Sospechas y certezas (23)

Certezas! Cambiando el norte de mi vida

(23) – Certezas! Cambiando el norte de mi vida

El domingo después de almorzar con Gloria, me despedí de ella, prometiéndole una respuesta lo antes posible, mirándome a los ojos, me dijo que ya la conocía, pero que de todas formas, esperaría mi llamado. Me volví, la ruta estaba tranquila, y aunque parezca mentira, sentía cierto vacío al dejar aquel lugar, estar casi un mes allí, me había servido para muchas cosas, para pensar, para elegir, para proyectar, y eso…, eso me daba paz.

El lunes fui a trabajar, la bienvenida me sorprendió, incluso, Flavio había comprado facturas para todos, me saludó con un abrazo y me dijo que me había extrañado.

Estaba deseando que se hiciera la hora de salir, ese día miré la oficina, la gente, el trabajo de otra manera, como si inconscientemente, pensara que allí, me quedaba poco tiempo, creo que en mi interior se iba inclinando la balanza.

Al salir, me fui directo a lo de Mora, no le avisé que iba, ni siquiera sabía si la encontraría. Al llegar, toque el timbre y sin contestarme, la puerta se abrió. Entre, la cerré y al darme vuelta para caminar aquel pasillo, veo a Mora correr hacia mí, solo con una remera, un short de jean y en pata, cuando  estaba cerca, la vi llorar, llegó a mí y dio un salto colgándose en mi cuello y enredando sus piernas en mi cintura, la tuve que tomar de la cintura, para que no cayera al piso.

-MORA: Perdón Gabi! Perdón! Perdón!

-GABRIEL: Estás desabrigada corazón! Te vas a enfermar!

No paraba de llorar, caminé el pasillo hasta su casa con ella en mis brazos. Solo apoyó sus pies cuando entramos, pero no me soltaba el cuello.

-MORA: Perdón Gabi! Por favor perdoname!

-GABRIEL: ¿Qué tengo que perdonarte?

-MORA: Mi estupidez! Por favor perdoná mi estupidez! Fui muy tarada, te traté muy mal antes de irme! No tendría que haberte dicho todo eso, ni pensar de esa manera! Me daba miedo llamarte, tenía miedo que no quisieras hablar conmigo! Me arrepiento tanto de haber sido tan pelotuda! Estaba nerviosa por Bren y me la agarré con vos! Perdón Gabi! Perdón!

-GABRIEL: Tranquila! Ya fue! Ya pasó! Ya sé que estabas nerviosa! Ya sé que te puso mal todo aquello!

-MORA: Pero me puso peor, lo tarada que fui con vos!

-GABRIEL: Tranquila! No pasa nada!

-MORA: ¿No estás enojado conmigo?

-GABRIEL: Claro que no!

Y sin darle tiempo a una respuesta, la besé, busque sus labios y la besé, la abracé y la besé, podía ver sus lágrimas correr mientras nos besábamos.

-MORA: Tenía tanto miedo!

-GABRIEL: Shhh! Ya no más!

-MORA: ¿Te tenés que ir, o te podés quedar un rato?

-GABRIEL: No, no tengo nada que hacer!

Y sin mediar palabra, allí parados en el estar cerca del sillón, se sacó la remera, no llevaba corpiño, desabrochó el short y se lo sacó, quedó delante  de mí, solo con una tanguita blanca, desabrochó rápidamente mi camisa y me la sacó. A esta altura, mi erección era difícil de ocultar, me desabrochó el pantalón y lo bajó junto con el bóxer, quedándome en los tobillos, me abrazó presionando sus tetas contra mi pecho y sin decir palabra, me besó, literalmente me comió la boca. Realmente me había excitado, la abracé fuerte y dando pequeños pasos, los que permitían los pantalones en mis tobillos y frente al sillón, me senté. Mora se sentó sobre mí, con las piernas a ambos lados de las mías, nos seguimos besando, acaricié todo su cuerpo, besé su cuello, sus tetas, besé y chupé sus pezones que tanto extrañaba, en un momento, se levantó, se quitó su tanguita y se volvió a sentar, sobre mí, hundiendo mi erección en su conchita mojada, bajó lentamente hasta que entró toda y su culo se apoyó en mis piernas, me miró a los ojos y me besó.

