Sorpresa

Una noche noche aburrida para culminar un dia aburrido... o eso creia...

Sorpresa

La extraño, demasiado tal vez

No, no es demasiado, es imposible no extrañarla

Solo puedo verla los Sábados, y estos últimos fines de semana se me ha escapado para salir con sus amigas… supongo que esta bien, debo recordar que tiene una vida aparte de mi. Aunque por ahora ella sea todo mi universo.

¡Que día mas aburrido!, no es que no tenga nada que hacer, pero hoy me ha cancelado de ultima hora para no se que cosa… y ya había vaciado mi agenda, me gusta estar a solas, pero así estoy toda la semana, el Sábado es nuestro día especial.

Se que es una reverenda estupidez, pero no puedo evitar sentirme celoso, simplemente no puedo, es muy hermosa, aunque ella no lo crea así, y también muy inocente, y he visto como la miran algunos hombres de vez en cuando

Afuera se desata la tormenta, ahora regreso de mi paseo en moto, a casa, sin nadie caliente y suave entre mis brazos. Sueno extremadamente patético y posesivo, lo se, yo no soy así, pero, la extraño, en verdad, mas de un mes sin saber de ella es demasiado para mi

¡Joder!, que estoy empapado hasta los huesos, entro a mi casa, no hay luz, al parecer la tormenta corto la corriente, después de todo estoy cansado… y aburrido, solo pienso pasar las horas muertas hasta el Lunes

Entro a mi habitación, enciendo la luz… y no pasa nada

¡¡BAMMM!!

-¿WTF?...- pateo, y casi me tropiezo con algo, lo tiento, adivinando que es, un baúl grande atravesado en medio del cuarto.

Lo pateo otra vez, ahora intencionalmente... en realidad no recuerdo que estuviera aquí en la mañana, decido abrirlo, me hinco y lo abro lentamente, por supuesto no veo nada, así que me arriesgo a meter la mano y siento… algo… algo suave y caliente… retiro la mano instintivamente, algo se mueve ahí dentro

-¿Qué demo…?-

Se mueve, me siento entre asustado y expectante, oigo un tintineo y aunque no distingo qué, algo ha salido a medias del baúl, huele muy bien

¡Dioses!, una mano, pequeña y suave se pone sobre la mía, espero que sea lo que creo saber que es… se acerca a mi, no veo nada, pone su mano en mi pecho y la otra en mi hombro y se acerca mas, se acerca mi rostro y lame mi mejilla lentamente, con pasión, pero al mismo tiempo, timidez… si, es lo que deseaba con tantas ansias

Me levanto, la luz regresa de repente, ¿y que veo?...

-Nell…-

Mi hermosa novia esta ahí, medio sentada en el baúl, tallándose los ojos para acostumbrarse a la luz, tiene puesta unas orejas de gatita negra y a decir verdad en esa posición si lo parece.

Me levanto y la observo desde arriba, el baúl esta lleno de pétalos de rosas rojas, los cuales cubren su cuerpo, voltea a verme, sus ojos brillan con una inocencia y sensualidad que me enloquecen, la sensualidad logra dominar su timidez y coloca las manos a los costados de mis piernas, pegando sus senos, todo su cuerpo al mío, vestido y empapado, mientras sube lenta y rítmicamente, con los ojos cerrados y abriéndolos de vez en cuando para evaluar mis reacciones (que no pueden ser otras que de excitación).

Está muy sonrojada, como si se avergonzara… sus senos llegan a mi miembro que esta despertando ya, y se presionan contra el aun mas, mientras sube hasta quedar erguida, me inclino para besarla lentamente, ella responde y muerde mis labios con suavidad, después me empuja levemente y retrocedo lo suficiente para admirarla en su totalidad.

Llevo la mano por instinto a mi entrepierna, esta hermosa visión es demasiado, mi excitación crece desmesuradamente.

Ahí esta Nell, parada frente a mi, no se atreve a mirarme a los ojos, mira de lado, regalándome una espectacular vista de su cuerpo, aunque no se guste a si misma, a mi me pone calientísimo.

Nell tiene 18 años, no es muy alta, bueno, por lo menos comparada conmigo (23 años), y esta bastante bien hecha, no es esquelética, a esas las aborrezco, no, Nell no es muy delgada, pero es hermosa, y como ya dije, me excita hasta la locura.

Bueno, regresando a la espectacular vista.

Lleva sus castaños cabellos alaciados (al natural son rizados), sueltos, salvo por dos pequeñas coletas adornadas con listones rojos, el copete casi cubriendo su ojo izquierdo, uñas rojas y las orejas de gato, luce adorable. Esta maquillada de un modo natural, seguro mi hermano lo hizo, ella no sabe maquillarse.

