Sorpresa jugosa
Le doy una sorpresa a mi novio después del trabajo. Se encuentra la puesta abierta y un post it pegado a ella en el que recibe órdenes que debe cumplir para poder llegar al regalo que le está esperando.
Estoy sola en casa ordenando el armario cuando cae de él un pañuelo largo de cuello. A la mente me viene, no sin una pequeña sonrisa, cómo a Adán, mi novio, y a mí nos podría dar mucho juego. Me presento, soy Eva, morena, mido 1,65, soy delgada, con un cuerpo bien moldeado por el deporte y con un culo digno de elogios. Adán y yo acabamos de mudarnos a una casona en un pueblo que estamos arreglando poco a poco. Él ha ido a hacer unas compras mientras yo ordeno el desastre de la mudanza.
Sin darme cuenta, al pensar en el pañuelo mi mano ha acabado entre mis piernas y solo soy consciente de ello cuando noto un ligero cosquilleo. Se me ocurre un plan, Adán está al caer, ¿por qué no estrenar una vez más la casa?, jajaj una y otra y otra vez, no paramos de follar como conejos por toda la casa. ¿Tal vez algo nuevo?
Me apresuro antes de que vuelva. Primero organizo la puesta en escena en nuestro cuarto. Dispongo algunas velas por el cuarto, dejo varios pañuelos de seda sobre la cama, coloco un espejo junto a la cama de tal manera que se refleje lo que sucede sobre ella... escojo un coulotte de encaje rojo con unas tiras negras que cruzan por detrás en zigzag sobre mis redondas nalgas y un sujetador también rojo de encaje con unas tiras en el escote y me voy a la ducha. Una vez duchada, me siento desnuda sobre la cama y saco un taco de post its. En ellos voy escribiendo las instrucciones.
El primer post it lo colocaré en la puerta de entrada y rezará "Hola!, entra a casa sin miedo y busca el próximo post it, Eva". El segundo se encontrará en el salón "sabes lo mucho que me gusta jugar, prometo que tú también querrás jugar conmigo, ve al baño". En el baño encontrará "coge el vibrador del primer cajón, no he acabado lo que tenía que hacer, necesito un castigo. Estoy arriba". En las escaleras "tócate ese pedazo bulto". En el descansillo "desnudate, quiero que estés en pelotas", junto a la puerta de nuestro dormitorio cerrada "tocate la polla, pajeate hasta que la tengas resbaladiza, una vez entres dentro quiero que no te sueltes la polla, que la coloques en la entrada de mi coño jugoso, que sigas pajeándote, que me azotes, que cuando yo no me lo espere me la claves con fuerza, que solo pienses en tu placer, que me uses, que me llenes de leche, que me montes como a una perra". Una vez habra la puerta yo le estaré esperando. Me coloco la ropa interior, unos tacones de aguja y me tumbo sobre unos cojines boca abajo, con mi culito en pompa y mi coñito bien rasurado. Me coloco un pañuelo en la boca a modo de mordaza, me fijo otro pañuelo a la altura de los ojos y me ato las manos como puedo a la espalda. Así le espero, noto palpitar a mi coñito.
Fantaseo con lo que va a ocurrir. Pienso en que he elegido todo ese juego porque las luces de las velas y lo inesperado de la situación van a volver loco a Adán, él fantasea con dominar a alguien, doblegarla, follarla, "violarla" y yo con todo lo contrario, por eso nos compenetramos tan bien. Mientras que pienso en ello, oigo a alguien en el piso de abajo, ya está aquí Adán. Oigo que sube, al de un rato oigo una cremallera. Mi coño se enciende.