-MORA: Cuanto te extrañé! Perdón cielo mío por ser tan estúpida!

-GABRIEL: Me encanta tu manera de pedirme perdón!

Y empezó a subir y bajar lentamente, a mover su cadera hacia adelante y hacia atrás, mis manos en su culo y mi boca en sus pezones, de uno al otro, los chupaba y le daba suaves mordiscos.

-MORA: Si Gabi! Así! Seguí! Mas fuerte! Mordeme mas fuerte!

Hacía más presión con mis dientes en sus pezones y ella aceleraba el rito de sus movimientos, unos segundos después estalló en un orgasmo, impresionante! Cómo me gustan sus orgasmos!

Bajó un poco el ritmo, pero sus movimientos continuaron, ahora solo hacia atrás y hacia adelante lentamente, y un par de minutos después, tuvo otro orgasmo bestial!

-MORA: Cuanto necesitaba esto! Cuantas ganas tenía de sentirte dentro mío, mi cielo!

-GABRIEL: Cuanto extrañe tu cuerpo!

-MORA: Es todo tuyo, es todo para vos!

Cambiamos de posición, le pedí que me dejara sacarme los zapatos y el pantalón, para poder moverme con libertad. Ella quedó sentada en el sillón, mientras yo terminaba de desnudarme, cuando ya estaba en pelotas, me tomó la pija y me la empezó a chupar, la recorría toda con la lengua, para después metérsela en la boca, me tenía al borde de acabar y se lo dije. La tomó con la mano y sin soltarla se paró, me besó y tiró de mí, para que la siguiera, camino a su habitación. Fue llegar a borde de la cama y empujándome, quedé boca arriba. Se volvió a sentar enterrándosela de un saque. Se volvió a mover como antes, pero esta vez, apoyando sus manos en mí pecho. Iba y venía, ya me tenía a punto de explotar, flexionó sus brazos y sus tetas se apoyaron en mi pecho. Le acaricié el culo con ambas manos, subía y bajaba recorriéndolo todo, tocando sus cachetes y pasando una mano por su raya, acariciándole suavemente su orificio. Se movió unos minutos más y explotó en otro orgasmo.

-MORA; Si Gabi! Sï! Como me gusta! Como te amo mi vida! Acabame por favor, decime como querés que me ponga y acabame.

Levanté un poco su cuerpo para que me diera un poco de espacio para entrar y salir de su conchita, y embistiéndola más raudamente, acabé en su interior, cuanto placer!

-GABRIEL: Que falta me hacía sentirte así!

-MORA: Si mi amor! …Si!... Así! Llename toda! Cuanto me gusta!

Después de esto, nos quedamos un rato dormidos, me despertó una sensación en mi entrepierna, al abrir los ojos, la pude ver con mi pija en la boca, la chupo hasta que se volvió a poner dura, empezó a hacerme una paja alternada con las chupadas, no duré ni cinco minutos y le avisé que estaba por acabar. Aceleró la paja sin sacarse la pija de la boca y me supuse lo que buscaba. Me dejé llevar y terminé en su boca, totalmente agitado, el corazón al galope, que sensación!

Nos quedamos recostados otro rato, miré el teléfono, eran casi las cinco y media.

-MORA: ¿Almorzaste? ¿Querés comer algo?

-GABRIEL: A vos!

Y girándome le volví a chupar las tetas, a saborear sus pezones, a tocar su conchita aún mojada y a volverme a empalmar, ni yo podía creerlo.

Esta vez fue mucho más suave, lleno de caricias, de ternura, mirándonos a los ojos, besándonos con amor, innegable amor, en la posición del misionero, duró mucho más tiempo, como media hora y casi no cambiamos de posición, solo después de un rato, ella fue arriba, le encanta acabar así y a mí me vuelve loco!

Después de eso, estábamos reventados, nos levantamos y nos duchamos juntos, volvimos al sillón y nos sentamos a tomar un café, ella se apoyó en mi pecho y nos pusimos a conversar.

-MORA: ¿Dónde fuiste Gabi? Sé que a la costa, pero no sabías donde.

-GABRIEL: Fui a La Lucila del Mar, a un complejo hermoso!

