S.O.S. Kabul

Relato ficticio de lo difícil que debe ser mujer occidental y no poder escapar de los talibanes que ocupan las calles de Kabul, impactante y subido de tono relato, dispuesto a emociones fuertes ????

He de confesaros antes que nada que este relato es totalmente ficticio y que por su contenido con toques bizarro, decidí subirlo por NO Consentido aunque bien pudiera haberlo catalogado como Fantasía Erótica y dado como todos bien sabéis que la actualidad manda y desgraciadamente los ojos del planeta están puestos en estos últimos días con preocupación en lo que está aconteciendo en la capital afgana, Kabul, con la insurción por parte de los talibanes derrocando el gobierno e imponiendo sus radicales leyes haciendo hincapié en la sumisión de la mujer, anoche llegué a fantasear con esto que os relato a continuación.

Esta anocheciendo en Kabul, se oyen a lo lejos disparos y de vez en cuando estruendos más grandes como si fueran bombas; a nosotras, varias mujeres occidentales que ni tan siquiera pude llegar a enumerar pero bien seguro que no pasamos de la decena, nos retienen en lo que era un coqueto hotel céntrico del que todas éramos huéspedes y que ahora está prácticamente destrozado. A las afueras de este, apilados, se encuentran varios cadáveres fusilados, la mayoría occidentales que eran parejas de todas estas mujeres que estábamos retenidas. El espectácuo era dantesco, habían convertido ese hotel en un burdel para que dieran rienda suelta a sus perversiones más sucias y en el hall del hotel había dos cadáveres más de dos jóvenes francesas que trabajaban para una ONG que nos servía de ultimátum o aviso a navegantes, si colaborábamos todo iría bien, si por contra les haciamos frente ese sería nuestro final. No tardaron mucho en venir a mis oídos los primeros llantos que se mezclaban con risas y gritos de jaleo en árabe, tras una puerta pude observar como tres de ellos se divertían con una mujer de unos treinta años y apariencia latina, era hermosa, cuerpo esbelto y curvilineo totalmente desnuda, en un rincón de la habitación advertí la presencia de un bebé en una cuna de no más de siete u ocho meses durmiendo plácidamente pese al alboroto; mientras su madre, sentada en una silla y abierta de piernas era manoseada por esos tres cerdos que dedeaban su coño e incluso con la punta de la metralleta de uno de ellos jugaba con sus labios vaginales mientras que los otros dos no perdían el tiempo y chupaban con ansias ambos pezones que eran enormes dicho sea de paso al igual que sus ubres, amamantándose de esa leche materna que estaba destinada para su bebé y que en abundancia le salía de sus tetones a tenor de como por la comisura de los labios de ambos talibanes se les apreciaba como le sobresalia ese líquido blanco mientras ella con los ojos cerrados y la cabeza mirando al techo sostenía la cabeza de ambos por la nuca asumiendo o intentando contrarrestar ese placer de ser absorbida por dos machos al a vez mientras manoseaban su cuerpo y jugaban con su coño. Seguí avanzando por el pasillo asumiendo también cual sería mi destino y a medida que me iba acercando a lo que era la suite presidencial de dicho hotel, se acrecentaba más el sonido acompasado de dos cuerpos chocar mezclado con jadeos de hombre descontrolado y el llanto mezclado con queja de una mujer con voz grave, diría que mayor e iba creciendo a medida que me acercaba y todo ese sonido junto parecía música de danza tribal que rompió en vítores cuando los allí presentes, unos siete talibanes, dos de ellos mayores de 60 años seguro y el resto rondando los 30 o 40 años advirtieron mi presencia pues yo era la siguiente en unirme a su fiesta de sexo y depravación. Yo iba acompañada en todo momento por un tal Abdel que hablaba castellano perfectamente y era quien me advirtió de lo que sería mi destino a partir de ese momento que no era otro que el de satisfacer sus deseos sexuales si quería mantenerme viva por el mero hecho de ser mujer, occidental, infiel y puta.

