Soy la puta de mi padre

Desde esa primera reunión con mi padre fueron unos días muy intensos con expectativas nuevas para mí, esa reunión pienso ha marcado el resto de mi vida y pienso que mucho tiene la culpa cómo soy y cómo vivo mi sexualidad y disfruto de mi cuerpo.

esta es una foto mia para que me conozcan, soy maestra de preescolar

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Hola a todos, quiero contarles lo que paso con mi papa un dia que quedamos de vernos después de la sorpresa que nos dio mi suegro al habernos reunido, tengo que decirles que a mi padre lo deje de ver cuando tenía 5 años, cuando mis padres decidieron separarse.

Después de eso mi familia estuvo compuesta por mi madre, un medio hermano, como se darán cuenta mi madre que yo sepa no volvió a tener pareja, cosa que nunca me importo. Mi madre nunca me volvió a hablar de quien era mi padre a pesar de que le insistí algunas veces.

Cuando cumplí 18 años mi madre me contó su versión de los hechos por los cuales se separaron, ella me dijo que decidió quedarse sola y educarme sola y no quería recibir nada de mi padre, cosa que hizo, así la última vez que lo pude ver fue a en su casa cuando yo apenas tenía 5 años, el realmente tampoco me busco y no volví a saber nada de él. En definitiva ni mi madre ni mi padre, se volvieron a buscar.

Yo sabía el nombre y el apellido por mi acta de nacimiento y había una dirección la cual nunca investigue si era donde vivía.

Unos meses antes de que mi suegro me reuniera con él, en una de las reuniones con sus amigos, mi suegro me pidió una copia de mi acta de nacimiento para un trámite que debía hacer, pero después supe que aprovecho para investigar el domicilio de mi papa y buscarlo, mi suegro finalmente organizo una reunión con enrique mi padre y con migo, como es su costumbre ofreciéndome como una prostituta, ya estando ahí ninguno de los dos sabía quién era en realidad el otro, solo nos dedicamos, yo a ser una prostituta contratada por mi suegro para sus amigos y mi padre un cliente como cualquier otro, hasta que después de un rato de estar cogiendo salvajemente, mi suegro le dijo a enrique que en realidad se estaba cogiendo a su hija y a mí que enrique era mi padre al que no veía desde los 5 años.

Al terminar esa noche los dos nos despedimos y sin decirnos mucho después de la sesión de sexo salvaje que habíamos tenido, quedamos en hablarnos para platicar y saber más cada uno del otro.

al día siguiente mi padre me llamo y me dijo que le gustaría verme para platicar y si yo quería volver a repetir la noche que tuvimos, yo le dije que por la noche solo podía usar de pretexto salir con mi suegro, eso para no levantar sospechas con mi marido, pero si quería podíamos vernos durante el día, yo podría pedir el día en el trabajo y así estar con él desde la mañana hasta las 6 de la tarde que normalmente es la hora en que llego a mi casa, el accedió y quedamos de vernos unos días después el me pidió que por el momento solo lo llamara enrique, y así lo he hecho, las llamadas continuaron los siguientes días para decirme lo mucho que quería conocerme y realmente tener más encuentros conmigo, y esperaba con ansias poder reunirse conmigo.

Desde esa primera reunión con mi padre fueron unos días muy intensos con expectativas nuevas para mí, esa reunión pienso ha marcado el resto de mi vida y pienso que mucho tiene la culpa cómo soy y cómo vivo mi sexualidad y disfruto de mi cuerpo.

llegado el día para estar mi padre, enrique y yo solos, quedamos de vernos en el hotel Huatulco que esta sobre la av. Ignacio Zaragoza, cerca del metro canal de san juan, por cierto cerca de la guardería donde trabajo. Al llegar y ya dentro de la habitación, tuvimos una pequeña plática, donde le platique que me dedicaba a ser maestra de kínder, e incluso trabajaba a unas calles del hotel, que estoy casada y tengo una hija. por su parte él me dijo que se casó y tiene 3 hijos, medios hermanos míos, me conto sobre su trabajo y termino preguntándome como había terminado teniendo sexo con desconocidos, le conté como he tenido varias parejas que disfrutan de exhibirme en lugares públicos y compartirme con amigos de ellos o desconocidos incluso verme tener sexo con varios hombres a la vez, también de como por ser tan abierta respecto al sexo me ha puesto en situaciones en las que han abusado varios hombres a la vez de mí en varias ocasiones, y por último que he llegado a disfrutar como mi suegro organiza fiestas siendo yo la única mujer atendiendo a varios hombres.

Le conté como ya la mayoría en la colonia donde vivo conoce las historias de las fiestas en las que he estado y con algunos he tenido sexo varias veces en cualquier sitio donde me ha llevado mi suegro. Organizando varias fiestas que terminaban en orgias donde disfrute mucho, pero cuidando que alguno de mis vecinos no llegaren a sospechar algo y le cuenten a mi esposo.

