Sonia

Era un domingo cualquiera y Sonia estaba aburrida en casa. Como no tenia nada que hacer decidió dar una vuelta por la ciudad.

Sonia

Era un domingo cualquiera y Sonia estaba aburrida en casa. Como no tenia nada que hacer decidió dar una vuelta por la ciudad.

Así que Sonia busco en su guardarropa algo para vestirse. Después de algunas indecisiones eligió una blusa blanca, minifalda negra y botas de cuero.

Mientras paseaba despreocupadamente no se dio cuenta que un par de ojos la vigilaban atentamente, su apariencia había llamado la atención de alguien.

...Al sentirse observada sintió un escalofrió recorrerle el cuerpo...miro a su alrededor para apreciar quien la observaba ......cuando sintió que unas manos le tapaban la boca.....

Al mismo tiempo que la sujetaban fuertemente por la cintura y percibía un ardiente aliento en su cuello, Sonia se despierta, sólo recuerda una mano en su boca, un aroma penetrante, la cabeza le daba vueltas. Ahora sigue siendo oscuro, se siente despierta, levemente desorientada, y además .... ¡¡no puede moverse!!

Se encuentra atada sobre lo que parece ser una cama, sus muñecas esta fuertemente atadas a su espalda, además sus tobillo y piernas también, no puede gritar por tener una mordaza de tape.

MMMFF!!! MMMFFF!!! La mordaza de Sonia es demasiado efectiva y sus esfuerzos por desatarse no dan resultados, especialmente debido a la venda sobre sus ojos que complica el éxito de su misión. De pronto, un extraño ruido hizo que se quedara quieta por un momento, quizás no estaba sola después de todo.

Era el ruido de una puerta q se cierra. Siente que no esta sola. "Aquí la tenéis, pagarme, ya he cumplido con mi parte" dijo un hombre. Le pagaron y la dejaron allí con dos hombres.

Los dos hombres cuchichean entre si, traen varios paquetes... la miran, la observan, se deleitan con ella, su blusa esta medio abierta, se ven sus senos; su minifalda esta levantada de mas, se le puede observar la tanguita blanca que lleva puesta.

Dentro de su mente intentaba encontrar una explicación. Que había pasado? había sido secuestrada? acaso era una broma? que pensaban hacer con ella? Trataba de encontrar respuestas cuando sintió que los hombres se acercaban a ella.

Según se aproximaban a ella, con las miradas clavadas en las zonas mas intimas de su cuerpo, que se mostraban generosamente por la forzada postura en que estaba atada y la pequeñez de sus prendas intimas, Sonia sintió una extraña sensación que no era solamente miedo.

Su miedo fue mayor cuando escucho a sus captores decir, grábala bien quiero tomas minuciosas de sus ataduras y su mordaza, que se sus sonidos en el intento de escapar sean tomados hasta el ultimo detalle.

Sonia sentía que su corazón quería explotar. Había tratado de contenerse, pero no podía. Estaba atada, amordazada, vendada y sobre todo, excitada. Y ahora resultaba que sería protagonista de su propio secuestro! Sonia gritó, pero los trapos que tenía en su boca convertían sus gritos en gruñidos. MMMfff ! MMMFF! Los ruidos continuaron por unos minutos, hasta que de pronto un silencio. Sonia también calló. La filmación había comenzado! Con sus restantes sentidos en alerta , Sonia de momento presentía que alguien se estaba acercando a ella.

Aquella persona se acerca y le seca el sudor de su frente y le enseña una fusta que tiene en su mano. Sonia la mira atentamente con ojos aterradores.

La fusta se va acercando a Sonia, lentamente, el sujeto hace golpes en el aire, los zumbidos hacen temblar a Sonia. Recorre todo el cuerpo de ella, desde la cabeza, la boca, los senos, deslizándose por la espalda, los glúteos, los pies... dándole una leve caricia en cada uno de ellos, preludio de que algo pasará y no tardará en saber que es... de repente alguien levanta su falda y la sesión de tortura inicia, la fusta se estrella en su cuerpo una y otra vez . Desesperada intenta soltarse pero solo consigue apretar mas los nudos.

Para sorpresa suya, Sonia en medio de la situación se dio cuenta que a medida que se incrementaban los golpes de la fusta sobre sus macizas nalgas , la invadía un ardor abrasador que surgía de su entrepierna apenas cubierta por el tanga.

Sus captores se percataron de esta situación y las ordenes fueron precisas, Gozas bajo esta situación desde ahora tendrás que obedecer al pie de la letra todas las indicaciones la dejaron descansar sola por un rato claro la seguían grabando no sabia lo que continuaría.