La suite era amplia y el primer flash que me encontré aparte de los citados vítores, era algo surrealista, observé a una mujer que reconocí al instante, era una señora estadounidense, esposa de un diplómatico que conocí días antes y que probablemente fuera uno de esos cadáveres apilados en el hall del hotel. Ella podría tener unos cincuentaytantos años y al verla completamente desnuda, muy pero que muy bien llevados, se puede decir que era una mujer obesa pero muy sexy, la típica mujer entrada en carnes pero todas muy bien puestas, y en la que sobresalía un tremebundo par de melones talla XXXXL, esa señora debería tener graves problemas de espalda y obviamente también para encontrar sujetadores que pudieran ganarle la batalla a esas tetazas. la situación como os comenté anteriormente era un tanto surrealista, ella estaba a cuatro patas en la cama y estaba siendo literalmente embestida por lo que en un principio creí que pudiera ser un menor de edad pues estaba vestido de cuerpo para arriba con turbante y todo puesto pero su altura no ganaba ni el metro cuarenta, me dije a mi misma, no puede ser, están usando a un niño para esto?, había algo que no me cuadraba y era el jadeo de este que se advertía muy grave y como os relaté tenía un ritmo como de danza tribal que hacía menear toda la cama pese a su corta estatura, pronto salí de la duda, en un instante dado, este se volteó para mirarme de arriba abajo dando su aprobación al escanearme, era un hombre de unos 40 años y que padecía de enanismo saciando sus ganas de sexo, probablemente muchas pues por su impedimento físico intuyo que no le sería fácil encontrar hembra que se ofreciese. Realmente me impactó mucho ver esa imagen de como ese enano, cambió de postura a esa enorme mujer para él teniendo en cuenta su tamaño, y como ella se dejaba hacer abriéndose de piernas por completo para este que haciendo las gracias del personal, se tiró encima de ella como si hiciera el salto del tigre para seguir follando sin piedad su coño y enterrando la cara en sus descomunales tetas mordiendo con fiereza sus pezones y escuchando sus lamentos y jadeos cada vez que el enano la embestía duro, todo hay que decirlo, enano tenía su constitución, pero su polla si se apreciaba de un muy buen tamaño tanto que la pobre mujer sodomizada no paraba de quejarse por lo duro que le daba hasta que uno de los que estaba riéndose dijo basta y previa bofetada en su mejilla que se escuchó como un rayo en la suite, hábilmente le metió su polla en la boca para también de una manera desalmada, follarla sin piedad importándole poco el hecho de casi dejarla sin respiración.

Mi momento llegaba y Abdel después de una breve charla con los dos talibanes más viejos me comenta;

ABDEL (A); "Puta, mis jefes me piden que te despojes de la ropa y le lances tu ropa interior."

FRIDA (F); "Haré lo que pidáis pero por favor no me hagan daño."

(A); "Ya te lo dije antes al entrar en el hotel, ssabes cual será tu cometido a partir de ahora, si te portas bien, conservarás la vida y no te faltará el agua y la comida, depende solo de ti."

No me quedaba otra opción y con la melodía sonora de la follada a esa señora que le estaba ofertando ese enano, me desnudé ante esos machos lanzando mi sujetador y mi tanga al hombre más mayor que estaba comodamente sentado en un sillón, olió con frenesí mi tanga y acto seguido con un movimiento de su dedo me solicitó que me acercara a él a gatas levantándose la túnica que llevaba puesta y pese a estar en Oriente Medio, parecía que se hubiera tomado una viagra pues el pollón que se calzaba el viejo era brutal, circundado y de unos 18 centimteros y duro como el acero como una mazorca de maíz de gordo, estaba sobrepasada por la situación, el miedo era atroz pero por una cuestión de supervivencia, al fin y al cabo era algo de vida o muerte, intenté canalizar ese miedo en dar placer a esos bestias con el sólo ánimo de seguir viva y eso me propuse. Levanté el falo de ese viejo talibán y empecé a absorber sus pelotas mientras que suavemente iba masturbando su polla cuando ya escuché su primer ... ¡¡¡ OOOOOOHHH ¡¡¡¡¡¡¡,  fui poco a poco subiendo por el tallo de su verga hasta empezar a saborear su glande que era rosado y enorme, me estaba fajando en dar la mamada más dulce de mi vida pues el hecho de sobrevivir dependia  de ello. Entre esos hombres, obviamente hablaban en árabe, no les entendía pero por sus gestos estaban entusiasmados por las curvas de mi cuerpo, gesticulaban por el tamaño de mi culo y de mis tetas; pero me sorprendia que ninguno tan siquiera se atreviese a acercarse a mi para dar rienda suelta a su placer; entendí que era algo jerárquico, hasta que ese viejo no diese la orden interpreté que nadie se acercaría y no sería por falta de ganas; mientras tanto la señora aguantaba titánicamente la follada de ese enano que de nuevo a cuatro patas pero esta vez por su culo, la tenía ensartada mientras que otro tumbado en la cama se hacía una paja con las tetas de esa gorda sexy de U.S.A. lo de ver a ese enano follando era muy bizarro, pero tenía los cojones suficientes para darle placer a la señora pues los " OH MY GOD " y los " DONT STOP" si eran totalmente comprensibles y ya por último, entiendo que al igual que hice yo, esa pobre mujer intentaba aferrarse a su vida entregándose a esos desgraciados de esa manera. Al poco tiempo de eso, escuché un grito de "ALÄ" y algo ilegible en árabe para descorchar toda la leche que tenía en sus huevos encima de los enormes glúteos de ésta mientras el otro eyaculaba también de manera contundente en sus tetas obligándola a comerse su corrida lamiendo sus tetones ella misma...... en un acto despreciable, y despues de estar exhausta por ese polvo con el enano, llegó uno de ellos con un utensilio de los que se usan de cocina para machacar en un mortero y sin previo aviso pues ella estaba tumbada bocabajo se lo clavó en el coño, su grito fue desgarrador, la mirada de odio mientras lo hacia ese malnacido era penetrante, lo peor fueron las risas de los alli presentes mientras ella no podía hacer nada, tan sólo quedarse en esa misma postura, esta vez si llorando desconsolodamente.

