Sorpresas te da la vida
Jamás me hubiera imaginado cogiendome a esta amiga de mi madre pero que puta resulto.
Ese día sábado estaba en casa cuando mi madre me llama y me pide que llevara unos paquetes de ropa para su amiga Graciela que vive a pocas cuadras de mi casa y sin más remedio tuve que partir en esa encomienda muy a mi pesar y gusto.
Graciela es una amiga de la escuela de mi madre y como ella tiene unos 43 años, es casada con Mario, un empresario que regularmente esta de viaje por negocios y de buen pasar y como casi todas las mujeres a su edad, hace esfuerzos enormes para cuidar la silueta, no tiene hijos y lo mejor que tiene es su culo grande y carnoso como a mi me gustan.
Camine cargando el bolso las siete cuadras de distancia entre mi casa y la de ella y al llegar llame por el portero eléctrico y me atendió la amiga de mi madre y me dice que suba a dejarle las cosas.
Al llegar al piso de ella y dirigirme al apartamento veo la puerta abierta, la abro y grito "Graciela, estas ahí" y ella me responde, "Si pasa, ya voy". Cerre la partuerta y me quede cerca de ella esperando que viniera Graciela.
Cuando ella salió del cuarto y entró a la sala estaba vestida con unos pantalones viejos y rasgados de jean que estaban cortados como un short que solo cubría su cintura, caderas y culo dejando ver sus piernas al aire, una playera tipo musculosa en la parte superior y se le notaba que no llevaba sostén.
Se acerco a mi, me saludo con un beso en la mejilla tomó el bolso diciéndome: "Espera que saco todo esto y te llevas el bolso de regreso a tu casa" y se dirigió para su habitación y en un instante se voltea y me dice, sentate y ponete cómodo que yo ya regreso" y entro a la su dormitorio dejando la puerta abierta.
Yo le hice caso y me sente en el sofa a esperar y desde alí podía verla ir y venir en la habitación sacando la ropa del bolso y acomodándola en la cama o dentro del ropero. Estuvo allí uno 15 minutos y yo seguí observándola en su movimientos. Por instantes se reclinaba sobre la cama a sacar cosas o doblándolas acomodarlas en la cama y eso me permitía verle ese culo precioso que se quedaba ante mis ojos y de esa visión comencé a tener una erección porque mis pensamientos de inmediato se disparaban a tener sexo con esa mujer de 43 años que casi en ropas intimas se me exhibía.
Mientras ellas se mantenía absorta de lo que yo hacia en la sala, casi por instinto, comencé a acomodarme la verga bajo mis pantalones y a sobarme sobre la tela la erección que el verla me provocaba.
Cuando terminó de sacar las ropas volvió con el bolso vacio y con suma gentileza me ofreció algo de tomar que yo acepte gustoso. Se fue para la cocina y yo la seguí. Se acerco a la heladera y saco una botella de gaseosa cola fria y al dirigirse a la mesada el envase se le resbala de las manos por la humedad y cae al suelo con estruendo y rebotando un par de veces.
Ella dijo: "Que torpe soy, debí sujetarla mejor" y recogiéndola del suelo la apoya en la mesada e, instintivamente, la abrió para servirme la bebida. Ella giró la rosca de la tapa y, como si fuera una fuente, la efervescencia del fluido comenzó a salir en chorros para todas partes por la agitación del envase y el liquido salto a las paredes, el mármol de la mesada y su playera mojándole el frente.
De inmediato me acerque para ayudarle y tomando un trapo de la cocina comence a secar todo mientras ella se sacudia el liquido de su remera blanca que ahora estaba manchada por la bebida. Cuando termine de secar la pared y mesada me giro hacia Graciela y ella estaba ahí, parada junto a mi, su playera mojada y sus pechos trasparentándose bajo la tela humeda y pude ver la aureola de sus pezones color oscuro y como la punta se erguia bajo la tela.
