Sorpresa Parte 10.

El movimiento de sus manos hizo que Eidymar despertará, cuando la vio despierta, puso una cara de alegría inmensa, se sentó a su lado en la cama, puso su frente con la de ella y le dice.

El movimiento de sus manos hizo que Eidymar despertará, cuando la vio despierta, puso una cara de alegría inmensa, se sentó a su lado en la cama, puso su frente con la de ella y le dice.

Eidymar: No me vuelvas asustar así, te extrañe mucho.

Susana: Lo voy a intentar y también te extrañe ¿y la nena?

Eidymar: Está en la incubadora, los que la han visto dicen que es hermosa y el médico ha dicho que en dos semanas podremos llevárnosla.

Susana: ¿Los qué la han visto? ¿Acaso tú no lo has hecho?

Eidymar: Recuerda, que te prometí que la conoceríamos juntas.

Susana: ¡Si ya recuerdo! ¿Cuánto tiempo he estado así?

Eidymar: Poco más de dos días.

Susana: ¡Tanto! Llama al doctor quiero ver a la nena.

Eidymar: Es tarde, la veras en la mañana, ahora duérmete – la beso en la frente y la cobijo-… Susana despertó y le extraño no ver a Eidymar, pensó que habría ido a casa a cambiarse, cuando la ve entrar con una enfermera.

Eidymar: Despertaste, mira la señorita nos va a traer a Lorena.

Susana: Si, ¿cuándo?

Enfermera: En un momento, ya vengo.

Susana se dio cuenta que Eidymar se veía demacrada con ojeras, muy cansada, se notaba que no había descansado mucho. Estaba en sus pensamientos cuando la enfermera entro con la niña, como describir con palabras ese momento, Susana la miraba embelesada, que chiquita es, pensó y le decía – hola soy tu mama ¿cómo estas? - y ahí estaba reconociendo, mirando cada partecita de su cuerpo, si que eres hermosa, Eidymar las miraba de lejos en la puerta, no quería dañarles el momento, madre e hija, se decía para si – si que soy afortunada esposa e hija me gane la lotería sin comprarla y se reía-

Susana: Eidy - la llamaba - Ven acércate, ¿qué haces allá?

Eidymar: No, disfruta el momento a solas.

Susana: Nada de eso, ven -Eidymar se acercó a la bebé y a ella - mira, amor, tu mami Eidy, mira la haber Eidymar, cárgala

Eidymar: No sé hacerlo.

Susana: Es fácil, pones una mano en la cabecita y la otra debajo del cuerpo, ves así, ves no es tan difícil, así mismo.

Eidymar: Hola Lore – la niña apenas escucho su voz abrió sus ojitos - ¿ves Susana me recuerda? – si, mi princesa, soy yo mami, sabes no te esperaba tan pronto, pero me da gusto que estés aquí, alegrándonos la vida a tu mami y a mí, si vieras tu cua

rto, es bien bonito y todas tus cosas son muy bonitas, las escogimos tu mama y yo.

Mónica: Hola - llegó - Susana me alegro que ya hayas despertado, Eidymar siéntate, dale la nena a tu mujer, así perfecto y ahora tu ponte a su lado eso así es abrázalas y sonrían.

Eidymar: ¿Para qué es la foto?

Susana: Si, ¿para qué es?

Mónica: Para el álbum de la familia ¿y cuándo les dan de alta?

Eidymar: En dos semanas podremos irnos.

Mónica: Eidymar, me haces un favor, ¿puedes traerme un café?

Eidymar: Si, claro ya vengo.

Susana: ¿Para qué hiciste que se fuera?

Mónica: Para que la convenzas de irse a descansar desde que todo esto empezó, no ha comido ni dormido, bien le he dicho que se vaya a casa, pero no me hace caso, así que pídeselo tú, ya que no te niega nada.

Susana: Ya conoces lo terca que es, pero lo voy a intentar y eso que no me niega nada lo pongo en duda.

Mónica: Si, tú eres su debilidad.

Susana: Está bien.

Mónica: Pero como cosa tuya, espera a que yo me vaya.

Eidymar: Aquí tienes, espero que no hayas sonsacado a mi esposa, te conozco quien sabe que le habrás dicho.

