Soy El Chulo de mi Madre.

Esta historia real tuvo lugar hace ya unos años en la España de principios de los 80, apenas iniciada la democracia en España, cuándo los aires de libertad, empezaban a recorrer las calles apestadas de dictadura y represión social...la fuente del relato, por razones obvias no puedo darla a conocer.

Mí madre es una mujer muy atractiva, rubia platino, con unas piernas rotundas de nalgas tersas y duras.

Sus pechos son más bien menudos, lo que hace que se vean siempre inhiestos, marcándosele mucho los gruesos pezones.

Ella cuándo comenzó esta historia tenía 42 años muy bien llevados, pues no los aparentaba, yo tenía 22.

A mí me encanta hacer deporte, por lo que estoy bastante fibrado, con unos tríceps definidos.

La tarde que comenzó esta historia volví a casa una hora antes de lo habitual debido a que habían suspendido la última clase, por estar indispuesto el profesor.

Al llegar a casa entré sin hacer ruido, escuchando como mis padres estaban discutiendo de forma acalorada. Mi madre le estaba reprochando a mí padre que cada día volvía borracho a casa, y no la hacía caso, ni la satisfacía sexualmente, y que ella necesitaba un hombre de verdad que la follara y la dejara satisfecha.

Mi padre le respondió que era una puta que solo pensaba en el sexo, una guarra caliente.  Entonces mí madre le respondió—voy a echarme un amante que me satisfaga ya qué tú no sabes hacerlo, o mejor aún, un chulo que me saque el dinero que tú ganas, y me folle cómo tú no lo haces.

Después de oír todo esto salí de casa sin hacer ruido, y estuve pensando seriamente en cómo aprovechar aquella ocasión que se me presentó sin esperarlo.

Pasados dos días, al entrar en casa mamá estaba en la salita del sofá cama, planchando la ropa, iba vestida con una bata cerrada solo por un cordón, y una camiseta, enseñando sus estupendos muslos.

La besé cerca de los labios diciéndole—mamá quiero que hablar contigo muy serio, escúchame hace dos días entré en casa y os oí a papa y a ti, y te oí como le decías a papá que te ibas a buscar un amante o un chulo que te folle como tú necesitas, así que quiero ser tu amante y tu chulo, y que me des el dinero que tengas cuándo llegue a casa.

Estoy en muy buena forma física, estoy bien dotado y tengo brazos musculados, mira toca la bola—mí madre apretó el brazo diciendo—hijo ¿cómo vas a ser mí chulo tú? eso es un disparate y una locura, sí es cierto que se lo dije a tu padre pero no he pensado en nadie concreto, y menos en mí hijo, así que olvida lo que escuchaste—tú necesitas alguien como yo mamá que te dé lo que necesitas, papá no sabe satisfacerte, así que déjate de tonterías, está decidido mamá: voy a ser tu chulo desde esta tarde y satisfacerte, y me darás el dinero que lleves en el monedero, vamos quítate la bata ahora mismo o te doy dos hostias, venga—abrí la bata de mí madre, viendo que llevaba una braguita minúscula que dejaba escapar muchos pelos por ambos lados, ella se resistió golpeándome en el pecho pero sin oponer mucha resistencia diciéndome que estaba loco, y que la soltara—AH...deja mí bata, soy tu madre, tu padre va a saber esto en cuanto venga—le puse un brazo en la espalda, mientras la atraía hacia mí, dándole unas palmadas encima del coño, que ya había humedecido las braguitas, la muy guarra.

Besé a mamá en la boca, hasta que le metí la lengua chupando la suya, que reaccionó rozando la mía, mientras quería deshacer el beso, sin oponer apenas resistencia.

Me saqué la polla haciendo que mí madre me la agarrará, y acariciará toda la polla- La agarró sin soltarla, —comprobando como tenía el coño muy húmedo, acariciándole todo el coño, metiéndole dos dedos, haciendo que se mojara más.

Se quejó con muy poca resistencia, gimiendo al sentir mis dedos dentro de su coño, separando la puta los muslos para facilitarme que pudiera manosearla bien todo el —acariciarla, dándome fuertes apretones con los dedos, cómo comprobando lo dura y lo gruesa que la tenía—Aaahhh...aaahhh...no me toques así el coño...aaahhh...golfo soy tu madre...aaahhh...ooohhh...mi coño no me lo toques así, so chulo—cuánto dinero tienes mamá a ver ese monedero,¿ solo 3000 ptas.? bueno es igual otro día me tienes que dar más o te dará dos hostias—.

