Soy esclava

Mi amo sutilmente me ha convertido en su mas devota esclava, sedienta de su sexo y de sus caricias

El  amo desearía  que la historia  iniciara:  “escribo esto porque  mi amo así me lo ha mandado”;  sin embargo   mi espíritu  rebelde  y mi propio deseo impiden que  así inicie ésta historia.  He de reconocer que resulta contradictorio hoy  ser esclava cuando la libertad es la bandera de mi existencia,  sin embargo  soy esclava porque  libremente he aceptado ser  dominada por mi amo.

Mi amo  a quien no puedo llamar de otra manera, sutilmente ha conseguido que la esclavitud para mi sea  placentera  y se haya convertido en un estilo de vida aceptando la dominación que mi status  de esclava  trae a mi  vida.

Antes de empezar mi vida de esclava conocí a mi amo y paso a paso descubrí que  deseaba ser sometida a sus deseos   y estoy convencida  de que él  no imaginaba que se convertiría en mi señor ni tampoco conocía de las delicias de la dominación.

No fue difícil luego  de probar  en parte la pasión  del amo  entregarme  sin  problemas a voluntad  de los deseos de mi amo.

Creo  que en su  inconsciente  el amo  deseaba  encontrar  su primera esclava, porque  sé  que  una vez se entra   al mundo de la dominación quienes  son amos siempre  quieren   mantener su calidad  y quienes somos dominados buscamos  amos para sentir que nuestro  rol en el mundo del placer sexual  tiene  fundamento.

Bastó  un encuentro  para pedirle  humildemente a mi amo  que  fuera mi amo   pues  mi alma  de esclava rebelde   buscaba  un  amo suficientemente  poderoso como para esclavizarme  aun sin que  yo lo notara y luego  casi que le rogara que fuera mi amo.  En nuestro primer encuentro el amo fue benevolente, su sexo  fue generoso y placentero,  sus besos  fueron  dulces y deliciosos y con paciencia  y deseo  tomó mi cuerpo   y mi mente a su servicio para convertirme   en esclava  de su deseo personal.

Aunque debo  confesar que soy una esclava que obedece a su amo solo si está segura de que el no desea dominar  nuevas esclavas y así  resulte  arrogante sé que mi amo   no sabía de  su poder de dominación hasta antes  de experimentarlo conmigo.

Sé  que lo que  el amo  desea fervientemente para alimentar su pasión es que yo narre  con palabras   nuestros  encuentros  y sus intimidades.

Mi amo  es un amo  benevolente  como pocos  de su condición,   es un amo  que aprecia  sus propiedades  entre ellas yo  su esclava.

Cada vez  que quiere hacerme   suya  siempre hace que mi libido   estalle, me  hace sentir  como una preciada posesión,   cada centímetro   de mi humanidad es suyo  y él  lo  reclama y disfruta  con deseo y pasión; es difícil    no rendirse a su juego  de seducción,  el amo posee un  tacto sin igual capaz de despertar mis instintos  y deseos  a su merced, la pasión   de sus besos  y caricias  es infranqueable  para mí que soy  humilde esclava  de su  dominación.

El amo sabe que mi  humanidad y voluntad  son suyos, mi piel extraña   sus dedos, sus manos  sus besos y su  piel; una mirada de pasión  y consigue  que mi deseo  sea sólo para él.

Soy suya  y cada espacio de mí ser y de mi sexo ansían  servir  a sus deseos, nuestros encuentros  han sido siempre  extasiantes de acuerdo con el ánimo del amo unas  veces  cariñosos y otras  veces con pasión.

Como esclava solo debo ser obediente a sus  deseos y pasiones sin embargo creo que parte de su táctica  moderna de dominación es intentar   que yo disfrute   hasta el límite   de mi placer cada vez que me  posee   como  dueño  de mi sexo que és.

Mi amo  es muy vigoroso , cada encuentro va mas allá   del placer carnal y sexual, cuando  toma mi ser  con su cuerpo  lo hace  de forma  tan  excitante que me resista de  su sexo  sea cuestión  de algunos momentos.