Mi padre me hizo unos regalitos ese día, me regalo un par de disfraces de puta. Ya me había preguntado mis medidas anteriormente y ese día me dio zapatillas de tacones altos y plataformas, un traje de licra ajustado con el que fácilmente podía tener las tetas al aire, una falda y un top y tangas pequeñas. Inmediatamente después de eso me metí en el baño y me puse el trajecito de licra, Cuando me vi con él en el espejo del baño me excité tanto que antes de salir me senté sobre el pc y comencé a tocarme allí mismo. Enrique, que estaba esperando en la habitación, debió de escuchar mis gemidos, porque cuando me di cuenta tenía su verga delante de mi boca. Sin dejar de meterme dos dedos en la vagina comencé a mamársela y escuche como enrique me decía:

-“en verdad tengo una hija que es prostituta. No pudiste esperar a salir a la habitación para que te cogiera, ¿eh?”.

Enrique cada vez me decía cosas más fuertes y cada vez me ponían más caliente. Me usaba para su disfrute y yo encantada de la vida, ya que estoy convencida de que yo disfrutaba más que él de la situación.

Seguí mamándosela hasta que la tuvo bien dura y entonces me levanté y me apoyé sobre el lavabo, poniendo mi culo frente a él. Podía ver mi cara reflejada en el espejo y la mirada de él, bufaba como toro y pensé que el disfraz me hacía justicia. No tardé en notar como enrique se ponía detrás de mí y me metía de golpe su verga por la vagina. Enrique ya había aprendido cuando estaba lo suficientemente excitada como para podérmela meter sin contemplaciones.

Con cada embestida yo habría cada vez más los ojos y me volvía a mirar en el espejo. Ahí estaba yo, vestida como una puta, jadeando como una perra, con la verga de mi padre cogiéndome y con sus manos jugaba con mi clítoris… ¿disfrutaba de la situación y qué más podía pedir?

Enrique paró, sacó de mi vagina su verga y se sentó sobre el W.C. Yo lo miraba a través del espejo sin girarme. La había sacado en el mejor momento, cuando estaba a punto de venirme, y él lo sabía… giré la cabeza y vi cómo se estaba masturbando lentamente… Me provocaba. Sabía que deseaba su verga dentro de mí vagina y me la mostraba en todo su esplendor. Fui hacía él, me coloque de espalda y me senté sobre sus piernas. Él se agarró su verga y me la metió de nuevo.

Quería que me cogiera así, quería seguir viéndome en el espejo y ver su cara mientras me cogía, ver mi cuerpo desnudo sobre el suyo, ver como su verga entraba y salía de mi vagina empapada, como mis tetas rebotaban o como mi cara se retorcía de placer cada vez que me la metía. Me sentía aún más puta, su puta, la puta de mi padre y él lo disfrutaba.

Cada vez estaba más excitada y cada vez estaba más cerca de venirme. Él acercó sus labios a mi oído y me susurró:

-“te está gustando mi putita, porque vas a tener varias vergas para ti sola. Espero te guste y que no me dejes en mal, porque invite a unos conocidos”

Si no fuera porque cuando me lo dijo ya empezaba a venirme, creo que ya no lo habría hecho porque me sentó como un jarro de agua fría. No estaba segura de entender lo que me acababa de decir. ¿Me quería compartir con otro hombre? No me lo terminaba de creer, era la segunda vez que lo veía después de tantos años y ya quería compartirme con sus amigos, y no por el hecho de hacer un trío, idea que me encantaba, sino porque hasta ese momento habían pasado más de 30 años de no haberlo visto, todo lo que estaba pasando ese día era nuestro secreto e involucrar a otra persona era como darle el poder de hacer con migo lo que él quisiera.

Me levanté sudorosa de su verga sin decir nada y me quede mirándome en el espejo. La cabeza me daba vueltas. No sabía cuáles eran los planes de enrique, y aunque hasta ese momento él ya que sólo me había proporcionado placer y morbo, no sabía si estaba dispuesta a dejar que llevara a otros hombres para cogerme.

Cuando salí del baño enrique ya no estaba en la habitación. Me imaginé que había ido a comprar algo, así que me recosté en la mi cama, había tenido mucho trabajo últimamente y apenas había dormido, en los últimos días. Estaba cansada. Por no Haber dormido bien en los últimos días.

Reaccione con un ruido. Me pareció que era la puerta de la habitación al cerrarse. Imagine que era enrique que había llegado pero no quise de averiguarlo y me volví a recostar. Cuando nuevamente reaccione, noté que había solo había estado así unos minutos. No había dormido mucho tiempo, pero eran aproximadamente las 12 del día, unos minutos después, más o menos 4 o 5. Escuché que tocaban la puerta y enrique abrió, lo escuche hablar con alguien. Intente oír todo y me di cuenta que estaba hablando con un amigo suyo, le decía que lo esperara afuera un momento, recordé lo que me había dicho en el baño, que ese día tendría varias vergas para mí…

Estuve un rato pensando en todo lo ocurrido antes de levantarme. Cuando ambos entraron en la habitación vi como enrique estaba sentado en el sofá platicando con un hombre que no conocía, Cuando se dieron cuenta que me había levantado, mi papa, me llamó y al acercarme a él me hizo sentarme de lado sobre él. Me dio un beso en la mejilla y me dijo:

-“Cielo, voy a ir a comprar algo ya llego un amigo, él sabe que eres una prostituta, así quiero que te comportes, a él lo conozco de la infancia y considero su amistad muy especial. Quiero que lo trates como me has tratado a mí. Quiero que tomemos unos tragos y luego ya veremos qué hacemos. Pero quiero que seas muy complaciente con él y que le hagas caso en todo lo que te ordene. Mientras regresamos vete a arreglar y ponte algo de muy sexy. Quiero verte muy provocativa. Luego cuando regresemos quiero que prepares unas bebidas, vamos a ir a comprar unas botellas mientras te arreglas. ¿Lo has entendido mi niña?” me dijo.

