero solo entro un joven como de unos 20 años y no tenía facha de ser un morboso, se acomodo tras de mi y las puertas volvieron a cerrarse, me mantuve en el mismo lugar y me sujete fuertemente de los tubos, voltee a ver a mi esposo disimuladamente y pude ver qué se había puesto las bolsas sobre sus piernas y tenía su mano bajo de ellas, era más que obvio que se venía tocando por encima de la ropa, pero eso también me hizo pensar que el hombre que se había acomodado tras de mí me venía mirando, así que junte más mis piernas tratando de que mis nalgas sobresalieran, el metro continuó su marcha y entramos a un túnel y de un segundo a otro el metro hizo un extraño ruido y nos detuvimos de golpe, las luces se apagaron y eso me puso bastante nerviosa, de nuevo voltee a ver a mi esposo y el estaba igual o más sorprendido que yo, pero no hizo ningún movimiento y yo decidí esperar, a los pocos segundos el vagón comenzó a moverse, pensé que ya todo iba a volver a la normalidad, pero de nuevo se detuvo, pero ahora fue de golpe y por más que me intenté sujetar me fui de espaldas cayendo sobre las piernas de aquel extraño, eso sobresalto a mi esposo más que a mí, pero de nuevo no hizo nada, yo rápidamente intenté levantarme pero otro jalón me lo impidió y aquel joven me dijo,

-mejor siéntese por qué se puede caer,

Yo jale aire y con voz entrecortada le dije,

-estee...si...es mejor,

Me resbale en las piernas de aquel joven hasta quedar en el asiento frente a el y con el movimiento la falda se me subió aún más, casi al grado que mis piernas quedaron completamente al descubierto, y aquel joven se dio cuenta de eso,

-su falda no le ayuda mucho verdad,

-si que pena,

-no se preocupe, es un placer verla,

Giré rápidamente la cabeza hacia atrás y a pesar de que estábamos casi en total oscuridad, pude ver qué mi esposo estaba sonriendo, me volví a acomodar y trate de calmarme, pero rápidamente me di cuenta que el chico no dejaba de mirarme las piernas, de nuevo intenté bajarme más la falda y aquel joven me preguntó,

-usted es de las chicas que trabaja en la siguiente estación verdad,

Su pregunta me extraño bastante, a qué se refería, con la siguiente estación, pero después de unos instantes reaccione, el joven me estaba confundiendo con una prostituta, así que solo le contesté,

-este…si,

Aquel joven sonrió y me dijo,

-¿cuanto por tocarle las piernas?

La pregunta tan directa me desconcertó un poco, pero después de todo, eso era lo que buscábamos, una aventura,

-mhhh...que te parece 50 pesos,

-claro,

Aquel joven se reclino un poco y posó sus dos manos en mis piernas, al principio me sobresalté, pero deje que continuara, sus manos comenzaron a subir lentamente por mis piernas y sentía como sus dedos se enterraban en mi piel, sus manos continuaron subiendo hasta que se metieron bajo mi falda y sujetaron fuertemente mis caderas,

-waoooww…es de las mejores chicas que e visto, ¿en que esquina se para? me gustaría visitarla mas seguido,

No supe que contestarle, así que lo primero que se me ocurrió fue,

-eee..Este, en varias esquinas,

Sus manos comenzaron a apretarme mas y mas fuerte mis caderas, yo solo deseaba que la luz no se encendiera o que el tren continuara su marcha, así que para apresurar las cosas le dije,

-¿solo deseas tocarme?

El joven sin dejar de manosearme contesto,

-bueno, un poco de sexo oral estaría bien, el tipo de atrás no creo que se moleste,

-¿quieres sexo oral?

-si, cuanto por una mamadita,

Eso de verdad iba más allá de toda la fantasía, pero aun así decidí aceptar,

-claro, por que no,

Aquel joven retiro sus manos y se deslizo un poco en el asiento y se bajo el cierre y de un instante a otro dejo salir una verga bastante grande, inclusive era mas grande que la de mi esposo, me le quede viendo fijamente y aquel joven me dijo,

.podrías apresurarte, no quiero perder mi dinero,

Me quede estática al escuchar las palabras de aquel joven, había aceptado chuparsela a un desconocido en un vagón del metro y no había marcha atrás,

-podrías apurarte, las luces pueden volver en cualquier momento,

Lentamente me fui deslizando en el asiento hasta quedar hincada frente a aquella verga que se blandía frente a mi rostro, lentamente lleve mi mano hasta aquel pedazo de carne y comencé a frotarlo, aquel joven sin perder tiempo me sujeto por la nuca y jalo mi cabeza hacia el y yo por puro instinto abrí mi boca y en segundos tenia aquella verga dentro de mi, de inmediato un sabor agrio inundo mi garganta, intente levantar mi cabeza pero aquel joven me lo impidió y me jalo mas hacia el mientras me decía,

-vamos, de prisa,

Mis quijadas se forzaron al máximo y la punta de aquel pedazo de carne me llego hasta las anginas, sentía que me asfixiaba, así que solo trate de respirar por la nariz y comencé a mover mi lengua, el calor de aquella verga era tremendo, mi lengua sentía como sus venas palpitaban y cada instante que pasaba aquello crecía mas y mas dentro de mi boca, por unos instantes deje de escuchar el ruido del vagón y me concentre en aquel pedazo de carne, comencé a pasar mi lengua de arriba hacia abajo, y aquel joven comenzó a mover mi cabeza de un lado a otro, prácticamente el me movía hacia donde el quería, sentía como algunos vellos pubicos se metían en mi nariz y mi boca se inundaba mas y mas de una mezcla de mi saliva con sus fluidos,

-siii…así…que rica lengua tienes, sigue moviéndola, no te detengas,

Seguí haciendo caso a sus peticiones, mi lengua subía y bajaba y su mano no dejaba de empujar mi cabeza, aquel pedazo de carne comenzó a crecer y a palpitar tremendamente obligándome a hacer horcadas, hasta que de un momento a otro me jalo fuertemente hacia el y comencé a sentir como su semen inundaba mi boca, comencé a jalar aire por la nariz y lentamente fui tragando aquella mezcla caliente y pegajosa, de un momento a otro el al fin me soltó y rápidamente me levante y justo en ese momento el tren comenzó a moverse, busque a mi esposo con la mirada y me di cuenta que se habia pasado a los asientos de a un lado, el joven saco su cartera yme dio un billete de a cien pesos y segundos después llegamos a la estacion y el joven salio corriendo, rapidamente me limpie los restos de semen que tenia en los labios y me fui a entar junto a mi esposo,

-¿cuanto le cobraste?

Le enseñe el billete y el solo comenzo a reir,

continuara......