Sonia, mujer sometida

Sonia se divorcia de su esposo, pero no puede estar sin el.

Guillermo llamo temprano ese día, dijo que quería ver a Matías nuestro hijo de dos años, Guillermo es del tipo de hombres que no aceptan un no por respuesta, seguro llegaría a la noche muy tarde como lo hacia siempre.

Es un hombre que me lastimo mucho, nos casamos hace tres años cundo yo tenia 18 y el 53, yo estaba muy enamorada, el habia sido muy galante y gentil durante nuestro noviazgo, mis padres al principio no habian aceptado la relacion dada la diferencia de edad, pero con el tiempo lo aceptaron, siempre tuvo conmigo una relacion en la que para mi el era un ser superior al que siempre yo debia satisfacer, nunca me presiono con el sexo durante nuestro noviazgo, no lo hubiera necesitado mucho, yo me habria entregado sin demasiados preámbulos, como dije estaba muy enamorada y atraida por el.

Nos conocimos en el jardin de infantes en donde yo trabajaba como maestra jardinera, recien recibida, el era dueño de empresa de construccion que trabajo en el jardin, apenas nos vimos la atracción fue muy fuerte, al correr de los dias solo de verlo me mojaba tanto que tenia que usar toallitas todos los dias, el me sonreia, y un dia me invito a salir, paso por el jardin tomamos un café, al dejarme a una cuadra de casa me beso, yo me senti morir, me habia enamorado como una idiota.

Planeamos casarnos, todo era un idilio, el día de la boda fue todo maravilloso, la ceremonia, la fiesta, hasta que llegamos al hotel de la noche de bodas, el había tomado de mas, se abalanzo sobre mi, empezó a besarme, me decía –puta, ahora vas a ser mía- rompió mi vestido por atrás, hizo lo mismo con mi bombacha, me tiro a la cama, intente escapar pero me tomo de los cabellos, se saco el cinturon y comenzo a golperme con el, yo gritaba desesperada pero la habitacion era a prueba de ruidos, por lo cual mi destino estaba sellado, el haria conmigo lo que quisiera.

Me arrojo a la cama, desgarro mi corpiño, empezo a morder mis pechos, se acomodo entre mis piernas, y me penetro de una sola vez, el dolor fue terrible, era imposible zafar, el es muy fuerte, me bombeo muy rapido y eyaculo enseguida, yo lloraba, se levanto y tomo una copa, toda la noche fue igual, me violo analmente, se descargo en mi boca, y me golpeo sin miramientos.

Creo que esa misma noche quede embarazada de Matias, porque al mes tuve mi primera falta, mis padres estaban muy contentos, yo por vergüenza no podia contar nada, disimulaba como podia los moretones, me golpeaba todos los dias sin motivo, no me dejo trabajar mas, y me encerraba en casa, me acompañaba al medico, nunca me dejaba salir sola, por que era celoso en extremo, el medico era muy joven, se lo habia recomendado a el la esposa de uno de sus empleados, por que el doctor era muy ¨respetuoso¨, con las embarazadas, a pesar de la correcion del medico, eso no me salvaba de las palizas cuando llegabamos a casa, apenas cerraba la puerta me abofeteaba hasta dejarme en el piso, se sacaba el cinto y me azotaba muy duro, me acomodaba en cuatro patas y me penetraba analmente hasta acabar, -no vuelvas a mirar al pendejo ese, entendiste, puta? Ahora anda a hacerme la comida-, siempre en esas situaciones su objetivo era humillarme, me obligaba a arrodillarme ante el mientras comia y lamerle el pene hasta que acabara.

Fue una epoca terrible, un dia, ya nacido Matias no pude mas y hable con mis padres, ellos no entendian ciertas conductas mias, yo que siempre habia disfrutado de la piscina de su casa, ahora no lo hacia, no podia usar mallas por los moretones, ellos no podian creer lo que les contaba, Guillermo, delante de todo el mundo era el hombre mas gentil de la tierra, en un momento me levante de la silla, me quite mi blusa y les mostre las marcas de su cinto en mi espalda, ahí supieron la terrible verdad.

Nos separamos, el me dijo que jamas me iba a dejar en paz, y que mas vale, nunca anduviese con otro tipo, mis padres me compraron una casa cerca de ellos y me fui a vivir con mi hijo de solo meses.

Ese dia que el llamo despues de mucho tiempo, me senti muy extraña, hacia un tiempo habia vuelto a trabajar, le pedi a mama que pasara por Matias a la guarderia, sin contarle lo que pasaba, y sin entender demasiado lo que hacia fui a la peluqueria, a hacerme la planchita, llegua a casa cocine para Matias y para mi, algo en mi estomago delataba mi terror de cuando llegara, pero yo no sabia que tambien sentia otra cosa.