Y tomando mi teléfono le mostré varias fotos, las miró a todas y me dijo:

-MORA: Me encantó! Es re lindo!

-GABRIEL: La verdad que sí! La dueña se llama Gloria, es viuda hace poco más de un año, ella es de Mar del Plata y se fueron allí con su marido cuando hicieron el complejo, era el sueño de si marido. Después del fallecimiento, ella se quedó hasta ahora, pero me dijo que sin su marido no es lo mismo y quiere volverse a Mar dl Plata, allí esta su familia y sus amigos.

-MORA: Qué pena, es un lugar hermoso!

-GABRIEL: Durante este mes que estuve allí, conversamos mucho, en verdad me parece una mujer encantadora. No lo digo como mujer, sino como persona. Y una semana antes de volverme, me ofreció dejarme el complejo.

La cara de Mor pasó de estar atenta a lo que le estaba contando a una cara mezcla de asombro y seriedad.

-MORA: ¿Trabajar como encargado o algo así?

-GABRIEL: No, que sea mío!

-MORA: ¿Cómo? No entiendo.

-GABRIEL: Ella se quiere volver a Mar del Plata y estuvo evaluando venderlo o alquilarlo para que alguien más se haga cargo, y me ofreció que fuera mío.

-MORA: ¿Pero eso debe costar mucho dinero?

-GABRIEL: Si, claro! Pero si acepto me daría dos o tres años de gracia y recién después se lo empezaría a pagar.

El semblante de Mora, entre preocupada y seria.

-MORA: ¿Y que pensás hacer?

-GABRIEL: Por supuesto desde que me lo ofreció, no dejo de pensar en qué hacer, te soy sincero lo estoy evaluando seriamente.

-MORA: ¿Pero te tendrías que mudar allí?

-GABRIEL: No solo eso, tendría que dejar el trabajo también. El fin de semana anterior, estuvieron allí Javi y Silvina, necesitaba contárselo y escuchar su opinión. Del mismo modo que te lo estoy contando a vos, necesitaba escuchar a las personas importantes en mi vida y saber que piensan.

-MORA: ¿Y Javi que dijo?

-GABRIEL: Creo que su entusiasmo es mayor que el mío, me dijo que si fuera él, no lo pensaría dos veces, le encantó el lugar y me dijo algo que me demostró lo maduro que es, que si sentía que esto es lo que quiero, que le dé para adelante, no sea cosa que por no dar el salto, después me arrepienta. En verdad me siento en el borde, ahí justo en el momento previo al salto, pero….te quería escuchar.

-MORA: Gabi, sabés lo que yo te quiero, y lo que me importa tu felicidad, a veces las cosas no se dan porque sí, tienen un motivo detrás que quizás no vemos, y las oportunidades muchas veces son únicas, y como dijo Javi, a veces dejamos pasar las cosas y tiempo después nos arrepentimos. Si es lo que deseas, es lo que tenes que hacer. Puede salir bien o puede salir mal, pero si no lo intentás, nunca lo sabrías.

-GABRIEL: Por supuesto que hay un lugar para vos en este proyecto, y por eso necesitaba escucharte, no quiero que pienses, que podría tomar esta decisión para alejarme de vos, muy lejos de eso. Pero soy consciente que mis decisiones pueden impactar en las personas que quiero, y también que no puedo pretender que los demás piensen, sientan o decidan igual que yo.

-MORA: La verdad es que no sé cómo me sentiría en tu lugar, también me cuestan las decisiones, creo que mucho más de lo que quisiera.

-GABRIEL: Mañana voy a hablar con Ruben y su socio para pedirles su opinión, pero la de ellos, tiene que ver más, con cuestiones legales y económicas.

Seguimos charlando hasta la hora de cenar, Mora preparó unos fideos, no quise tocar más el tema, quería dejarla pensar, por supuesto que si decidía venir conmigo, me haría feliz, pero no quería presionarla a tomar una decisión, que yo quisiera cambiar el rumbo de mi vida, no implicaba pretender que ella cambiara el suyo.

Esa noche me quedé a dormir en su casa y volvimos a hacer el amor, me encanta esta Mora más sensual, más predispuesta, mas suelta. Nuestra sexualidad antes del divorcio, a mí me encantaba, pero no sé si por ese tiempo que estuvimos separados, ahora me gustaba mucho más.