Claro que si lo había entendido. Me había ofrecido con su amigo, yo sentía curiosidad por saber qué tan amigo era. No sabía nada de la vida que había tenido enrique y no conocía a los amigos que tenía, ni siquiera de oídas.

-“Si, lo he entendido. Haré todo lo que me pidas” le contesté.

-“No, mi cielo, no lo has entendido. Tienes que hacer todo lo que él o yo te digamos. Todo es todo. ¿Lo entendiste ahora?” me dijo.

Agaché la cabeza y asentí, pero enrique me tomo de la barbilla para levantármela y que lo viera a los ojos.

-“Quiero verte mientras nos obedeces” me dijo mientras me miraba a los ojos.

-yo totalmente sumisa le respondi. “Si papá, haré todo lo que tú o el me pidan”.

-“Bien, esa es mi chica, no esperaba menos de ti” me dijo.

No me quedaba otra que hacer caso de enrique así que me fui al baño para arreglarme. Sus órdenes habían sido claras: quería que fuera la prostituta que fui la noche en que nos reencontramos. Enrique quería lucirme esa noche y no le iba a fallar. Escojo otro atuendo de la ropa que enrique me regalo: una minifalda negra bien ajustada, un top rojo en el que se me marcaban los pezones al no llevar sujetador y que me hacía un buen escote, un tanga negro de encaje y unos zapatos de tacón. Además me recogí el pelo y me maquillé. Para los labios elegí un carmín rojo intenso. Una vez terminada me miré en el espejo. Era el mismo espejo en el que me había visto reflejada esa misma mañana vestida de puta pero ahora me sentí como la puta que he sido siempre incluso aún más puta en ese momento.

Después de unos minutos llegaron enrique y su amigo, mi padre se me quedó mirando y me dijo:

-“Sabía que no me defraudarías. Me dijo al oído si no tuviéramos visita te cogería aquí mismo pero me voy a contener un rato. Danos unas cervezas y sirve la botana… y mientras te voy a presentar a mi amigo” me dijo.

Asentí con la cabeza aunque él ya no me vio. Mientras les daba las cervezas comencé a pensar en las palabras de enrique. Él se mostraba muy seguro de cómo me iba a comportar. Me decía cosas como “sabía qué harías esto o lo otro”. Parecía conocerme mejor que yo misma y eso era lo que me daba seguridad para seguir adelante. Pero no estaba todavía muy convencida de que llevar a sus amigos esa tarde fuera buena idea, yo había pensado estar durante ese día sola con él.

Cuando comenzaron a hablar entre ellos pude ver por fin que tenían una larga historia juntos: se trataba de un hombre de unos 55 años, fornido, muy moreno de piel y aparentaba ser algo rudo. No recuerdo haberlo visto en infancia y después de ese día no lo he vuelto a ver. Aún es el día que no sé quién es. Estaba cerca de ellos. Hablaban de fútbol y de algunas aventuras que tuvieron, al ir por más cervezas dejaron de hablar para mirarme. Noté como el amigo de enrique me devoraba con la mirada. No se limitaba en mirarme el culo o las tetas, al punto de incomodarme. Cuando me incliné cerca de él para dejarle la cerveza sobre la mesa, me agarro con fuerza de la cintura y me sentó sobre sus piernas. Me deje llevar e inmediatamente miré a enrique para ver su reacción pero él lo alentaba.

-“Así que tú eres la noviecita de enrique, ¿eh? Si hubiera sabido antes que estabas tan buena habría pedido conocerte antes. Lo vamos a pasar bien, muy bien. Tu novio ya me ha dicho que eres prostituta”, me soltó y pude levantarme. ¿Mi novio? pensé que no quería que supiera que somos padre e hija, siendo tan amigos. Si era amigo de enrique desde la infancia, ¿el debería saber que enrique tiene una hija? ¿O quería darle la misma sorpresa que le dio mi suegro a el? me volví a sentar en una silla junto a ellos.

No tardamos mucho en estar los tres sentados en la mesa tomando. Ya me había tomado varias cervezas, comenzaba a sentirme mareada. Enrique tomaba con calma, sin duda estaba disfrutando de la situación. El amigo, tomaba las cervezas como si fueran agua… y a pesar de ello no dejaba de mirarme. Entre ellos hablaban de las novias que habían tenido, incluso el amigo le recordó a mi padre que tenía una hija, a la que no vio nunca.

Cuando se terminaron 3 six de cerveza, comencé a recoger las latas de la mesa, enrique me dijo que lo dejara y los acompañara. Enrique seguía sentado en el sillón y luego el amigo me sentó junto a él. Yo me quedé quieta esperando ver que hacia el amigo de enrique, pero enrique inmediatamente me dijo:

-“cielo no te sientes. Te quiero de rodillas enfrente de mí”, la tarde no había hecho más que empezar, eran cerca de la 1:30 pm.