Mónica: Nada prima, que le voy a decir, gracias por el café y adiós.

Se despidió de ellas con un beso, un rato después Susana le decía a Eidymar.

Susana: Eidy te ves cansada, ve a casa y descansas un rato.

Eidymar: Te estorbo - dijo haciendo un puchero.

Susana: Para nada, ven - estirándole la mano y sentándola a su lado - solo que me he dado cuenta que estas cansada y no quiero que seamos dos en este hospital.

Eidymar: Es que no quiero dejarlas solas.

Susana: Mira es temprano, ve dúchate y duerme un rato y regresas en la noche a hacerme compañía.

Eidymar: Es que te voy a extrañar mucho - se prudente, evita ese tipo de comentarios, la vas espantar pensó para sus adentros - está bien, pero regreso en la noche, ¿listo?

Susana: Ok, descansa, ¿oye, te vas sin despedirte como siempre?

Eidymar: No, cómo se te ocurre - y la besa en el cuello debajo del lóbulo de la oreja.

Susana sólo lo hizo para sentir esa electrizante sensación recorrer todo su cuerpo, estás perdida y locamente cautivada por esa mujer se dijo para sí y ahora ¿qué vas a hacer?

El tiempo pasa volando y Susana y la niña salieron del hospital rumbo a casa, era un verdadero alivio estar con lo conocido en un lugar que era todo lo que buscaba, un hogar. Su recuperación fue rápida, pasaron seis meses desde la salida del hospital, ellas se habían hecho más cercanas, más amigas, sus vidas estaban unidas por Lorena y por ese sentimiento que las unía, aunque no lo supieran, la una con respecto a la otra.

Eidymar no volvió a dormir en el sofá cama, Susana se había acostumbrado a su presencia al calor de su cuerpo, a su aliento por las mañanas, a verse al comienzo y al final de cada día en sus ojos y ella, Eidymar a la tranquilidad que le prodigaba su sonrisa, a la calidez de sus palabras, a su aroma, a espiarla mientras se cambiaba, a ver su hermosa figura, deseándola cada día más, amaba todo de ella, su cocina, su orden, todo, ella le daba sentido a su vida…

Y ahí seguían las dos en silencio, sin atreverse a confesarse lo que sentían, viviendo una vida tranquila y ¿por qué no feliz?, aunque fuera a medias. Esa noche Eidymar le dice Susana.

Eidymar: Susy necesito pedirte algo.

Susana: Si, dime.

Eidymar: ¿Recuerdas que te dije que mis amigas tenían ganas de conocerte y que había tenido que aplazarlo por todo lo que ha sucedido?

Susana: Si, lo recuerdo.

Eidymar: Quedé en salir con ellas hoy y quieren que te lleve.

Susana: ¿Hoy y la bebé? ¿y dónde sería eso?

Eidymar: La bebé, puedo decirle a Mónica que se quede con ella y con respecto a lo otro, espero no te moleste es en una disco de ambiente.

Susana: ¿Gay?

Eidymar: Si, pero no te preocupes sólo es para que ellas te conozcan, no nos demoramos nada.

Susana: Y si se me acerca una en plan de conquista ¿qué hago?

Eidymar: Sólo di que estás con tu esposa y ya.

Susana: ¿Y alguna ex de la que tenga que preocuparme?

Eidymar: Quizás, pero la verdad no sé, ¿me acompañas?

Susana: Si, está bien.

Eidymar: Salimos a las ocho.

Susana solo quería saber cuál era la mujer, quizás la conocería solo por eso iría nada más, así que empezó a cambiarse para una nueva experiencia conocer una disco de ambiente. La noche llego y llegaron al bar, cuando entraron Eidymar empezó a buscar con la mirada a sus amigas, mientras Susana reconocía el sitio, le pareció agradable, cuando Eidymar la toma de la mano y le dice – allá están, vamos – y llegaron a la mesa.

Eidymar: Hola chicas, ¿cómo están?

Amigas: Hola ingrata, nos tenías abandonada.

Eidymar: Exageradas.

Amiga: A ver, ¿dónde está la mujer que te hizo sentar cabeza a ti, la más mujeriega de las mujeres?

Eidymar: jajajaja me apenas, Susana ven, mira, ellas son Camila y su novia, Andrea y Sofía, chicas, ella, Susana, mi esposa.

