Sorpresas - 9

Mi debut como profesional...tengo que hacer lo mejor o me descubriran....

Ramón se sonrío y me dijo…buenas noches Mary…estas muy bonita….Sandra hizo un buen trabajo….Ah!, cómo me conoce….y se sonrío mirándome…

Gracias,  le dije sonriéndole….

Hoy vamos a disfrutar verdad??? Me dijo Ramón con tono de triunfo…

Si, si, claro…. le dije mirándolo….

Bueno, muy bien, vamos a empezar….me dijo caminando hacia mi….

Me dio una vuelta donde yo estaba parada, se paró delante de mí y dijo…

Mary…yo soy el cliente…a ver…..qué vas a hacer?….y se alejó de mi y fue hasta la cama…se acostó en ella y se me quedó mirando….

Ah…si…OK…bueno…yo…este…la verdad no sabía qué decir…y al final le dije…Ah, estoy aquí para servirle señor….

Qué bueno…ya que yo pago por tus servicios…y dime….Qué servicios??

Eh…los que el Sr. desee…le respondí mirándolo a los ojos…

Muy bien…muy bien….me respondió,  se levantó y se me acercó….sabes?…Lo has hecho muy bien….así me gusta….tenemos algunos clientes muy

especiales, que tienen gustos muy especiales…ahora, vamos a ver bien esos servicios….

Caminó por el cuarto y se paró al frente de la cama, con el pie movió un pequeño taburete o asiento sin espaldar que estaba allí, se volteó y me

dijo….ven…

Me acerqué a él…ya estaba temblando…mi pulso a millón…pero me controlé….

Arrodíllate aquí, y me señaló el taburete que estaba a unos 10 cm del piso, era bastante acolchado y forrado en cuero, noté que algo mas estaba debajo

de él, pero no pude ver bien qué era…

Me arrodillé en el taburete sin chistar…y me quedé mirando a Ramón….

Ramón, se sentía complacido, evidentemente este hombre era de los que les gustaba dominar y mandar a las mujeres…

Se movió detrás mío y yo volteé a verlo…en ese instante... me dijo…

Qué miras???...yo te dije que voltearas???...con un tono de voz de rabia…

No, no, disculpe señor….le dije y volteé otra vez al frente….

No respondió pero lo sentí que fue a la parte de atrás del taburete, agarró algo y con eso me amarró los pies, justo por la parte de la sandalia que

cubría mi tobillo…

Otra vez??? pensé para mi…siempre amarran aquí a la gente???...

Me quedé firme y lo vi ahora venir al frente…

Muy bien, ahora inclínate, apóyate con las manos en el taburete…a ver…y se me quedó mirando….

Yo no entendí mucho, pero al verlo y notar que no le gustaba mucho que yo no estaba haciendo nada…le dije….

Cómo?? no entendí!!

En ese instante solo pude ver su mano que salió no sé de dónde y me dio una tremenda bofetada….zas!!!!....Ayyy!, grité y casi me caigo….

Piruja, aquí hablas cuando yo diga, OK????

Y me quedé bien quieta sin responder, sintiendo el dolor en mi cara….y odiándolo con todo mi ser….

Entendiste??? Dime entendiste???

Si, si señor…entendí….

Muy bien, ahora apóyate como te dije….vamos ya….!!!!

Apoyé mis dos manos en el taburete y esto hizo que Ramón sonriera….

Eso muy bien…así mi pirujita…

Y sin más se inclino y debajo del taburete sacó unas abrazaderas de cuero que estaban amarradas a la parte de abajo, las amarró bien a mis muñecas y

se retiró…

Entonces estaba yo ahora en cuatro, amarrada de pies y de manos, sólo que la posición era muy incómoda ya que mis brazos casi tocaban mis piernas

porque el taburete era muy pequeño, así yo formaba un triangulo con mi cuerpo mis manos y mis brazos….