Me arrodillé delante de él y enrique me tomo de la cabeza. Comenzó a restregármela sobre sus pantalones y pude notar como su verga se ponía cada vez más dura. De reojo pude ver como el amigo se tocaba por encima de la ropa y sonreía. Enrique se desabrocho el pantalón y se bajó los boxers. Su verga ya estaba libre y pidiendo ser succionada por mi boca. Enrique me miró y me dijo:

-“¿qué esperas puta, haz tu trabajo?”

Comencé a lamerla, cada vez con más ganas. Ya no pensaba en el hombre ni en lo que estaría haciendo. Me gustaba mamarle la verga a enrique, disfrutaba con ello casi tanto como sentir su verga dentro de mí. Y ahora lo estaba haciendo. Me la metí en la boca mientras jugaba con sus huevos. El ya gemía de placer y yo me subí la minifalda para tocarme la vagina. Éramos él y yo, como hasta ese momento…

Hasta que vi otra verga a unos centímetros de mi cara. Sorprendida dejé de mamársela a enrique y giré mi cabeza. Aquel hombre se había bajado los pantalones y se estaba masturbando con la escena al lado de mi cara Me quedé atónita, por la sorpresa y por el tamaño de su verga. He visto muy pocas de ese tamaño. Era enorme. No era sólo más larga que la de enrique si no también más gruesa. De lo sorprendida que estaba no reaccioné cuando aquel hombre me cogió de la cabeza y me la metió en la boca. Quedaba algo apretada en mis labios pero no le importó la saco y comenzó a restregármela por toda la cara. No podía hacer nada me frotaba su verga por toda la cara me daba pequeños golpes con su verga en la cara, y no podía hacer nada porque me tenía la cabeza bien agarrada.

-“no te hagas la santa delante de tu novio, él ya me ha dijo lo puta que eres que eres, que coges con varios al mismo tiempo y se las dejas bien limpias las vergas después de coger con ellos. Abre bien esa boquita quiero ver cómo te la tragas toda. No te preocupes Siempre entra. Así la irás conociendo para cuando te coja", me dijo el amigo mientras me metía su verga en la boca.

No pude resistir mamar esa verga hasta que escuche a enrique susurrarme al oído.

-“Virginia, no me vayas a dejar en mal. Abre esa boquita de puta que tienes y mámasela entera”.

No podía creer lo que enrique me estaba diciendo, realmente me ofreció como a una prostituta con su amigo, quería que me cogiera otro delante de él. Finalmente cedí, si eso era lo que él quería, eso haría. Y lo pensaba disfrutar. Iba a gemir como nunca lo había hecho y que tuviera lo la experiencia que buscaba.

Con una mano le agarre la verga al amigo y comencé a masturbarlo, la acercaba a mi boca, y pasaba mi lengua por toda su verga, cuando se calmó, comencé a controlar la situación, seguía lamiéndola de arriba abajo. Cuanto más la tocaba o lamía, más me sorprendía su tamaño, seguía creciendo. Tenía serias dudas de que eso trozo de carne entrara en mi vagina, pero por mí no quedaría. Seguí lamiéndola, cada vez con más ganas, hasta que por fin decidí a intentar metérmela completamente en la boca. Tuve que abrirla al máximo y metérmela poco a poco. Él me daba alguna embestida intentando metérmela completamente, pero yo le empujaba hacia atrás para que entendiera que el ritmo lo ponía yo.

Estaba disfrutándolo. Fui empujando poco a poco al amigo sin dejar de mamársela hasta que éste cayó sentado en el sofá. Yo seguía de rodillas delante de él. De repente sentí algo que se metía en mi vagina. Enrique se había agachado y me estaba metiendo un dedo en la vagina. Una vez dentro, comenzó a jalarme hacía arriba hasta que consiguió que yo estuviera de pie, agachada sobre la verga de su amigo, no pensaba dejar de jugar con su verga. Viendo las intenciones de enrique, abrí bien las piernas. Sentí su lengua jugar con mi clítoris y con mi culo. Pasaba de un agujero a otro, consiguiendo que me mojara cada vez más. Yo intentaba no distraerme y seguir proporcionando al amigo el mayor placer posible. Noté como enrique dejó de mamarme la vagina, me cogió de la cintura, acomodo su verga y me la metió de un solo golpe. Enrique me estaba cogiendo mientras me comía la verga de uno de sus amigos, que me conoció tal vez de niña, pero ignoraba quien era yo. La situación me resultaba súper morbosa y estaba disfrutando como nunca. La verga de enrique me parecía con cada embestida más dura y grande

Enrique me embestía con más fuerza cada vez, lo que hacía que cada vez más la verga de su amigo entrara un poco más en mi garganta. Continuo bombeándome así y haciendo que se la mamara cada vez más a su amigo, él amigo lo disfrutaba y me decía lo rico que le mamaba la verga, me incorporé. Me saqué la verga de enrique de mi vagina y me senté en las piernas del amigo de enrique, quede sentada sobre la verga del amigo de mi padre aun sin meterla, me senté bien abierta de piernas. Y Comencé a moverme girando mis caderas y notaba su enorme verga rozar con mi vagina, mientras él sacaba mis tetas del top y empezaba a sobármelas con fuerza. Enrique no dejaba de mirar la escena mientras se masturbaba. No parecía importarle que le hubiera dejado a medias.

