Sorpresa Parte 3.

Empezó la marcha nupcial, Eidymar estaba vestida con un sastre blanco, sobria y elegante, esperándola al final del pasillo, ella llevaba un vestido color ocre entallado, su embarazo no se notaba, por el contrario. Eidymar pudo ver su hermosa figura, pensando al menos es linda, eso hará más fácil est

Empezó la marcha nupcial, Eidymar estaba vestida con un sastre blanco, sobria y elegante, esperándola al final del pasillo, ella llevaba un vestido color ocre entallado, su embarazo no se notaba, por el contrario. Eidymar pudo ver su hermosa figura, pensando al menos es linda, eso hará más fácil estos tres años. La ceremonia continuó hasta el momento en que el juez d

ijo – Puedes besar a la novia – Eidymar se acercó, besó sus labios de manera sencilla, pues comprendía que no era fácil para Susana, así que la beso rápido, pero con energía para no levantar sospechas. Susana por el contrario, no pudo ocultar su nerviosismo, no se esperaba tal sencillez en el beso, esperaba que Eidymar la besará apasionadamente, pero se equivocó una vez más con ella y más cuando le dice al oído,

Eidymar: No te preocupes, de aquí en adelante, te besaré en la mejilla para que no te incomodes.

No pudo menos que sonreír y decirle,

Susana: Gracias por tu comprensión.

La fiesta estuvo muy amena y divertida, ambas la disfrutaron. Llegó la hora de despedirse, el padre de Eidymar les regalo un viaje a Tahití de luna de miel, Susana estaba encantada siempre quiso ir y Eidymar era experta buceando, así que le venía de maravilla. Fueron dos semanas de ensueño para

ambas, no convivieron mucho, ambas hicieron planes por separado, se vieron poco ni siquiera habitación compartieron; eso sí, se tomaron fotos juntas y las enviaron a los amigos. Llegó el día de su regreso, su padre y suegro las esperaba en el aeropuerto.

Eidymar se dio cuenta que su padre estaba extraño y le preguntó

Eidymar: Papá ¿Qué pasa?

Papa: Nena, la junta quiere que te reúnas mañana con ellos parece que desconfían de la premura de tu matrimonio.

Eidymar: ¿Por?

Papá: Investigaron a Susana y parece ser que no salió muy bien de su último empleo, su jefe no da buenas referencias de ella, creen que es una caza fortuna Lo siento Susana, no dudo de ti, pero explícame que fue lo que te paso, por qué te despidieron.

Susana no podía creer lo que estaba oyendo, se lleno de coraje e ira, que iba a contestar a su suegro, tenía que decir todo, no sabía qué hacer.

Susana: Señor – empezó - fui despedida de mi antiguo empleo por falsos rumores de mi jefe, no quise acostarme con él y le ofendió mucho, invento faltas a mi trabajo, cosa que nunca fueron ciertas, cuando Salí, intente buscar trabajo y el con sus referencias lo entorpecía, eso fue lo que paso, no es más.

Eidymar se dio cuenta que el tema la lastimaba así que intervino.

Eidymar: Ya déjala, mañana yo me reúno con la junta y aclaró lo sucedido, llévanos a casa, Susana está algo indispuesta.

Cuando llegaron a casa de Eidymar, Susana aún seguía muy contrariada, así que ella intento animarla,

Eidymar: Vamos, no te preocupes, yo me encargo, no pasará de allí.

Susana: No es eso, me molesta haber sido tan idiota con él, cómo pudo hacerme esto.

Eidymar: Si no es indiscreción ¿Es el papá de tu hijo?

Susana: Si, para mi desgracia.

Eidymar: No te afanes, piensa que no te mereció nunca y que a tu hijo no le va ser falta un hombre, así que vamos y te enseño tu casa.

La casa era bonita con estilo y minimalista, muy acogedora, grande y bonita; tenía piscina y los espacios estaban bien distribuidos. Le gustaba, así que le dijo a Eidymar,

Susana: Tienes muy buen gusto, tu casa es preciosa

Eidymar: Gracias, pero de aquí en adelante, también es tu casa, tu eres mi esposa y aunque no en todos los sentidos, mi papá me enseño que uno debe asumir las responsabilidades y tu eres mi responsabilidad y tu hijo también. Eso no se lo esperaba, la tenía por irresponsable e intrascendente Susana descubría poco a poco, a una persona diferente a la que decía conocer, así que sólo atino a decir,

Susana: De verdad, creo que no te conozco, ya tendré tiempo para hacerlo.

Eidymar extrañada solo dijo: ¿Eso es bueno o malo?

Susana: Me creerías si te dijera que ni yo misma sé…

Las cosas seguían su curso, el padre de Eidymar se retiró y ella asumió como presidenta. Aún no habían dicho lo del embarazo de Susana, así que eso, era una tarea pendiente, la verdad, no sabían cómo lo iba a tomar, pospusieron el anuncio a hasta encontrar el momento preciso.

