Sorpresa en el autobus
Como se conoce a un gran hombre desde todos los puntos de vista por destino de la vida en un autobus.
El pasajero del autobus
Esto que me permito relatarles me sucedió hace apenas como dos meses y ha sido una de las aventuras más increíbles que me han sucedido sobre todo por el lugar donde se dio cosas que nunca pensé podría pasar en la vida real.
Antes que nada, permítanme decirles que vivo en el Sureste de México y por razones de mi trabajo tengo que viajar a una ciudad cercana que es el centro prácticamente de las negociaciones en esta parte del país.
Ante tales circunstancias, hace aproximadamente a mediados de noviembre me embarque en un autobús que salía de mi ciudad de origen a las 10:00 de la noche para llegar a mi destino a las 4:00 a.m. del día siguiente, por lo que viajaría toda la noche con el fin de llegar temprano y efectuar mi trabajo lo más rápido posible.
El caso es que mientras que llegaba la hora para abordar el autobús en la sala de espera me llamó la atención un sujeto de aproximadamente treinta y nueve años de edad, claro de color, con color de cabello castaño claro (rubio oscuro) con un bigote de esos de campeonato, vestía uno jeans algo apretados con una camisa de manga larga y como era algo alto de aproximadamente 1.80 así que el tipo se veía totalmente apetecible y por supuesto yo prácticamente no le quitaba la vista de encima discretamente desde luego.
La situación es que a la vez que ya quería partir en mi interior no quería que llegara la hora puesto que al irme no sabía yo cual era su destino y como siempre sucede nunca volvería a ver a tan hermoso ejemplar que me recreaba el momento de lo más grato.
En una de esas que lo estaba mirando, en un momento volteó la vista hacia mi y me vio por lo que nuestras miradas se encontraron y él me la sostuvo por unos segundos para luego ver hacia otra parte por lo que pensé que se había disgustado por virtud que estaba muy serio. Otra cosa que me atraía de dicho individuo era que al parecer hacía ejercicio ya que para la edad que tenía por encima de la ropa podía verse que no tenia barriga y se le veían aparentemente unas piernas fuertes y gruesas y eso me tenía algo caliente y por varios minutos fantasié sentado y contemplándolo en como se sentiría estar a solas con un hombre como ese ya que desde siempre me han atraído terriblemente los hombres de edad mediana y algo maduros como el que tenía frente a mi vista.
La cosa fue que llegado el momento, anunciaron la salida de mi autobús y resignado me dispuse a abordarlo sabiendo que nunca más tendría la oportunidad de verlo tal y como pasa cuando muchas veces vemos a alguien que nos gusta y por desgracia no sabemos más de él. Lo que si no te, fue que no había mucha gente, pues delante de mi sólo habían cuatro señoras por abordar y por atrás sin ver detalle no se veía mucha gente.
Abordé y me senté en el lugar que me correspondió el cual elegí para poder dormir a gusto siendo éste el último junto a la ventanilla pensando que quizás y me tocaría sólo ya que al no ver amucha gente entonces podía ocupar toda la banca para mi solito y poder dormir a mis anchas. Ya habiendo me acomodado en mi asiento y cuando todo parecía que el autobús arrancaría, veo que se asoma por el pasillo mi príncipe, con su color de cabello como rojizo tirando a rubio, su bigotazo se veía para mi en particular imponente ya que el canijo si bien no era un diez, si se llevaba fácilmente un ocho. Al verlo, toda posibilidad de conciliar el sueño se me esfumo y lo mejor era que cada vez se acercaba más hacía donde esta conformándome con que se sentarán en la fila de enfrente para poder observarlo quizás cuando durmiera a mis anchas.
La cuestión era de película ya que el individuo no sólo viajaría conmigo sino que para mi suerte se sentó junto a mi, no lo podía creer! Mi corazón latía a todo, sentía que se me salía del pecho y de la emoción más que excitación tenía nervios, entusiasmo, pues al fin y al cabo lo tenía para mi por seis horas aproximadas de viaje imaginándome como podía yo por lo menos rozar su piel discretamente, buscarle conversación no sé en fin una gamma de posibilidades.
El al llegar hasta el lugar donde estaba, pude verlo más de cerca pues el autobús tenía las luces prendidas, era más claro de color de cerca, casí blanco, se veía más robusto y alto de lo que me imaginé y uno ojos color aceituna que me volvieron a ver y me dejaron congelados, esta vez no sólo él sonrió al verme sino que le devolví la sonrisa por lo que de inmediato puso la pequeña mochila que tenía en la parte superior del asiento y se sentó, lo cual hizo de forma brusca, pues abrió algo exagerado las piernas como diciendo soy tu rey y aquí estoy, yo por mi parte siendo delgado lo que hice prácticamente fue encogerme por lo que volteó a verme y nuevamente se rió, pero esta vez llevó una de sus manos a su entrepierna y ello me hizo dilucidar cierta posibilidad que comenzó a calentarme.
El caso es que el autobús arranco y su mano izquierda que daba hacia mi costado la puso detrás de su cabeza como si fuera su almohada y su mano derecha la dejó sobre su paquete, yo inmóvil y casi en posición recta y hasta cierto punto rígida comencé el viaje que parecía toda una aventura. Después de haber transcurrido más o menos una hora de viaje yo estaba aún en expectativa cuando de repente siento que la pierna de él se me pega volteo a ver discretamente y veo que su mano derecha se masajeaba el bulto que tenía entre las piernas por lo queme quedé casi hipnotizado viéndolo cuando él volteó a verme y me descubrí con la mirada en su paquete por lo que con su mano derecha que tenía detrás de la cabeza en un momento la bajo y tomó la mía llevándomela hasta su verga que al tocarla estaba ya dura y por lo que se sentía era de un considerable tamaño, por lo que nada perezoso comencé a tallársela sobre el pantalón y pasados unos minutos el se abrió el sierre del pantalón y sacó tan hermoso instrumento, era un falo de aproximadamente 19 centímetros, grueso, al parecer entre la oscuridad del camión se veía algo blanco por lo que con su mano me empujo la cabeza para que yo comenzará a tragarme dicha verga lo cual hice como desesperado tratando de no hacer ningún ruido, pues a pesar de que el camión iba semi vacio, en el dos asientos adelante estaba el único pasajero más cercano a nosotros pero podía escucharnos.