Era de lo más incómodo, a cualquier movimiento mío, sentía que podía caerme, mantenerme en un mismo lugar era difícil, sentía como tenía que

quedarme muy quieta o no podría soportarlo….

Ramón se paró frente a mí y me dijo….muy bien…..y ahora, a ver como complaces a tus clientes?? Y sin más, Ramón se quito la bata de baño…

En ese momento pude contemplar por primera vez la herramienta que calzaba mi nuevo jefe…Me quedé boquiabierta, era grandísima, tan grande que no

creo haber visto alguna

igual  antes…y en seguida pensé… ¿Cómo me voy a meter todo eso?

Ramón sonriente, me preguntó…. ¿Te gusta mi pija, eh puta?

Sí, claro….si…le respondí rápidamente….Pues anda, chupa...me dijo sonriendo y poniendo la punta de su pene en frente de mis labios….

Es... es muy grande, no me va a caber... Nunca había visto una así...le dije con algo de nerviosismo….Eso es por falta de tener un jefe como yo…me

respondió con una gran sonrisa... cuando hayas trabajado unos meses o años para mí, te parecerá muy normal… Ya veremos si entra o deja de entrar,

de momento empieza lamiendo mis cojones y luego sigues por mí pija…OK?? Me dijo Ramón en el tono más normal…

Me resigné a seguir las instrucciones de mi nuevo jefe, aunque algo nerviosa temiendo el momento en que esa monstruosidad fuese a entrar en mi

vagina y mi boca, No era fácil, no podía guardar bien el equilibrio, por lo que el roce de mi cara con los genitales de Ramón era mucho más constante, ya

que al caerme, tendía a apoyar mi cara contra el pene que se me ofrecía. Comencé a ser consciente otra vez de la degradada situación que estaba

viviendo. No estaba haciendo el amor con mi esposo, estaba follando con un cliente y debía esforzarme por hacer las cosas del modo que éste quisiera...

Ramón, gimió suavemente al recibir las primeras atenciones de mi lengua... Tal y como me lo ordenó, dediqué unos minutos a chupar y lamer sus

testículos para ir recorriendo su pene, primero con la punta de la lengua, luego con toda ella, arriba y abajo, arriba y abajo. Al llegar arriba, me entretuve

unos instantes lamiendo la cabeza con movimientos circulares de izquierda a derecha y viceversa, sin llegar a introducirla en mi boca. Después volvía a

descender por su tronco para repetir el camino inverso sin descanso, salvo algunas pequeñas interrupciones debidas a la pérdida del equilibrio, lo que las

hacía más excitantes para él, se veía que le gustaba lo difícil de mi posición. De vez en cuando volvía a trabajarle las bolas para que éstas no se

quejasen del trato que recibía el resto de su miembro…

Sabes usar tu lengua putita. ¿Se la chupabas a todos los clientes?

Sí señor, le respondí escuetamente…

Sigue con tu tarea, no te detengas...dijo Ramón agarrándome ahora el cabello…quiero ver tu cara de viciosa mientras me la chupas y te la tragas entera…

Comprendí de inmediato lo que quería mi jefe. El temido momento de introducir aquella mole había llegado. Ahora iba a tomar medidas reales de

primera mano de la longitud y grosor de aquel falo. Quise demorar un poco más la introducción de aquel mastodonte pero también pensé en  que era

mejor no contrariar al jefe, recordé. Así, que le di unos tímidos besitos al capullo como para preparar a la boca a lo que venía... Poco a poco iba

separando más mis labios ampliando la superficie del capullo que quedaba encerrada entre ellos. Así despacito logre que mi boca lo admitiera, mi

lengua parecía juguetona, pero era  para lubricar, y recorría toda la punta de aquel enorme pene para mayor disfrute de su dueño. Ramón lo sacó de

repente y me admiré a mí misma por haber conseguido abarcarlo sin que se me partiese la boca. Sin demorarse mucho Ramón volvió a introducir el

gigante pene llegando un poco más lejos, ahora había abarcado todo el capullo y un poco más. Así poco a poco comenzó un vaivén que me permitía

llegar hasta poco más de la mitad del pene de Ramón.

