Sorprendido por mi vecino

La música alta es una provocación

Aquel día mis padres se habían ido de fin de semana así que tenía la casa para mí solo, un regalo para un chico al que le gusta vestirse de chica cuando no hay nadie en casa, tenía la suerte de que mi madre era una mujer fina y su ropa me valía, aunque a mí me quedaba más justa.

En cuanto se fueron comencé mi ritual, tanga, pantys, falda corta entablillada, tacones, blusa, maquillaje, perfume e incluso una de las pelucas que guardaba en secreto. Me miré al espejo y me excité, estaba tan contenta que puse música en la torre del salón y me puse una copa del mueble bar, al principio solo me paseaba por el salón con mi copa, miraba medio escondida por la ventana y adoptaba poses en el sofá, pero después de una copa vinieron tres y con la euforia etílica subí la música y me puse a bailar sobre el parquet y… sonaron golpes en la puerta.

Me acerqué a ella y sin darme cuenta de cómo iba vestido abrí. Enfrente de mí estaba mi vecino de abajo, un hombre de unos 60 años, pelo canoso y escaso, de esos que se peinan queriendo disimular lo calvos que se van quedando, bigote ancho, debía medir 180/185 y pesar sobre los 90kilos, yo me veía muy pequeño ante él,vestía una camiseta blanca de tirantes y un pantalón de pijama a rayas, era obvio que lo había sacado de la cama, pero no fue hasta que vi su cara de sorpresa que me di cuenta de con qué pintas le había abierto.

-Vaya, vaya, a quién tenemos aquí? - dijo sonriendo maliciosamente - yo venía a decirte que bajaras la música pero ahora mismo igual hasta viene bien.

-Buenas noches señor Careaga - balbuceé en parte por la vergüenza en parte por la borrachera

Pasó a la casa empujando suavemente mis hombros y con su pie cerró la puerta, pero mi equilibrio no era bueno en mis condiciones y los tacones no ayudaban precisamente en la situación así que tropecé con mis propios pasos y me vencí hacia atrás, él se adelantó y evitó que me cayera cogiéndome de mi cintura. Su cara quedó pegada a mi cuello. Aspiró profundo.

-Mira, si hasta huele a mujercita

Sus manos pasaron a agarrar mi culo y las mías se posaron en su pecho, durante un segundo quedaron ahí mirando sus ojos inyectados en deseo, pero inmediatamente hicieron fuerza inútilmente para separarle, él se sonrió

-Suélteme!

-Jajaja, no pelees nenita, acabarás pidiéndome que te visite a diario.

Se apretó contra mí y buscó besarme, sus manos entraban bajo mi falda y rasgaron los pantys para apretar mis nalgas y jugar con la cuerda de mi tangs, yo apreté mis labios con fuerza y giré mi cara hacia los dos lados según me atacaba su boca, su lengua recorrió mi boca cerrada.

-Tu resistencia me pone aún más. Seguro que soy el único del edificio que sabe ésto, verdad?.

Me había llevado hasta el salón en esta pugna que nos traíamos y de golpe me empujó y me tiró en el sofá.

Se tumbó sobre mí, separó mis piernas y se metió entre ellas aprovechando para subirme la falda, sus manos abrieron los botones de mi blusa y sujetando mis manos se lanzó a comerme el pecho, el cuello, su bigote me pinchaba y dejaba roja mi piel y su lengua pasaba como bálsamo aliviando la irritación, sus dientes se prendieron de mis pezones y yo gemí, nunca había estado con un hombre y menos con uno así, ya era suya, para lo que él quisiera, sería él, mis hormonas, el alcohol o todo junto, pero cuando su boca subió a encontrarse con la mía esta vez recibí su lengua con mis labios abiertos, fue un beso largo y sucio, sus manos aún seguían sujetando las mías con fuerza y su polla dura e hinchada se frotaba contra la mía que también despertaba.

Se separó de mí y tiró de mi blusa haciéndome caer al suelo y arrastrándome tras él, perdí un zapato por el camino, era rudo, violento, se sentó en una butaca y tirando del cuello de la camisa me empujó la cara contra su entrepierna me frotó sobre ella, la notaba dura y húmeda, chupé por encima del pantalón mientras él me arrastraba sobre sus genitales, hasta que de golpe me separó

-Sácame la polla, so puta

Despacio y temblando le saqué la polla por la abertura del pijama, su cabeza brillaba y estaba tan crecida que apenas salía la mitad por la ranura, me la acerqué a la cara, olía a orin,me empujó de golpe la cabeza y apenas me dio tiempo a abrir la boca para que entrara, me mantuvo apretado contra él, yo notaba aquella polla palpitar en mi boca, después de un rato sacando y metiendo su polla en mi boca al ritmo que me marcaban sus manos agarradas a cada lado de mi cabeza se desconectó de mi boca, levantó su culo y él mismo acabó de desnudarse dejando caer su pantalón al suelo, se sentó de nuevo.