Esas palabras brindaron tantas emociones contradictorias en Sonia que ella hizo la única acción sensata que podía hacer. Se desmayó. Cuanto tiempo estuvo inconciente Sonia no lo sabía. Si se dio cuenta de que su situación había cambiado. Estaba encadenada, con cada una de sus extremidades sujeta a un poste diferente de la cama. Su mordaza ahora consistía de una enorme bola de goma, Su blusa y falda no existen. Y mientras despierta siente una extraña sensación en su cuerpo. Alguien la estaba acariciando.

La habitación tenia una luz muy pobre, apenas podía ver quien la tocaba, si era un hombre o una mujer. Poco se fue excitando por la situación.

Las manos acariciaban todo su cuerpo, desde su cabello largo y negro, pasando por su frente, su boca, su cuello, sus senos, su espalda, sus piernas, sus pies, todo era una sensación de miedo y a la vez de una extraña sensación. Intentaba zafarse, pero las cadenas la oprimían, la mordaza solo soltaba un sonido intangible, la quijada estaba empezando a dolerle por la mordaza que le impedía cerrarla... mientras seguían las caricias.

Las caricias continuaron por todo su cuerpo, no quedo nada sin tocar, entonces escucho una voz que le pregunto; - Te gusta? La situación no estaba de el todo mal , sin embargo movió la cabeza de lado a lado señalando No. Quiso decir que la dejaran ir pero no podía decir palabra.

Tenia que tener mucho cuidado en que sus captores no se dieran cuenta de que su situación no solo no la molestaba sino que había provocado que se humedeciese el tanguita.

Todo volvió a la calma sus captores le ordenaron cerrar los ojos mientras le colocaban una capucha negra, posterior fue liberada de todas sus ataduras incluyendo la mordaza, fue trasladada a otro lugar en donde seguramente continuaría siendo la estrella de esta filmación.

Sonia sintió un fuerte olor en la capucha y nuevamente perdió el conocimiento. Despertó pero no podía ver, tenía una máscara sobre sus ojos y una gran mordaza tapaba toda su quijada. MMMfff! MMMMFFF! Sus gritos sonaban más como gemidos de placer para sus oídos. A pesar de estar vendada y amordazada, Sonia se dio cuenta de que ahora estaba atada de forma diferente. Y más importante aún, su ropa ya no era la misma!

Le quitaron la máscara un momento y la dejaron sola en la habitación. Pudo comprobar su vestimenta, un traje de colegiada. Sonia aun está confusa y mareada, pero escucha unos pasos que se acercan a su habitación por el largo pasillo.

Sonia escuchaba como poco a poco se acecaban a la habitacion, no era la misma de antes, no estaba la cama, habia una mesa, sillas, cajas, objetos que en si vida habia visto; pero la cama no estaba. Enfrente de ella estaba un gran espejo, y en el pudo ella verse como la habian vestido, recordaba al mirarse sus años de colegiala, y se veia tan sensual, bonita; pero de repente al abrirse la puerta, volvio a la realidad, ella estaba atada, amordaza y en manos de gente que no conocia.

Entraron unos hombres hablando. Uno de llos dijo; aqui esta lo que pidieron, espero que les guste , y salio dejándolos solos. Uno de ellos se acerco a Sonia, estudiandola con la vista, le gusto lo que vio, una chica completamente indefensa y con una vestimenta atractiva. Sonia comenzo a sentir miedo.

Se veia a si misma en el espejo, alli en pie con las manos atadas a la espalda y forzadas hacia arriba por una cuerda atada a una viga en el techo. Al estar inclinada hacia adelante. obligada por las ataduras, sus senos macizos y turgentes se mostraban por la abertura de su blusa desbotonada. Sus piernas habían sido atadas muy abiertas a dos argollas del suelo. Noto que no llevaba ropa interior.

Tenia una mordaza diferente consistente en un aro metalico que se sujetaba detras de la nuca con una correa, por la posisición en la que se encontraba no podia contener que su saliva se escurriera hasta el piso formando un hilo de liquido transparente.

Al mirar hacia los lados Sonia notó algo que le era familiar. Una vez más la cámara de video la estaba filmando! Sonia intentaba escapar, pero lo único que lograba era que sus senos brincaran y continuaran su esfuerzo de liberarse de la pequeña blusa que apenas los sujetaba a la vez que sus nalgas quedaban más y más expuestas. Su cuerpo ya la estaba traicionando, estaba demasiado excitada y quería satisfacción. La mordaza de aro permitía que con dificultad se entendiera una palabra que repetía una y otra vez. Ahora!

Riiiing Riiiiing!!!! Suena el despertador de Sonia. Se levanta confusa en la cama de su casa, mira a los lados, se mira a si misma y se da cuenta que todo ha sido afortunadamente una pesadilla. Pero..... se da cuenta que hay un objeto raro en el suelo. Es una cinta de video!!!!! Habré soñado???, sera real lo que me ha pasado????

