Sora (1)
La vida de la niña elegida Sora Takenoushi.
SORA
PARTE 1
Cuando te conocí, mi corazón dio un vuelco de felicidad, por tu forma de ser me sentía protegida a tu lado, tu carácter fuerte y tu fuerza me animaba hacer cosas que antes jamás me hubiera imaginado hacer, sólo para que tú te fijaras en mí....sé que es una locura pero tengo que decirte esto, ya que mi corazón no puede contenerse más...Te amo Sora Takenoushi. Siempre sueño cómo tomas mi cuerpo y nos amamos mutuamente, deseo que me hagas tuya, que me tomes entre tus brazos y me ames....
ATTE:
Tu amor.....
Lo menos que pudo hacer Sora al terminar de leer esa carta, fue sonrojarse y cerrarla rápidamente. La niña estaba sacadísima de onda, era seguro que quien escribió esa carta fue una mujer, no sólo por el contenido de ésta, sino por los detalles, como el sobre rosa con un sello de corazón, y la misma hoja se detectaba un suave aroma de perfume de mujer. Sora ya había escuchado rumores de algunas niñas de su escuela que eran lesbianas, pero jamás se imaginó que una de ellas se enamoraría de ella. Sora sale del vestidor de mujeres y nota que Tai la esperaba afuera, rápidamente guarda el sobre y lo mete en su mochila.
-Si Tai se entera de esto de seguro se burlará de mí.-Fue lo que pensó la niña al ver a su amigo que se acercaba a ella.
-¿¡Cómo está la futura campeona de estado!?-Tai se burlaba usando una hoja de papel enrollado simulando un micrófono.
-¡Hay Tai! Aún no se puede decidir la victoria hasta el final del partido.
Tai ríe, tras la respuesta de Sora, y otra voz apoyaba al muchacho.
-Sin duda eras la niña más modesta de todas, amiga.
Sora reconoció enseguida la voz de Mimi que la abraza y le da un beso cariñoso en la mejilla, Sora estaba ya acostumbrada al afecto de Mimi y no se quejo.
-Vamos Mimi y Tai, este partido será el más difícil de todos y más por ella.
Sora casi escupe estas ultimas palabras, lo cual provocó risa en Tai y Mimi.
-¡Te refieres a tu queridísima Tomoko Akagui!
La burla de Tai hizo que Sora lo viera con ojos llenos de furia.
-¡Ni me la menciones Tai, esa miserable le rompió la pierna a Akane en el partido semifinal contra el equipo de Hikarigaoka!
Tai comprende que no debió decir eso, ya que Akane y Sora eran muy buenas amigas y cuando la familia Takenoushi se mudó a Odaiba, ambas juraron que se enfrentarían en una final de fútbol.
-Lo siento Sora, no me acordé de la promesa que se hicieron tú y Akane.
La joven sujetó la mano de su amigo y lo miró comprensiva a los ojos.
-No tienes por qué preocuparte amigo, pero ahora hago otra promesa. Juro ante ustedes que esa miserable de Tomoko se arrepentirá por lo que le hizo a Akane.
Sora levanta su puño al cielo jurándolo, pero luego siente los brazos de Mimi abrazándola cariñosamente del cuello.
-¡Hay Sora!
La niña se voltea para ver el preocupado rostro de su amiga.
-¿Sucede algo amiga?
Sora sujeta a Mimi de sus manos.
-Estoy preocupada por ti amiga, escuché que Tomoko te quiere fuera del partido y que hará lo imposible para lograrlo.
Sora le ofrece una sonrisa a su amiga y siente la mano de Tai en su hombro, ella voltea y nota que también esta preocupado.
-¡Vamos amigos! No se preocupen, sé que esa Tomoko me tiene miedo ya que soy la única que puedo vencerla en el torneo porque domino ese tiro. Aparte ya conozco todas las artimañas que ella haría en mi contra.
Sora abraza a sus amigos y les da un beso en la mejilla a cada uno. Tai sonríe, y Mimi baja la cabeza y Sora nota que ella se sonrojó.