-Sigue vecinita - dijo sonriendo

Yo me lancé ciega a por esa polla que ahora se mostraba en toda su extensión, la metí en mi boca hasta donde pude, pero no debió de parecerle bastante y empujó mi cabeza lentamente, su polla siguió entrando

-Tu puedes cerdita, demuéstrale a papi lo buena que eres chupando pollas

Mi boca me dolía de lo abierta que estaba, notaba arcadas, las lágrimas caían de mis ojos y la saliva de mis comisuras, la fue sacando despacio, llena de babas y cuando estuvo entera fuera con sus manos tiró del hilo de mi tanga hasta romperlo arrancándome un grito, tomó saliva de su polla en dos de sus dedos y los metió de golpe en mi culo mientras que con su otra mano empujaba mi nuca y mi boca se abría para recibir de nuevo y hasta el fondo a ese pene chorreante, noté sus dedos invadiéndome, no pude gritar por tener su polla llenando mi boca, eran dedos gordos, grandes y me estaban follando, primero despacio, después más fuerte, mi boca seguía comiendo y babando su polla cuando noté un tercer dedo abrirse paso en mi ano, bufé

-Tranquila, ahora te doy lo que llevas deseando tanto tiempo.

Sacó la polla de mi boca y los dedos de mi culo con una sincronización tremenda, se levantó de la butaca, visto desde abajo era amenazante, sus huevos colgando, su polla moviéndose arriba y abajo, esa barriga de hombre mayor,...

Me tiró contra el sofá, me subió dejándome de rodillas en él, subió mi falda y tirando de los bordes hizo aún mayor el agujero de mis pantys y noté como escupía en mi ano que boqueaba de deseo, giré mi cara y se lo pedí

-Desvirgame

-No lo dudes perrita.

Su polla entró de un solo empujón hasta la mitad

-Aaaah - grité al notar como me desgarraba

-Calmaaa, sssh, ya casi está!

Y dicho eso la clavó hasta que sus huevos hicieron tope contra mis nalgas, creí que me desmayaba.

Empezó un mete saca sin compasión, dándose gusto con mi culo, preocupándose solo de su placer, de correrse, nada importaba yo, sólo era un trozo de carne al que follarse, sus manos agarraron mi cara, sus dedos abrían más boca y yo los chupaba, mi polla babeaba en mis pantys, mi culo ardía y su polla parecía crecer por momentos dentro de él, se agarró a mis hombros para hacer aún más fuerza, cada vez estaba más tumbado sobre mí, me aplastaba contra el respaldo del sofá, su ímpetu no decrecía, mi polla estalló en las medias, grité, gemí, lloré mientras me corría como si fuera un grifo

-aaa,aaah,aaahaa

Apreté mi culo y fue cuando él se dio cuenta

-Te has corrido eh zorra, ya sabía que habías nacido para esto.

Noté dos o tres trallazos en mi culo, inundándome, sacó su polla y tirando de mí me colocó con la cara frente a ella y me la metió en la boca donde descargó 5 disparos más, su lefa caía por mi boca y mi culo, cuando acabó de correrse la sacó, tomó su pantalón y se lo puso, calzó sus zapatillas y sólo entonces me miró.

-Deberías verte, se nota que te he fallado bien follada.

Yo estaba despatarrada en el suelo, notaba la peluca descolocada, mi polla pegajosa entre el tanga y las medias, mi culo chorreando lefa y mis labios pegajosos de pintalabios y semen.

Se fue hasta la puerta

-Yo que tú me cambiaba antes de que vinieran tus padres, pero volveré a visitarte...o ven tú cuando quieras, que vivo solo y mi puerta siempre está abierta a vecinitas que tratan tan bien a mi polla, y baja la música no sea que venga alguien a quejarse

Dicho esto se fue cerrando suave, supongo que para no alertar a ningún vecino, yo me levanté del suelo y fui al baño a trompicones, seguía medio borracho, me ardía el culo, sólo llevaba un zapato y la ropa interior se me pegaba, al pasar por delante de la habitación de mis padres entré y me paré a verme en el espejo de cuerpo entero del armario de mi madre, efectivamente, era igual que una puta recién follada, pintalabios corrido, restos de semen alrededor de la boca, la falda medio enrollada en la cintura, la peluca descolocada y el rímel corrido, la blusa abierta y la piel enrojecida.. sonreí.

Después de ducharme a conciencia me maquillé de nuevo, puse una nueva peluca, unas bragas de encaje tipo pantaleta, pantalón corto de algodón, una camiseta crop con un hombro al aire y bajo el brazo cogí un picardías, todo de mi madre, volví a perfumarme con su colonia y salí de casa cerrando con llave, cogí el ascensor y me planté delante de la puerta del señor Careaga, llamé dos veces y escuché como se acercaba por el pasillo, abrió

-Mis padres no vienen hasta el lunes

-Quieres quedarte a dormir? - me dijo apartándose de la que abría la puerta un poco más invitándome a pasar

Pasé delante de él y le di un pico al estar a su altura

-Por supuesto, por qué si no iba a traer este pijama? - y le enseñé el picardías que llevaba en la mano.

Él sonrió y el vicio y el deseo volvió a sus ojos mientras cerraba la puerta tras de sí y sus manos iban a mi culo.