Observa la extraña cinta de video que esta junto a ella, si fue un sueño, fue muy real; si no... entonces cuantos dias habran pasado. Trata de recordar... no puede... Mira el despertador, es temprano, la hora en que siempre se levanta... pero no sabe que dia es, al tratar de prender el Televisor para ver las noticias se da cuenta que no hay señal... el telefono esta desconectado... algo raro esta pasando, solo sirve la videocassetera, ¿será coincidencia? Curiosa, intrigada, sorprendida; toma la cinta y la introduce en el VCR, y pulsa el boton para empezar a ver que contiene el video.

La cinta corre y alli esta ella, no fue un sueño ,puede ver como es atada amordazada sometida torturada y abusada. Se detiene un momento a pensar, siente dolor en algunas partes, lo esta viendo y no puede creerlo.

Sonia, aturdida, se sentó en el borde de la cama a pensar.¿Quién y por que habia hecho aquello? Desde luego alguien que habia llegado al fondo de mas sus intimos deseos o habria sido una simple casualidad.

Trataba de recordar que es lo que habia sucedido, cuando se escucho llamaban a su puerta, observo por la mirilla y alcanzaba a distinguir dos siluetas que insistian en que se les abriera la puerta.

Sonia escondió la cinta, apagó el televisor y abrió la puerta. Como iba a dejar afuera a sus vecinos Pedro y Pablo. "Hola chicos, como les va?" "Sonia, tienes que ver este video, prende el televisor. Sé que te va a gustar." Así Sonia se sentó en el sofá entremedio de Pedro y Pablo mientras la película comenzaba.

Vio lo que ella no creia que pudiera pasar. Era todo lo que pasó y sus vecinos ahora lo sabian todo. Sonia mete su cabeza entre sus piernas, lloriqueando, mientras sus vecinos se miran con una ligera sonrisa.

Sonia se encuentra impactada, en shock, no lo puede creer, desearia que fuese una pesadilla y que el sueño terminara pronto, sigue llorando, de rabia, de verguenza, de impotencia; y varias preguntas llegan a su mente, intenta obtener las respuestas... Tan absorta esta que no se da cuenta de los movimientos de sus vecinos, que lentamente van sacando algunos objetos de unas bolsas que traian, parece que la pesadilla de Sonia se repetirá; de repente ella levanta la cara y ve los objetos que han alcanzado a sacar, le son familiares, el terror la invade y sabe que esta en peligro de nuevo, grita, pero antes de hacerlo la mano de Pedro la calla, ahogando el intento, sabe que sera de ellos nuevamente; tiene miedo pero sin saber por que le gustaria volverlo a hacerlo y piensa que haran con ella en esta ocasion.

"Sonia, se que te mereces una explicación y la tendrás, pero tienes que calmarte. Y yo necesito que no me interrumpas." Pablo usó la soga en sus manos para atar las muñecas y codos de Sonia, mientras Pedro tapaba la nariz de Sonia. "Como en el doctor di AAAAA!" Obligada debido a la falta de aire, Sonia abrió la boca lo suficiente como para que Pedro acomodara la bola de goma roja sobre su lengua. Momentos después Pedró amarró la correa que sujetaba la bola de goma, luego de mover el pelo de Sonia para que no estorbara su labor. Ya Pablo había comenzado a atar los tobillos de Sonia, Pedro ató sogas debajo y sobre las rodillas de la casi paralizada chica, que no podia creer lo que estaba ocurriendo. "Que me pasa, me he dejado atar practicamente, que verguenza! Los chicos conocen mi secreto y me han filmado! Quien mas habra visto esa cinta? Y que pasara conmigo ahora?"

Finalmente ataron us tobillos, junto a sus muñecas y la depositaron de costado sobre la cama. Ni que decir tiene, que despues del forcejeo la vista de Sonia era de los mas excitante con todos sus encantos a la vista y las mejillas encendidas en parte por la lucha y en parte por la excitacion. Pedro y Pablo se sentaron en el borde de la cama y la miraron fijamente y con una sonrisa en sus rostros.

Ellos le propusieron a Sonia que para que su secreto se mantubiera a salvo tendria que dejarse atar cada vez que ellos quisieran y que tendrian que buscar nuevas formas de sometimiento para poner en practica con la indefensa Sonia.