Le ofreci el trapo para que se secara y ella me respondió: "No te preocupes, creo que me tengo que cambiar esto que es un espanto" y sacudiendo con la mano el frente para quitar los restos de liquido levanto la vista y me quedo mirando. Yo ni cuenta me había dado de eso ya que mis ojos no se separaban de esos hermosos pechos y de los pezones erectos por el frio de la bebida.
La imagen era como una visión celestial, jamás había notado a Graciela como una mujer sexual, un objeto de deseo pero, ese instante era una delicia y mi cuerpo comenzó a reaccionar otra vez y mi verga comenzaba a evidenciar mi excitación creciente aumentando el tamaño del bulto bajo la tela de mi pantalón.
Fue tan sólo un instante pero yo sentía como i ese momento fuera eterno, perdurable en el tiempo y dentro mío crecían las ganas de tener a esa mujer. No se como, ni me lo pregunten porque ni aun hoy puedo responder como lo hice, estire mi mano y comencé a tocar esos pechos me encandilaban, intentaba hacer como que quería ayudarla pero en realidad comencé a acariciarle los pechos con descaro, frotándolos con la palma de mi mano para sentir ese pezón y luego le clave mis dedos estrujándolos.
Fueron sólo segundos de eso pero los segundos más recordados de mi vida, ahí estaba acariciando las tetas a la mejor amiga de mi madre. Ella reaccionó casi de inmediato diciéndome "Paco, Pacooo, que haces, basta" y yo no podía detenerme, seguí amasando esas tetas que eran mi fascinación en ese instante.
Conciente de que ese momento no tenía retorno, tome coraje y me acerque pegando mi cuerpo al de ella y presionándola contra la mesada de la cocina mientras ella intentaba zafarse hacia un lado y yo la seguía y cuando no pudo moverse por el mobiliario mi boca busco su boca con desesperación.
Mi boca abierta presionaba en sus labios mientras mi lengua buscaba meterse dentro para besarla y ella con sus dos manos en mi pecho intentaba alejarme para escabullirse y yo presionaba mas con mis piernas y manos jalándola hacia mi. Ese movimiento me estaba volviendo loco, pues mi verga ya estaba apoyada a su vientre y con el forcejeo aumentaba el roce y mi excitación terminando e provocarme una erección descomunal como jamás había tenido.
Ahí estábamos en su cocina, mi mano derecha aferrando su pecho, si mano izquierda jalándola de la cadera para pegarla a mi y mi boca succionando sus labios mientras ella se resistía y de un momento para el siguiente, su boca se abrio (creo que para decir algo) y mi lengua tuvo acceso a su boca y las lengua se juntaron.
Comence a succionarle la lengua, a jugar con ella mientras ella seguí resistiendo con sus manos en mi pecho tratando de alejarme y yo resistí continuando con las caricias y el beso. Moría sus labios dulcemente, metia la lengua en su boca y fregaba mi verga en su pelvis y por casi un minuto, tal vez dos, mantuvimos esa batalla yo intentando iniciar una relación y ella resistiendo mis embates hasta que fue cediendo.
Primero fueron sus manos las que dejaron de empujar, dejándolas quietas en mi pecho y permaneciendo inmóvil, sentí como su cuerpo se detenía en aquella batalla y claudicaba a mis intentos y, lo mejor de todo, comenzó ella a mover su lengua disfrutando del beso que yo le estaba dando y ahora ella la que comía mi boca en lugar de ser yo el que lo intentaba.
Un instante después, sus manos se deslizaron hacia abajo y meciéndolas con esfuerzo entre nuestros cuerpos tomo mi verga por sobre el pantalón y comenzó ella a acariciarme de arriba abajo.
Jugo con mi miembro por unos cinco minutos mientras yo seguía besando su boca, su cuello y luego intentando comerle las tetas mientras estábamos parados en la cocina junto a la heladera.
Ella me alejo un instante de su cuerpo y me dijo: "Esta bien Paco, tu ganas" "Ahora soy yo la que tiene ganas de ti" y se arrodillo frente a mi haciéndome apoyar en la mesada, abrió mis pantalones, los bajo con ambas manos junto a mis calzoncillos y tomando mi verga con su mano comenzó a pajearla frente a su rostro mientras yo absorto la miraba disfrutando de ese instante.
