Sorpresa y placer (final)

Raul satisface su fantasia a costo de una madrasta calientapollas

Sorpresa y placer (final)…. Cuando sentí la polla de Raúl en mi culo, me recorrió un escalofrió mi cuerpo de una manera que el placer fue indescriptible, mi reacción sin embargo fue de defensa; inconscientemente lo alejo, momentáneamente su rostro inspiraba una confianza nunca antes vista, en ese momento estaba determinado a tomarme de una u otra forma.

Yo queriendo tener el control de la situación le grito: “condenado la que decide soy yo”.

Raúl esbozando una sonrisa de satisfacción, la cual me puso más caliente, me dijo “zorra al verte inclinada quise romperte es culo, sentir lo que mi padre goza cuando te tiene todas las noches, mira como nos tienes empalmados y no podemos tocarte, eres toda una calientapollas, Cisco tenía razón eres una zorrita”

Al escuchar esas palabras mi excitación recorre mi piel, me caliento de manera tal que me entrego a la lujuria y desenfreno del momento, voy a disfrutar a estos chavales de manera tal que los hare reventar sus bolas.

Me dirijo hacia Raúl, con mi voz más cachonda le digo “así que piensas que soy una zorra, chaval estúpido, tu ni siquiera sabes lo que es una zorra, acaso crees que ser zorra es andar besándose con más de uno en el colegio, hoy les daré la mejor follada de sus vidas”.

Nicolás y Alonso al escuchar esas palabras, se miraron uno al otro, sin decir ninguna palabra, después de la corrida que se dieron, por un momento pensé, pobres chavales no me harán ni cosquillas. Pero que equivocada estaba.

Los tres se sentaron en el mismo sofá, libere sus manos, sus pollas estaban endureciendo otra vez, Nicolás empezó a tocarse, él era el de mayor experiencia del grupo, Alonso un chico que excedía de peso considerablemente, su polla se perdía en su bajo vientre y Raúl ensalivaba sus manos y se acariciaba su puntita, yo mientras tanto iniciaba mi actuación de zorra calienta pollas.

De manera sensual me recuesto en el piso, me giro hacia abajo, con pies apoyados en el piso, me levanto de una manera, que mi culo queda a un metro de sus rostros, me tomo de mis piernas doblándome hacia el frente, dejando como única barrera entre mi chocho y sus rostros la tanga color perla, camino unos pasos buscando mis tacones, empiezo a recorrer mi cuerpo con mis manos tocándome, regreso a hacia ellos, sus pollas están más duras que al comienzo de nuestro encuentro, me inclino de manera coqueta hacia Raúl, le tomo de sus manos, se las coloco detrás de su cabeza, mi ojos fijos en su rostro, bajo lentamente buscando su polla, mi lengua le limpia sus jugos iniciales, le recorro alrededor de su polla, hacia arriba de manera lenta y coqueta, mis manos le acarician sus bolas peludas, mi lengua absorbe todo ese elixir de placer, siento como su polla se pone más tensa, su miembro viril sonrójese de placer.

Mi mano derecha la extiendo hacia Alonso, le acaricio su polla, de manera lenta, pobre chico esta hecho un mar de líquidos, le bajo y subo delicadamente cualquier aceleración y el chico se viene en ese instante, de repente siento como un par de manos recorren mis piernas, desde mis tobillos hasta donde mis piernas se unen con mi culito, es Nicolás que se ha puesto detrás de mí, me acaricia, siento su polla en mis nalgas, me impregna de sus líquidos seminales, que sensación tan agradable, me abraza y me dice al oído “quiero follarte ya”. Con un gemido de aceptación me inclino mas dejando descubierto mi sexo para que sea penetrado por él, al ver mi reacción Nicolás hace a un lado mi tanga y de manera firme me introduce su polla, dada mi humedad, me penetra sin dificultad, el vaivén de sus caderas, el ritmo provoca, que empiece a meter en mi boca la polla de Raúl, empiezo a darle una mamada a mi hijastro, su polla la devoro toda en un solo momento mi lengua roza su glande y siento como toca mi paladar, el sabor salado de sus jugos, por un momento asquea mi interior, el cual es sofocado por mi calentura. Alonso se ha venido de nueva cuenta en mis manos.

Nicolás acelera de una manera su ritmo que se viene dentro de mí, y yo aun no he tenido mi primer orgasmo, Nicolás saca su polla llena de lechita, yo continuo con la polla de Raúl en mi boca, mi pensamiento era decepción, mi calentura continuaba y este par de chicos se habían venido dos veces ya.

Raúl se levanta del sofá, me gira hacia atrás y empieza a besar mi espalda, recorre con su boca toda mi cintura, mientras tanto mis manos siguen frotando su polla, la dirijo hacia mi cueva, pero él decide otra cosa, sus intenciones no son si no, el metérmelo por el culo, yo entregada en ese momento me dejo llevar por él.

¡Yo quiero tu culo mama! siempre lo he deseado, yo insatisfecha por el momento decido aceptar su propuesta,

¡Corazón es todo tuyo hazme lo que quieras!

Me acomodo de tal forma que mi culo queda abierto para él, con delicadeza toma un poco de aceite corporal y lo vacía poco a poco en mi canal, de manera rápida quita mi tanga, juega con sus dedos en mi coño, la fricción de sus dedos hacen que me estremezca, empiezo a gemir de placer, siento como introduce un dedo en mi culito, después dos, un tercero, mi dilatación es casi instantánea, empiezo a temblar de placer, ruego porque me ese instante no acabe nunca, cuando de pronto siento como algo empieza abrir más mi culito, la sensación es riquísima, su polla va entrando lentamente, el roce de su cabeza con mi estrecho culo, hace que grite de placer.

¡No te detengas! Le grito

Lo quiero todo, dámelo todo, fueron mis palabras.

Raúl al escuchar esto introduce toda su polla, mis manos reaccionan tocando mi coño el cual está inundado de mis sabores, la sensación es exquisita.  El continúa con el saca y mete de una manera soberbia, siento como tocan su bolas mi culo, el desgraciado ha hecho que me venga, yo no tengo el control ya mas, mi placer es tal que he perdido la noción del tiempo, no supe cuanto tiempo estuvimos haciéndolo que al despertar me encontraba en mi habitación, totalmente desnuda.

Al levantarme busco a los chicos.

¿No están se habrán marchado?

Me pongo mi bata transparente color negra, busco en la habitación mi ropa, todo está en orden, pero no así mi tanga.

La han conservado como recuerdo pensé.

Reflejo en mi rostro una sonrisa… la cual desaparece al ver a mi esposo sentado en el sofá con mi tanga entre sus manos.

Fin.

Les agradezco a todos sus mensajes

Y espero sus comentarios

Besos

nadhianez@gmail.com