-Ok. Me tengo que retirar, necesito hacer algunas cosas.
Sora se despide de sus amigos y rechazó la custodia de Tai, ella quería estar sola para afrentar un problema que en estos momentos consideraba mayor.
-Necesito hablar con alguien respecto a esta carta, posiblemente sea una broma. Pero si no lo es, ¿qué pasaría si alguna chica de la escuela estuviera enamorada de mí? Soy la portadora del amor, no me atrevería a romperle el corazón a nadie. ¿Con quién hablaré? Tai de seguro se burlaría de mí. Tal vez Mimi, no, aún no le tengo la confianza suficiente para platicarle algo como esto, es algo infantil aún. Tal vez Izzy, no, Izzy no. Él siempre está en su computadora, qué va saber de estas cosas. No, Joe tampoco, T.K. y Kari aún son muy pequeños para esto. ¡Matt, Matt me ayudará en esto!-Rápidamente, Sora comenzó a buscar un teléfono público, pero al estar tan adentrada en sus pensamientos no se había percatado que alguien la observaba. La niña sintió un escalofrió y se da la vuelta, Sora frunce el ceño al ver a una niña de su edad, su cabello era negro agarrado en dos colas, se podía ver su fuerte musculatura a través de los shorts y el top de licra y traía una chamarra con la leyenda de Okinawa-¡¿Qué quieres, Tomoko!-Sora no le quitaba la vista a su rival mientras ella se acercaba con paso arrogante y determinado.
-Acaso no puedo visitar a la futura perdedora de Japón.
Sora tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no saltar sobre ella y golpearla.
-¡El resultado del partido se decide hasta el último momento Tomoko, no lo olvides!
La morena lanza una risa burlona.
-Pues deberías decirle eso a Akane, ella jamás se imaginó que le rompería la pierna en el minuto final del partido.
Sora tuvo que contenerse más, sentía una rabia que corría por todo su cuerpo, sus ojos se encendieron y una mueca de odio aparecía en su rostro.
-¡Maldita estúpida! Sabía que tú estabas detrás de ese supuesto accidente, sacrificaste a una de tus compañeras para que Akane quedara fuera.
Tomoko disfrutaba de la rabia de Sora y la miraba con ojos fríos y una mueca diabólica.
-¡Por supuesto niña, tonta! El fútbol es como un juego de ajedrez, se necesitan sacrificar algunos peones para que se gane la batalla.
Sora cerraba sus puños con ira.
-¿¡Acaso considera a tus compañeras peones sacrificables, por eso mandaste a Nancy a que pateara a Akane y le rompiera la pierna!? ¿!Por que¡? ¡El partido ya había terminado! No te fue suficiente humillar al equipo de Hikarigaoka, también tuviste que romperle la pierna a su capitana!?
Sora estaba que se moría del coraje y la risa de su rival empeoraba todo.
-¡Por supuesto, esa tonta pensó que ella me ganaría y por eso merecía eso!
Sora no pudo contenerse y lanza un golpe a la cara de Tomoko. El puño se estrelló justo en la quijada de la niña que lanza un gemido y cae al suelo. La morena se toma la boca y con sorpresa ve que su labio sangraba.
-¡¡¡¡¡¡PERRA MALDITA!!!!-Tomoko le conecta una barrida a la pelirroja, Sora no pudo esquivarla y cae al suelo para luego sentir el peso de Tomoko sobre ella, sintió las piernas de su rival sujetarla de sus brazos para después conectarle varios golpes a su rostro.
-¡SUELTAME ESTUPIDA!!!!-Sora gritaba pero sus palabras eran calladas por cada uno de los golpes de su rival.
-¡¡¡¡TE MATARÉ DESGRACIADA, TE MATARÉ CON MIS PROPIAS MANOS!!!!-Tomoko vio con agrado el rostro ensangrentado de Sora que estaba llorando, rápidamente la sujeta del cuello y comienza a estrangularla, pero una mano sujeta su chamarra y la arroja al piso. Tomoko se incorpora y se prepara para pelear contra su nuevo enemigo, pero cual fue su sorpresa al ver a un muchacho que le doblaba la estatura, de cabello rubio alborotado.