Ella escupió en el glande una buena cantidad de saliva y mirándome a los ojos dijo: "Te la voy a chupar como nunca te mamaron Paco" y acto seguido se la introdujo por completo en su boca llegando hasta su garganta y cuando la tuvo toda adentro comenzó a mover de lado su cabeza como queriendo que le entrara más hondo.
Mis 19 centímetros de verga estaban en toda su boca y sentía su lengua y garganta apretármela y succionarla con fuerza y comenzó a retirarla lento, aumentando la presión de la succión hasta que la quito toda de su boca con un sonora "PLOP" y la volvió a engullir otra vez para comenzar a lamer el glande mientras con sus manos jugaba en mis huevos y me hacia una paja subiendo y bajando con un ritmo pausado, lento y muy placentero.
Mis manos tomaban la cabeza de ella presionando a cada penetración en su boca porque quería hundirle mi verga hasta las entrañas y ella con toda su experiencia, abría su boca y garganta dejándola entrar toda íntegra en su interior y la sacaba como si literalmente me la estuviera cogiendo por la boca.
Tras tres o cinco minutos en esa posición mamando mi verga, ella sóla se retiró y me dijo: "No quiero que aun termines, ven comeme la concha ahora" y comenzó a quitarse la ropa. Arrojó su playera sucia al suelo dejando esos hermosos pechos frente a mis hojos. No eran grandes pero tenian un pezón oscuro que resaltaba bajo la piel blanca de las tetas. Con un movimiento rápido, dejo caer el short de jean que llevaba puesto y quedo con sus calzones color azul oscuro frente a mi. Dio dos pasos para atrás y se acostó en la mesa de la cocina y abriendo sus piernas para mi me dijo: "Vamos, que esperas, es mi turno Paco".
Yo me acerque, tome la tela de sus calzones y la hice a un lado para dejar su concha completamente depilada frente a mis ojos y abriéndola en dos con mis dedos hundí mi lengua desde bajo penetrando el orificio de entrada en un solo movimiento.
Ella soltó un gemido fuerte que seguro sonó en todo el apartamento y yo comencé a comerle su concha con total devoción. El sabor era agridulce, riquísimo, sus fluidos ya eran abundantes y me llenaban la boca a cada succión que le daba. Mi lengua entraba y salía suave de su vagina bien en punta y tras repetir ese movimiento varias veces me aleje un poquito y con la punta de la lengua le recorrí toda la concha subiendo hasta encontrar el clítoris.
Al verlo era enorme, sobresalía de los labios vaginales como dos centímetros como una montaña en la llanura y lo comencé a tocar con la punta de la lengua, suave, en círculos, rozándolo permanentemente para aumentar el éxtasis y placer de ella a cada instante.
Ella aumento sus gemidos que ya parecían aullidos, jadeaba y repetía "AHHH, AJJJJ SI ASI DAME PACO, ASII, MASSSS, AJJJJHHH" y yo no cesaba de comerle el clítoris con voracidad, mordía suavemente ese punto, lo amasaba en mis labios y lo golpeaba con la punta de mi lengua aumentando el ritmo a cada instante.
Levantando mi vista pude observar como ella mojaba sus dedos y comenzaba a pellizcar con ellos sus pezones humedeciéndolos y estirándolos para aumentar su placer y yo aproveche para untar mis dedos de sus jugos y dirigirme a acariciarle el culo.
Hice a un lado el resto de tela de sus bragas que se le metía en la raja del culo y con la yema de mi dedo índice comencé a acariciarle en círculos mientras con mi boca no cesaba de comerle el clítoris y ella respondió de inmediato relajando su esfínter y dejando que una falange de mi dedo entrara sin mayor problema.