Antes de dormirnos, me preguntó:

-MORA: ¿Y si decidieras aceptar, para cuando te irías?

-GABRIEL: Creo que la decisión definitiva, la tomaría después de hablar con Ruben y con Mario, y de aceptar, supongo que para principios de agosto, antes que arranque la temporada.

Me abrazó fuerte, con su cabeza en mi pecho, y me pareció que lloraba.

Nos levantamos temprano, desayunamos y dejé a Mora en su trabajo, pasé por casa a ducharme y cambiarme y me fui para el trabajo.

Me encontré con Flavio y le dije que cuando pudiera, necesitaba hablar con él. Me dijo que hacía unas llamadas telefónicas y me avisaba. Veinte minutos después, me llamó.

-FLAVIO: Gabi, decime, ¿pasó algo?

-GABRIEL: No Flavio está todo bien, pero necesitaba hablar con vos un tema importante.

-FLAVIO: Decime

-GABRIEL: Este mes que estuve de vacaciones, me fui a la costa a un complejo, y la dueña me ofreció hacerme cargo de todo, lo vengo pensando y te quería avisar que si acepto la oferta tendría que dejar el trabajo.

-FLAVIO: Gabriel! Que noticia! Es bárbaro! Aunque lo que más me costaría es que te fueras, pero bueno, es tu vida y vos sos el que decide para adonde va.

-GABRIEL: Mañana o pasado te voy a avisar lo que decida, luego de hablar con Ruben y su socio. De aceptar, trabajaría hasta fin de mes. Ta quería avisar para que lo pongas al tanto a Pablo o a quien quede en mi lugar, para ponerlos al corriente de todo lo que hago.

-FLAVIO: Está perfecto Gabriel, pero dejame darte un consejo, habla con la gente de personal, no renuncies por ahora, con tu antigüedad, podés pedir un tiempo de licencia sin goce de sueldo, por las dudas las cosas no funcionen y necesites volver.

-GABRIEL: No había pensado en eso, tenés razón, cuando se termine esa licencia, puedo renunciar.

-FLAVIO: Claro! Bueno Gabi, suerte en lo que sea que decidas, y te doy mi opinión, creo que si me hubieran dado esa oportunidad, me iba de una, sin pensarlo.

-GABRIEL: Gracias Flavio!

No había pensado en esa opción, ya hablaría con Dieguito para averiguarlo. Volví a mi escritorio y lo llamé a Ruben. Le conté por arriba el tema y le dije que necesitaba hablar con él y con Mario, su socio.

Me dijo que hablaba con él y me llamaba.

Cerca del mediodía me devolvió el llamado y me dijo que me esperaban a las cuatro y media de la tarde en el estudio. La verdad estaba ansioso, no me podía concentrar en el trabajo, ya quería que fueran las cuatro de la tarde. Al salir del Ministerio, pasé por el bar de Cacho para hacer tiempo hasta las cuatro, al verme, María me dio un abrazo, me dijo lo que me había extrañado, y mientras le contaba de la oferta de complejo. Ya se hacía la hora, y le dije que la llamaría para contarle todos los detalles.

Llegué al estudio, Ruben y Mario ya me esperaban, entramos al despacho de Ruben y les empecé a contar la propuesta, todos los detalles, le mostré a Mario los estados contables y los balances del complejo, también fotos y los planos de las ampliaciones. Mario estuvo un rato en silencio analizando todo eso, mientras Ruben miraba los planos y las fotos.

-RUBEN: ¿Y encima te daría dos o tres años para empezar a pagarlo? Ni lo pienses, si no aceptás vos, hablo con esa mujer y me hago cargo yo!

-GABRIEL: La verdad que me entusiasma la idea, pero quería la opinión de ustedes para terminar de decidir.

-RUBEN: El complejo es hermoso, y puede ser mejor, está orientado a un nivel económico medio/alto y eso es muy bueno, siempre hay gente, cómo yo, que no le importa pagar más dinero por un buen servicio, creo que tendrías que apuntar a eso.