En el cuello lleva un cascabel grande, atado con un listón verde oscuro, de ahí venia el tintineo. Usa guantes negros hasta los codos, sin dedos, su sello personal.

Bueno, la lencería es rojo oscuro, con un sostén que hace que sus grandes senos estén a punto de reventarlo, un corsé o algo así muy elegante, bragas, medias negras y zapatos de tacón

Parece toda una gatita, como se mueve, como me mira, como se talla los ojos

No lo resisto mas, la deseo, la deseo enormemente, y la deseo ¡ya!, me acerco a toda velocidad a ella, a besar sus suaves labios, probar su ligero sudor salado, y aspirar su aroma a rosas. La beso con lujuria, probando cada rincón de su boquita y su cuello, mientras mis manos se dan gusto recorriendo su cuerpo y tocando esos hermosos senos que son mi perdición.

Ren esta disfrutando, lo se, puedo oírla gemir tímidamente y siento como sus rodillas flaquean ante mis caricias, su cuerpo es muy, muy sensible.

La tomo en mis brazos y la deposito en la cama, ¡Dioses!, recostada en la cama… en esa pose tan sensual… ¡Estoy que reviento!, mi miembro me pide a gritos penetrar su dulce interior, pero seré paciente, el dolor de sentir mi pantalón apretando mi excitación siempre me ha gustado. Este juego me gusta, es raro viniendo de ella, quien siempre me deja hacer a mí

-Nell… Anata wa utsukushii desu… - me lanzo a sus senos otra vez, probándolos sobre el sostén, mientras acaricia mis cabellos apretando mi cabeza contra su pecho.

-…nyaa...- ha maullado en mi oído, es celestial, un maullido lleno de placer, seguido por muchos otros mas, ya no se reprime, la oigo gemir, pero sin gritar, aunque retuerce las sabanas cuando me siente bajar por su vientre hasta su intimidad aun cubierta por las braguitas.

Su aroma femenino me enloquece, sus braguitas ya están húmedas, la flor ha empezado a derramar néctar… mismo que comienzo a probar sobre la tela.

-¡Ahhhhhhh!, mmm… nyaaa…- Nell da un grito ahogado, esta muy excitada, sus ojitos cerrados con unas pequeñas lagrimas y sus mejillas arreboladas son espectáculo para mi.

Hago la tela a un lado y contemplo su flor sagrada, sin ningún vello, es hermosa y huele muy bien, esta húmeda y derramando jugos, ella abre los ojos y me ve admirando su intimidad, intenta cerrar las piernas mientras se cubre el rostro, aun le da pena que la vea así, subo de nuevo a descubrir su rostro sonrojado y besar sus labios y su nariz, no debe avergonzarse ante mi mirada.

Abro sus piernas otra vez y regreso a mi labor, lamiendo sus muslos hasta llegar a la meta, su sabor es delicioso, tan dulce y adictivo, empiezo lentamente, regando besos, introduciendo mi lengua tomando todo su néctar, hasta rozar su clítoris, ante lo cual ella grita y arquea la espalda haciendo que me hunda mas en ella, su reacción de placer me anima a seguir y ser mas directo con las caricias, y ligeras mordidas que prodigo a su sexo mientras ella retuerce las sabanas y muerde sus dedos, ahora siento espasmos dentro de ella, sus gemidos se transforman en gritos pequeños y se pone mas y mas caliente hasta que arqueando casi totalmente la espalda llega al orgasmo regalándome sus aguas de cielo.

Se deja caer jadeante, fue uno grande, lo se, me lo dice con la mirada, la beso haciéndola degustarse a si misma en el proceso, esta aun mas sensible después de tremendo orgasmo. Quiero tomarla, hacerla mía ¡ya!, aunque también me gustaría que me prestara un poco de atención allá abajo

Nell se hinca en la cama frente a mi, ahora la desvisto, quito a toda prisa su sostén y el corsé, batallando con los malditos broches por supuesto, y puedo al fin contemplar esos senos, grandes, suaves y firmes en todo su esplendor, no resisto la tentación de tocarlos y probarlos, sus pezones, rosados y delicados, se endurecen aun mas mientras los muerdo con suavidad, no puedo creer que mi miembro siga poniéndose mas y mas duro, ya estoy a punto

Se separa de mis labios y baja a mi pecho, a mi cuello, lamiendo y mordiendo, pero con algo de timidez, y sigue bajando, bajando… mas y… mas… ¡Oh por Dios!, esta desatando mi cinto y lo arroja lejos, ahora baja mi cremallera con los dientes, y mi miembro sale disparado hacia su bello rostro, estoy paralizado, no puedo creer que lo haga por iniciativa propia, creí que no le gustaba y la respeto demasiado como para obligarla a cualquier cosa.

