Sorpresón en el Sex Shop

Posando sus manos en mis hombros me dio a entender que me arrodillara al tiempo que una mirada suya y el movimiento de su cabeza, claro está este deseaba que se la comiera nuevamente.

Sorpresón en el Sex Shop

Hubo un tiempo en que creí que solo encontraría satisfacer mi mayor secreto en parques, luego con el tiempo descubrí el Cine X… tiempo que me duro poco la verdad, pues entre que mi economía no era muy sostenida pues yo estudiaba y no trabajaba y por otro lado era el desplazarme hasta este.

Aunque encontré otros lugares donde satisfacía mi morbo y ayudaba a satisfacer, como el Cine X no hubo ninguno pues el morbo es tal que generas una gran cantidad de adrenalina, sientes el latir de tu corazón al 100 x 100 y rara vez salías a dos velas. Hasta que encontré otros lugares tan lleno de morbo como el Cine X… uno de ellos fue el Sex Shop y el otro la Sala X, pero siempre en la recamara estaba tanto el parque como los servicios de la Plaza del Duque, experiencia que os hare saber en otro momento… os lo prometo.

Antes de comenzar os debo pedir disculpas por si algún lector le cuesta leer mi relato, me he esmerado e intentado poderlo adaptar lo maximo posible, para aquellos que dude de la verecidad no me importaria dar señas de estos locales, como de algunas personas... quizas de el ultimo personaje, más de uno estaria mas que interesado. Bueno comenzare con aquella experiencia… no hace mucho la verdad, como en otras ocasiones no necesito una razón de peso para acercarme, pues mis necesidades por beber y ser penetrados bastaban.

Me acerque al centro iba en verdad a comprarme ropa y sacando dinero en uno de tantos cajeros, me di cuenta lo cerca que estaba del pasaje del Sex Shop. No pensándomelo mucho acabe accediendo a este y entre en “Fantasías Sex-Shop”, acercándome directamente al mostrador a por cambio de 20€. Mire a mi alrededor percibiendo que no habría más de un par de hombres y una pareja, dirigiéndome poco a poco hacia el fondo a la izquierda, pasando por ese arco y poder ver que como es habitual los pacientes que hay.

Antes de entrar en una de las cabinas… entre primero en los aseos, orine y me limpie muy bien mi orificio anal. Tras salir entre en una de las cabinas vacías y cerré la puerta tras de mí… pero sin echar el pestillo, antes de dejarme caer en el butacón… con sumo cuidado deslice los pestillos de las puertecillas. Continúe por sacarme la camisa del interior del pantalón, solté la hebilla de mi cinturón y desabotone el botón… bajándome la cremallera.

Tras echar la primera moneda… apareció la imagen de un negro follándose a una chica… mmm!!!, los gemidos de estos avisaron al vecino de mi derecha el cual… introdujo uno de sus dedos abriendo la puertecilla. Comenzando a mover su dedo en forma circular alrededor de este agujero a modo de que sea yo quien la introduzca, moví mi cabeza a modo de no aceptar y le indique que yo chupaba… cerrando este la puertecilla.

Pensé que no tendría mi día… más aun cuando nuevamente se abrió, apareciendo una nueva oferta y claro esta yo contra oferté… accedió este, pudiendo fijarme bien en él y rápidamente decline al ver que era chico joven en vez de un maduro, cosa que se lo hice saber al tiempo que yo cerraba la puertecilla.

Tras zapear no deje de ver las escenas de sexo fuerte… poniéndome aun más aquellas que forzaban… mmm, recuerdo que algunas de aquellas películas tenían el volumen muy alto y que no bajaban, no dejando ni un momento de masturbarme.

Nuevamente escuche como llamaban a la puertecilla de mi derecha y tras abrirla, apareció un miembro cuyo dueño debía de estar depilado… mmm, pudiéndose oler que estaba aseado y cuya polla era de buenas dimensiones. Antes de dedicarme a darle placer a esta polla… deslice el pestillo de la puertecilla trasera, poniéndome mano a la obra con esta… comenzando por deslizar mi mano por su largo tronco, acerque mi boca y comencé a lamer su glande… pasándole la lengua alrededor, mientras escuchaba sus gemidos ambos alimentábamos nuestras respectivas maquinas de visualizar.