En ese momento estaba dispuesta a dejarme coger por los dos a la vez, estaba muy mojada y era momento de intentar que el amigo me la metiera en la vagina mientras enrique me cogía por el culo, me separé solamente lo justo de él para acomodarme su verga y dirigirla a mi vagina, empecé a bajar poco a poco y noté que entraba con cierta dificultad, pero entraba. Él, cogiéndome de las caderas, intentaba que bajase del todo, pero yo controlaba la situación. Finalmente me la metí entera y esperé unos segundos a que mi vagina se ajustara al tamaño de esa vergota. No sentía ningún dolor, pero tampoco lo había disfrutado demasiado.

-“¿Ves zorra como sí que te entro toda? Te lo dije, siempre cabe, y a las prostitutas como tu mejor” me dijo mientras se movía.

Mire hacia donde estaba enrique, el seguí masturbándose y le dije:

Que estas esperando, "necesito que me llenes el culo con tu verga"

Enrique no lo dudó ni un segundo se acercó y comenzó a meterme su verga en el culo empujando fuerte debido a que la verga de su amigo era enorme, tardo un par de minutos en meterla completamente, yo me sentía completamente llena, tenía ese dolor que se siente cuando el culo se abre más de lo acostumbrado pero poco a poco me fui acostumbrando, yo gemía con cada movimiento que hacían ambos.

Comencé a moverme poco a poco con ellos. Luego un poco más rápido. Con Cada embestida de sus vergas sentía que entraban cada vez más, más estaba gustando, ser penetrada por mi padre y su amigo… sentía placer… y después mucho placer. Ya no podía ahogar mis gemidos, parecía una perra en celo.

Enrique seguía bombeando mi culo. Se me acercó al oído y me pregunto, ¿te gusta sentirte llena de verga? yo le respondí que disfrutaba cualquier verga pero que las suyas me hacían enloquecer. Ahora era el extraño el que me penetraba con su verga más rápido y enrique bajo el ritmo, había veces me la dejaba totalmente dentro de mi culo. Casi no podía evitar recargarme completamente sobre el amigo.

Estaba disfrutando de sus embestidas cuando noté como el extraño se tensaba, me agarraba con más fuerza y comenzaba a gemir más fuerte. Estaba a punto de venirse dentro de mí. Me movía intentando clavarme más sus vergas, enrique comenzó a metérmela con más fuerza, lo que hizo que me levantara por el placer que me estaban dando, comencé a intentar ensartarme totalmente en sus vergas, quería sentirlas bien adentro.

Seguían bombeándome hasta que vi que el amigo iba a venirse y me quede quieta sobre su verga. No iba a permitir que se corriera afuera. Sentí los espasmos de su eyaculación en mi vagina, mientras se quedaba quieto, Él me quitó mientras sus manos tocaban mis tetas, enrique seguía cogiéndome por el culo, la leche del amigo comenzaba a escurrir de mi vagina. Sentía su leche pegajosa, caliente y espesa. Enrique me clavo completamente su verga y me hizo pegar un fuerte gemido, frente a su amigo. Comenzó a eyacular en mi culo, aún con la verga de su amigo en mi vagina, enrique estaba vaciando su leche dentro de mi culo. También sentí sus espasmos y la leche caliente que inundaba mi culo, ambos vaciaron hasta la última gota de su leche en mi culo y vagina.

Como pude me zafe y caí rendida sobre la alfombra. Me sentía toda una perra. Me acababan de coger entre enrique y un amigo suyo, me había el culo y la vagina leche y ya sentía como escurría el exceso manchando la alfombra. Me sentí totalmente llena de verga.

Cerré los ojos. Me sentía exhausta por lo ocurrido. Había disfrutado como una perra, enrique y su amigo se vestían mientas, enrique le confesaba a su amigo que se acababa de coger su ahijada, yo era a la niña que había llevado a bautizar, hacía poco as de 30 años, el amigo no acertaba que responder, le decía a enrique que era un carbón, como lo había engañado, y como sabía que yo era su hija sobre mis apetencias. Así, semidesnuda y sucia volví a quedar en shock al enterarme que ahora me había cogido a mi padrino de bautizo, me quede ahí tirada. Aunque no por mucho tiempo...

Un escalofrió recorrió mi cuerpo de los pies a la cabeza y así, sin más, aun tirada en la alfombra. Abrí los ojos, no sin dificultad, y me incorporé. Estaba en el suelo de la habitación, sobre la alfombra. Apenas tenía ropa y me costaba pensar con claridad. Mi vagina y mi culo me dolían, me llevé una mano a ellos y noté restos de leche seca. Estaba bañada en sudor. Comencé a recordar lo que había pasado. No sé cuantos minutos me estuvieron cogiendo entre los dos, ¿quién sabe? enrique y su amigo...habían salido de la habitación... Yo estaba excitada recordando la verga del amigo de enrique y como me habían echo disfrutar...

