Soy la puta de mi primo 2

Relato del segundo dia que me folla mi primo

Recibí muchos mensajes a mi correo por el último relato junto a mi primo, se los agradezco mucho. Ahora se viene la segunda parte, el segundo día.

La primera noche que pasé enjaulada fue algo extraña, me acosté ese día cansadísima con un plug en la colita y enjaulada, comencé a escribir el relato anterior pero el sueño me ganó. Me quedé dormida pensando en las cosas que hice aquel día.

A la mañana siguiente desperté temprano, eran las 6.30 am y mi tío aún no se iba a trabajar, mi pene quiso despertar como todas las mañanas, pero no pudo, me sentí extraña, aunque algo excitada. Cuando logré dominar la extraña sensación de mi pene pude sentir como palpitaba mi ano que estuvo toda la noche con un juguete dentro.

Así estuve jugando con mis sensaciones cerca de media hora hasta que sentí que mi tío se fue pasadas las 7am. Me levanté rápidamente y me fui a la ducha con todo lo necesario.

Me repasé completamente la depilación, me limpié muy bien en culo, me volví a pintar las uñas de las manos negras y nuevamente me maquillé un poco.

Salí del baño con mis tacos altos, mi pene enjaulado sin fecha de liberación aún, el plug nuevamente dentro mío y afirmado por un colaless rojo.  Me puse un short de mezclilla (jeans) que ni siquiera tapaba mis nalgas. En la parte de arriba me puse un peto pequeñito blanco y apretadito en el que se marcaban mis pequeños pezones.

Además, a la peluca le hice 2 trenzas largas, me puse un labial fucsia, me puse aros de argolla grande, algunos anillos y perfume.

A eso de las 8 am ya estaba completamente transformada, deseosa de ser dominada, penetrada, abusada, utilizada, etc. Desayuné algo liviano y rápido, luego preparé el desayuno para mi hombre mientras se duchaba. Cuando salió del baño, su desayuno estaba servido en la mesa al igual que yo.

“X” (seguiré nombrándolo así) se sentó a desayunar mientras me decía lo puta que me veía, mientras yo me contorneaba frente a sus ojos para calentarlo. No pasó ni siquiera un minuto cuando me ordenó que me agachara bajo la mesa para hacerle una mamada matutina.

Sin esperar que pasara mas tiempo me metí bajo la mesa y me encontré con su pene ya afuera y duro como piedra esperando por desaparecer dentro de mi boca. Comencé pasando mi lengua por su glande, baje por su tronco y termine con sus bolas dentro de mi boca mientras con ambas manos lo masturbaba.  Lo acariciaba con lujuria, con amor, con deseo. Lo recorrí completo con la lengua y mis labios una y otra vez para luego hacerlo entrar hasta mi garganta y aguantar lo más posible antes de necesitar respirar. Estaba algo mareada, seguramente por la falta de oxigeno constante mientras hacia sexo oral.

Cuando metí su pene hasta el fondo la última vez “X” bajó ambas manos y me sujetó con fuerza la cabeza contra su pene. Oí sus gemidos, sentí latir su pene dentro de mi boca, intenté acomodarme para poder respirar, pero no me dejó. Y sentí como se corrió en mi garganta, no podía hacer otra cosa que tragar todo para no ahogarme más. Necesitaba respirar urgente, pero “X” no me soltaba hasta que me dijo:

-          Hoy día serás más que mi sumisa, serás mi esclava.

Y por fin me soltó, al salir su pene salió una gran cantidad de saliva mezclada con semen que recorrió mi boca y cayó por mi pecho haciendo translucir mis pezones en la tela blanca de mi peto.

“X” se levantó de la mesa y me dijo que me esperaba afuera de la casa, en la terraza. Me quede bajo la mesa en la misma posición recuperando el aire.

(La parte trasera de la casa tiene una terraza con una típica mesa redonda y algunas sillas alrededor, al estar la casa en el campo, a unos 2 km de la carretera no hay vecinos cercanos por lo que hay libertad de acción en toda la casa y algunos sectores del patio).