Después de unos minutos, Mario me dijo:

-MARIO: Gabriel, está claro que el complejo deja buenos dividendos, y que también podrían ser mejores, si además, tenés la oportunidad de explotarlo dos o tres años y recién después comenzar a pagar, es como dice Ruben, si vos no aceptás, yo lo haría para mí.

-GABRIEL: Lo que necesitaría, sería dejar todo debidamente explicitado en contratos, hipotecas, que se yo, lo que corresponda, quiero que Gloria se quede tranquila con el acuerdo.

-MARIO: Yo te diría de que hables con Gloria y que se haga una tasación del complejo. Se preparan los documentos necesarios dejando asentados los tiempos de pago y listo.

-RUBEN: Yo te armo todo, quedate tranquilo, y además te diría que las ampliaciones, harían aún más rentable el negocio.

-GARBRIEL: Si, eso lo tengo en claro y creo que lo primero, sería la pileta climatizada, eso traería gente en invierno.

-RUBEN: Por supuesto, yo empezaría por ahí!

-GABRIEL: Bueno, está hecho! Muchas gracias a los dos, y por supuesto ya les llegarán sus boucher de invitación!

-RUBEN: No hace falta! ¿Y cuando te irías?

-GABRIEL: Tendría que hablar con Gloria, pero supongo que a principios de agosto.

Mario se fue del despacho y nos quedamos hablando un rato más con Ruben. Cerca de las seis de la tarde me iba del estudio, cuando Ruben me dijo:

-RUBEN: Gabriel, tengo que decirte algo, pero no puedo aceptar un no, como respuesta!

-GABRIEL: Claro, decime!

-RUBEN: Tengo un conocido que tiene una empresa que construye piletas, voy a hablar con él para que cuando vos llegues en agosto, empiecen la obra de la pileta, los gastos corren por mi cuenta, y ya te dije, no acepto un no por respuesta. Es un regalo que le quiero hacer a un amigo!

-GABRIEL: Estas loco Ruben! No puedo aceptar eso, es mucho dinero!

-RUBEN: Ya sé que estoy loco, pero Gabriel, para mí, el dinero no es un fin, es un medio, un medio para lograr un fin, y te vuelvo a repetir, no acepto un no por respuesta!

Mi respuesta fue un abrazo, realmente estaba loco en hacerme ese regalo y se me ocurrió algo.

-GABRIEL: Perfecto, acepto, pero te voy a decir algo y no voy a aceptar un no por respuesta!

-RUBEN: ¿A ver?

-GABRIEL: Que a partir de que me haga cargo del complejo, vos y tu familia, podrán ir cuando quieran sin costo alguno.

Y estirando su mano me dijo:

-RUBEN: Trato hecho!

Me fui del estudio como en el aire, necesitaba contárselo a todo el mundo, pero también necesitaba estar un rato solo.

Paré en un bar y me pedí una cerveza, la tomé lentamente mientras pensaba, la verdad tomar esta decisión me tenía nervioso, significaba un cambio abismal a lo que es mi vida actual, pero a la vez pensaba en cuantas cosas me atraían de esto, me imaginaba trabajando allí, poniendo mis ideas en práctica, el trato con la gente que iría, y la verdad que me entusiasmaba.

Estaba ya por la segunda cerveza, cuando me llegó un mensaje de Mora invitándome a cenar. Acepté y cerca de las ocho y media de la noche llegué a su casa.

Llegué a su casa, Mora había preparado una tarta de verdura que estaba buenísima, la comimos casi toda y nos tomamos una botella de vino.

Le conté todo lo que había hablado con Ruben y con Mario, nos sentamos en el sillón a tomar un café, Lola se hizo un bollito pegado a mi pierna y le dije:

-GABRIEL: Corazón, ya tomé la decisión, voy a aceptar la oferta de Gloria, es un cambio enorme en mi vida, pero estoy dispuesto a ello.

-MORA: ¿Ya se lo comunicaste a ella?

-GABRIEL: No, aún no, seguramente mañana la llame por teléfono, incluso estaba pensando irme para allá el fin de semana.

-MORA: ¿Y cuando te mudarías?

-GABRIEL: Eso dependería también de Gloria, cuando ella deje su casa y se mude a Mar del Plata, supongo, pero será a fin de mes o principios de agosto.

