Sorpresas en Casa (2)

Sigue mi aventura vouyerista con mi madre como protagonista.

Sorpresas en casa II

Continuando con el relato anterior, había logrado captar a mi madre en video masturbándose en mi habitación. En las siguientes dos semanas logré grabarla nuevamente en 5 ocasiones, incluso en una de esas ocasiones la capté introduciéndose un enorme pepino en su peluda concha mientras veía una de mis pelis porno donde una supuesta ama de casa era cogida por cuatro negros con pollas enormes. Definitivamente mi madre era tan ardiente como, o más bien al parecer yo lo heredé de ella.

Después de esas dos semanas algunas cosas raras empezaron a suceder, primero mi madre despidió a la empleada doméstica, nos dio como explicación que ella tenía suficiente tiempo para realizar las tareas del hogar. Otra cosa rara es que en esa semana no logré captar ninguna sola vez a mi madre masturbándose en mi habitación.

Uno de esos días me llamó William para saber si ya había atrapado a quien revisaba mis videos porno y mis archivos X de la PC, no sabía que decirle, no quería decirle que era mi madre, le pedí que me dejara la cámara unos día más, me dijo que me la prestaría un par de semanas más con la condición de que cuando atrapara al fisgón o fisgona le dejaría ver el video. Acepté su propuesta aunque no sabía que le inventaría después para no mostrarle los videos de mi madre.

El sábado no tuve partido de fútbol así que me quedé en cama hasta algo tarde masturbándome con los videos de mi caliente mami. A eso del medio día salí y la vi vestida con una diminuta minifalda blanca con mucho vuelo y una blusa super escotada color rosa, se notaba que no usaba sostén ya que podía ver sus pezones erectos debajo de la blusa. Me dijo que iría a la carnicería por chorizo y filetes para la comida, me ofrecí acompañarla, extrañamente noté en su cara que no se puso muy contenta de que fuera con ella.

La carnicería de don Simón está a dos cuadras del residencial donde vivimos, así que fuimos caminando. Al llegar noté la libidinosa mirada del carnicero, este era un viejo alto como de 1.90m con una tremenda panza, y apestaba horrible, no sé como mi madre le gustaba venir a esta carnicería.

Don Simón saludó a mi madre.

S.- Buen día hermosa que le damos?

M.- Buen día Don Simón, me daría 1kg de filetes y chorizo, de aquel que está allá, es muy grande y jugoso. Lo dijo con una sonrisa picara.

S.- Don Simón se rió y con una mirada cargada de lujuria, le dijo que podía ofrecerle otro chorizo más grande y jugoso, pero que no lo tendría hasta más tarde. Si gusta regresar como a eso de las 2pm, o sino con todo gusto se lo llevo a su domicilio en cuanto esté listo.

M.- En serio don Simón?? Es usted muy amable, prefiero que usted me lo lleve a casa asi me da tiempo de terminar otras tareas en casa.

S.- Así quedamos Doña Laura, yo se lo llevo a casa.

Los dos se despidieron con una mirada atípica para una simple relación cliente-carnicero. Definitivamente había algo raro ahí.

Regresamos a casa, y como a eso de la 1.30pm le dije a mi madre que iría a casa de William a recoger unas cosas. Salí y caminé unos 10 minutos y regresé a casa entrando por la puerta de atrás para no ser visto.

En unos 15min entró el gordo carnicero con unas bolsas en la mano, me tranquilicé al instante, supuse que se trataba del pedido de carne que había ordenado mi progenitora. En eso mi madre me sorprendió.

M.- Gracias por los filetes don Simón, tendrá el chorizo grande y jugoso que me prometió.

Con una sonrisa maliciosa y cerrando la puerta detrás de él respondió.

S.- Claro hermosa por que no valoras su calidad por ti misma.

M. Sería un placer don Simón!!!

Después de decir esto se arrodilló frente al mugroso carnicero y le bajó la cremallera del pantalón, yo no lo podía creer. Le sacó entonces la verga, que digo verga, el vergón! El carnicero se gastaba un auténtico super chorizo. Mi madre abrió los ojos como platos y sin pensarlo mucho se introdujo el chorizo en su pequeña boca. La verga del carnicero fue creciendo a medida que mi madre lo chupaba, llegando el momento que solo le cabía la cabeza en la boca, la verga de don Simón era casi tan grande como el pepino que le vi introducirse en una ocasión. Ella chupaba y chupaba el fierro del carnicero.

S.- mmmm que rico mama doña Laura, nadie me había mamado la verga como tú.

Ella bajó a chuparle los huevos y el carnicero se estremecía y bufaba como toro. La levantó y después de besarla apasionadamente se fueron hacia la cocina.