Abrí la boca y deje que entrara… chupe al tiempo que deslizaba la yema de mi lengua por su tronco, nuevamente gemía y soltaba obscenidades hacia mi persona, soltaba lindezas de cómo desearía cogerme… como desearía partirme en dos a base de pollazos. No deje de chuparle su glande y tronco, acercándose tanto que levantaba el mismo su miembro y mostraba sus grandes genitales, claro está para que yo pudiera chupárselo.

Momentos en que una voz proveniente de detrás… llamo mi atención en más de una ocasión a modo de hacerle lo mismo, entre gemidos me alerto de su pronta llegada y en vez de retirarme, continúe como si no hubiera escuchado sus palabras… descargo este su leche contra mis amígdalas, trague toda pero manteniéndola en mi boca… lamí hasta que este la saco y cerró la puerta.

Minutos en que me volví y hay estaba mi paciente amante, llevándome la sorpresa del color de su polla pues ni era blanca ni sonrosada… sino negra. Dios me pareció enorme y eso que la voz que provenía de otro lado me decía…

  • “Aun no la tengo erecta del todo, tendrás que apañarte”, soltó.

Alargue la mano hasta tocársela… tenía razón aun no estaba dura, notando este que no le hacía nada, volvió a soltarme…

  • “No te gusta… o las negras no son de tu agrado”, dijo.
  • “Si me gusta”, conteste.

Me arrodille al tiempo que la rodee con la mano, acerque mi boca a su glande y comencé a introducírmela en la boca, abriendo mi boca todo lo que pude me fui introduciendo al menos la mitad. Ojo… me refiero a la mitad que estaba en ese momento, pues cuando apareció no le echaba más de 16 o 17 cm, por cuatro de grosor… pero a medida que chupaba ese pollon negro comenzó a crecer y a engordar, tanto que me costó metérmela en la boca.

Joder!!!… estaba durísima… uuummm!!!, abrí mi boca todo lo que pude y me introduje al menos diez centímetro de puro chocolate, me excito tanto ese pollon que mi polla se me endureció y me costaba tenerla dentro del pantalón… ooohhh!!!. Me deleitaba con ese pollon… comencé a lamer su glande al tiempo que lo masturbaba, no deje de escucharle gemir y preguntarme…

  • “No te gustaría que te follara”.
  • “Te he visto antes como se la comías al otro y eres una delicias, te he visto mover ese culito que tienes y me he dicho que tiene que ser mío”.
  • “Déjame follarte…por favor”.
  • “No que me rompes… la tienes muy gruesa y grande para mi culito”, respondí.
  • “Te juro que iré despacio, no te dolerá nada”, respondió.

Notando visiblemente como iba creciendo… echándole ahora unos 21 cm, tan gruesa como dura… tanto que no abarcaba en mi mano, comencé a acelerar al tiempo que le masturbaba y entre gemidos acabo por correrse.

Recuerdo que era muy espesa y abundante… tanto que no solo lleno mi mano, sino que esta se fue diluyendo hasta mi codo y caer al suelo, pensé que ya se había acabado pero esta para nada perdió centímetro por lo que continúe. Comenzó a preguntarme…

  • “Como estas de caliente, enséñamela…”.

Tras soltar su pollon me levante y saque mi miembro fuera… y no entiendo porque, introduje mi polla por ese agujero… mmm!!!, sentí su mano alrededor de mi tronco y con suavidad comenzó a pajearme. En no más de minutos siente como algo caliente lo envuelve y como comienza de una manera muy hábil ponerme como un toro, avisándole de que se detenga pues iba a correrme, este no solo impide que la saque sino que continua chupando hasta que descargo… ooohhh!!!. Tras acceder a que la saque, me pide…

  • “Me dejarías ver tu culo… me muero de gusto”.

Me giro al tiempo que levanto la camisa, soltándome este…

  • “Así no joder, deseo vértelo desnudo… vale”, soltó.

Sin girarme dejo caer el pantalón a mis pies… continuando por los calzoncillos, tras cogerlo por mi cintura tiro hacia abajo al tiempo que me inclino, dándole como consecuencia un primer plano de mis nalgas y claro esta orificio anal. Sintiendo en ese preciso momento su cálida mano sobre mis nalgas primero y sin apartarla y menos levantarme, siento como magrea mis nalgas y se dirige hacia la unión de mis glúteos, comenzando a pasar sus dedos y presionar contra mi orificio anal… ooohhh!!!. Soltándome…

  • “Ábreme la puerta por favor”.