Seguía succionando ese clítoris mientras mi dedo ya estaba adentro de ese culo y comence a mover el dedo en forma de penetración suave, adentro, afuera, adentro, fuera y seguía y a cada movimiento notaba como se le hundía mas y mas hasta que todo estaba adentro y el movimiento era largo y profundo.
Ella se soltó los pezones y jalando mis cabellos me pego a su concha y comenzó a gritarme "Sii, así Paco, haceme acabar bebe, comeme toda mi amor" y yo aumente el ritmo en su clítoris y mi dedo hasta que estalló en un orgasmo gigantesco. Me apretaba con las piernas flexionadas mi cara contra su cuerpo, pujaba con su pelvis para que mi boca comiera mas su clítoris y senti la tensión de su culo aprisionando mi dedo que le llegaba bien adentro hata que un minuto después se relajo por completo.
Cuando Graciela se recompuso de su orgasmo se levanto de la mesa de la cocina, me ayudo a quitarme la ropa y tomándome de la mano me llevó a su cuarto. Sin soltarme saco todo lo que estaba sobre la cama airándolo al piso y me arrojo de espaldas sobre el colchón y diciendo "Vas a acabar lo que empezaste" se arrojo sobre mi y me comenzó a besar en la boca.
Ahí me tenia, yo abajo casi inmóvil por el peso e su cuerpo, ella reclinada sobre mi pecho besándome, mis manos aferrándole las nalgas y su boca comiéndose la mia y sin vacilar su mano busco mi verga que estaba a la entrada de su sexo y guiándola se la fue introduciendo dejándose caer por completo sobre ella hasta que le hizo tope bien adentro.
Se soltó de mi e irguiéndose sentada sobre mi pelvis sentí como mi verga entraba un par de centímetros mas en su concha mientras ella hacia fuerza hacia abajo clavándose por completo mi miembro en sus entrañas mientras se apoyaba con ambas manos n mis caderas para sostenerse.
Mis manos buscaron aferrarse a sus tetas y ella comenzó0 a cabalgarme como una endemoniada, literalmente saltaba sobre mi erga subiendo casi hasta sacársela y dejándose caer con fuerza hasta enterrársela otra vez y lo volvía a repetir.
Graciela gemía, jadeaba y como si estuviera posesa me repetía: "Si bebe. Si mi Amor. Hace cuanto que no me cogían así. Dame Mas" Yo solté sus pechos y tomándola de las nalgas comencé a acompañar sus movimientos de sube y baja empujando con las caderas para arriba cuando ella se dejaba caer sobre mi verga.
Me sentía en el cielo y mi excitación había llegado a su limite y le dije que me estaba por correr: "UHF Graciela, ahhh, no aguanto, me vengo, me vengo" y ella se hundió más mi verga en sus entrañas y fregándose con todo adentro moviendo las caderas adelante y atrás me dijo: "Dame esa leche bebe, la quiero toda aquí adentro" y no pude mas y me corrí.
Sentí como los latigazos de semen salían de mi verga, uno, dos, tres y un ultimo espasmo que tensionó mi cuerpo de una manera que parecía una vara bajo el cuerpo de ella y Graciela en ese momento se tensionó producto del orgasmo que le vino y clavando sus uñas en mis caderas se fregaba contra mi cuerpo de una manera deliciosa hasta que se desplomó sobre mi otra vez jadeando e intentando recuperar la respiración.
Unos minutos después, recobrando la respiración y la calma, levanto su rostro y mirándome a la cara me dice: "Paco, ha sido genial. Nunca había tenido una verga de este tamaño antes y me encantó" y de inmediato me volvió a besar pero ahora con dulzura y pasión.
Mi verga comenzaba a descender y sola se salió de su vagina mientras nuestros flujos chorreaban sobre mi pelvis y cuando dejamos de besarnos me dice: "Quieres darte una ducha. Ven" y me llevó a su baño donde nos bañamos juntos.
Mientras el agua y el jabón recorrían nuestros cuerpos no dejábamos de acariciarnos o besarnos y todo eso volvió a provocarme una erección y sin salir de la ducha ella se arrodillo y me la volvió a mamar otra vez. Fue una sensación tan agradable que hoy cada vez que puedo intento repetir eso, el calor del agua chorreando y golpeando tu cuerpo mientras una boca cálida succiona tu pene intentando dejarlo seco por dentro.