“X” me esperaba con un caño de marihuana listo para fumar en la terraza, me senté a su lado y conversamos mientras fumábamos. Dijo que quería amarrarme y mantenerme en castidad hasta que se fuera a Santiago (unos 3 a 4 días). Yo que hervía de caliente y de ganas de ser follada le dije que hiciera conmigo lo que quisiera sin siquiera preguntarme.

Una vez fumado el caño de hierba mi cabeza daba vueltas y la calentura aumentaba cada vez más, “X” me tomó con fuerza de un brazo y me tironeó hasta el comedor nuevamente. Me besó apasionadamente mientras agarraba mis nalgas y me apretaba contra su cuerpo.

Me apoyó en la mesa y comenzó a nalguearme como nunca lo había hecho nadie, solamente sentía dolor y un ador cada vez más fuerte en el culo. Le rogaba que se detuviera, pero hizo caso omiso a mis quejidos y continúo golpeándome el culo hasta que le dolieron las manos.

Me tironeó nuevamente del brazo hasta la habitación suya, me tiró a la cama y me ordenó desvestirme rápidamente. No había mucha ropa que quitar así que en un minuto quedé desnuda a excepción de los tacos que me los dejé puestos. Instintivamente me puse en 4 sobre la cama y con la cola lo mas levantada posible dispuesta a todo.

Pensé que sentiría su rico pene entrar hasta el fondo con fuerza abriendo todo a su paso, pero no. Sentí sus manos abrir mis nalgas y su lengua recorrer todo mi ano de manera desesperada, mis gemidos no se hicieron esperar, estaba ardiendo de la calentura, deseaba que me lo metiera lo antes posible. Escupió por ultima vez en la entrada de mi ano y cambió la punta de su lengua por la punta de su verga que entró hasta el fondo de una sola vez y lo dejó ahí dentro. Cada vez empujaba más, era como si quisiera atravesarme con su pene.

Me giró, puso mis piernas en sus hombros y continúo follándome salvajemente, mi enjaulado pene rebotaba por sus duras embestidas y sentía que me explotaba. Sin dejar de darme en esa posición comenzó a jugar con mis pequeños pezones que rápidamente se pusieron duros, el placer sólo iba en aumento y yo cada vez estaba mas entregada a la voluntad de mi primo. Gemía sin parar dejándome llevar, tanto así que mientras me culiaba en esa posición dejé que me diera cachetadas, escupitajos y que me ahorcara fuertemente.

Sin sacar su pene, saco mis piernas de sus hombros y las separó lo mas que pudo y volvió a follarme a buen ritmo, su cuerpo chochando con el mío se oía fuerte dentro de esa pieza, volvió a apretarme el cuello mientras me miraba fijo a los ojos y comenzaba a gemir. Yo le correspondía con más gemidos y pidiéndole que me llenara el culo de leche, que por favor me preñara para volver a sentir esa sensación tan rica de cuando te llenan.

Yo también quería correrme, no pude, pero el orgasmo que tuve mientras “X” se descargaba dentro mío fue de lo más delicioso que he sentido. Luego sacó su pene y me lo puso en la boca para ser limpiada a lo que respondí con una deliciosa mamada hasta limpiar todo rastro de semen. Por otro lado, sentía como brotaba la leche desde mi culo sin poder contenerla.

“X” comenzó a meter su pene en mi culo 1 o 2 veces y luego a mi boca para ser limpiado una y otra vez, sin parar. Yo estaba entregada a ese placer que me embriagaba y solamente quería disfrutarlo. Continuamos así hasta que se corrió una segunda vez, en esta ocasión fue en mi boca y me tragué todo sin desperdiciar una sola gota.

Me quedé tendida unos 20 minutos en su cama, después de la sesión de sexo que tuvimos quede agotada, y aún me quedaban hacer algunas tareas de la casa. Una vez terminadas todas mis labores de la casa y de la puta que soy me fui a duchar y a cambiar de ropa.

Los otros dos días fueron similares hasta que mi primo se fue, por lo que no los escribiré ya que sería mas de lo mismo.

Quiero agradecer por este medio a los seguidores que me han aportado, ha sido de mucha ayuda.