Sorpresa cariño!

Totalmente desnuda y a mi merced empecé por lo que mas me gustaba "sus pies".

Hace poco tuve una pequeña crisis sexual con  mi mujer, así que decidí resolver el tema colocando los niños con los abuelos.

Nos quedamos solos en casa, al irnos a la cama empecé a besarla para iniciar el preludio sexual, cuando ya la tenía medio desnuda la até con unos pañuelos a la cama por las muñecas a lo cual no opuso resistencia, pero al ser la primera vez se la veía un poco nerviosa, cogí otro pañuelo para taparle los ojos, esta vez no le hacía tanta gracia pero no podía elegir.

Para relajarla acabé de desnudarla quitándole la ropa inferior, totalmente desnuda y a mi merced empecé por lo que mas me gustaba "" sus pies "" los acaricié, mi lengua no dejo ni un milímetro de sus pies sin redescubrir, fui a por la cámara de fotos y mientras mi mujer me masturbaba deliciosamente con sus pies yo hacía fotos de todo, finalmente tuve que dejar la cámara para poder correrme a gusto.

Había decidido que esta vez iba a ser diferente así que me subí encima de la cama y agarrando sus pies levante sus piernas en alto, mientras masajeaba mi flácido miembro con un pie yo volví al tema de las instantáneas, separándole las piernas empecé a juguetear con mi pie sobre su coño y su vientre, poco a poco fui concentrando al jugueteo metiéndole el dedo gordo de mi pie, si bien al principio había peaje, por lo que por primera vez en mi vida  acerque mi pie a su boca para que me chupara el dedo gordo y facilitar mi tarea, me chupo todos los dedos del pie, así que también le ofrecí la planta para que siguiera, y ante mi sorpresa siguió, la tenía totalmente dominada y me gusto. Al volver a su coño esta vez el dedo entró solito, con suavidad empecé a meterlo y sacarlo una y otra vez, mi mujer gemía de puro placer, le dí otra ración de dedo gordo pero esta vez mojado de flujos vaginales, me devoró el pie enterito. De vez en cuando hacía fotos metiéndole el dedo gordo tanto en la boca como en su coño.

Todavía tenía el pene flácido así que me senté a horcajadas sobre su cabeza y deje mis huevos a su altura para que me los chupase, mi mujer estaba en celo pues todavía no le había llevado al orgasmo, se engullió los huevos como nunca, empecé a notar que mi polla reaccionaba así que le metí el miembro todavía flácido en su hermosa boca para que sintiese como crecía de nuevo con el tacto de su lengua.

Me dolía el pene con la erección pero era una situación maravillosa, saqué el vibrador del cajón y me senté encima de una de sus piernas pero con el pie encajado en mi culo, sus dedos de los pies iban dilatando mi ano mientras yo jugaba con el vibrador y el coño de mi mujer, sus dedos cada vez entraban mas dentro de mi ano mientras yo le chupaba el clítoris y le penetraba con el vibrador, ella estaba tan predispuesta que llegó al orgasmo enseguida.

Empecé a penetrarle mientras acariciaba sus piernas y me comía sus pies, al rato me volví a sentarme a horcajadas en su cara pero mirando a los pies de la cama para que me siguiera mamando mientras practicábamos un 69, mi mujer volvió a correrse enseguida, me incorporé un poco para que me chupase los huevos mientras me pajeaba encima de ella, me corrí enseguida salpicando parte de sus pechos y su vientre pero las últimas gotas cayeron en su cara, así que con mucha ternura le chupe la cara para dejarla totalmente limpia y no se disgustara,  incorporado en la cama masajee sus pechos y su vientre con mi pie esparciendo y diluyendo todo aquel semen.

Yo estaba totalmente colmado y no me atreví a ofrecerle mi pie de nuevo así que la desaté.

-La próxima vez me toca a mí- me susurro en el oído antes de desaparecer en el baño.