Y aunque os parezca increíble… pero lógico, accedí… me dirigí hacia la puerta y tras abrirla, allí estaba este hombretón de casi 2 metros de altura y puro musculo. En ese momento sentí pánico… pues lógicamente, lo primero que piensas que este me iba a partir en dos. Tras cerrar la puerta tras de sí, me soltó…

  • “Quítate la camisa… despacio, luego el pantalón… o mejor desnúdate”.

No dije nada… solo miraba como él se desprendía de sus ropas, pude ver como se sacaba su camiseta y se bajaba el pantalón, comprobando como increíblemente esos calzoncillos podían contener esa cosa. Tuvo que decírmelo una segunda vez… pero mis dedos no atinaban a desabotonar los botones, estaba nervioso… más aun al ver ese pollon colgar, teniendo el que ayudarme con la camisa al tiempo que yo pisándome el zapato, conseguía descalzarme… dejándome el pantalón para lo ultimo junto con los bóxer, pero desprendiéndome finalmente de una pierna.

Posando sus manos en mis hombros me dio a entender que me arrodillara al tiempo que una mirada suya y el movimiento de su cabeza, claro está este deseaba que se la comiera nuevamente y en esta ocasión pude tragarme algo más, no entendiendo el motivo quizás porque estaba muy excitado. Tanto que se me olvido de alimentar a esa máquina de visualizar porno y el sonido de unos nudillos golpear la puerta sumado a una voz tras de esta, nos lo recordó… siendo este quien comenzó a alimentarla, pues así me lo hizo saber.

Tras hacerme levantar… me ayudo a arrodillarme sobre el asiento del butacón, comenzando por comerme el culo y que maestría… ooohhh!!!. Como queriendo darle más emoción o más morbo, como otros hacen… abrió la puertecilla que comunicaba con el de la izquierda, apareciendo una cabeza… no muy grande en comparación con la que había tenido. Este presionando mi nuca… me “obligo” a comerme esa polla, cosa que hice al tiempo que este se colocaba un preservativo… más al ver caer el envoltorio.

Tras colocar su glande en mi orificio anal y comenzó a presionar entre alaridos míos, no entendía como ese pollon le había tomado un grosor aun más. Gracias a Dios que el volumen de las películas acallaban los míos…

  • “Ooohhh!!!... aaahhh!!!, para… para… aaahhh!!!”, soltaba yo.

Note su glande adentrarse… sacándola unos segundos para volver a presionar, siendo este quien me aconsejo ante el dolor…

  • “Muerde el cabezal del sillón, te ayudará a soportarlo”, dijo.

Os juro que yo veía que eso no entraba y que solo me estaba produciendo mucho dolor, viendo este que aquello no entraba… comenzó a escupir sobre mi orificio y su tronco, ayudando a humedecer su pollon y de paso mi orificio. Medida que os puedo asegurar que ayudo pues cuando comenzó a acelerar sus embestidas aquel pollon, comenzó a entrarme cada vez más... sintiéndolo rozar mi utrera perfectamente. Aun recuerdo como el dolor iba remitiendo y la satisfacción era plena, comenzó a penetrarme… introduciéndome gran parte de su polla, quedándose detenido a modo de que pudiera adaptarme a ella.

Comenzando a darme embestidas duras y profundas, sacaba su pollon… escupiendo nuevamente y comenzar nuevamente a embestirme. Daba la impresión que no deseaba correrse… quizás por haberse corrido ya antes o por aprovechar la ocasión. No dejaba de obligarme a comerme polla que salían en esa puertecilla, no le importaba que mi boca estuviera llena de lefa de otros, mientras que el no dejaba de embestirme. Llego a colocar sus grandes manos negra en mis hombros, haciéndome sentir la fuerza de sus manos al apretar y aun más la fuerza de sus brazos… ooohhh!!!.

Como para olvidar sus modales… no por cómo me trato sino por la manera que lo hizo, sobre todo cuando tiraba de mí hacia atrás fuertemente… el dolor era insoportable, como explicaros cuando sentí su glande golpear mi próstata, aquel dolor me duro durante al menos cinco o seis embestidas… tiempo que me pareció interminable.