En eso Ramón me dijo…a ver…piruja, quiero ver esos lindos ojos verdes….mírame…quiero verte mientras te tragas toda mi pija….

Me sentía terriblemente humillada, incómoda, de rodillas, con las manos amarradas, con un enorme pene en mi boca y mirando a aquel hombre que me

observaba con la indiferencia con que se mira a un objeto. Lo peor era tener que mirarlo, hasta ahora había conseguido disipar el rubor de la humillación

y la vergüenza agachando la cabeza o cerrando los ojos. Al no mirar al hombre que me  rebajaba conseguía evadirme de la ignominiosa situación. Ahora,

al obligarme a mantener el contacto visual no podía escaparme de la situación. Yo era una puta dispuesta a hacer todo lo que me dijeran por dinero. Y

ahora tenía que tragarme aquel grueso y enorme palo que parecía no acabar nunca.

A pesar de los esfuerzos de Ramón, Yo no había conseguido llegar hasta la base de su pene y ya empezaba a dolerme la quijada, además Ramón no

parecía dispuesto a cambiar de posición...

Parece que sabes usar tu boca zorra. …me repetía Ramón cada vez más animado…

Ramón, agarrándome por la cabeza, me ordenó a seguir con una buena mamada hasta el

fondo. Yo me esforzaba por complacerlo pero no alcanzaba a cumplir la orden de llegar a la base, me quedaba aproximadamente un tercio de recorrido

pero es que el pene me llegaba a la campanilla y sentía arcadas. Produje abundante saliva con mis esfuerzos, pero esto no parecía impresionar para

nada a Ramón y este empezó a mirarme con rabia.

Espera un momento!…me dijo de repente… Ahora, saca la lengua y traga hasta donde puedas, no te canses más.

Creí que esto era el fin….pero no…cuando había subido y bajado dos o tres veces,  Ramón me sujetó la cabeza, primero con suavidad, me dejó subir y

bajar dos veces más, luego, sin previo aviso, empujó su pene con fuerza hasta el fondo; mi lengua  rozaba ahora los testículos mientras que su pene

percibía los espasmos que se producían en mi garganta. Me agité y revolví tratando de sacar aquel monstruo de mi boca, pero Ramón me tenía bien

sujeta. Las arcadas se sucedían una y otra vez pero Ramón no cedió, No podía respirar con aquello en mi garganta!!!!

Tranquilízate puta….me dijo en tono de orden…. Una buena puta se mete las pijas de sus clientes hasta la empuñadura. Cuando hayas aprendido a

dominar tus arcadas y tus remilgos podrás decir que sabes hacer una mamada.

Yo estaba asustada, temía que Ramón me asfixiara con su enorme aparato.

En eso Ramón me dejó separarme y respirar pero sin dejar de sujetarme por la cabeza. Me costó trabajo pues la tos, las náuseas y la respiración

acelerada me dominaban…cuando me recobré un poco, Ramón volvió a dirigir mi boca hacia aquel enorme pene, comprendí en seguida lo que debía de

hacer, tenía que ser una puta sumisa y lista. Saqué la lengua y la coloqué sobre mi labio inferior, abrí mi boca al máximo y respiré profundamente antes

de lanzarme contra aquel mástil. Volvieron las arcadas y Ramón volvió a obligarme a tragar su pene hasta que llegara a sus bolas.

Logré poco a poco  reprimir mis arcadas, me sorprendí al comprobar que había logrado lo que consideraba imposible. Meterme aquel pene gigante hasta

los testículos algo que no había logrado hacer con el pene de mi esposo, aunque la verdad nunca lo intentamos, ni él nunca me insinúo nada así…

momentáneamente me enorgullecí de aquel logro pero al mismo tiempo me hizo sentir miserable.