Nuevamente escuche voces afuera de la habitación. Puse atención y pude escuchar a enrique hablando con su amigo. Pude distinguir como hablaban de lo que había pasado.

-“Tienes una hija que vale su peso en oro. Creo que nunca me había cogido con una puta que me hiciera venir tanto, que tuviera tantas ganas de verga. Cuídala a mi ahijada porque cuando se vaya la echarás de menos” – decía el amigo que ahora sabía que es mi padrino de bautizo.

-“Ya lo sé. Nunca pensé volverla a encontrar y mucho menos que fuera una perra más puta que cualquier prostituta y menos que sea mi hija. Me tiene seco, nunca tiene suficiente y coge con todos los que le pongan enfrente. No sé dónde está su límite.” – le respondió enrique.

Me levanté del suelo sin hacer ruido y me fui al baño. Me miré nuevamente al espejo. La visión de mi cuerpo sucio, lleno de leche, y con la ropa a medio quitar, no era muy atractiva. Me quite la ropa y comencé a limpiarme el semen de enrique y su amigo escurría por mis piernas, yo sólo me limpiaba, vi la hora y ya eran las 3:20 pm, termine de limpiarme, me volví a pintar pensando en que enrique va al volver querría coger nuevamente, al terminar de pintarme me senté sabré el W.C. un rato. Pensaba en lo sucedido mientras poco a poco seguía disfrutando de nuevo de mi intimidad, recorriendo cada centímetro de mi piel con dulzura. Me volvía a sentir limpia. Volvía a ser yo.

Tardé como media hora tocándome. Al escuchar un ruido, nuevamente puse atención y ya no escuché nada por lo que imaginé que el amigo de enrique se había ido y enrique se habría acostado. Me enrede una toalla en el cuerpo y otra en el pelo para que se me secara y salí del baño.

Cuál fue mi sorpresa cuando al estar en la habitación, vi estaba enrique con 2 hombres uno muy moreno algo viejo y un poco gordo el otro era muy alto, más joven y delgado, a los dos los conozco porque los he visto como choferes del transporte que tomo cuando salgo del trabajo y me dirijo a mi casa, (enrique después me confeso que había aprovechado que estaba descansando para ir a buscar a algún chofer que me conociera, porque yo le comente que estaba muy cerca mi trabajo e incluso le dije como me iba a mi casa, ya que el hotel está relativamente cerca la base de los microbuses), los 3 estaban sentados en los sillones y por cómo se giraron a verme y por cómo me miraron entendí que el momento que el sexo esa tarde aún no había terminado.

  • amigos ella es la maestra de la foto que les enseñe, es mi puta, mírenla bien y díganme si es la misma que conocen, le aseguro que se van a sorprender con sus habilidades, creo que ya está preparada para el segundo raund con ustedes. Virginia, ¿no crees que te sobran las toallas?” – dijo enrique.

Tardé en reaccionar y ellos lo notaron, me miraban morbosamente, eran un par de choferes de microbús que únicamente conocía de vista, en varias ocasiones me había subido a su unidad, la cual tomaba al salir de trabajar para ir a mi casa a descansar.

-“si es la misma maestra que hemos llevado, maestra ahora sé que se llama Virginia tu novio ya nos enseñó lo puta que eres, y la verdad las veces que te hemos visto , nos imaginamos rompiéndole el culo, no se vaya a hacer la decente, que ya que sabemos que le gusta estar llena de vergas. ¿Putita que quiere que te la quite yo la toalla?” – dijo uno de los choferes que había traído enrique, a la vez que se levantaba.

Sin pensarlo me quité las toallas. Primero la del pelo y después la del cuerpo. Estaba completamente desnuda frente a los 3. La cara de vicioso que tenían los dos choferes que trajo enrique provocaba en mí una mezcla de miedo y de morbo que no podía explicarme. Los dos se volvieron a sentar.

-” mis amigos tiene una teoría. Dicen que las que son putas cogiendo también lo son bailando. Y yo lo quiero comprobar. Pon algo de música y baila para nosotros.” – me ordenó enrique.

Si pensarlo puse música de mi celular, puse unas cumbias ya que siempre me ha gustado bailar y no me ha importo que hubiera gente delante. De hecho lo prefiero. Es fácil excitar a un hombre con un par de contoneos y más fácil aún conseguir que te invite a una copa cuando estás de fiesta. Puse una cumbia y me puse a bailar y menear mis caderas delante de ellos. Comencé a bailarles entre las piernas, me contorneaba, mis manos subían y bajaban por mi cuerpo, al son de la música, acariciándolo, tocando mi vagina y mi culo. A veces me detenían tomándome de mis pezones o metiendo sus dedos en mi vagina y jugaban un poco con ella... mis gemidos acompañaban el ritmo. Noté por sus bultos y sus caras que comenzabas a excitarse. Los choferes comenzaron a tocarse las vergas por encima de la ropa y enrique, al verlos, disfrutaba de la escena. Yo seguía en lo mío, bailando y acariciándome frente a ellos. Cada vez estaba más caliente y ellos lo notaban. Antes de darme cuenta ya se habían bajado los pantalones los dos choferes y los dos estaban masturbándose con ganas. Ahora que conocía sus vergas, la verga del más viejo y panzón era grande, pero es que la de su amigo que era más joven y delgado, era enorme.