  • “Para por favor para… me estas rompiendo, salte me duele”, le soltaba.

Comencé a decirle ante el dolor que sentía… dolor que aguantaba como pude, llegue a cerrar la puertecilla pues más que satisfacer a aquellas que la introdujera… se podría haber llevado un bocado. Este para hacerme callar por un lado y por otro por que le ponía, puso su mano en mi boca a modo de mordaza al tiempo que introducía dos de sus gruesos dedos dentro de mi boca a modo de silenciar mis gritos.

Me han practicado muchas veces sexo duro… pero quizás este por el tamaño y grosor de su polla fuera diferente, como explicaros el dolor que sentí cuando te sientes desgarrar… cuando tus paredes anales… mmm!!!. Notas que el dolor te dura algo más de lo normal… deseaba gritar e incluso llorar, sentir como ese hombre me tenía agarrado y me penetraba profundamente una vez tras otra, pidiéndole una vez más…

  • “Me estas destrozando… para por favor, me duele mucho… por favor para”, le solté.

Dios que dolor me hizo sentir ese negro… como me embestía ese “hijo de put…”, no dejaba de pegarme violentos embiste y sentir su glande una vez tras otra, llegando incluso muy poco para que llegara a introducir hasta sus enormes genitales. Cuando por fin se vino… saco su miembro enfundado en ese preservativo que estaba impregnado entre mierda y sangre, pues no era para menos ante tal tranca y por su manera violenta de follar. No dejo de disculparse…

  • “Estas muy bien y tienes un pedazo de culo hecho para ser follado, llevaba mucho tiempo sin disfrutar y hoy he aprovechado, perdona las maneras”, me dijo.

No teniendo más remedio que sentarme por el tremendo mareo que sentí, casi me desmayo y todo… por no decir el equilibrio si no fuera por el butacón. Se quito el preservativo y comenzó a vestirse… cosa que yo en vez de hacer lo mismo, tome su polla y comencé a chupársela… mmm.

Tras darme un beso en la mejilla me aviso que iba a abrir la puerta, más por aquellos que estuvieran esperando para mirar o entrar, pues estaba desnudo y podrían verme. Cosa que no llegue a reaccionar del todo, pues aun estaba… digamos que estaba en “shock”. Pero incluso después de reaccionar y mientras me estaba colocando mi ropa, no dejaba de escuchaba como llamaban a las puertecillas… mis vecinos de cabinas, como solicitaban mis servicios como si yo fuera una “putilla”… cosa que la verdad me gusta ser, pero que ese cabron me dejo para el arrastre.

Tras salir de allí y encaminarme a casa… note durante todo el camino molestias, note como me ardía mi orificio anal… sentía como si algo salía de mi interior. Os debo reconocer que fue sexo bastante fuerte… no imaginándome este final, siendo pero cuando iba a defecar y me costaba horrores… más aun cuando lo hacía, pues soltaba unos lagrimones del tremendo dolor.

Cuando me limpiaba pude comprobar que tenía sangre… pudiendo comprobar que gracias a su grosor, me había producido una fisura anal. Acabando por ir a un médico de cabecera y amigo de confianza, cuyo primer diagnostico fue que era una hemorroides interna pues dudaba, no desestimando la posibilidad de que fuera producida por algún objeto de grandes dimensiones, dejando en abierta la posibilidad de yo se lo presentar. Haciéndome saber que la práctica dada por el sexo duro, puede provocarme algún tipo de desgarro o fisura anal, teniendo cuidado la próxima vez no solo por el objeto sino por la agresividad ejercida.

Bueno hasta aquí llega esta nueva confesión… quizás más adelante os haga saber cómo salió, antes de finalizar os debo decir que es verídico… tanto como ha día de hoy me expongo en el portal de www.pasion.com , apartado contacto gay y me ofrezco a dar placer como un sumiso que soy a maduros de más de 55 años.

Bueno espero que os haya gustado tanto como me gusto a mí… obviamente habréis notado que soy pasivo y algo sumiso, siendo mis preferencia hombre maduros. Bueno os dejo y espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque sea una buena putita que dicen que soy, mi email es Jhosua 1970 @ gmail . com , hasta pronto.