Llego como a las diez trayendo regalos para Matias, estuvo un rato con el, y a las once, ya muy tarde para lo que mi hijo acostumbra a acostarse, decidi llevarlo a dormir, el dijo que lo haria y decidi no contradecirlo, Matias se durmio, yo para hacer tiempo fui a la cocina a lavar los platos, en un momento siento que entra a la cocina, me puse muy nerviosa, se acomodo detrás mio, -basta Guillermo- le dije – no quiero que me toques!-, no me hizo caso, empezo a acariciarme la cintura, yo sabia que me habia traicionado a mi misma, habia ido a la peluqueria, estaba de zapatos de tacon, medias, minifalda y una blusa blanca semitransparente, en ese momento me di cuenta que me habia vestido para el, levanto mi falda y me acaricio muy cerca de mi vagina, mi excitacion era muy grande, me beso en la boca, yo ya no oponia resistencia, lo abraze por el cuello, subio mi falda, bajo mis panties hasta mis tobillos, se agacho y lamio mi vagina al mismo tiempo que con maestria desabotonaba mi blusa, bajo mi corpiño dejando mis pechos al aire, se paro, se desabrocho el pantalon, yo ardia de deseo, se saco el cinturon, lo puso en mi boca y me dijo –besalo, puta, con este te enseñe a comportarte con un macho-, bese el cinturon, lo lami, me abofeteo no muy fuerte, -no te di permiso para lamerlo, pero si queres te doy permiso para que me mames bien la verga, perra-, mientras me frotaba el cinto por los pechos, yo como hipnotizada, me arrodille ante el, desabotone su pantalon y saque su pene muy crecido hacia fuera, bese su pene, lo lami, lo introduje en mi boca y lo chupe cada vez con mas pasion, sentia como crecia en mi boca, el se balanceaba haciendo golpear su pene en mi garganta, sentia arcadas, pero no podia parar de chupar, podia sentir cada una de las venas de su pene, -asi me gusta, bien perra, a mis pies, lamiendo sin chistar- me azotaba las nalgas con el cinto, eso me excitaba cada vez mas, las gotas de liquido preseminal se mezclaban con mi saliva, yo deseaba que me acabara en la boca, me tiro de los cabellos haciendo que me parara, me sento en la mesada, y comenzo a frotar mi clitoris con su pene, -clavame por favor, penetrame bien adentro, no me tengas compasion, no puedo mas- le dije, no se hizo esperar, de un solo movimiento me penetro hasta que senti sus testiculos en mis nalgas, empezo a bombearme muy profundo, llegue a un orgasmo terrible, preguntandome que hacia ahí sometida por mi propia voluntad a ese hombre que me habia hecho tanto daño, el acabo adentro mio y al sentir su semen tan espeso, tan caudaloso, tan ardiente tuve otro orgasmo, queria que me preñara de nuevo, tener otro hijo para el, parir para el, me sentia su mujer, su amante, su puta, cuando termino, me tomo de lo brazos obligando a arrodillarme, puso su pene cerca de mi boca, -haceme acabar, forra de mierda-, empeze a chuparlo con la maxima pasion, su pene no bajaba, me eyaculo en la boca, el sabor de su semen era enloquecedor, me levanto de los brazos, me giro poniendome de espaldas a el con los pechos sobre la mesa, abrio la heladera y tomo la manteca, yo sabia lo que iba a pasar, y no queria hacer nada por evitarlo, me abrio las nalgas me froto la manteca en mi ano, mientras me introducia sus dedos, se acerco mi, atrajo mi cabeza hacia su pene, y comence a lamerlo y chuparlo, se acomodo pudo su glande en mi ano, y pasandome el cinto por la espalda, empujo hasta que senti sus testiculos golpeando en mi vulva, me bombeo violentamente esta ves hasta acabarme adentro, tomando mis pezones entre sus dedos apretandolos muy fuerte, me dio otro orgasmo con su gigantesco pulgar en mi vagina, cuando termino, tomo el cinturon y empezo a azotarme muy fuerte las nalgas, gozaba con esto mas que con la penetracion, mientras se masturbaba, hasta que me acabo en la espalda, yo no podia moverme del cansancio y el dolor, se vistio, -cuando quiera vuelvo, a ver a mi hijo, y por supuesto a que me atiendas bien, mas te vale que la proxima te pongas portaligas y medias si no, no te garcho por el orto, solo por al argolla, y no te dejo acabar, entendiste?-, -si, Guillermo- respondi, -si mi macho!!! mi amo!!! mi patron!!!, entendiste puta?- -si, mi amo- respondi de nuevo, tanto el como yo sabiamos que a pesar de nuestra historia, y de todo lo que habia sufrido, la proxima vez lo esperaria de portaligas y medias, para entregarme a mi hombre como su puta, como una verdadera puta.