Sorpresa Parte 2.
Eidymar : Se que la idea de casarte te parece un absurdo...
Eidymar : Se que la idea de casarte te parece un absurdo, pero sabes que es lo mejor para ambas, así que si tu quieres cásate conmigo y asumiré las responsabilidad tuya y de tu hijo, por los próximos tres años y aún después de eso, ya que el niño sería legalmente mío y mis responsabilidades para con él, serían de por vida y contigo después del divorcio. Podemos lleg
ar a un acuerdo, ya que como dijo Andrés sería como un contrato de trabajo.
Calló esperando una respuesta, Susana la escuchaba atentamente y comenzó a hablar y a exponer sus dudas Susana: Si, es cierto, porque siempre soñé casarme, pero no bajo estas condiciones, si estoy dispuesta a casarme contigo por el bien de mi hijo es lo mejor, pero quisiera dejar claro unas cosas, se que tu eres una mujeriega empedernida, que andas de fiesta en fiesta, pedirte fidelidad sería imposible, pero tampoco quiero ser la pobre esposa a la que engañas, así que te pido respeto, que si vas estar con la una y la otra, que no sea en el círculo donde nos vamos a desenvolver ni en tu trabajo, lo que no quiero es encontrarme con una de tus conquistas y me tengan lástima. Yo haré lo mismo contigo, te respetaré y te daré el lugar que como mi esposa te mereces, sabes bien que no soy gay, no sé cómo comportarme, así que eso será un problema para las dos.
Eidymar la escuchaba atenta y afirmó: - No te preocupes, te respetaré, seré discreta, pero tú también lo serás, no quiero que me pongas el cuerno con hombres, intentaremos llevar una buena convivencia. No será fácil, pero no quiero que el trabajo de toda una vida vaya a dar a manos de un desconocido, así que pongámonos de acuerdo, aquí y ahora sobre nuestro matrimonio.
Susana: - Está bien - comentó y preguntó: ¿Cuándo será el matrimonio y dónde?
A lo que Eidymar contesto: - Primero debo presentarte a mi padre y anunciarle nuestra boda, también pedir tu mano, me imagino que a tu tía, no será fácil para ti dar un giro tan inesperado en tu vida, así que si estás de acuerdo pretendo hacer ambas cosas el mismo día, también escoge tú l
a fecha para la boda.
Planearon todo ese mismo día, Susana sería la encargada de todo con referente al matrimonio. Se casarían el 27 de septiembre, Susana escogió esa fecha por ser la misma, en que sus padres se casaron, acordaron vivir en casa de Eidymar y acordaron también que el viernes de esa misma semana darían la noticia a su padre y a la tía de Susana. Ya se estaban despidiendo cuando Eidymar preguntó a Susana,
Eidymar: ¿Cuál es tu piedra favorita? - Se extraño con la pregunta, pero igual contestó:
Susana: La esmeralda ¿Por qué?
Eidymar: Lo sabrás el viernes - y se marcharon, cada una por su camino. Le dieron la noticia Andrés que sería el único que sabría qué su matrimonio era una farsa…
Llego el día de la petición de mano. Eidymar escogió un restaurante bonito, acogedor y discreto. Llegaron ella y su padre primero, mientras esperaban, su padre le pregunto de por qué tanta formalidad y elegancia, pues ella estaba seria, Elegante y distinguida no pasaba desapercibida. –Ya lo sabrás - contesto
No pasó mucho tiempo cuando apareció Susana y su tía, que estaba muy intrigada con el asunto, se sentó a la mesa. Eidymar pudo notar que Susana estaba preciosa no se iba a casar con una mujer poco agraciada.
Eidymar: Papá te presento a Susana Torrealba, mi novia
Papá: - Mucho gusto señorita, debes ser importante para mi hija, pues nunca me había presentado a una de sus novias - dijo el padre de Eidymar mientras estrechaba su mano. Susana hizo gala de su educación e hizo lo propio con su tía
Susana: Tía te presento a Eidymar Tholunoi, mi novia - la tía quedo sorprendida y
sólo atino a decir - Mucho gusto, señorita.
Comenzaron a cenar, cuando llego la hora Eidymar se dirigió a la tía de Susana y su padre:
Eidymar: Papa, señora, los invite a cenar aquí para pedirle la mano de su sobrina, ya que he decidido hacer caso a mi padre y sentar cabeza.
Dicho esto, saco un anillo precioso con una incrustación de esmeralda con oro blanco, era de verdad lindo, prosiguió y esta vez se dirigió a Susana,
Eidymar: Susy, aquí delante de las personas que más queremos ¿te quieres casar conmigo? Ya que eres la única mujer con quien me quiero casar - y esto no lo decía por compromiso, de verdad, sólo se iba casar una vez así, que decidió que sería con todas la de la ley, pues no repetiría la experiencia.
