Sorpresa
Ella quiere dar una sorpresa a su amor... aún no se conocen.
El reloj marcaba las 22:30 y ella seguía esperando sentada en aquel bar y pendiente de aquella puerta de un despacho en la acera de enfrente que todavia tenia una luz ténue al fondo.
Se habia arreglado para la ocasión; faldita corta de color negro con aberturas laterales y blusa negra de tejido transparente con un bonito corpiño de bordados por debajo; tambien negro por supuesto.
Pelo suelto cayendo por los hombros y maquillaje suave...
Tenía la esperanza de que él fuese, como le habia contado que hacia todas las noches, a buscar tabaco a la máquina de aquel bar. Que sorpresa se llevaría!
Solo se habian visto en fotos, se habian leido muchisimo, eso si. Disfrutando de sus relatos desde que se habian conocido.
Al verla alli.. ¿que podría pasar? Esta claro que la reconocería, pero a lo mejor ni se fijaba, no tenía ni idea de que ella estaba en la ciudad.
Lo mas probable era que todavía estuviese en la oficina esperando impaciente que ella se conectase al msn.... bastante improbable esta noche! Pobre....
23:05!! Ella estaba expectante, ya se habia fumado casi media cajetilla desde que estaba alli. Se puso en pie y se acomodó la falda y el pelo. Pagó su refresco, compró una cajetilla de tabaco del que él fumaba, pidió dos sandwiches a la plancha para llevar y tentó a la suerte. Cruzó decidida aquella calle mientras los latidos de su corazón se aceleraban... Toc toc!!! ..... Si? -se oyó al otro lado de la puerta con voz extrañada. Su cena señor!, el sandwich que ha pedido... Sandwich?, no he pedido ningún sandwich! .... Puessss, el sandwich que le apetecería. (Estaba temblando...) Como...?!! Se oyó dar una vuelta a la llave... luego otra.... Abrió la puerta lentamente y se quedó extupefacto... Mi amor...- dijo mientras la cogía en peso y le besaba la frente a la vez que se metía hacia dentro del local cerrando la puerta tras ellos. Pero... tú! Aqui? Da igual... le dio un beso caliente y húmedo y la llevó hasta dentro abrazandola fuertemente. No quiero que te vayas nunca de mi lado, cariño- dijo él con voz entrecortada pero dulce. Al pasar al lado de la mesa, todavia colgada en su cuello y enrosacada en su cintura, dejó caer los sandwiches y el bolso, aferrandose más a él. Te quiero, te quiero, te quiero..... decía en su oido. Mmmmmiau! La sentó sobre la mesa auxiliar, arrojando al suelo con un brazo todo lo que allí había. Estas preciosa!, le dijo cuando se dirijía a sus labios de nuevo, acariciandole la espalda, los brazos... besandole el cuello y mordisqueandole las orejitas; deseando hacerla suya por todas partes... Desabrochó su blusa, asombrandose al encontrar su lencería de estreno, comprobando que todas su palabras al describirse eran totalmente ciertas. Comenzó a comer sus pechos golosamente, moridiendole los pezones tratando de endurecerlos mas; respondiendo a ello su gatita con gemidos ahogados... Su miembro esta duro y amenazaba con reventar el pantalón. Le subió la faldita mientras le miraba a los ojos fijamente con cara de lascivia, y le decia en voz baja: te deseo con toda mi alma, quiero hacerte mia. Me has hecho el hombre mas feliz del mundo y lo has sellado con este encuentro...
Se agachó enfrente a ella quedando a la altura de su sexo, observando su tanguita negro empapado. Lo apartó con sus dedos juguetones y comenzó a acariciarlo regandolo con su jugos...
Espera dijo ella.... ponte de pie! Obedeció a su petición de brazos abiertos, mirando los dos a su paquete... le echó la mano para sacarlo de su prisión. Se bajó de la mesa y se arrodilló para bajarle el boxer humedecido por unas gotas tímidas, asombrada por tal erección. Se lo lamió hasta el final haciendole gemir.
Tres sacudidas a ese miembro amenazante... un beso en los labios y se sentó de nuevo en la mesa.
Cogió su miembro dirigiéndolo a la entrada de su sexo, y él arremetió con una envestida firme y profunda que le hizo pegar un salto.
Pasó los brazos tras su cuello y le dijo con voz felina al oído: hazme al amor....
Comenzó un movimiento suave sujetandola por las nalgas, comprobando lo lubricada que estaba.
Gemía como una loca tratando de arrimarse mas a él, facilitando esa penetración gloriosa. Estaba a punto de alcanzar un orgasmo bestial, y le maullaba al oido sabiendo a ciencia cierta que eso lo calentaba muchisimo mas. Los dos estaban a punto de alcanzar un orgasmo.
Aceleró el ritmo, con arremetidas mas fuertes tratando de llegar con ella a ese final tan anhelado.... Ohhhhh siiiiiiii, sigue asiiii. Ahhhhhhhhhh Sus voces colmaban ese cuarto en el que se respiraba solo placer, el placer acumulado por dos amantes distanciados que por fin se encontraban... Mmmmmmm.... Su cuerpo se convulsinaba contra el de él, le arañaba la espalda y contraía los músculos de su vagina proporcionandole mas placer si cabe, cuando por fin descargó toda su leche dentro de ella... Ahhhhhhhmmmmmmmm... Asiiiii, mi amor, asiiiii. Se quedaron abrazados durante un largo rato, sudando por todos sus poros a la vez que sus jugos se mezclaban dentro de ella. La desnudó con mucho cuidado.
Él se sentó sobre la alfombra y ella lo hizo sobre sus piernas, mirandose de frente, mientras charlaban amenamente.
Al rato, se notaba como su carne adopataba forma nuevamente, hambriento de ella. Se restregaba contra su sexo todavía caliente.
Se retiró hacia atrás, acostandose pecho abajo sobre sus piernas quedando el miembro a la altura de su boca iniciando asi una mamada lujuriosa, al tiempo que él le acariciaba la cabecita.
No hizo falta mucho juego dado lo caliente que estaba y la cantidad de tiempo que llevaba sin descargar su leche, ansiando este momento. Jugaba con su lengua y el falo estaba a punto de estallar; se detuvo un momento ante el asombro de él alli tumbado y se dio la vuelta mostrandole su trasero... quiero que deposites toda tu leche en mi culito mi amor...
Nada le apetecia mas que probar ese culito precioso. Y asi lo hizo. Deslizó su pene a lo largo de su rajita para mojarlos con sus jugos y apuntó a su ano, introduciendolo poco a poco, llegando hasta el fondo en la primera envestida. Comenzando un rápido mete-saca.
Poco faltaba ya para correrse mientras veia como su torso se retorcía de placer.
Aaaahhhhh, me voy a ir, en tu culito, mi cielo. Me voy a ir en tu culito... Ohhhhhmmmm siiiiiii. Yaaaaaggggg! Cayeron rendidos sobre la alfombra, todavía con su pene dentro del ano y notando como ya iba perdiendo dilatación. La cogió en brazos y la llevó al pequeño sillón que tenía al fondo. Se quedó dormidita ronroneando en su regazo.