Eidymar seguía su vida normal de conquista en conquista, pero con absoluta discreción y Sus

ana pendiente de su embarazo con el matrimonio recupero su credibilidad y pudo conseguir un empleo, la verdad, ellas no convivían mucho y se veían muy poco, pero una vez más el destino les jugaba una mala pasada, el papa de Eidymar sufrió un accidente, lo que lo dejo gravemente herido, obligándolo a pasar su convalecencia en casa de Eidymar, de nuevo tendrían que reorganizarse y decirle lo del embarazo de una vez, hablaban de eso,

Eidymar: Mira Susy se que será difícil, pero con mi padre aquí, tendremos que compartir cuarto y no sólo eso sino cariñitos.

Susana: Eso lo sé, pero me va a costar trabajo y además tu y yo tendremos que hacer vida de pareja, no sólo dormir juntas, con tu padre aquí hay que cenar, desayunar; establecer una rutina, además cuando le vamos a decir lo del embarazo, ya sé me nota y no pasará desapercibido para él.

Eidymar: Susy por qué me miras así, qué dije.

Susana se la quedo viendo raro, a nadie le permitía llamarla Susy Sólo su padre, la llamaba así, pero por alguna extraña razón que Eidymar la llamase así, no le incomodaba ni le molestaba.

Susana: No nada – respondió – ¿Qué decías?

Eidymar: Estás en las nubes, cuando lo traiga para acá, yo le digo si no te molesta claro.

Susana: ¿Y qué le vamos a decir?

Eidymar: Que fue por inseminación artificial y que no le dijimos nada hasta que resultará, ¿te parece?

Susana: No sé, tantas mentiras se nos van a salir de control Eidy - eso último se le salió-

Eidymar: No te afanes, todo saldrá bien, chao, me voy a buscar a papá.

El señor Tholunoi estaba un poco contrariado, la noticia del embarazo de Susana lo tomaba por sorpresa y no era, que no quisiera nietos, pero lo consideraba precipitado.

Cuando llego a la casa, saludo con cariño a Susana, felicitándola por el embarazo. Pero también pregunto de verdad le parecía sospechoso:

Sr Tholunoi: ¿Dime hija, por qué decidieron tener hijos tan rápido, no tienen ni dos meses de casadas?

La pregunta las tomo no por sorpresa, pero si algo nerviosas, A lo que Eidymar se apresuró a contestar:

Eidymar: Quién te entiende papá, pero mira Susy y yo, decidimos tenerlo ahora y disfrutarlo mucho, además sólo será uno. Susy está feliz y eso a mí me alegra, además vas a tener un bebe a quién consentir.

Sr Tholunoi: No niego que la noticia me hace feliz, pues será mi heredero, pero pensé que necesitarían tiempo para formar su relación de pareja, que sé yo congeniar, pelear, lo que hacen las parejas.

Eidymar: Si, si es cierto, pero queremos que nuestro hijo vea crecer a sus madres en la relación, que vea cuanto lo queremos y en cuanto, a lo de las peleas, me creerás que no hemos peleado papá.

¡Si, no habían peleado, pero cómo si no convivían!.

Ellas pensaban que iba a ser fácil, sus vidas, su relación daría un vuelco, los problemas estaban a la vuelta de la esquina, ellas eran distintas, pero a la vez, iguales.

Eidymar acostumbrada a hacer lo que le daba la gana, encontraría su freno en Susana. Y ésta se encontraría con una persona que le revolvería la vida y se la pondría patas para arriba. La primera noc

he en la misma habitación, juntas, pero separadas Eidymar durmió en un sofá cama y Susana en la cama y la primera discusión.

Eidymar: ¿Puedes apagar la luz?

Susana: Te puedes esperar, acostumbro a leer antes de dormir.

Eidymar: ¿Y a mi qué? NE- SE-CI- TO dormir y la luz me molesta.

Susana: Ahora que termine el capítulo la apago.

Eidymar le da la espalda pensando que muchacha tan impertinente y grosera. Por su parte, Susana para sí, decía que caprichosa. Los roces habían empezado y no pararían allí. Susana era una maniática del orden mientras Eidymar no; así como compartían habitación, pero no cama Eidymar dejaba todo tirado, ropa, zapatos en fin lo que pudiera dejar mal puesto ella lo dejaba, en cambio Susana, su parte del cuarto era una tacita de plata y el baño ni se diga. Por Dios cuando Eidymar salía y ella entraba. A ella le parecía que acaba de haber un bombardeo, que desorden, tarros, toallas, ropa interior. Susana perdía la paciencia con facilidad y Eidymar fresca, de verdad, eso no le preocupaba. La verdad, el orden, era lo que menos le importaba. El Sr. Tholunoi se divertía viéndolas pelear hasta por el espacio en el closet y le decía a Eloísa.

Sr. Tholunoi: No, qué no peleaban, qué territoriales son…

Continuará...