Soy cornudo, pero esto va cambiando

Sigue el relato del protagonista a su amigo

Como hemos comentado anteriormente, desde que tú te has venido a vivir con nosotros, la cosa ha cambiado algo, disimulan en lo posible y hacemos el paripé de que ellos se van a acostar cada uno a su dormitorio (como bien sabes amplios y de camas grandes) y sobre las dos de la mañana, ella me despierta y me hace cambiar de cama con la de tu nieto, hasta la mañana siguiente temprano.

Mi madre entonces me dijo” PUES NO PARECE QUE NO SE TE PONGA TIESA, PUESTO QUE AHORA PARECES UN BURRO EN CELO,” a lo que le respondí lo que sabes, que me he vuelto a operar, que se me ha corregido lo de la eyaculación retrógrada y que un psicólogo me ha hecho recuperar la energía viril (todo ello mientras estuve en Barcelona, en tu  casa  madre).

PUES MIRA, dijo mi madre, DÉJATE DE JILIPOLLECES Y SI  COMO PARECE YO TE PONGO, OLVÍDATE DELA FURCIA DETU MUJER Y VAMOS AL DORMITORIO A JODER, QUE TENGO UNAS GANAS LOCAS DE QUE ESO QUE SE ADIVINA BAJO EL BOXER, PODER METERMELO EN MI BOCA Y EXPRIMIRLO HASTA EL FINAL, AUNQUE CON LO CALENTORRA QUE YO SOY, NO SE SI SERÁS CAPAZ DE AGUANTAR UNO DE MIS ASALTOS.

Le respondí que a pesar de mis casi 40 años, estaba en plenitud de forma y  no creía que ella pudiera quedar insatisfecha con  los orgasmos que iba a tener conmigo, pues además, en caso de necesidad, me tomaría una pastilla de Viagra, que me había recetado el urólogo, y ya veríamos quien se rendía antes, pero que había que reconocer que desde que se había reafirmado las tetas estaba mejor que cualquier quinceañera, y si era tan buena en la cama y aguantaba tanto, podía ya empezar a demostrarlo.

Nada más decirle esas palabras, con una rapidez inusitada, se desprendió de su negligé, quedando a mi vista  aquellos dos hermosos melones de que la madre naturaleza la había dotado, donde destacaban sus pezones de un tamaño más que considerables, que parecían teñidos de un color castaño oscuro, me cogió por las solapas del pijama de verano, me atrajo hacia ella y con voz enronquecida,( pienso que por el deseo), me dijo:¿TE GUSTAN MIS TETAS?, PUES CHUPAMELAS Y MAGREAMELAS QUE ESO ME HACE PONERME AÜN MAS CALIENTE. NO ESPERES UN MOMENTO QUE YA ME TIENES  LOCA DE DESEO. QUIERO QUE ME LAS  TOQUES. CHÚPAMELAS CARIÑO MIO QUE HOY VA  A SER NUESTRA GRAN NOCHE.

No pude resistirme a una invitación y orden tan sensual y mis labios se apoderaron alternativamente de una y otro pezón, notando que crecían bajo la presión de mis labios. Al mismo tiempo mi madre me fue arrastrando hacia el dormitorio, mientras me decía tales obscenidades que sería incapaz de decírtelas ni a ti amigo Felipe, pero que hacían que mi verga se convirtiese en un mástil enhiesto, como si de acero se tratase, y me entrasen unas especies de dolores en los huevos que eran casi imposibles de aguantar.

Rompió mi pijama y una vez dentro del dormitorio, , con su boca tomó mi boxer, quedando al aire mi cipote, que yo creo que ya no era capaz de alcanzar mayor grosor ni longitud por su grado de excitación, y arrojándome sobre la cama ( por cierto si deshacer), se introdujo de un modo brutal, mi glande entre sus sensuales y lujuriosos labios, una vez que había retirado hacia atrás con sus dedos el prepucio, ahondando en las profundidades de su boca la parte de mi falo que le cupo, subiendo y bajando con suavidad pero enérgicamente  sus boca desde los cojones hasta la punta del glande, untándolo con su saliva el resto del tronco de mi pija.

No pude contenerme más e igualmente que ella había hecho con mi boxer, tomé con mis dientes su tanga amarillo y lo desgarré, quedando expuestos a mis ojos su exuberante pero bien cuidada pelambrera, que permitía la visión de sus labios mayores, y en su interior se adivinaba la presencia de un clítoris  sonrosado y deseoso de ser lamido y mordisqueado por mi, por los labios y dientes de su propio hijo, que en ese momento no pensaba más que en tenía  a su alcance a una de las mujeres más ardientes que podía haber imaginado en mi vida.