Matt se coloca entre las dos y levanta sus puños en guardia.
-¡No te metas en esto, Matt!!!
Matt se voltea a ayudar a Sora a incorporarse.
-Vete Tomoko, no quiero que vuelvas a acercarte a Sora jamás.
Sora se incorpora doliéndose de los golpes. Mientras tanto Tomoko también se levanta soltando rabietas.
-¡¡¡Malditos sean los dos!!! ¡¡¡Pero eso sí Matt, no podrás protegerla durante el partido. ¡¡¡Y tú Sora, prepárate, ya que haré que te arrepientas!!!-Tomoko lanza una ultima rabieta y se va corriendo.
-¿Estás bien, Sora?
La pelirroja observa los ojos de Matt.
-Sí Matt, estoy bien. Gracias por haberme salvado de esa loca.
Matt lleva a Sora a su casa, por suerte su padre no estaba y así ambos no tendrían que dar explicaciones de lo que sucedió.
El muchacho curaba el rostro de Sora sin decir una palabra. En tanto la pelirroja no le quitaba los ojos encima a su amigo, mas que para dolerse de alguna de las curaciones.
-¡¡¡Ayyy!!! Me duele, Matt.
Matt terminó de limpiar el rostro de Sora y ahora le estaba colocando curitas.
-Debes tener más cuidado Sora, Tomoko es muy fuerte, pudo haberte lesionado de verdad y no hubieras podido participar en el partido.
Sora escuchaba los regaños de Matt y disfrutaba que él la curaba y le llamara la atención, de los demás niños elegidos, Matt era uno de los más maduros, aunque siempre se la pasaba peleando con Tai y pareciera que no le importara nada en la vida, ella disfrutaba de su compañía.
-Iba a llamarte, Matt.
El muchacho guarda el alcohol en el botiquín de primeros auxilios.
-¿Para qué?
Esto lo dijo en un tono seco como si no le importara, pero Sora ya estaba acostumbrada a sus respuestas. Así que rápidamente saca la carta y se la entrega.
-Recibí esto ahora en la tarde. Se encontraba en mi casillero después de la práctica.
Matt abre la carta y la lee detenidamente. Sora nota que los ojos del muchacho se abren en par y frunce el ceño.
-¿Quién te dio esto?
La pregunta de Matt sorprendió a Sora, ya que el tono de su voz indicaba que estaba enojado.
-No lo sé. ¿Pero qué opinas de esto?
Matt dobla nuevamente la carta y se la entrega a la niña.
-Pues no parece una broma, pero no hay que descartar la posibilidad, sé de tres muchachas que son lesbianas declaradas, Mai, Sammy, y Sherry. Pero sé que las tres tienen sus respectivas parejas, posiblemente sea alguna muchacha que recientemente se está iniciando en eso. Pero debes tener cuidado, Sora.
Sora se acomoda sobre el hombro de Matt y éste la abraza.
-No te preocupes, no creo que sea broma de la escuela, saben que dentro de poco será el partido final contra Okinawa y toda la escuela espera que ganemos.
Matt la miraba seriamente, esos ojos hacían que Sora tragara saliva y se sonrojara. Ambos se quedaron en esa pose por varios segundos, hasta que Matt hizo el primer movimiento, él fue acercando su rostro al de Sora y ambos se dieron un tierno beso en los labios. Como si despertaran de un sueño, ambos se separan y se miran mutuamente, ambos colorados.
-¡¡¡Creo que ya es muy tarde y tengo que irme!!!-Matt se levanta y se sacude la cabeza.-¡Ya ni te ofrecí agua, será mejor que te acompañe a tu casa!
Ambos salen de casa de Matt y éste la acompaña hasta su casa. Ya era de noche cuando ambos llegaron.
-Aquí es Matt, gracias por traerme.
El muchacho aún seguía colorado.
-Tu mamá de seguro estará enojada, mira la hora que es (9:00 p.m. la casa de Matt está algo lejos).
Sora se sonroja un poco.