Senté a mí madre en el sofá haciendo que me comiera la polla, cogiéndola del pelo, la muy puta me comió toda la polla, quejándose muy poco, mientras me pasó la lengua por toda la polla poniéndomela más gorda.

Tumbé a mí madre en el sofá y levantándole los muslos en alto, le repase el coño con la polla de arriba abajo, golpeándole el clítoris con la cabeza hinchada, haciendo que se le mojara más el coño, que chorreaba jugos, clavándole media polla de una vez, mamá me dijo que no la follara, que era un chulo y que se la sacara—AAAHHH...AAAHHH...no me metas la polla, so golfo sácamela...OOOHHH...—sácatela tú misma si quieres so guarra, te voy a follar como nunca te ha follado nadie, puta cachonda...¡¡qué buenas estás!!...—Mí madre se sacó la polla y se pintó todo el chocho de arriba abajo, con la amoratada cabeza, dándole un escalofrió del placer que sintió cachonda perdida—Aaahhh...aaahhh...mmm...mi coño...que polla tienes ¡¡SO CHULO!!  eres más fuerte que yo y no puedo contigo, será a la fuerza.

Nada más pintarse el coño con mí polla, mamá se la volvió a meter, excitándome ver lo guarra que era. Le clavé —profundo, sacándosela y metiéndosela en cada embestida, para que la guarra disfrutara más cómo la follaba.

La cachonda tenía el coño muy estrecho, notando cómo  me la apretaba muy fuerte sin dejar de mojarme la polla por los jugos que soltaba sin parar—Ooohhh...ooohhh...que chocho tienes mamá tan estrecho...Aaahhh...qué bien te follo, sí toma toda la polla así...hasta los huevos ¡¡QUE CHOCHO!!  tómala toda guarra, cómo follas, así toda dentro—Aaahhh...aaahhh...aaahhh...nunca me la han clavado tanto nadie...Ooohhh...ooohhh...¡¡CHULO!!  me la estás metiendo toda...aaahhh...que polla tan gorda tienes...me la estás metiendo hasta el fondo del coño...¡¡CABRÓN!!  me estoy corriendo sin parar aaahhh...sí me corrooo...oh cómo me follas—.

Excitado por cómo me hablaba me corrí dentro llenándola de leche, dejando a mí madre en el sofá.

A los dos días de este suceso al entrar en casa, encontré a mí madre, planchando ropa otra vez, encima de la mesa estaba su monedero, cómo hacía dos días.

Me acerqué a mamá por detrás metiendo mis manos dentro de la bata, descubriendo que no llevaba ninguna prenda, acariciando sus pezones que se pusieron duros en seguida. Mí madre  empezó diciéndome que lo del otro día fue un error, y que ella tenía la culpa, pero que no podía volver a repetirse.  Igual que hacía dos días, besé a mí madre en la boca, mientras le abrí la bata y descubrí que la muy puta no llevaba ni bragas. Le di unas palmadas en el coño, que ya se mostraba húmedo—que guarra eres mamá no llevas ni bragas¡¡PUTA!!  toma unas palmadas en todo el chocho así...lo tienes ya empapado GUARRA, voy a follarte más y mejor que el otro día SO CACHONDA—Aaahhh...aaahhh...no me toques así el coño...aaahhh...no me hables así, soy tu madre, esto no puede ser—.

Cogí a mí madre y le puse la polla en la mano mientras la besaba metiéndole la lengua, buscando la suya.

—soltó tironeándomela muy fuerte, sin olvidarse de acariciar mis peludos huevos.

Le metí dos dedos hasta el fondo, comprobando cómo chorreaba más jugos que el otro día—¡¡GUARRA!!  mira cómo tienes el coño, te lo voy a comer hasta que te corras en mí boca, so cachonda.

Me llevé a mí madre al sofá echándola en el respaldo, con los muslos totalmente abiertos y en alto. Solo oler el coño de mí madre se me puso más dura, olía a chocho caliente.

Lamí todo el coño cómo si lo pintara, de arriba abajo, bebiéndome todos los jugos, metiéndola toda la lengua hasta el fondo, comiéndole todo el coño sin prisa.

Mí madre loca de gusto por cómo se lo comía, me cogió la cabeza, encajándome el coño en la boca, y frotándome el coño sin parar, insultándome y diciéndome que no dejara de comérselo —Mmm oh mamá qué coño tienes tan sabroso...mmm sí que rico tienes los jugos mmm...sí—Aaahhh...aaahhh...CABRÓN...Ooohhh...Ooohhh... cómo me comes el chocho...Aaahhh...sí toma mí coño...Aaahhh...aaahhh...ME CORRO EN TU BOCA ¡¡CHULO!! me estás metiendo toda la lengua en el coño...Sssííí...toma mis jugos...ME CORRO SIN PARAR ¡¡CABRÓN!!  que placer me das...TOMA MÍ CHOCHO...—.