Parece que existía una comunión de pensamientos, pues mientras ella me hacía la mamada más increíble que puedas imaginarte, mis dedos, y mi boca enredaban con su  coño y su clítoris, y casi al unísono llegamos a la culminación de nuestro primer orgasmo, sintiendo en mi boca los jugos que de su órgano femenino brotaron hacia al exterior, y ella sintió como mi pene expulsaba hacia su garganta una cantidad de semen increíble.

Tras esa primera explosión de placer, nuestras labios se buscaron insistentemente,, gozando ambos de nuestros efluvios, y  nuestras lenguas juguetearon una con la otra, haciéndome (Cuando menos a mi) creer que estaba enla Gloria  y sabiéndome mi propio semen a  una de las cosas mas sabrosas que en mi vida había probado, continuando con nuestros morreos no se cuanto tiempo, pero si lo suficiente para que mi morcillona polla, bien machacada por la mano de mi madre, volviese a tomar la forma de un badajo sonrosado y duro como una piedra.

No se el tiempo que mis labios y manos exploraron su cuerpo, que tenía una piel fina y tersa poco habitual en mujeres de su edad, pero todo ello acompañado de inequívocos síntomas de orgasmos que ella se encargaba de cortar presionando sobre los conductos de la uretra, para que nuestro goce fuese aún más prolongado.

Serían como las dos o las tres de la madrugada cuando ella ya no podía aguantar más el deseo y me pidió que la penetrase, pues aunque ya había tenido varios orgasmos ( me confesó después que era multiorgásmica), procuraba al máximo no ser penetrada, pero ahora ya quería que  mi polla se la metiese de un modo brusco, no suave en sus entrañas a través de su vagina, ya que quería sentir la sensación que recordaba de  cuando sus primeros embates con mi padre, que no se encomendaba a nadie y se la clavaba hasta el los cojones, se corría y a ella la dejaba con una calentura de campeonato, debiendo calmar su furor uterino  a base de unas buenas masturbaciones,; vamos que quería ser follada como lo había sido de  de jovencita.

En tanto en cuanto yo había tomado una pastillita de Viagra que había hecho que no fuese fácil bajar la erección de mi falo, pero que al mismo tiempo mi resistencia física, no sexual, fue disminuyendo y sin enterarme caí en un estado de somnolencia hasta que sobre las diez de la mañana sentí que mi verga estaba siendo  nuevamente mamada por los labios de mi madre, que me decía en tono cariñoso: VAMOS CARIÑO, DESPIERTA, QUE YA VA SIENDO HORA DE QUE TU MAMITA RECIBA SU POLVO MAÑANERO Y  TU PUERDAS VACIARTE DENTRO DE ELLA; QUIEROS QUE ME COMAS EL COÑO COMO ANOCHE LO HICISTE, QUE NO SE COMO SEERÍA PERO QWUE ME CORRI COMO JAMAS RECUERDO HABERLO HECHO. ESTÁS HECHO UN TORO Y CON ESA POLLAZA QUE TIENES ME HACES ENLOQUECER DE GUSTO. POR FAVOR, NO ESPERES MAS, MÉTEMELA  YA Y DESPUES TE VOY A DEJAR QUE ME JODAS POR EL CULO, COSA QUE NADIE HA HECHO, A PESAR DE QUE MIS AMIGAS DICEN QUE ES UN PLACER INIGUALABLE, Y QUIEROS QUE SEAS TU QUIEN ME DESVIRGUE EL ANO, QUE TU CIPOTE SEA EL PRIMERO EN ENTRAR POR MI ORTO.

No di tiempo a mi madre a decir más, mis labios se apoderaron de su dos hermosas mamas, y mientras las succionaba con deleite, su mano izquierda tomó  mi pene por  su glande y lo dirigió diestramente hacia el principio de su ensortijada vagina, y allí, sin darme tiempo a tomar aliento, ni a prepararme, arqueó sus lumbares y ella misma se la metió hasta dentro, con una fuerte embestida y  comenzando un movimiento de mete y saca rápido y al mismo tiempo placentero, que me hizo saborear las mieles de un coito perfecto.

El tiempo se nos echaba encima y decidimos Felipe y yo que ya le contaría algo más en los próximos días, que no habían de ser muchos, y noté que mi amigo llevaba un empalme de campeonato, pero no le dije nada y quedamos en vernos días después.