-MORA: ¿Y vas a estar solo allá?

Intentaba entender por donde iba su pregunta, quizás estaría pensando en que le pidiera que viniese conmigo, pero quería que de ser así, fuera decisión suya, sin ninguna presión por mi parte. Aunque me moría por decirle que se viniera conmigo, volver a casarnos y vivir la vida juntos allí.

-GARBIEL: De momento, sí. Más adelante ya se verá…

Esa noche también me quedé a dormir en su casa, aunque no hicimos el amor, solo conversamos hasta quedarnos dormidos.

A la mañana siguiente, desayunamos y dejé a Mora en el colegio. De camino al trabajo, iba pensando en si Mora me diría de venirse conmigo o tendría que pedírselo yo mismo, si estaría en condiciones de dejar su vida aquí, su profesión, sus amigos… No quería ser yo quien la empujara a tomar una decisión, quería que sean sus convicciones, la que se lo dijeran. Traté de ponerme en su lugar, de pensar que haría yo, ¿dejaría todo por seguirla a donde fuese?... y me contesté que sí, que por lo que siento por ella, lo haría, que Javi entendería mis razones, era él la única persona a la cual daría opinión.

Cerca del mediodía, llamé a Gloria:

-GABRIEL: Hola Gloria, ¿Cómo estás?

-GLORIA: Hola Gabriel! Ahora mucho mejor!, tu voz me deja mucho más tranquila!

-GABRIEL: Gloria, quiero hablar con vos y me preguntaba si te parece que vaya el fin de semana y hablamos en persona.

-GLORIA: Claro que sí! Te espero el fin de semana, por supuesto ni se te ocurra pagarme.

El jueves al salir del trabajo, me encontré con Javi y le conté que había tomado la decisión, me dio un tremendo abrazo y me dijo que había hecho muy bien, que para él era lo que tenía que hacer.

Como a las seis pasé por lo de Mora, tomamos unos mates y le dije:

-GABRIEL: Hablé hoy con Gloria y quedé con ella en hablar personalmente el fin de semana.

-MORA: ¿Y ya le dijiste de tu decisión?

-GABRIEL: No directamente, pero creo que al haberle dicho de hablar en persona, lo debió suponer.

-MORA: ¿Entonces ya es un hecho que para el mes que viene, ya vas a estar allá?

Asentí con la cabeza, y en la cara de Mora, se dibujaba un gesto de tristeza.

-GABRIEL: Seguramente me iré el viernes por la tarde y volveré el domingo, ¿Te gustaría acompañarme?

Y su cara pasó a una sonrisa mezcla de nervios y alegría.

-MORA: ¿En serio?

-GABRIEL: Sí, claro, a mi me encantaría que vinieras!

Se giró hacia mí y me abrazó

-MORA: Claro que me gustaría acompañarte! Si eso será tu nueva vida, tu nueva casa, me va a gustar conocerla.

No quise decir más nada, me mordí la lengua para no decirle que si ella quisiera, podría ser nuestra nueva vida, nuestra nueva casa.

El viernes al mediodía, hablé con Gloria, avisándole que llegaría esa tarde noche al complejo. Me dijo que me esperaba a cenar y le aclaré que no iba solo y su respuesta, me dejó helado, me dijo, está muy bien, me va a gustar conocerla. ¿Acaso era adivina? ¿Acaso soy tan predecible?

Salí del trabajo y fui directamente a lo de Mora, ya tenía mi bolso en el auto. Le toqué timbre y me dijo que ya salía.

La vi salir con un bolso y una mochila, se subió al auto, la alegría en su rostro me encantaba.

-GABRIEL: ¿Y Lola?

-MORA: Anoche la llevé a casa de María, no lo quería joder otra vez a Javi, y aparte a las chicas les encanta jugar con Lola.

Le ayudé con el bolso y al subir, del bolsillo de su mochila sacó un sobre de papel, que no supe que era, hasta que sacó de dentro, una calcomanía de la Virgen de Luján, igual a la que tenía en el otro auto.

-MORA: ¿Puedo?

-GABRIEL: Por supuesto!

Pegó la calcomanía y emprendimos el viaje, cuando salimos a la ruta, Mora preparó el mate y fuimos hablando y tomando mate durante el viaje, me hizo recordar tantas veces que lo habíamos hecho, tantos viajes… cómo me gusta viajar con ella!