-Si no te gusta no tienes que ha…-

-…shh… yo quiero mi… mi leche…nyaaa…- responde muy sonrojada y apenada, me encanta su actitud… tímida, pero siempre dispuesta a mas.

Nell mira mi sexo fijamente y con los ojitos abiertos como platos, me mira a los ojos, primero con una mirada inocente y algo asustada, pero después cambia a lujuria y deseo mientras toma mi ya desmesurada excitación con ambas manos por la base y se lleva el glande, rojo y cubierto de liquido preseminal, a la boca

¡Dioses, que gusto!, calor y presión, es una maravilla, al principio solo lame y mordisquea levemente la punta, pero después empieza a introducir mi miembro mas y mas en su boca, abriendo hasta donde puede, no le cabe toda y comienza a succionar, ¡que sensación!, … su lengua húmeda y caliente y sus manos alternándose con la succión, verla desde mi ángulo con los ojos cerrados y tan concentrada en darme placer, es algo que nunca me cansare de ver.

Pongo mis manos en su cabeza y le pido que vaya mas rápido, aunque algunos roces con sus dientes me den un poco de dolor, es un dolor que me excita, ella va mas rápido, ahora toca mis testículos y se siente maravillosamente, ¡quien diría que era tan buena para esto!, me siento en la gloria, empiezo a sentirlo, ondas de calor por todo mi cuerpo, ondas que terminan en un punto muy especial, mismo que se encuentra en la boquita de Nell.

-Ahhg!, Nell, me voy a c…mmmgh- intento salir de su boca, no quiero obligarla a tragar mi semen. Ella no se mueve, sigue succionando con más fuerza y mas rápido, vuelvo a intentar separarla de mí, pero ya no aguanto, si no se quita pronto acabare en su boca

-¡No, Nell!... aghh… en serio, me, me… ¡AAAGGGHHHHH!-

No puedo resistirlo más, aprieto su cabeza contra mí y dejo salir lo que llevaba ya tanto tiempo guardando, deseando dárselo a ella. Son varios disparos, después de los primeros tres Nell se empieza a atragantar y se separa de mí, los otros chorros dan de lleno en su carita, bajo la mirada hacia ella apenado, no solo me he corrido en su boca, sino que he llenado su rostro y su pecho de semen.

-Nell… yo… lo siento, no quise…-jadeo mientras me disculpo, ella abre los ojos y sonríe, veo que aun tiene mi semen en la boca - … escupe…- digo dándole a entender que no me ofenderé si lo hace, pero ella solo echa la cabeza hacia atrás y traga mi semilla, puedo verla bajar por su garganta.

-Oishii desu… nyaa…-

No lo puedo creer, mi Diosa, tragando mi simiente por voluntad propia, jamás olvidare este momento, aun estoy excitado y mi descomunal erección no ha bajado, se mantiene optimista, y ver a Nell hincada ante mi, cubierta de mi semen, llevándose los restos a la boca, no hace mas que endurecerla cada vez mas.

La beso, no me importa si pruebo mi esencia, quiero sus labios en los míos, labios que me dieron tanto placer, estoy sobre ella, sus pezones duros como rocas se clavan en mi pecho y el continuo roce de sus braguitas contra mi miembro me enloquece.

Ahora si, el plato principal, lo que he deseado desde que la vi salir de ese baúl, recorro su cuerpo con la lengua, sabe delicioso, a sudor entre dulce y salado, sus pezones turgentes, su vientre, su ombligo, le quito las bragas con los dientes, lentamente y, la contemplo un momento, esta preciosa, desnuda, solo con medias, guantes, el cascabel y las orejas de gato.

Nos besamos otra vez, me termino de desvestir, ¡se me olvidaba!, el condón, seguridad ante todo, se que ella esta sana, y yo también, pero es muy joven para tener un bebe, aunque seria hermoso llegar a tener hijos con ella

-Al carajo con el condón, quiero sentirte muy dentro de mí… nyaa…- susurra ella a mi oído mientras su rodilla roza mi miembro sin querer, sus palabras ciegan mi razonamiento, ese roce es la gota que colma el vaso, la acuesto con bastante brusquedad, y entro en ella de golpe

-¡¡Ahhhhhh… Reo… ahhh!!- grita Nell sorprendida ante mi reacción animal aferrándose a mi espalda, encajando sus uñas hasta hacerme sangrar levemente.

¡Aun es tan estrecha!, siento su calido interior apretando mi miembro, succionándolo, llevándome hasta lo mas profundo de ella, por supuesto ya no es virgen, pero por la forma en que aprieta lo parece.