Estuve chupándole tan hermoso pena como por quince minutos y él ahora se abrió el pantalón por completo sacando sus dos bolas que parecían por su tamaño dos limones llenos de pelos las cuales me trague de igual forma volviéndome loco y chupando por momentos el pene desde la punta hasta el tronco y por ratos las dos bolas las cuales contrabajo lograba meterme juntas, ya para esto yo me había abierto el pantalón m la estaba sobando al ritmo de las mamada tan rica que le estaba dando a tan adorable hombre. Pasados unos veinte a veinticinco minutos de esta acción, el me tomó la cabeza y me la levantó hasta la suya dándome un beso apasionado en donde nuestras leguas entraron en combate y mientras eso no solté en lo absoluto su instrumento el cual masturbaba lentamente mientras me besaba.
Posteriormente me susurró al oído quiero metértela, al decírmelo no podía creer, como hipnotizado obedecí me dí vuelta y me baje el pantalón abandonándome a mi suerte y sin importarme si los demás escuchaban o no. La cosa es que apenas me acomode como pude en el asiento viendo hacía la ventanilla y casi de cuatro patas sobre el asiento él se me pegó y sentí como apoyo introduciendo la cabeza de su pene en mi ano lo cual me dolió, por lo que él se detuvo y comenzó a besarme en la oreja, en la nuca diciéndome que me aflojara que no me lastimaría por lo que habiéndome relajado un poco, dio un empujón y sentí como un buen tramo de dicho taladro entró en mis entrañas dándome un poco más de dolor por lo que se detuvo nuevamente y luego de unos segundos comenzó ahora muy levemente aserrando mi trasero lo que si bien en un principio me dolió después de unos segundos dicho dolor fue dicha y comencé a gozarla lo que si sentí fue como él estaba ahora completamente caliente, es decir, sus manos su piel que rozaba con mi espalda no sólo estaba agiotada muy despacio, sino que además estaba ardiendo y tenso lo cual me excitó al grado que por estimulo de su pene en mi próstata y mi exagerada excitación, logré terminar eyaculando abundantemente como nunca ya que para mí era la primera vez en mi vida que era montado por un semental como éste y que reunía todas las características deseadas siendo invadido mi trasero con sendos chorros de néctar de mi mancillador segundos después quedando algo exhaustos, por lo que como pude nos vestimos y me senté algo adolorido de la cola pero contento sintiendo como el resto del viaje la rica leche que me habían despachado se me salía por el trasero pero para ello había pensado amarrarme a la cintura la chamarra que traía para que no se me viera ninguna mancha por la parte trasera del pantalón al llegar.
Al término de toda esa faena, quedamos exhaustos por lo que me paso la mano por el hombro y me atrajo hacia su pecho lo cual me pareció muy tierno quedándonos en esa posición por unos minutos y luego quedarme dormido en mi asiento y él en el suyo.
Cuando llegamos a nuestro destino mi pensamiento fue que nunca más lo volvería a ver ya que además de haber estado cayado me imaginé que se iría por su rumbo situación que no se dio, pues al bajar del autobús, el me dijo que lo esperara porque iba por su maleta lo que desde luego obedecí y ya junto a mi me pregunto que si tenía a donde ir, le dije que iría aun hotel donde siempre llego y él me dijo que le gustaría ir conmigo, esto me causó la mejor de las alegrías, tenerlo nuevamente y en un cuarto para mí era algo que no podía desperdiciar.
La cuestión fue que llegamos al hotel pedimos un cuarto para dos y como las camas eran matrimoniales, entonces no tuvimos como han de imaginarse más problemas en dormir solos, entonces pude contemplar la belleza de ese hombre. Era algo delgado pero bien formado y no muy marcado muscularmente, con pelo en el pecho aunque no muy abundante éste bajaba por su abdomen como una hilera hasta el tronco de su pene que ahora si lo contemple era rosado sin circuncidar, piernas bien torneadas como de futbolista, brazos como dije algo trabajados, su abdomen algo plano, un bigotazo tupido y rubio y una barba rasurada, pero que raspaba, en fin nunca en mi pequeña vida me imaginé que me acostaría algún día con un hombre tan atractivo. El caso es que estando en la habitación nos bañamos juntos donde tuvimos otro encuentro feliz para terminarlo en la cama de hotel con toda la tranquilidad del mundo.
La cosa es que me refirió que era policía de tránsito de mi localidad y que antes había sido del ejercito, que nació en Monterrey, pero que al divorciarse se vino a vivir al sureste de México y que pensaba quedarse en mi ciudad por mucho tiempo, por lo que desde ese entonces nos vemos periódicamente dos o tres veces por semana y hace dos días me pidió viviéramos juntos lo cual desde luego haré, pues otra oportunidad como esta no la volveré a tener en el resto de mi vida, además creo que comienzo a sentir algo más que simple atracción por él y creo que se ha dado cuenta y el sentimiento es mutuo esperando que esto dure lo más que se pueda.