Tras varios intentos, Ramón comprobó que ya no tenía que empujar, yo ya había aprendido a tragar como una profesional, que en definitiva es lo que

era, y hasta le hice ver a Ramón que disfrutaba.

Ramón solo decía….eres un putón de primera….

Ramón se relajó un poco y me dejó que continuara así, a mi ritmo, aunque siempre me decía….hasta el fondo…eso…eso…

Sentí como Ramón no podría aguantar mucho más, su pene estaba a punto de estallar, estaba más duro que el acero y en eso se dio cuenta que estaba

a punto de terminar….

AAAGGHHH, qué bien la chupas puta! Sigue así...

No pares zorra, eso es, hasta el fondo. AAGGHH.... Sí... Sí

Percibí que a Ramón le quedaba poco para terminar y pensé en separarme de él para continuar pajeándolo y que no se viniese en mi boca, pero él se

percató de mis intenciones y me agarró de nuevo con fuerza  cuando de súbito comenzó a descargar abundantes chorros de esperma en mi garganta...

Sí... Sí puta, trágatela toda sin desperdiciar una gota... OOOOHHHH ¡Qué gusto!...gritó Ramón…ohhhhh

Realmente, me vi sorprendida por la operación….nunca la sentí así...al principio no tuve más remedio que tragar pues el semen me llegaba casi

directamente al estómago, pero los chorros de su leche parecían no tener fin. Al sacar el pene un poco, los chorros de leche llenaron mi boca y traté de

tragarlos, pero entre el asco y unas repentinas arcadas comencé a toser y parte de la esperma se me salió por las narices.

Al sacar aquel pene de mi boca para poder tomar aire no pude evitar que las últimas descargas me llenaran la cara.

Me has ordeñado bien puta... te felicito…me dijo Ramón viéndome a la cara y, agarrando mi cabello con fuerza…

Noté que el pene de Ramón, aunque recién descargado, seguía desafiando a la gravedad, apuntando al techo, como si nada hubiese sucedido. Me

sorprendí, y supe que mi examen aún no había terminado...

Vamos, me dijo ahora Ramón, como una orden y en tono de apuro…termina de comer y limpia mi trabuco, que aún te queda trabajo. Tenemos otros

agujeros que evaluar.

¿Te gusta putita? ¿Te gusta la leche de macho? Preguntó con una gran sonrisa en su rostro…

Sí, Si, le mentí a Ramón…mi pulso estaba a millón….

El empezó a hablar…lo sabia pirujita…a todas las putas les encanta el sabor de la leche recién ordeñada, por eso suele ser de los regalos más habituales

de parte de los clientes. No te preocupes por tu suministro de leche. A partir de ahora, trabajando para nosotros, recibirás tanta leche que podrás bañarte

en ella.

Preferí no contestar y me concentré en limpiar su pene. Empecé lamiendo el falo dedicando especial atención al glande, para luego comenzar a

metérmelo en la boca, para asegurarme de que quedara bien limpio...

¿A ver si llegas al fondo como antes? Me dijo Ramón, observándome….

Preferí seguir las instrucciones recibidas y, con algún esfuerzo me lo metí todo; aquel roble me llego hasta las amígdalas y más allá. Pronto percibí cómo

aquel enorme falo se endurecía de nuevo con mis atenciones bucales. Aunque no había dejado de estar erecto sí es cierto que había perdido cierta

turgencia. Ahora, nuevamente, se erguía orgulloso en la plenitud de su potencia explorando mi garganta, de repente paro y lo saco con fuerza…y me

dijo…hum…vamos por los otros agujeros…quiero probarlos….

Si…eso no lo podía dudar…ahora venia por mis otros agujeros que tan bien a su disposición estaban….

Gracias a FP por su ayuda