Desde que inicia  su ritual de  seducción  se asegura de que yo  cumpla   sus deseos  por mucho tiempo,  la excitación   que  causa  hace que todas  las señales que  la delatan  se disparen,  mi piel se eriza, mis senos  se endurecen, mi  boca ansia sus besos y mi sexo  se humedece para recibir  la embestida de mi amo,  debo confesar  que me es imposible negarle  mi sexo una vez  ha  tomado  mi voluntad

Una vez el amo  me  tiene a su merced  y su  sexo  dispuesto  para llevarlo  al  éxtasis ya no puedo  parar,  mi amo   es un amo fogoso  y por primera vez en mi vida  y por  primera  vez como esclava he sentido placer más que sexual y  he visto como mi amo al poseerme  ha disfrutado   de un gran éxtasis.

Ver el placer de mi amo con su sexo erecto  y sediento de mi ser  hace  que  sea su esclava mas devota, su sexo   ha estado  en mi sexo  y en mi garganta, en ambas situaciones  he sentido un gozo inigualable, la humedad  de mi sexo es delatora  de mi placer, y me  hace exigir de mi amo  que su sexo esté dentro de mi ser prolongadamente  porque el deseo que mi amo  me produce  es  insaciable, sé que mi amo  dice que  soy una esclava  que es difícil de  complacer y lo cierto  es que  cada   vez que él me toma  como amo y como hombre ardiente de deseo, solo quiero  ser suya  y que el instante del placer  sea más que un  instante  una  eternidad y eso  lo ha logrado  mi amo, sé que no tengo derecho a pedirle nada  a mi amo  y ser debo  esclava de sus deseos.

Como  ya les  había contado parte de su táctica  moderna de seducción  y  dominación  tiene como base el hacerme creer  que mi placer  es parte de su placer.

Sé que mi amo  disfruta  cuando le ruego que me  posea y me haga suya, hace que pierda  mi conciencia  racional  y hace que aflore  mi subconsciente libidinoso y sediento  de placer,  se que le ruego al oído  que me haga suya y el me cubre   de  besos y caricias,  hace que mi boca  mi  piel  y mis  senos  extrañen  su lengua y sus caricias y deseo  que  morbosamente observe  mi desnudez que es suya y pone mi piel y mi feminidad al servicio de  su morbo y del deleite visual  que le produce  tener mi cuerpo  a su merced y deseo.

Cada vez que mi amo me observa  con sus ojos apasionados y libidinosos siento que debo rendirme y que la piel  y la sensualidad que provoca en mi su deseo,  destellan  por mis poros  y el olor  del deseo  y del sexo  brotan  para  deleite de mi amo quien  también cada vez que me posee   emana  olores de sexo  que  marcan mi piel y la impregnan  hasta quedarse  en mi ropa  una vez la vuelvo a usar  luego de ser objeto  de su deseo y placer.

Muchos esclavos narran  sin  pudor  cada cosa  que su amo les hace, sin embargo  yo narro  lo que he sentido porque  lo que  mi amo me ha hecho  está dentro de lo que  un hombre  apasionado  le hace a  una mujer  que desea, la toma la posee  y la ama  de la  forma en la que la naturaleza humana  ha  determinado para consumar  el sexo.

Puedo decirles que no hay un centímetro  de mi cuerpo  y de mi  ser que el amo no haya  cabalgado, tocado y deseado, mi sexo  en toda su extensión  ha sido sentido  por el sexo de mi amo  que ha tocado   sus paredes  que son suyas y están marcadas por su calor  y sus orgasmos, los mejores  que he sentido en mi vida.

El sentir sus orgasmos dentro de mi ser es lo mejor  que he tenido de mi amo, sin hacer  a un lado cada uno de los orgasmos  que él me ha dado  y me ha hecho  vivir  cada vez que me posee con pasión.

Como hombre mi amo es un hombre lleno de vigor, con un poder  sexual excepcional pues es un amo que conoce mis deseos físicos  y espirituales   y en cada encuentro  para su placer  y el mío   como esclava  de la dominación moderna se esfuerza  por llevarme a los límites  del placer y del deseo ,   me cabalga con pasión  y devoción me besa, me abraza, me aprieta y me  brinda todo su placer con movimientos y palabras,  mi cuerpo se pone a su merced para lograr el clímax y el tope del placer.

No puedo describir lo que el amo  siente y ve  cada vez que me hace esclava  de su deseo ,  pero si puedo  decir lo que siento cuando mi amo me posee es  un placer  más que sexual.