Soy el feliz padre de mi hermano (6)

Viajamos a Paris y entro en el selecto club de las 1000 millas junto con mi madre y mi tía.

SOY EL FELIZ PADRE DE MI HERMANO 6

Hola amables amigos y lectores, les doy infinitas gracias por leer mis relatos, éstas son las memorias de mi divertida y placentera vida al lado de mis 2 esposas, no son cuentos, son simplemente la compilación de vivencias narradas de una manera epistolar para darle ilación y estructura a esto pero de que es real, es real, la prueba de ello son los 2 hermanos que tengo con mi madre y los 2 primas que tengo con mi tía Lupita, bueno con ella solo ha habido un embarazo, pero son gemelitas. A todos aquellos que no hayan leído la tercera parte de esta "novela" debo de decirle que la he enviado en 3 ocasiones antes de escribir este capítulo, si no se publica estoy dispuesto a hacérselas llegar si me escriben a mi mail. Bueno luego de esta pequeña desviación del tema retomo mis memorias en el momento en que las deje.

Un pequeño desaguisado se había presentado entre las hermanas al disputarse el derecho a la preñez por medio de su mutuo "esposo", pero gracias al amor que nos unía la situación no paso a mayores, por el contrario la relación era cada día mejor.

Los preparativos para el viaje se tuvieron que realizar de manera acelerada, pasaportes, boletos, hospedaje, etc. Pero venturosamente todo salió a pedir de boca, en Paris nos instalaríamos en un lujoso hotel del centro de la "ciudad luz", una habitación doble para "mi esposa y la nana de nuestro hijo" así lo registramos en la reservación. El tiempo pasó volando y por fin llegó el día de la partida, Dn. Alfonso, mi patrón mando al chofer de la compañía (victoria guardada en secreto) para que nos llevara al aeropuerto, el fulano en cuestión se devoraba a mis hembras con los ojos, de hecho tuvo la osadía de comentarme: "caray patrón, menudas hembras se lleva usted de juerga, como le envidio ese par de minas lo dejaran seco de los huevos allá en Paris".

Estúpido, pensé, si supieras que esas minas son mi madre y su hermana, ambas mis esposas no te permitiría que le mirases de ese modo, mucho menos que te expresaras de ellas así, pero aguanté vara y solo asentí con la cabeza.

Llegamos al aeropuerto para documentar el equipaje, la verdad que mis hembras se veían preciosas, causaban un impacto en todo hombre que miraban sus opulentas curvas, las ropas ceñidas a sus cuerpos hacían resaltar sus prominentes nalgas y sus firmes pechos, hasta a un octogenario mirón que se encontraba en la fila se le escurrió la baba nada más de contemplar a mis 2 Venus primorosas.

Nos instalamos en nuestros lugares ocupando una sola fila de 3 asientos, viajábamos en "primera clase" pues la compañía deseaba halagarme por mi destacado desempeño en el trabajo. En fin emprendimos el vuelo a la glamorosa Paris, un viaje de 10 hrs. se avecinaba al frente, la salida fue en un vuelo nocturno por lo que la oscuridad se haría cómplice de una locura que entre los tres amantes compartimos, sin haberlo planeado entramos al selecto club de "las mil millas" (club al que pertenecen los amantes que han cogido en pleno vuelo a mil millas de altura). Pasaron cerca de 4 horas de vuelo y el avión se encontraba "volando sobre el charco" la azafata nos ofreció una frazada para taparnos si sentíamos frío pues una lluvia torrencial se había anunciado en el camino, probablemente alguna "turbulencia menor" podía interferir en el viaje por lo que nos recomendaba permanecer en nuestros asientos. Las luces del avión serian apagadas por seguridad.

Que lejos estaban todos los pasajeros de imaginar que ese "pequeño incidente" seria el detonador de una escena de sexo en pleno vuelo. Pues bien cubrimos nuestros cuerpos con la dichosa frazada, al quedar ocultos de las miradas de los otros la mano de mi madre presurosa viajó hasta mi entrepierna para sobarme el paquete, mi verga reacciono de inmediato eructándose instantáneamente, bajando el cierre de mi pantalón extrajo el cipote de su "prisión". Al mismo tiempo "un bache en el aire" hizo que el aparato diera un tumbo al tiempo que un crujido se escuchaba, fingiendo temor mi madre lanzo un pequeño grito "de miedo" lo suficientemente alto para que lo oyeran los demás.

-¡¡¡¡aaaayyy que miedo!!!! abrázame mi amor tengo miedo, siento mucho frío.

  • Se lanzo mi madre a mi regazo y se cubrió la cabeza con la manta que tapaba nuestros cuerpos, mi tía tenía a mi hijo entre sus brazos en ese momento, la muy cabrona de mamá lo que en realidad deseaba no era mitigar su miedo, no, lo que en realidad quería era ¡¡¡¡MAMARME LA VERGA!!!! , en cuento su cabeza toco mis piernas sus labios tomaron mi garrote tieso como palo de golf.