-Ehh mi mamá no está, fue a una convención de herboristas en Tokio, estoy sola en casa. ¿No te gustaría pasar a tomar algo?
Matt asiente con la cabeza. Ambos entran y Sora le pide que se siente en el sofá mientras ella iba a la cocina a preparar té.
-Dime Sora. ¿No le tienes miedo a Tomoko?
La niña contesta sarcásticamente desde la cocina.
-¡Las cucarachas me dan más miedo que esa!
-Debes tener cuidado, conozco a Tomoko desde la primaria, es una pobre niña que sólo sabe demostrar sus sentimientos con violencia, su padre está en la cárcel por asesinato y su madre es todavía peor.
Sora entra con una bandeja con unas tazas llenas de té y un platito con galletas.
-Se me acabó el pastel, necesito comprar mañana más.
A Matt no le importó y rápidamente ayudó a la niña con las cosas. Sora se sonroja cuando Matt alcanzó a tocar sus manos con las suyas, ambos se sientan y comienzan a platicar, Sora jamás se hubiera imaginado que tuviera una platica animada con el muchacho, ambos concordaban en muchos gustos e ideas, Matt también le agradaba platicar con Sora. Ambos siguieron hasta que el reloj de la casa sonó indicando las 11:30 p.m.
-¡¡¡Diablos, mira la hora que es!!!-Matt se levanta abruptamente casi tirando la mesita.
-¡¡Perdóname Matt, no quería hacerte perder el tiempo!!
Matt tranquiliza a Sora con una sonrisa.
-No te preocupes, ya es tarde para llegar a casa. Se ponen feas las calles a esta hora, lo peor de todo es que mi papá se va a enojar.
Sora recoge las cosas.
-¿Por qué no le hablas y le dices que estás en mi casa? Podemos decirle que nos quedamos estudiando hasta noche.
Matt sonríe tras la idea de Sora, así que le pidió el teléfono y llamó a la oficina de su padre. Uno de los ayudantes de su padre contestó y le dijo que estaban muy ocupados y que no volvería a casa sino hasta mañana al medio día. Matt le dice que no lo moleste.
-Parece que voy a tener que quedarme aquí a dormir.
Sora se sonroja más al escuchar eso.
-Mmm pues el sofá-cama es muy cómodo.
Matt voltea y ve a Sora acomodando el sofá.
-Me podrías prestar tu baño, necesito darme una ducha.
La niña asiente con la cabeza y lo guía al baño de su cuarto.
-Derecha fría e izquierda caliente.
Matt agradece y se mete, Sora escucha cómo el abre la regadera y comienza a imaginarse a su amigo bañándose. Sora comenzó a sudar y notó que su respiración era agitada y se sentía algo acalenturada.
-Espero no enfermarme-Fue lo que se dijo ella misma.
Sora termina de colocar unas sabanas sobre el sofá y escucha a Matt que sale de la regadera. Ella sube despacio y ve con sorpresa a Matt en toalla, ambos se quedan viendo y se sonrojan fuertemente, pero ambos se quedan inmóviles. La niña se acerca a Matt.
-¿M...Matt...estás enfermo?
El muchacho estaba apenado, no sólo porque Sora lo estaba viendo casi desnudo, sino que trataba de ocultar una erección.
-¿Por qué me preguntas eso?
Sora se acerca y le coloca su mano en la frente del muchacho. Pero éste se asusta ya que la niña se acercó de repente y su pene comenzó a pararse más y sujeta la mano de Sora y sin pensarlo ambos pierden el equilibrio cayendo al suelo.
-Matt.
El muchacho se encontraba sobre la niña sin la toalla puesta.
-Mande.
Sora puso sus brazos por el cuello de Matt.
-Me gusta cómo se siente. Dame más, por favor.
Matt sentía su pene que chocaba en la entrepierna de Sora, sólo el short deportivo de la niña era el único obstáculo que tenía.
-Tenemos 12 años, Sora.