Oigo abrirse la puerta y unos pasos se acercan hacia mí. Zasssss y calor en la nalga derecha, me acaba de pegar con la palma abierta. -Eres una perra y cómo me gusta-. Se me escapa un gemidito ahogado por la mordaza, he hecho bien mi labor. Ahora tiene ahí mi culo y mi coño para su disfrute. Noto una suave y húmeda presión en la entrada de mi culo a la vez que siento otra más fría en la entrada de mi coño, el consolador. Escucho el inequívoco subir y bajar de la mano de mi novio por su polla ya mojada, zassssss otro cachetazo. Le oirgo respirar entrecortadamente. Mis pezones están duros y noto cómo raspan intentando salir el sujetador de encaje.
Con un sobresalto noto cómo se deja caer sobre mi, su peso sobre mi espalda a la vez que me entra de golpe su polla en mi coño, noto cómo resbala y me hace algo de daño al tocar de golpe el fondo sin haber dilatado lo suficiente. Una mano me sujeta por el cuello a la vez que otra me estira del pelo para que ladee la cara, me aparta la mordaza y me introduce el vibrador en la boca. -Chupa puta- mientras me bombea el coño sin parar, fuerte, duro, chocando su pubis contra mi culo. La saliva se me escapa por la boca mientras él agita el vibrador dentro de mi boca chocando en ocasiones contra mi mejilla. Saca el vibrador y me golpea con el en la mejilla dejándome un rastro húmedo por ella.
Adán se encarama en la cama, teníendome debajo con el culo en pompa sobre los cojines, para follarme con más fuerza, clavármela más hondo. Yo ya sin mordaza le suplico que me folle como un bestia, como el animal que es, que me tome, que disfrute de mi a su antojo, que se corra, que me llene de lefa, que me resbale por el cuerpo. Me quita la venda de los ojos y nos veo en el espejo. Él sobre mí completamente fuera de sí, perforándome el coño a su antojo, me tiene sujeta por las caderas, respira con dificultad y voy notando que va a alcanzar su climax. Las muñecas me duelen, me he apretado con demasiada fuerza, y él al penetrarme me obliga a estar en una postura complicada. Noto cómo me clava las uñas en las nalgas con una mano y con la otra me estira de la coleta hacia atras. Va aumentando más y más el ritmo de sus envestigas y jadeos, me suelta el culo, veo la marca que han dejado sus dedos a través del espejo, y me sujeta de la cadera. Ahí está, como un puto perro follándome sin descanso, desahogándose, sudando. Me aprieta la cadera, me hace daño, aprieta los ojos y los dientes y lanza un gemido gutural. Noto cómo me invade una sensación de calor por el coño.
Me da un empujón bajándome de los cojines y cayendo sobre la cama de espaldas. Se avalanza sobre mí sentándose sobre mi pecho e introduciéndome su polla sucia y goteante en mi boca. - Límpiamela- yo chupo con deleite, cómo me gusta hacer esto. Mientras, me ha dejado colar mis manos entre sus piernas y comienzo a tocarme. Mientras exprimo esa polla, noto la forma del glande, me entretengo con el prepucio, succiono, mis labios se mojan con su corrida, brillan, resbalan por su polla. Voy notando cómo el placer aumenta, cómo una chispa se enciende en mi coño. Él también lo nota y como sabe que me gusta coloca una mano sobre mi cuello a la vez que bombea mi boca. Me toco con más rapidez, estiro las piernas, los dedos de mis pies se tensan, sigo, no puedo casi respirar con su polla en mi boca, pero sigo, cada vez esa "chispa" es mayor, aumenta, noto como crece, noto el sabor del semen en mi boca, crece, crece, crece, hasta que me inunda, me llena. Me corro con su polla en mi boca. Tengo la suerte de ser multi orgásmica, porque sí, eso existe, y él lo envidia, sigue sujetándome por el pelo y el cuello, hasta que me corro cuatro veces más. Caigo exhausta, él saca su polla de mi boca, limpia, húmeda, chorreando de saliva. Me mira a los ojos, ahora tiernamente, mi mirada también ha cambiado. Es que... soy una señorita, pero me encanta ser una puta en la cama.