La boca de mi madre aprisionó el glande pasando su lengua por todos los rincones, lamiendo los líquidos preseminales que ya empezaban a fluir por el ojo del pito, mi mano tomo su cabeza para acariciar su pelo enrulado y abundante.

  • ¡¡¡ glub, glub, srrrlup, chomp, chomp,!!! "quej rigca verjjga tiegnes mig reig" -decía mi madre con la boca llena de mi camote. – Dame un poco de leche para calmar mis nervios, lléname de semen la boquita mi amor, necesito tragarme tu semillita, dámelo ya por favor.

  • No podía negarle a mi madre sus deseos, la amo tanto que cualquier cosa que ella pida entregaría la vida misma por concedérsela, pero la verdad no me estaba pidiendo la vida, solo deseaba un trago de semen calientito para saciar su sed al fin y al cabo siempre tengo los huevos repletos de leche para satisfacción de mis hembras, así que 2 lengüetazos más y un chorro de blancos mecos llenaron hasta el tope la boca de mamá.

Mi tía por supuesto que se dio cuenta de la acción de su hermanita porque de inmediato se pegó a mi oído para susurrarme:

  • ¡¡ Son un par de cabrones, ustedes se están dando una "fiestecita" y, yo aquí soplándome los dedos.!!! Nada más que la cabrona perra de mi hermana termine de limpiarte la verga y le entrego a su hijo para que sea ahora ella quien lo cuide y entonces pueda yo disfrutar de tu herramienta, porque querido esposo a mi no me la pegas, que va que no, a mi me la vas a meter todita por el coño.

  • La mamada de mi madre había llegado a su fin, mi pito ya flácido se encontraba limpio, así me lo dejaba la lengua de mamá, lo guardo de nuevo en mi ropa y se incorporo como si nada, solo que un pequeño hilo de semen se asomó entre sus labios. Al verlo pensé que todo mundo notaria lo que era por lo que decidí limpiar los restos de mi venida de su boca propinándole un beso en los labios, sorbí el semen que colgaba y lo trague despacio, saboreando con deleite su saldo sabor, jugando con la lengua opuesta que se enredaba en la mía.

Para entonces el morreo que me di con Marthita había surtido su efecto, me encontraba de nuevo con la verga erecta y caliente en busca de más "guerra", urdiendo un plan para cogerme a mi tía o a mi madre les propuse una arriesgada maniobra: consistía en que primero mi querida "esposa Lupita" fingiría que se sentía mal por el ajetreado vuelo por lo que se dirigiría al baño pero solicitando la ayuda de su "marido" ( como ella fue la que subió al avión con mi hijo en brazos todos pensaban que ella era la madre) así que dando arcadas dignas de una consumada actriz anunció que "voltearía el vientre", la sobrecargo presurosa nos apuró a llegar al reducido espació del baño de la nave. Al cerrar la puerta del privado presurosa mi tía se arremango la ceñida mini que portaba dejando al descubierto sus preciosas nalgas enmarcadas en un sugestivo "hilo dental" que desparramaba sus pelos por todos lados.

  • ¡¡Pronto amor mío, méteme la verga hasta el fondo de mi cueva, pero recuerda que llevo a tu hijo en mi barriga, no me lastimes pero déme ya esa vergota tuya que me muero por mojarte con mis caldos!!!!

  • Se la metí de una sola estocada, mis huevos chocaron con los labios de su vulva y nuestros pelos se mezclaron entre sí, sus jugos bañaron abundantemente mis bolotas. El espacio no era mucho pero permitía un perfecto mete-saca que nos hizo delirar de placer a ambos; no fue mucho el tiempo, si acoso 5 0 6 minutos lo que estuve bombeando el coño de Lupita, la luz cegadora del orgasmo nos hirió al mismo tiempo, mi leche llenó el bollo de mi adorada tía al tiempo que una riada de flujos bañaban mi carajo. Tuvimos que mordernos nuestros labios para acallar el grito de éxtasis que exhalaron nuestras gargantas.

Adecenté un poco mi ropa para ir en busca de mi madre pues mi tía necesitaba ayuda para limpiarse su coñito repleto de leche, así que dejándole en el servicio acudí a donde mi madre esperaba.

Al verme llegar sin "mi esposa" mamá preguntó que pasaba, si acaso ella necesitaba de alguna ayuda, captando de inmediato "la pichada" pues sabía con certeza que su hermana tenía la raja repleta de mi leche y deseaba que su hermana libara de su coño hasta la última gota de semen que estuviera en el cálido túnel de su "socia".

-¿Que pasa hijo, necesita ayuda "mi nuera"?

  • ¡Si madre por favor ayuda a tu nuera, te espera en el servicio!