Por su parte Susana le parecía increíble lo que estaba pasando siempre soñó con algo así, sonreía pues era exactamente así, sin más, una petición de mano tan simple, pero a la vez, tan profunda. Salió de sus pensamientos y contesto, Susana: Si, acepto, siempre soñé con esto - no mentía, era cierto
El padre y la tía estaban muy sorprendidos, pero a la vez, contentos.
A la tía le parecía extraño, pero lo prefería, a ver a su sobrina sufriendo, el padre de Eidymar pudo menos que decir
Papá: Me sorprende, pero estoy feliz - y dirigiéndose Susana - no sé cómo lograste que dejará su soltería y te lo agradezco, puedo retirarme en paz y a ti, hija mía se nota que tu futura esposa es muy inteligente, así que buena elección.
Ambas respira
ron tranquilas, habían conseguido engañarlos, así que anunciaron la fecha y empezaron los preparativos.
Todo lo referente a la boda se encargó Susana, planeó su boda como siempre había querido, cuidó cada detalle, los invitados, las flores, dónde sería. Ella y Eidymar habían quedado que el lugar fuese un cabaña a las afueras, frente a un lago, ambas tenían eso en común, le gustaba mucho el campo y el sitio era de ensueño. Susana le pidió a Andrés que la entregará, a lo que él acepto gustoso y aprovecho de paso para indagar más sobre el acuerdo entre ambas,
Andrés: Cuéntame más acerca de su sociedad
Susana: Acordamos dormir en cuartos separados, de puertas para afuera, las esposas más amorosas que pueda haber con besos, mimos, todo y de puertas para dentro, nada.
Acordamos también que nuestra vida íntima sería muy privada y reservada, si ella quiere tener novia que lo deberá hacer discretamente y yo haré lo mismo, sólo vamos estar casadas tres años, después de eso, inventaremos algo para justificar nuestra separación, también acordamos que ella estaría siempre en la vida del niño, participaría en su educación y en la toma de
decisiones importantes, el acuerdo también establece que tendrá después de la separación derecho a ver al niño o niña todos los fines de semana y le pasará una pensión a él y a mi de por vida.
Andrés: Vaya que meticulosas, me he dado cuenta que están muy metidas en esto de la boda.
Susana: Si, es cierto, acordamos que si nos íbamos a casar, fueran las condiciones que fueran, lo íbamos hacer cómo se debe. Eidymar me dijo que sólo se iba a casar una vez y quería recordar con cariño la única vez que sentó cabeza.
Después de esto, se despidió, tenía aún muchas cosas que hacer, el tiempo corría y la boda sería en menos de 15 días, tenía muchas cosas pendientes, tan metida estaba en el asunto, que olvido la recomendación del doctor y tuvo que ir al médico pues estaba sangrado. El mismo le volvió a advertir - tendrá que guardar reposo, o perderá a su hijo, su embarazo es de cuidado, si no quiere perder a su hijo bájele a su ritmo.
Salió preocupada, así que llamo a Eidymar y quedaron de verse. Cuando la vio, la notó demacrada, podían decir lo que fuera, pero nunca que era una indolente o desconsiderada, si algo tenía era esa facultad para darse cuenta de las cosas sin que se las dijeran.
Eidymar: Hola ¿Qué Pasa? ¿Cuál es la urgencia?
Susana: Mira sé que esto es precipitado, pero no voy a seguir
los preparativos de la boda, encárgate tu.
Eidymar: ¿Por qué? Tú estabas llevando todo de maravilla
Susana: No puedo - lo dijo casi llorando - el médico me dijo que debía guardar reposo, que si no iba a perder a mi hijo y yo no quiero eso, quiero estar quieta Y tranquila hasta el matrimonio, por favor hazte cargo.
Eidymar: Esta bien, dime que hace falta y guarda reposo, yo tampoco quiero que pierdas al niño, se cuán importante es para ti, Andrés me ha contado que a pesar de que su padre te pidió que abortaras, tu no quisiste y eso lo admiro en una persona capaz de afrontar las consecuencias de sus actos, así que no te preocupes, yo termino con los preparativos.
Susana no se esperaba tanta consideración por parte de Eidymar, la verdad, era que nadie le había dicho que la admiraba, se dio cuenta que quizá la imagen que se había formado de ella estaba un tanto equivocada. Le dio los pormenores de lo que hacía falta y se marchó a su casa.
Llego el esperado día, estaban los invitados, no eran muchos pues ambas no querían mucha gente, sólo las personas importantes para ellas. Susana estaba muy nerviosa, estaba a punto de arrepentirse, su conciencia la estaba acusando, no quería casarse así, en eso llego Andrés.
Continuará...