Tenía que contenerme para no abalanzarme sobre sus vergas. Las deseaba dentro de mí, donde fuera pero dentro de mí. Comencé a masturbarme yo también. Primero un dedo y luego otro. Así hasta tres.

-“¿qué estás esperando para mamarme la verga puta?”. Me dijo el flaco.

Era lo que estaba esperando escuchar. Me abalancé sobre su verga como si me fuera una becerra recién nacida, necesitada de amamantarse. Me metí todo lo que pude su verga en la boca y comencé a chuparla con ganas. Pero no quería dejar al gordo fuera del juego así deje las piernas estiradas y mi culo bien abierto. Mire donde estaba el gordo y le dije que mi culo era suyo, cosa que el gordo no desaprovechó. No tarde en notar sus manos en mi culo y su lengua en mi agujerito. Me lo estaba chupando. Estaba preparándolo para cogérmelo. De sólo pensarlo me excité aún más y aceleré la mamada que le hacía al flaco. Quería disfrutar al máximo de la cogida de ambos incluso si enrique quería participar también y para eso tenía que conseguir que los 3 se excitaran.

Noté como el gordo metía un dedo en mi culo. Cuando sentí el segundo supe que era cuestión de segundos que me metiera la verga, pero el flaco aguantaba las mamadas que le daba. De hecho parecía que no quería correrse por mucho que yo lo estaba intentando.

Cuando el gordo sacó los dedos supe que el momento había llegado. Relajé todo lo que pude mi ano y dejé de mamársela al flaco. Noté como la verga del gordo presionaba mi culo y como entraba sin obstáculos el gordo había hecho bien su trabajo y me lo había lubricado bien. Apenas me dolió y al poco empecé a sentir placer, ese placer descontrolado que sólo el sexo anal puede proporcionar. Comenzó a cogerme poco a poco pero cuando vio que yo ya estaba disfrutando aceleró el ritmo. Yo tuve que apoyarme sobre el respaldo del sofá, justo por encima del flaco, que aprovechó para chuparme las tetas y jugar con mi vagina. Me sentía en la gloria. El sudor recorría todo mi cuerpo, tenías los pezones doloridos y la vagina chorreando por la excitación que me estaba dedicando el flaco a mi vagina y el gordo a mi culo, este ya se había abierto de par en par para recibir su verga y las piernas empezaban a temblarme. La verga del gordo se puso aún más dura. Estaba a punto de correrse y yo no quería perderme su descarga de leche. Aceleré el ritmo y los dos comenzamos a gemir y gritar como locos. En esas estaba yo, disfrutando como nunca, con mi cuerpo arqueado y cansado, cuando el flaco me agarro de la cabeza, me acerco su boca y me dijo:

-“Espero que hayas disfrutado zorrita porque ahora voy yo”.

Se me cortó el orgasmo de golpe. No podía ser que intentara meterme esa verga tan grande en mi culito. No podía caber y mucho menos darme placer. Me asusté e inconscientemente apreté el culo porque gordo me dijo que rico la aprietas putita, acto seguido el gordo descargo varios chorros de semen dentro de mi culo.

Una vez que el gordo me saco su verga, el flaco me agarro y me sentó sobre su verga. Yo seguía sin reaccionar. Comenzó a restregar su verga por mi vagina y rozando mi culo, se había relajado un poco su verga, pero una vez que estuvo en contacto con mi culo, enseguida noté como la volvía a tener durísima. Enrique tomo del mueble un flaco de crema. Cuando la vi respiré aliviada pero cuando enrique se la ofreció al flaco éste dijo:

  • “Yo no uso de esas mamadas” y de un manotazo la tiró al suelo la crema.

Así como me tenía, sentada sobre él y dándole la espalda, me hizo levantarme un poco quedando inclinada hacia enfrente, note como con sus manos me abrió el culo y comenzó a chupármelo. No me lo esperaba. Me estaba chupando el culo que me acababa de penetrar el gordo y en el que se había corrido enrique y el gordo.

-“Relájate maestra que esto no lo vas a volver a ver” – me dijo.

Y tenía razón. Difícilmente vería otra verga así. Y más difícil aún me cogiera el culo. Pero ahora no tenía opción, Intenté relajarme y él lo notó. Comenzó a jugar con mi culito, a meterme un dedo y luego otro, sacando la leche del gordo cada que introducía sus dedos. Comencé a gemir. Enrique y el gordo se habían sentado y se acariciaban la verga. Se veían satisfechos.

De repente el flaco sacó los dedos y tomándome de las caderas me jalo hasta tenerme sentada sobre su verga. Se restregó un poco, lo suficiente como para que se le pusiera dura de nuevo y me acomodo para para poner la punta de su verga en mi culo.

-“Relájate puta, que estas a punto de quererte morir de placer”, me susurró al oído.