Llegamos casi anocheciendo, al llegar a la puerta de complejo, Mora miró el cartel

-MORA: ¿Qué premonitorio no?

-GABRIEL: ¿El nombre del complejo? Realmente!

Gloria nos esperaba en la puerta de la casa, bajamos, la saludé con un abrazo y las presenté

-GABRIEL: Gloria, ella es Mora!

-GLORIA: Es un gusto conocerte! Aunque le tengo que decir a Gabriel que nunca me dijo que eras tan hermosa.

-MORA: Muchas gracias! Es un gusto también para mí conocerla, en estos días Gabi me habló mucho de usted!

-GLORIA; ¿Bien o mal? Y tutéame Mora por favor!

-MORA: Muy bien, por supuesto!

-GLORIA: Bueno pasen por favor, después elegís en cual de tus departamentos te quedás!

Dijo Gloria, como anticipando lo que luego confirmaría.

Hablamos un rato hasta la hora de la cena, confirmándole que aceptaba la propuesta y que si le parecía, podíamos ver los papeles que habían preparado Ruben y Mario.

Miramos todo aquello y parecía que Gloria, no le daba mucha importancia.

-GLORIA: Para mí está todo bien, estoy segura que hiciste lo correcto, ya encargué el camión de mudanzas para el fin de semana que viene, no tome reservas hasta fines de julio, mañana te explicaré cómo funcionan los sitios web de reservas y como responderlos y todo lo que haga falta, te hice una copia de los juegos de llaves de la casa y de los controles remotos de la alarma y el portón. Te dejé anotado, los proveedores, la empresa de limpieza de sábanas y toallas, y todo lo que creo necesario, por supuesto que si falta algo, me avisás.

Mora miraba asombrada, como aquella mujer estaba tan segura de mi respuesta, que ya había organizado todo.

Hablamos un rato más y cerca de las doce nos fuimos para una de las unidades. Mora caminó por el parque y yo acerqué el auto al departamento, bajé nuestros bolsos y esperé que Mora llegara.

-MORA: Realmente es hermoso, y tan cerca del mar!

-GABRIEL: Esperá que veas los departamentos, son excelentes!

Y tal cual se lo dije, se asombró nomás entrar.

-MORA: Ahh! Pero esto es un lujo! ¿Y todo esto va a ser tuyo?

Me reí, hasta incluso un poco avergonzado, aunque parezca mentira, no lo había visto así!

Nos dimos una ducha y nos fuimos a la cama, encendí la estufa para que se calentara el ambiente.

-MORA: ¿Y la casa la conocés?

-GABRIEL: No, solo el comedor y el estar, Gloria me dijo que tiene dos dormitorios y un baño arriba, y por el lado de atrás, un depósito y la entrada a un departamento que a pesar de estar junto a la casa es independiente, su marido lo había construido pensando en si algún día, necesitaba un casero.

-MORA: La verdad es un sueño! ¿Imaginaste esto cuando viniste acá?

-GABRIEL: La verdad que no, aunque al verlo pensé que sería bueno tener algo así.

-MORA: Y se te dio! ¿Pensás mantener el nombre?

-GABRIEL: Si, creo que de algún modo me define!

Charlamos ya abrazados en la cama hasta quedarnos dormidos.

A la mañana siguiente, me desperté cuando estaba amaneciendo, hacía frio, pero de todos modos, salí a hacer mi caminata mañanera.

Al volver como siempre para desayunar, pasé a despertar a Mora, que imaginé que aún dormía, pero no estaba en el departamento.

Salí para la casa y la encontré hablando en el comedor con Gloria, al verme ambas me sonrieron.

-GLORIA: Te estábamos esperando para desayunar!

-MORA: Si tardabas un rato más, ya te iba a salir a buscar, tengo un hambre!

-GABRIEL: ¿Hace mucho que te despertaste?

-MORA: Me desperté cuando te escuché salir, pero te dejé ir solo a tus caminatas! Cuando salí, me encontré con Gloria y nos pusimos a charlar hasta que volvieras.

Desayunamos y Gloria me iba diciendo cada cosa que se acordaba que me podía ser útil para el manejo del complejo.