  • Entregándome a nuestro hijo se dirigió con premura a donde se encontraba "su nuera", llamó con los nudillos y penetro al pequeño cubículo. Mi tía la esperaba con las piernas abiertas sentada en el retrete, su diminuto "hilo dental" había desaparecido para dejar libre el camino hasta su chocho.

  • ¡¡¡ Que esperas perra incestuosa, mámame el coño, trágate toda la leche con que tu hijo me ha llenado el coño, trágate la misma leche con la cual "nuestro marido" te hizo el hijo que está haya afuera en los brazos del padre del hijo que llevo en mi barriga!!!

¡¡¡Vamos hermanita cómeme el coño ya y disfruta de nuestros jugos, el semen de tu hijo y el caldo de mi pucha!!!!

  • Mi madre arremetió contra la pucha de su querida hermana, a base de pura lengua y bien mamar extrajo hasta la última gota de mi semen que había depositado en la concha de mi tía. Degustó el fuerte sabor del semen relamiéndose los labios para terminar de beber mi leche.

-¡ hummm, hummmm, que rica leche te lanzo mi nene, esta calientita. También tu juguito de almeja esta delicioso "querida nuera" ja,ja, ja.

-Eres una puta lame conchas, me haz dejado sequicita y limpia mi conchita, pero ahora vamos a por nuestros lugares, no sea que alguna otra persona quiera usar el servicio.

-Para mis adentros pensé que pobre del que hiciera uso del privado, el olor a semen y jugos era realmente penetrante. Mis hembras regresaron a mi lado, todavía faltaban cerca de tres horas de vuelo, el temporal había amainado lo suficiente para que la nave planeara de manera tranquila, mi hijo se encontraba en un plácido sueño, el avión continuaba en una cuasi penumbra y nuestros cuerpos cubiertos por la frazada provista por las sobrecargos.

Mi madre le paso al pequeño a su "madre" para que lo acunara en sus brazos cosa que mi tía hizo de manera amorosa, pues la verdad sea dicha ella también amaba a nuestro pequeño. Con el pretexto de dormir una siesta mi madre se acomodó dándome la espalda, más bien decir dándome el culo pues su falda la había arremangado hasta media nalga y se despojó de su diminuto bikini dejando el camino libre para la incursión de mi verga hacia su bollo. Nada más sentir que el camino se encontraba despejado mi badajo se encabritó pidiendo guerra, la cabeza del morro se aventuró algunos centímetros dentro del lubricado canal; ya en confianza dentro del coño materno "el Sr. Cara de Haba" se movió como Pedro por su casa yendo y viniendo de dentro hacia fuera y viceversa raspando todo el túnel de mi madre, lo que la tenía al borde del orgasmo.

Solo pudo emitir un leve quejido pero la venida fue de campeonato. Por supuesto le llene el coño de leche. Ella de inmediato subió sus calzones para impedir que la tela del asiento evidenciara nuestra gran cogida y de esta manera guardar el secreto de nuestra incestuosa relación de madre-hijo-tía-hermanas. Valla lío.

Así llegamos a nuestro destino en la ciudad de Paris, luego de agradecer al personal de la nave sus atenciones me despedí de la azafata quien con una sonrisa medio burlona y medio cómplice me tendió la mano para despedirnos, al mismo tiempo depositaba en mi palma un simpático "pin" que tenía unas alas y un número: 1000, con socarrona voz me dijo: -"bien venido al club 1000". – y se retiro del sitio de manera inmediata.

¿Se habrá dado cuenta la muy cabrona de que mis 2 mujeres y yo habíamos cogido en el avión? , ¡pues claro que se dio cuenta, si es que todo el área olía a leche y caldo de almeja.

Nos trasladamos al hotel en cuestión, el cual pertenece una clase especial por lo que sus instalaciones son simplemente soberbias. La habitación contaba con un magnífico Jacusi muy sugestivo para una rica cogida con mis "esposas" la que sin duda alguna sucedería tarde o temprano. Luego de tomar un desayuno para reponer fuerzas me comuniqué con la persona con la cual habría de establecer las negociaciones para la compra-venta de mi catálogo. Marie Antoniette es una estupenda mujer rubia de unos 32 años con un cuerpo de "top model" de carnes macizas y exuberantes, su sonrisa jovial es ampliamente seductora, como buena Europea su carácter es desinhibo y directo. La charla fue breve pero sustanciosa quedando de vernos el siguiente día por la mañana para iniciar las negociaciones.

Nuestra estancia en Paris no pudo ser mejor, las cogidas abundantes y el negocio fue pingüe, juntos mi madre y yo le escribimos a la cigüeña una cartita muy placentera que dentro de 9 meses nos entregaría un pedido y por si fuera poco la francesecita resultó ser no solo una buena anfitriona sino que además un volcán para las artes de la cama, tanto que mi madre y mi tía gozaron como perras con las habilidades de Marie.

Pero esa es otra historia que en breve les contaré.

Saludos cordiales, y escriban a mi mail

iceberg3@todito.com