Veo su rostro, tiene los ojitos cerrados y lagrimas en ellos, pero gime sin control y susurra mi nombre como una letanía

-¿Te he hecho daño?- pregunto entrecortadamente y con dificultad una vez que recupero un poco de cordura, lastimarla jamás ha estado entre mis planes, ella niega con la cabeza y se abraza a mi cuello para besarme, muerde mi labio inferior hiriéndome, no controla lo que hace, pero disfruta el sabor de la sangre, a mi no me molesta; no resiste el beso mucho tiempo, apenas puede respirar.

-Eres perfecta, Nell, tu rostro, tu voz, tu cabello…- digo esto acelerando mis embestidas, ella me vuelve loco, su aroma embriagador, el roce de su piel suave, la erótica melodía de gemidos, suspiros y gritos que dedica solo para mi

Nell me toma desprevenido y ágilmente me pone debajo suyo sentándose sobre mi miembro rápidamente, bajando y subiendo sin piedad, gimiendo y gritando, su rostro esta adornado de un color escarlata, las orejas de gato aun no se caen a pesar de tanto movimiento sus senos saltan rítmicamente, mientras el cascabel de su cuello tintinea sin control, ambientando la escena

Estoy apunto de correrme y puedo sentir que ella también lo esta, ligeros espasmos recorren su cavidad y aprietan mi sexo sin compasión.

-…nyaa… acaba dentro… p- por favor…- dice con dificultad, no puedo negarme a los deseos de mi Diosa, aunque se que es algo peligroso, pero lo deseo tanto como ella, tomo sus senos en mis manos, sus pezones siguen duros y los torturo con una mano mientras llevo tres dedos de la otra a su boca para humedecerlos, ella lame con avidez, y yo, sin pedirle permiso, los introduzco en su cavidad anal, moviéndolos como si estuviera dilatándola.

-¡Ahhhhhh… duele… ahhh!- lentas lagrimas corren por su mejillas hasta su pecho donde las recibo con la lengua, se que ha dejado de dolerle, porque ahora sus espasmos son mayores, así como la fricción entre su sexo y el mío, ahora si voy a correrme, y quiero hacerlo al mismo tiempo que ella, Nell cierra los ojos y con un grito llega al orgasmo haciéndome llegar dentro de ella, llenándola por completo, también grito, no lo puedo evitar

Nell comienza a desvanecerse sobre mi pecho, aun no rompemos la conexión, esta muy cansada y a decir verdad, también yo.

Luce tan hermosa así, sudando, jadeando y desfallecida, tan vulnerable, dispara mi instinto protector, la abrazo y la coloco debajo de mí, no tiene ya nada de fuerza, parece una muñeca de trapo en mis brazos.

Beso su rostro con ternura y acaricio su cabello apartando algunos mechones mojados de su frente, lentamente empiezo a salir de ella, mi semen sale también, desde su intimidad hasta las sabanas, me encanta ver su flor prohibida derramando mi esencia, el liquido blanco aperlado con finos hilillos de sangre, al parecer llegue un poco lejos esta vez

-Te amo, Nell…- vuelvo a besar su boquita, con mucha suavidad, apenas rozándola

-… te…te amo… Reo…- apenas puede hablar, su respiración es pesada y sus ojitos apenas pueden mantenerse abiertos, dejo un último beso en sus labios, seguido de uno en su nariz y otro en su frente. Ya ha cerrado los ojos, me levanto a apagar la luz, la contemplo tiernamente antes de hacerlo, es una hermosa gatita.

La acomodo en la cama, ya esta bien dormida y no siente nada, me acuesto a su lado y antes de dormir la devoro con la vista, a la mujer, a la niña que me hace tan feliz


Por la mañana despierto sintiendo delicioso calor y presión en mi tradicional erección mañanera, Nell no esta junto a mi, pero puedo oír un tintineo no muy lejos y veo las sabanas moverse cerca de mis piernas, las jalo y

-Buenos días… nyaa…- allí esta Nell, masajeando mi erección entre su hermosos y grandes senos mientras succiona y muerde el glande. Lo disfruta, pero esta muy sonrojada y algo apenada, no sabe lidiar con su sensualidad innata, después de todo, parte de ella siempre será una niña, la misma que me hechizo hace más de 10 años.

Aun esta vestida (o desvestida) como la deje anoche, me incorporo y tomo sus pezones entre mis dedos mientras ella sigue "despertándome" hasta que me corro en su boca y ella disfruta de mi semen.

-Toda gatita necesita su leche por las mañanas… y las noches, ¿O no?- le digo mientras me levanto y la tomo en brazos besándola, para aprovechar las horas que nos quedan antes de dejarla partir… hasta el próximo Sábado

Fin