Cómo el día anterior eche a mí madre en el sofá, pintándole el coño sin metérsela, poniéndola más excitada y caliente.

En esta ocasión mí madre se corrió nada más metérsela, llamándome de todo, mientras no paraba de mover el coño para que se la clavara más—Aaahhh...aaahhh...chulo...aaahhh...me estás follando a la fuerza...aaahhh...me la estás clavando toda hasta el fondo de mí coño...aaahhh...que pollazos me das hijo de puta, haces que me corra sin parar, so chulo—.

Excitado por cómo mí madre me hablaba, me eche encima de ella, pasándole las manos por debajo del culo, cogiéndola bien fuerte, clavándole la polla más profundo con un mete saca más rápido.

Mí madre se puso loca de lujuria y cachonda perdida, al ver cómo la follaba así, atenazándome con sus muslazos por mis caderas, hablándome muy sucio y caliente—Ooohhh...¡¡GUARRA!!  toma toda la polla, así te la clavo más putona, tómala toda hasta el fondo, que chocho tienes tan rico, so guarra—Aaahhh...Aaahhh...¡¡CABRÓN!!  así me la clavas más...aaahhh...aaahhh...cómo me follas....aaahhh sí...sí...no pares de follarme así ¡¡hijo de puta!!  fóllame así el coño...me estás follando viva ¡¡CHULO!!  qué bien me follas...aaahhh...—.

Después de que mí madre se corriera varias veces, me llevó a su cama, poniéndose a cuatro patas, abriéndose el coño con ambas manos, pues según ella mí padre nunca la había follado así, y quería que su chulo la follara así cómo a una perra, sin miramiento ninguno, cómo no sabía hacer el cabrón de su marido.

—ven aquí chulo...mira cómo me has puesto de caliente, follate a tu puta cómo a una perra—Uuufff...te voy a matar a pollazos guarra, que coño  tienes tan sabroso—.Me coloque detrás de mí madre, agarrándola de las caderas, y de una embestida le metí toda la polla de golpe, notando su coño empapado de jugos, chapoteando en cada embestida, poniéndonos muy calientes cómo su coño empapaba mí polla de jugos, mí madre se corrió a los pocos minutos, por como se la metía hasta el fondo en un mete saca rápido y sin miramiento ninguno, sin dejar de mover su coño, para que se la clavara más, pidiéndome no parara de follarla—Aaahhh...aaahhh...aaahhh...sí follame así el coño...ooohhh...cómo me la metes toda, hasta el fondo...me voy a correr ya...¡¡CHULO!! follame cómo no lo hace el cabrón de mí marido, toma mí coño así...me corrooo...—.

Sin poder aguantar el placer de ver a mí madre, así de excitada y de puta, me subí en su grupa, sin dejar de clavarle toda la polla mientras le susurré al oído—te voy a matar a pollazos puta...te voy a follar por tres sitios a la vez, cómo a una guarra...—me estire encima de la espalda de mí madre, haciendo que ella también se estirara, teniéndola así, con toda la polla en el fondo de su coño, le cogí las tetas con una mano, mientras le cogí todo el coño con la otra, acariciándola el clítoris, haciendo se corriera sin parar y chillándome cómo si la matara, sin control de lo que me decía, loca de placer—Ooohhh....ooohhh...sí...ahora sí te follo bien guarra, así...toma toda la polla PUTA, que coño tienes y que tetas, te voy a follar así cómo a una guarra por tres sitios....ooohhh. que chocho tan caliente y mojado tienes...PUTONA...te voy a matar a pollazos así...que pezones tienes mamá....ooohhh que follada...—Ooohhh...Ooohhh...sí follame así Ooohhh...toca así mí clítoris...córrete conmigo CABRÓN...Ooohhh lléname de leche... no aguanto el gusto HIJO DE PUTA...me matas de placer...Ooohhh que como me la clavas...que follada me das     ¡¡CHULO!!  lléname de leche, me corrooo hijo, llena el coño de tu puta así...no pares de follarme....mmm—toma mí leche sí me corro contigo...Ooohhh...Ooohhh...—Ooohhh......sí así dame toda la leche...toma mis jugos...Ooohhh...CHULO...—Ooohhh...PUTA...me corrooo en tu coño...—sssííí llénamelo así de leche....Ooohhh me corrooo contigo hijoooo.

Así de esta manera me convertí en el chulo de mí madre, sin haberlo pretendido, disfrutando el uno del otro durante varios años.

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