Sentí como me jalaba hacia él y como empezaba a empujar su verga. Sentí cada milímetro de su verga entrando en mi culo. Apenas había metido un par de centímetros y ya me quemaba mi culo. Paró de empujar y yo pude descansar por un momento. Me equivoqué. Me agarro de los hombros y empezó a jalarme con más fuerza hacía abajo. Cada vez con más fuerza y sin pausa. Comenzaron a salirme algunas lágrimas y cerraba con fuerza la boca para no gritar de dolor. Miraba a enrique y al gordo, buscando compasión pero el flaco seguía jalándome muy brusco, enrique y el gordo estaban sentados de frente, tocándose la verga y disfrutando del espectáculo.

El flaco me dio un último tirón y sentí como entraron los últimos centímetros de golpe, al fin sentó como había entrado su verga por completo. Pensaba que nunca llegaría ese momento. Me dejó así quieta unos segundos, para que mi culito se acostumbrara a su verga, y luego me puso las manos en las caderas y comenzó a moverme. Yo me dejaba llevar. Cada movimiento suyo era como si me clavaran mil agujas en mi culo pero había prometido a enrique serle obediente y no era el momento para romper esa promesa. El gordo se levantó y me tomo de las piernas, así como estaba de espaldas al flaco y me las subió en sus hombros y comenzó a meter su verga en mi vagina, Ya la tenía completamente dentro... mientras yo seguía acostumbrándome a la verga del flaco que ahora se sentía mas apretada con la penetración del gordo, me di cuenta de que el gordo jugaba con mis tetas. Me las apretaba con fuerza y me atraía hacía él. El flaco Había dejado de agarrarme de las caderas para moverme y yo disfrutaba del ritmo que tenían los dos me hacían subir y de bajar. Me había dejado llevar por la inercia de sus movimientos y me gustaba. A pesar de que mi culito estaba ya muy adolorido y que muy probablemente no me podría sentar en un par de semanas, me estaba excitando mas. Comencé jalarme hacia el gordo para sentir más sus movimientos, cada vez subía y bajaba con más fuerza. Comencé a gemir y tome una mano al gordo y me jalaba hacia el para sentir más a dentro sus penetraciones. Pufs, estaba en la gloria. No quería que se acabase ese momento.

-“Te lo dije zorra, que ibas a disfrutar”, me dijo el flaco mientras aceleraba sus embestidas en mi culo, sentía como solo tardaba un segundo en sacar y meter completamente su verga en mi culo...

Estábamos sincronizados, yo bajaba con fuerza y ellos subían con fuerza. Notaba como su respiración se aceleraba y su cuerpo se tensaba al mismo tiempo. Yo estaba a punto de venirme y parecía que ellos también. Aceleramos aún más el ritmo. Vi como enrique tenía la verga otra vez dura y se pajeaba fuerte y rápido. Quería acabar con nosotros pero yo tenía otros planes.

Empecé a correrme entre gritos y gemidos y debió de ser la chispa que le faltaba el gordo porque también se corrió. Mientras lo hacía se le puso aún más dura la verga lo que provocó que mi orgasmo fuera aún más intenso. En cuanto noté que el gordo bajó los brazos y se relajó, le dije a enrique que se diera prisa tomara el lugar del gordo, enrique me metí su verga entera en la vagina de un solo golpe aun con el flaco cogiéndome por el culo. Comencé a moverme con ansía y enrique me tomo de los hombros para jalarme hacía abajo. Y así penetrarme con fuerza, Antes de que me diera cuenta el flaco se vino en mi culo pero no dejaba de moverse alternado con enrique, así duramos cerca de 10 minutos hasta que enrique se corrió entre gemidos y yo recibí toda su leche en mi vagina, sin dejar penetrarme hasta dejarme hasta la última gota de su leche dentro de mi.

Cuando enrique saco su verga de mi vagina caí rendida sobre el flaco, pude sentir como su verga ahora se sentía libre entrando y saliendo de mi culo.

El flaco se salió de mi culo y se quedó descansando junto a enrique y al gordo, note como me miraban y se reían de mi aspecto, comentaban entre ellos que cada que me veían deseaban reventarme el culo con sus vergas, que de haber sabido lo puta que soy, lo habrían echo mucho antes.

-como pude me levante y me dirigí hacia donde estaba enrique y le dije “¿He sido buena hija papi?

El gordo y el falco se sorprendieron al escucharme y más cuando enrique me respondió, "si hija así me gusta que seas una puta barata"

El gordo y el falco le pidieron nuestros teléfonos a enrique, y le dijeron que si podía coger con todos los de la base de microbuses, que ellos pagaban lo que les pidiéramos.

Enrique les dio su número y antes de despedirlos les dijo que se organizaran y lo llamaran para quedar de acuerdo

Enrique me dijo que no quería que me limpiara que solo me lavara la cara y me peinara, que me tenía que ir así a mi casa, eran las 6:40 cuando salí del hotel con rumbo a mi casas, las piernas me temblaban y mi ropa no tarde en mancharse de la leche de los 4, afortunadamente ya estaba oscureciendo y no se notaba mucho.

Tarde casi media hora en llegar al metro para tomar un taxi a mi casas, las piernas me temblaban y a cada paso sentía que se vaciaba el interior de mi vagina y culo, ese mismo trayecto condiciones normales lo había echo un par de minutos.