No necesito mucho tiempo para que realmente estuviera excitado otra vez y deseara correrme y se lo dije. Sin pensarlo dos veces nos salimos del agua y nuevamente fuimos al cuarto pero esta vez yo la eche a ella sobre la cama y comencé a devolverle las caricias con mi boca, comi sus pezones y baje a comer su vagina otra vez.
Estaba comiéndole el clítoris cuando decidí bajar para lamer su culo, le subí las piernas todo lo que pude y con esfuerzo comencé a pasarle mi lengua alrededor del ano mientras ella con sus dedos acariciaba su clítoris.
Como me era algo incomodo, le di la vuelta y abriendo sus nalgas volví a comerle el culo intentando meter mi lengua en el y ella con su mano por debajo de su cuerpo no dejaba de jugar en su sexo, primero tocaba el clítoris, luego metía un dedo a su vagina y sacándolo todo mojado volvía a acariciar su clítoris con fuerza.
Saque mi rostro de entre sus nalgas y arrodillándome entre sus piernas la tome de las caderas poniéndola en cuatro patas y le dije: "Alguna vez te cogieron por el culo Graciela?" y ella me respondió: "Si Paco, partime el culo amor" y dicho y hecho, se la clave por el culo sin más.
Apoye el glande en el ano y para mi sorpresa fue ella la que empujando para atrás se fue introduciendo mi verga poco a poco soltando tremendos gritos de placer. Se reclino sobre sus manos quedando con el culo empinado y mientras mordia las sabanas, gemia y gritaba diciendo "Mas fuerte, Mas fuerte mi amor" yo comence el mete y saca jalándola de las caderas.
Era mi primera vez que le daba por el culo a una mujer y no podía creer lo lindo que sentía la estrechez de sus musculos tragándose mi verga, aprisionándola a cada penetraión y como lo estaba gozando esa puta de la amiga de mi madre.
Fue tanta la excitación que no me rsití mucho y tras varias veces de meterlo y sacarlo comence a vaciarme en su culo soltando torrentes de mi leche caliente y cuando ella lo noto se ayudo con la mano en su clítoris y terminó en un orgasmo estruendoso, dando verdaderos gritos de placer, gritando que gozaba y pidiendo mas leche y mas.
Exhausto como estábamos, sudorosos de tanta actividad nos desplomamos en la cama mi cuerpo sobre ella y los dos jadeando sin poder respirar con comodidad por varios minutos hasta que mi verga se salio de su culo sola al perder la erección.
Después de varios minutos relajados en la cama cambiando caricias, besos y palabras dulces me di cuenta que habían pasado más de dos horas desde que había llegado y en ese momento suena el telefono. Era mi madre preocupada por mi que llamaba para ver si aun estaba por ahí y Graciela le dijo: "Si aca está y como todo un hombre que es me ha ayudado con unas cosas y ya va para tu casa".
Me levante, me higienice, vestí y me despedí de Graciela para volver rapidamente a casa y ella sólo se calzó una bata y al saludarme me dijo: "Paco, sabes que me voy de viaje por vacaciones 15 días pero, a mi regreso, quiero que vengas a buscar la ropa de tu madre que me prestó y repetir esto otra vez mi niño" y yo le dije: "Seguro Graciela, estaré esperando ese día ansioso desde hoy" y me marche.
Poco mas de dos semanas desde ese día, sonó en casa el teléfono, atendió mi madre y saludando a Graciela oigo que le dice: "Si, Si Gracielita, ya te lo mando para allá a buscar mis cosas y mañana te espero para que me cuentes de todo lo que has hecho" y cinco minutos después estaba yo camino a mi segundo encuentro con Graciela pero para leerlo deberán esperar otra entrega. Saludos a todos los lectores y espero que lo disfrutaran como yo cuando estuve con ella.