Susana: Mucho gusto, chicas.

Las mujeres se la quedaron viendo y le dijeron: si que la sacaste del estadio, esta vez es realmente bonita.

Eidymar: Gracias, siempre he tenido buen gusto - Dijo presumiendo.

Camila: Susana ¿y tú qué haces?

Susana: Yo soy administradora de empresas en estos momento estoy buscando empleo y mientras sale algo cuido a Lore.

Sofía: ¿Lore?

Susana: Si, nuestra hija.

Amigas: ¿Tienes una hija Eidymar?

Eidymar: Si, no les había dicho Lorena Tholunoi se llama, tiene 6 meses es una belleza.

Sofía: ¿Cuánto tiempo llevan de casadas?

Susana: Año y medio, casi más o menos Eidy ¿cuánto es que es?

Eidymar: 13 meses exactamente.

Susana: Si, así es.

Camila: Oye y tú de tanta mujer que hay, por ahí viniste a caer en las garras de esta.

Susana: jajajajaja si.

Eidymar: Hey – protesto Eidymar - no me hagan tan mala publicidad.

Amigas: Si “mala publicidad”

Sofía: Susana, antes de esta, ¿cuántas novias había tenido?

Susana: La verdad Eidymar es la primera y estoy segura qué será la última.

Amigas: Encima la vuelves gay, eres el colmo.

Eidymar: Yo no la he vuelto nada y ya cambien el tema.

Susana se reía del apuro de Eidymar con las amigas, la noche seguía avanzando y Eidymar aprovechaba que estaban en público para ser como quería ser con ella, la besaba, la abrazaba era todo lo cariñosa que quería ser y Susana lo disfrutaba mucho, tenerla así solo para ella y siempre pendiente para ver si algunas de las mujeres que estaba con ellas era la que Eidymar le gustaba, pero no vio nada raro, pensó quizás no esté aquí, así que decidió disfrutar cada beso, cada caricia que ella le prodigaba y ella no sé quedaba atrás, también le demostraba con hechos lo que sentía, aunque Eidymar pensará que era una farsa y ahí estaban las dos queriéndose como deseaban.

Susana: ¿Me pueden decir dónde está el baño?

Eidymar: Ves, esta al fondo, ten cuidado.

Susana: No me va a pasar nada.

Eidymar: Los últimos acontecimientos dicen lo contrario.

Susana: Exagerada, ya vengo

Y ahí estaba en el baño cuando la abordo una mujer.

Susana se quedo de una sola pieza, no sabía cómo manejar la situación, así que salió del baño sin darse cuenta que la mujer estaba detrás de ella.

Mujer: Nena, no me huyas, no como gente.

Susana: Le he dicho que estoy acompañada ¿!puede respetar eso!?

Mujer: Y yo le he dicho que no soy celosa - acercándose más hasta no dejarle espacio para moverse.

Susana: Le ruego el favor, que me de permiso, me están esperando.

Eidymar se percato de la situación y fue en su rescate.

Susana: Aléjese por favor, le he dicho no, entiéndalo.

Eidymar a las espaldas de la chica le dice.

  • ¡La señora ha dicho no y aléjese!

Mujer: No es su asunto e intenta besar a Susana – Eidymar se le suben los celos a la cabeza y la aparta con violencia.

Eidymar: No sé atreva a ponerle una mano encima a mi mujer.

Susana quedo estupefacta nunca la había visto así como macho cuidando a su hembra valga la comparación.

Mujer: ¿Su mujer?

Eidymar: Si, ¡mi mujer, mi esposa! aléjese o se arrepentirá.

Y la mujer se fue con el rabo entre las piernas.

Vamos Susana a la mesa, deja de andar de coqueta - le dijo realmente sin medir sus palabras.

Susana le dice - eso es injusto, yo no estaba coqueteando con nadie. Ella se me tiro encima.

Eidymar: Si, eso no fue, lo que me pareció.

Susana: No me creas, es tu problema y ya vámonos.

Eidymar: Si quieres irte, vete tú sola - lo dijo sin pensarlo, estaba realmente celosa de que alguien más la tocara.

Susana: Está bien, adiós energúmena.

Y se fue a buscar un taxi…

Continuará...