Después del desayuno, salimos con Mora a recorrer el complejo, la veía fascinada, caminábamos entre los árboles mientras escuchábamos el ruido del mar. Le fui mostrando donde se ubicarían las unidades que faltaba construir y donde iría la pileta climatizada.

Veía en su expresión, como un dejo de incertidumbre, como si me dijera, esto es hermoso, y quisiera compartirlo con vos. Me moría por decirle que todo esto podía ser nuestro y no solo mío, pero quería que fuera ella quien tomara la decisión.

-MORA: Realmente es encantadora Gloria!

-GABRIEL: La verdad que si, podés habla horas con ella, incluso de cualquier tema, pero tiene algo como de mujer mayor, como si escuchara a mi abuela aconsejándome con tantos años vividos, no sé, me pasa eso.

-MORA: Es muy clara al hablar, se expresa tan bien, que da gusto habar con ella. Me dijo varias cosas que me han hecho pensar.

Salimos a dar unas vueltas con el auto por la zona, quería ir conociendo mi nuevo lugar, aunque en ese tiempo había conocido bastante, al menos para lo imprescindible.

Volvimos al complejo con algo para la cena, cenamos y nos fuimos a la cama. Esa noche volvimos a hacer el amor, lo hicimos durante bastante tiempo, nos besamos, acariciamos chupamos, acabamos y volvimos a empezar, esta sexualidad con Mora que excitaba mucho.

Nos despertamos cerca de la nueve de la mañana, ese día no fui a caminar, fuimos directamente a desayunar con Gloria, ultimamos otros detalles y antes de almorzar, nos despedimos de Gloria y emprendimos el regreso.

Paramos para almorzar a mitad de camino, y llegamos a la ciudad, pasadas las cuatro y media de la tarde, pasamos por casa de María a buscar a Lola, tomamos unos mates con ella y sus hijas. Cerca de las siete de la tarde, fuimos para lo de Mora.

La notaba tranquila, pero con un semblante entre triste y melancólica.

Entre los dos preparamos algo para cenar y después de comer me fui a mi casa, Mora me dijo de quedarme, pero tendría, a partir de ahora, un montón de cosas por resolver antes de irme.

Por supuesto, esos días fueron bastante agitados, sobre todo en el trabajo, quería dejar todo ordenado, dejarle a Pablo todo ordenado y también, explicadas todas mis tareas y funciones.

Tuve varios encuentros con Ruben y Mario, varios contactos con Gloria para ultimar detalles, contactos con mis futuros proveedores, con a empresa que construiría la pileta, gestionar mi mudanza y un montón de cosas más.

El veinte de julio, me avisó Gloria, que ya había desocupado la casa y estaba camino a Mar del Plata, a partir de ese día, ya podía mudarme.

Organicé mi mudanza para el veintisiete, último viernes del mes. Los últimos días, ya con todas mis cosas embaladas, listas para subir al camión, me quedé en casa de Mora.

Estábamos bien, aunque por momentos me miraba con cierta tristeza, como si la despedida fuera algo más de lo que yo pensaba.

Llegó el día de la mudanza, cargaríamos todo y saldríamos para la costa, Javi vendría con Silvina para ayudarme a descargar y a acomodar todo, pero iría en su auto y yo en el mío.

Mora prefirió no venir con nosotros, creo que la entendía. Estuvo en casa hasta que terminamos de cargar todo y nos preparábamos para partir.

Su cara era de tristeza, podía entender que no tenía una decisión tomada respecto de venirse conmigo, y yo iba a respetar eso.

El camión emprendió viaje y Javi con Silvina también salieron.

Nos abrazamos, Mora me apretaba fuerte, y sus lágrimas seguían cayendo.

-MORA: Cómo te voy a extrañar, se me va a hacer muy difícil estar tan lejos!!

-GABRIEL: También a mí! Pero nos vemos pronto!

-MORA: Mi corazón se va con vos!

-GABRIEL: Y yo te dejo el mío!

Nos dimos un último abrazo y sin hacerlo más largo, arranqué y me fui.

Muchas veces me había mudado de casa, de barrio, pero esta vez era distinto, esta vez..., me estaba mudando de vida…