Sorpresa en el club

Ane y Monica deciden unirse a un club liberal y cuando van a follar Monica se da cuenta que con los que le toca son sus padres, pero en lugar de echarse atras demuestra una gran maestria follando

SORPRESA EN EL CLUB

Era verano. Estaba siendo una estación tórrida con mucho calor y mucha humedad. Mónica y Ane eran dos amigas. Las dos eran tímidas al principio. A las dos les gustaba el sexo. Entre ellas se contaban todo, lo que hacían y lo que fantaseaban por hacer. A Ane una compañera de la Universidad le había contado que había estado en un club donde podía follar con hombres que según ella estaban tremendos pero también debía de hacerlo con mujeres y con parejas.

Ane se lo comentó y Mónica aceptó, al final entre ellas a veces tenían sexo con que las relaciones con mujeres no solo no le disgustaban sino que le eran muy placenteras. Ane le pidió a su amiga el ingreso y le dijo a ver que tenían que hacer. Ella la dijo que esperase a que ella la avisara y que cuando la avisara deberían cumplir lo que la dijeran si querían ingresar.

El viernes siguiente recibieron la notificación. La ceremonia de bienvenida era presentarlas delante de tod@s y luego pasar la noche cada una con una pareja. Acudieron. Mónica vestida con un vestido tan corta que parecía una camiseta larga que la tapaba escasamente sus nalgas. Debajo una braguita que casi era tanga de lo minúscula que era. Subida en unos tacones afilados. Ane un top verde sobre unos jeans que acariciaban su cuerpo.

Fueron conducidas por la amiga de Ane detrás de una de las cortinas que ocultaban una tárima donde iban a ser presentadas. A cada una le fue colocada una máscara que tapaba sus ojos y la parte superior de la cabeza dejándolas respirar. La cortina se abrió y tod@s las pudieron ver. Giraron sobre si mismas. En las filas traseras una pareja las reconoció, sobre todo a Mónica, era su hija. Dudaron, se miraron. Estuvieron a punto de salir del local antes que a las chicas las quitasen las más caras.

Primero decidieron quedarse un poco más hasta ver que pasaba y por la curiosidad de ver a la amiga de su hija desnuda. Pero la primera que se tenía que desnudar era Mónica y no se fueron porque al fin y al cabo no era la primera vez que la veían con poca ropa. Mónica con dedos temblorosos deslizó los tirantes del vestido mostrando solo su braguita que fácilmente bajó. Estaba desnuda. Completamente, unos pechos medianos tendiendo a pequeños más que a grandes. Se puso a un lado y le tocó el turno a Ane. Para hacerlo más emocionante le ordenaron a Mónica que a ciegas la desnudase rozándose contra ella.

Las dos estaban ya desnudas. Introdujeron sus manos en una bolsa de terciopelo y extrajeron una bola cada una. Mónica sacó el 8 y Ane el 23. Los padres de Mónica se quedaron lívidos, o se marchaban o debían de follar a su hija. Decidieron que seguirían adelante y que ella decidiera si lo deseaba. A Ane la había correspondido un madurito de unos 50 con una barbita recortada muy cuidada.

Ellas dos fueron conducidas a dos habitaciones. De pies en mitad de la habitación. Su madre la quitó la más cara a Mónica que cuando vió a su padre allí desnudo se asustó un poco al principio pero cuando sus progenitores se lo propusieron ella giró su cabeza para besar a su madre que estaba a su espalda. Solo vestida con un tanga su madre se despojó de la prenda acariciando los pechos de su hija y ofreciéndole los pezones duros como dos piedras y apuntando como dos pitones al frente.

La condujeron a la cama. Mónica se tumbó besándose con su madre que la besaba la boca y acariciaba su cuerpo dibujándolo y comenzando a abrir su coño con los dedos. Luego su padre acercó su polla a la boca de su hija que con la mano se la metió en la boca. Su mujer entonces se puso al lado de su hija para mamar la polla de su hombre.

Mónica se comportaba de modo lujurioso y posesivo con la verga. Alicia su madre se puso tumbada boca arriba abriendo y cerrando las nalgas de su hija para luego apretándolas acercando  a su boca su sexo que lamía con minuciosidad para luego con auténtica pasión hasta que su hija que apretaba sus pechos con una mano a la vez que mamaba la polla de su padre estallaba en un gran orgasmo.

Su padre aprovechó que la chica se había derrumbado por el orgasmo y poniéndola a 4 patas para que a la vez pudiera comerse el coñito de su madre se la puso a la entrada de su coño y de una sola vez la embocó dentro.

Con las manos la sujetaba alternativamente de los pechos y de las caderas follandola dura con embestidas fuertes y profundas. Mónica repasaba el coño de Alicia con la lengua, dibujaba el sexo rodeando el pubis, dibujaba la cintura y luego cada pliegue de su conejito. Su padre la follaba ahora con embestidas muy profundas pero espaciadas para con posterioridad follarla con embestidas cortas y rápidas y elevar el ritmo hasta que su hija se volvió a correr a la vez que su padre la llenaba de semen.

En los momentos previos a correrse la chica había penetrado a su madre y conseguido de ella que finalizara. Ahora las dos mujeres se quedaron en mitad de la cama. Se levantaron y fueron a la ducha. Bajo el agua se besaban. Salieron y se secaron para volver a la cama Fernando estaba esperándolas. Las dos mujeres comenzaron a besarse muy dulcemente. Luego se acariciaban. Su madre la retiraba el pelo de la cara.

El espectáculo lésbico que estaban dando puso como una moto a su padre que tumbó boca abajo a Mónica, completamente horizontal y poniéndose sobre ella intentó sodomizarla no lográndolo primero pero luego ejerciendo más presión entró con dificultad rozando el esfínter y haciendo que la chica protestase para luego gemir todavía mas fuerte. La daba por culo con ganas.

La puerta se abrió y entraron Ane y el hombre que le había tocado en el sorteo. El hombre sostenía a Ane en brazos a la vez que ella botaba sobre su polla clavándosela. El hombre la trajo sobre la cama tumbándola boca arriba. Alicia aprovechó y se colocó de horcajadas sobre su boca para recibir la lengua de la joven en su coño. Ane comía el coño con una maestria admirable. Ane se corrió a la vez que lo hacia Alicia y Javi el maduro hombre fue donde Fernando se follaba a su hija por el culo y cuando el orgulloso padre se dio la vuelta con su hija ensartada la penetró por el coño.

Mónica estaba siendo empalada por dos pollones, Ane y Alicia estaban amándose sobre la cama con tanta pasión que no tardaron en ponerse a tope. Fernando estallaba en un orgasmo que llenó de semen  el culo de su hija.

Las tres mujeres separaron al otro hombre y se la fueron mamando a turnos y los huevos hasta que él se fue sobre las caras de las tres. Luego los 5 se fueron a tomar una copa, a comentar todo lo que había ocurrido y se conjuraron para repetirlo.

Este es un relato imaginario pero si queréis podéis y me gustaría que lo hicierais sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com

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