La niña lo vio a los ojos y Matt le da un beso en la boca, sus labios se cruzan y sus lenguas se exploran mutuamente. Matt comenzó a besarle el cuello y las orejas buscando sus puntos erógenos, Sora gemía y acariciaba la espalda de Matt. Después la niña comenzó a quitarse la camiseta y Matt le quitaba el short, mostrando su pantaleta que era la única prenda de ropa interior que traía la niña, Matt apreció el busto aún no formado de la niña, y comenzó a besarlo y a morder sus pezones, mientras mordía uno con su mano exploraba la vagina cubierta de la niña.
-Mmmmmm Matt, ohhhhh qué rico se siente.
Matt siguió besando a Sora y luego se volteó para besar sobre la ropa interior de la niña. Sora gimió profundamente al sentir los labios del muchacho, al abrir los ojos se encontró con la espada de su amigo, ésta era grande y ya estaba comenzando a humedecerse, Sora sujeto el pene y comenzó a lamerlo y chuparlo. Matt gime al sentir ese mar de sensaciones, luego comienza a quitarle la pantaleta a la niña, Sora adivinó las intenciones de su amigo y abre las piernas para facilitarle las cosas. Matt vio la virgen vagina de su amiga, el acercó sus labios y su lengua comenzó a explorar sus labios vaginales. Sora arqueó la espalda y emitió un gemido profundo al sentir esa sensación maravillosa, la niña respiraba rápidamente y el cuerpo de ambos comenzó a sudar, los gemidos de Sora eran mas fuertes y seguidos y sentía que estaba a punto de tener su primer orgasmo. Matt saboreó los jugos vaginales de Sora que salieron disparados bañando su boca, al mismo tiempo que la niña emitía un fuerte gemido y enterraba sus uñas en los muslos de Matt. Ambos se incorporan y siguen con otra sesión de besos y caricias. Sora coloca a Matt de espaldas contra el suelo y se pone sobre él.
-¡Es mi turno de darte un orgasmo, mi amor!
Sora se levanta y se acomoda el pene del muchacho en la entrada de su vagina y comienza a bajar lentamente, Matt ve con preocupación el rostro de Sora que mostraba dolor, las lágrimas bañaron sus mejillas y una mueca de dolor y placer se hizo presente. Sora sintió cómo su himen se rompía cuando terminó de penetrarse y pego un grito que terminó en un gemido de placer. Sora ayudándose de sus piernas, comenzó a bajar y subir, Matt la ayudaba sujetándola de las caderas, cada vez que el pene de Matt penetraba a Sora, ella emitía un gemido profundo acompañado de lágrimas. El muchacho se preocupó cuando vio un hilo de sangre que comenzó a bajar por su pene. Sora seguía gimiendo y llorando.
-¡¡¡¡¡¡OHHH MATT ME DUELE, MATT, MATTTT. OHHHHHHH!!!!!!!
Sora arquea la espalda al tener su segundo orgasmo, Matt sentía que también venía el suyo y comenzó a penetrar a Sora más fuerte. La niña sólo gemía y estaba semiinconsciente pero sintió cómo Matt descargaba todo su semen dentro de ella. Sora cayó sobre él y ambos se besaron. Sora respiraba con dificultad y su cuerpo estaba bañado en sudor, Matt se levanta y al ver el cuerpo de la niña con un brillo erótico se excita una vez más.
-No Matt, ya no por favor, estoy muy cansada.
Las súplicas de Sora fueron inútiles, el muchacho la levantó por las caderas y la colocó en posición de "perrito", valiéndose de un cinturón amarró el cuello de Sora y lo utilizó como una correa. Sora se asustó ya que no podía respirar, pero se sintió muy excitada con eso.
-¡¡¡Maltrátame Matt, soy tu perrita, házmelo por favor!!!
El muchacho comenzó a penetrarla al mismo tiempo que jalaba la correa ahorcando a la niña, ella gemía y su vista se nublaba por la falta de aire, pero estaba realmente excitada. Matt se vino nuevamente dentro de Sora y ella tuvo su tercer orgasmo. Ambos caen al suelo muy cansados, Matt libera a la niña y se asegura que no estuviera lastimada, ambos se besan y se quedan dormidos.