Allí vi como la subió a la barra de desayuno, le abrió las piernas a mi mamí y vi como corrió su tanga a un lado y salió su húmeda y peluda entre pierna. Don Simón procedió a darle una tremenda mamada de chocho a mi progenitora, esta jadeaba y temblaba como si la estuvieran electrocutando. De pronto dio un grito anunciando su orgasmo, se convulsionó toda su cara estaba roja de pasión, tenia los ojos en blanco, y antes de que se recuperara del orgasmo el carnicero la agarró de la cintura y le empujó su chorizo hasta el fondo, mi madre pegó otro grito que se debió escuchar en todo el vecindario. Le martillaba el felpudo como loco, al tiempo que le gritaba obscenidades como: perra, madre cerda, puta, etc.

En eso el carnicero se despegó de ella e hizo como si tomara sus ropas para irse.

M.- Pero que haces don Simón??

S.- Por hoy es todo guapa, para que te quedes con las ganas, si quieres más verga tendrás que rogar por ella.

M.- Don Simón no me deje así, por favor sígame culeando, haré lo que sea.

S.- Ok puta, incate y ruégame que te la meta.

Mi progenitora se bajó de la barra y se postró a sus pies.

M.- Don Simón dame tu chorizo, lo necesito, culeame hasta que pierda el sentido. Por favor, dame tu verga.

S.- je je buena perra, quieres verga? Ganatela!!!

El carnicero se dio la vuelta y recargo sobre la mesa de la cocina dejando su culo a centímetros de la cara de mi madre. Esta entendió el mensaje y se dispuso a lamer el peludo culo del carnicero. Yo no podía creer lo que veía.

S.- Así es puta, sigue lamiendo, eres la mejor perra que he tenido, gánate una buena cojida, méteme la lengua perra caliente

M.- Oh si don Simón, lo que quieras, pídeme lo que quieras.

Mi madre lamía a conciencia el horrible culo del mugroso y gordo carnicero, sacándole gruñidos de placer. Le talló el culo por toda la cara, le hizo que le metiera la lengua y la nariz en el agujero negro.

Después tomó una silla, y le dijo a mi madre, quieres verga??? Tómala tu misma.

Mi madre sin pensarlo se subió sobre el carnicero, y empezó a dar enormes saltos, y gritos de placer, la cara la tenía desencajada estaba loca de lujuria. La vi convulsionarse y tener por lo menos 3 orgasmos en esa posición,

Luego el carnicero la bajó y la puso recargada en la mesa, sacó una barra de mantequilla y se la untó en la polla y en el culo a mi madre, me imaginé lo que se venía y asi fue. Don Simón empujó su verga en el culo a mi madre de dos estocadas, esta lloraba mezcla de dolor y placer, pero no le decía que la sacara, al contrario me parecía escuchar que le pedí más al carnicero. Esté la bombeó en esa posición por lo menos por 20min en los que mi madre no dejó de gritar como si la estuvieran matando. Para esos momentos yo ya estaba haciéndome la segunda paja y pronto exploté manchando el piso con mi semen.

En lo que lo limpiaba vi como el carnicero se salí de mi madre dejando un enorme boquete en medio de sus nalgas, le ordenó se arrodillara y le soltó toda su lefa en la cara. Cabello, nariz, ojos boca, barbilla, tetas y abdomen estaban llenos de su abundante corrida.

Parecía una escena de una peli porno, lamenté no haber podido grabarla.

El carnicero un poco acalorado le pidió a mi madre una cerveza fría, esta no se podía levantar del suelo, le temblaban las piernas y dolía el culo. Abrió Don Simón el refri y sacó una cerveza misma que bebió en tiempo record.

Después se dirigió a donde estaba mi madre y le dijo.

S.- Estás echa un asco perra, necesitas un buen baño

Apenas hubo terminado de decirle esto le soltó una meada en la cara, para mi sorpresa ella no puso objeción, incluso él le pidió que abriera la boca y con todo gusto obedeció mi hermosa madre.

No podía creer lo que veía, en pocos segundos mi madre estaba embarrada de semen y orina por todo el cuerpo. Y aun más me sorprendió más lo que escuché después

M.- Gracias Don Simón, me hacia falta una buena cojida.

S.- jaja que bueno que seas agradecida perra. Cuando quieras chorizo del bueno no dudes en írmelo a solicitar que yo estaré encantado de dártelo.

Ambos se vistieron, mi madre con mucha dificultad y vi irse al carnicero mientras mi madre subía a su habitación, escurriendo orina y semen por todos lados.

A pesar de las dos pajas estaba loco de calentura y me prometí que tendría que grabar estas cesiones de mi madre, la cual había pasado a cumplir sus fantasías sexuales después de haberse estado consolando con pajas viendo mi pornografía. Y por lo que vi, el carnicero se la seguiría cojiendo. Mi curiosidad me llevaría a hacer un trato con mi amigo William, del cual nos beneficiaríamos los dos.