A pesar de estar muy afectada por todo lo que me rodeaba, intentaba contentar a base de lamidas al jefe de todos ellos, este me seguía comentando cosas en árabe mientras Abdel me traducia...............

(A); "Mi jefe me dice que no dejes de mirarlo mientras le comes la polla, dices que lo haces como una ninfa y que probablemente Ala te haya enviado desde el cielo de su arén esperado allá pues lo haces de maravilla, como obsequio a tu entrega te verás recompensada en recibir placer oral de uno de mis hermanos."

Después de escuchar a Abdel, me encelé aún más si cabe en darle placer al jefe atragantándome hasta donde abarcaba mi boca con su falo esta vez sin manos y mirándolo fijamente con  sensualidad, con ganas de agradarle para caerle en  gracia mientras escuchaba una bronca entre varios de ellos por el tono con el que se estaban hablando, interpreto que era por quien iba a tener el honor de comer mi coño rasurado por el beneplácito del jefe. De pronto, recibo un par de cachetadas  sonoras y dolorosas en mis glúteos, un salivazo en mi ojete y acto seguido un lenguetazo fresco  que recorrió desde mi clítoris hasta el ano que me hizo dar un respingo de placer, era uno de los más jóvenes que estaban allí a lo que respondí dando brío a la mamada del viejo talibán que por aquel momento ya lo tenía entregando la cuchara corriéndose de manera abundante en mi boca y de manera muy espesa; una vez repuesto ordenó que tan sólo ese más joven fuera quien pudiera poseerme y nadie más; incluso llegué a pensar que pudiera ser un hijo suyo pues su parecido físico era notable; éste cuando recibió la orden de poder usarme, me levantó del suelo y me llevó a la cama donde aún estaba esa señora con ese mazo dentro de su coño y me obligó aprovechando que tenía mi boca  llena del semen del quien creía que pudiera ser su padre, limpiarle el culazo a esa señora que aún tenía reluciente la eyaculación de ese enano que había desaparecido de alli; cuando lo hice me obligó a besarme con ella; nunca antes besé a una mujer, mi boca y mi rostro estaban bañados de semen y esta señora me miró a los ojos y sin titubear empezó a jugar con su lengua por mi mejilla para acabar cruzando nuestras lenguas y nuestros fluidos, sobre todo esa leche descargada en su culo y en mi boca que poco a poco fueron desapareciendo por el celo y el frenesí que nos impusimos ambas.

Asi pues, esa escena despertó la líbido de los cuatro hombres que quedaban en la suite, uno me lo tenía reservado para mi, los otros tres acudieron de nuevo a por esa señora a la que le sacaron de su coño ese contundente objeto y la violaron de nuevo de una manera salvaje, su coño parecía una boca de metro pues el mazo lo dilató al extremo y las pollas de esos árabes que su dotación era más que respetable, acuciaron aún más el físico de ella que a pesar del duro castigo recibido, la muy puta tenía que ser en el fondo una zorra de campeonato pues ese sexo extremo que estaba recibiendo por parte de los tres una vez que se esmeraba en ello y dejaba a un lado nuestro pavor por la situación, demostraba ser una guarra en la cama, intentando comerse dos rabos a la vez mientras era sometida por el culo cabalgando esa polla árabe mientras el macho a duras penas se ahogaba entre ese mar de tetas en su cara creyendo yo incluso que ella llegó a orgasmar por los espamos en su cuerpo mientras devoraba ambas polla en su boca y era chupada y petada por el culo a la vez.

Conmigo, Said que así se llamaba, sin embargo tuvo un gatillazo inesperado que me dejó con ganas incluso de orgasmar haciéndome tener envidia sana, entiéndanme bien de esa sexy señora obesa que si recibió de lo suyo pero que por orden de ese viejo, yo no podía ser tocada por nadie más que por quien yo creia que pudiera ser su hijo eyaculando dentro de mi coño apenas empezando las hostilidades.

En definitiva, eran sentimientos encontrados, mezclando el miedo y el placer de situaciones extremas y que como os dije al principio no dejaban de ser fantasías sexuales en mi alcoba.