Ante las circunstancias, Sonia aceptó. Podía acusarlos, pero se moría de verguenza de pensar en todo lo que se sabría en el juicio, a la vista de todos. Pablo y Pedro eran sus amigos, y tenía que admitir que se había excitado en esta aventura. Sonia era sumisa, no podía negarlo. Así pasó el tiempo. Pedro y Pablo crearon más y más videos. Hasta llegaron a venderlos comercialmente, bajo la serie de "Nia la esclava". Poco le preocupaba a Sonia, ya que vivia con Pedro y Pablo y estaba entregada totalmente a sus deseos. Pero debido a los trabajos de Pedro y Pablo era difícil atender a Sonia. Afortunadamente, una de las clientes de sus videos, la famosa Madame Betty se ofreció a continuar el entrenamiento de Sonia. Para esto sería necesario llevarse a Sonia al castillo de Madame Betty. Pedro regresó de uno de sus días más improductivos. Hoy era el día en que Sonia partiría hacia su nueva casa y los nervios lo tenían loco. Sabía que era lo que Sonia quería, pero aún así... Pedro había comprado una pequeña casa, apartada del bullicio de la ciudad y donde nadie lo molestaba. Pablo estaba de viaje por culpa de un trabajo que odiaba, aunque le confesó a Pedro que aunque estuviera libre no habría ido porque odiaba las despedidas. Cuando llegó Pedro notó que había un coche fúnebre en su casa. Ya Madame Betty le había avisado que dos de sus ayudantes pasarían en ese tipo de auto a recoger a Sonia. Al entrar se encontró con uno de ellos, vestido con chaqueta negra, corbata, guantes y pantalones negros que acompañaban a una camisa blanca perfectamente almidonada. El típico uniforme de un funerario, excepto por la máscara negra que cubría todo su rostro. "Le está esperando", dijo el extraño mientras le hacía gestos para que lo acompañara. En el medio de la sala se encontraba Sonia. Pero en vez de estar sentada en una silla para acompañarle a comer estaba acostada sobre la mesa del comedor. Pedro se acercó a la mesa para contemplar lo diferente que se veía. Los dos ayudantes de Madame Betty se retiraron de la habitación, respetando este último momento de intimidad. Sonia estaba cubierta desde los pies hasta el cuello en un saco de cuero negro, tan pegado a su piel como era posible. Las piernas de Sonia se veían preciosas cubiertas por el exótico material. Pedro empezó a mover su mano suavemente sobre el cuerpo de Sonia, comenzando desde sus tobillos y recorriendo todas sus piernas. Notó que el saco estaba húmedo, cuando quede seco se reducirá aún más, apretando el cuerpo de Sonia sin perdón. El saco tenía integrado un corset que había reducido la cintura de Sonia a dimensiones insospechadas. Los brazos de Sonia parecía que habían desaparecido, pero estaban dentro del saco, atados en forna de L, de manera que se pudieran apreciar al máximo las piernas y caderas de Sonia cubiertas por el magnífico cuero. Sus ojos se movieron hacia los senos de Sonia, los cuales parecían haberse reducido por la presión del saco, pero no podía disimular lo firmes que se veían, luchando por escapar de su prisión de cuero. Ciertamente Pedro los extrañaría. No era solamente el saco de cuero lo que atrapaba a Sonia. Tenía unas bandas de metal que unían sus tobillos, otros dos bajo y sobre sus rodillas, uno que unía sus muslos y otros dos sobre y bajo sus pechos, los cuales eran unidos por una X de metal que separaba sus senos. "Pedro, llegaste!" Pedro todavía no se había recuperado de las diferencias que veía en Sonia. Nada más evidente que su rostro. El pelo de Sonia había desaparecido! Los ojos de Sonia estaban ocultos bajo una venda negra de cuero . "Te gusta mi nuevo recorte? Los muchachos me afeitaron por completo y cuando digo todo, digo todo!" "Bueno, te vez bien exótica." "Los muchachos me explicaron que es mejor para que así la cinta adhesiva no se me pegue al pelo. Dime, como me veo?" "Preciosa." "Gracias! Tienes la mordaza lista?" "En seguida regreso." Pedro buscó en el refrigerador la mordaza blanca en forma de pera que había preparado. Para que usar una bola de goma, si una bola de chocolate podía durar horas y sabía mejor! Pedro se acercó a Sonia con la mordaza en la mano, pero inseguro de que hacer. Finalmente se estaba dando cuenta de que Sonia se iría de su vida, tal vez para siempre. "Sabes Pedro, me alegro de tener los ojos vendados ahora." "Porque dices eso Sonia." "Porque si te estuviera viendo no haría lo que estoy haciendo ahora..." dijo Sonia mientras una solitaria lágrima se escapaba de sus ocultos ojos. "Pero, estás segura de esto, podría liberarte..." Sonia le interrumpió tajantemente. "Imposible, la llave de las bandas de metal las tiene Madame Betty en su castillo. No, Pedro, el momento ha llegado. Yo quería ser esclava a tiempo completo, y con Madame Betty lo seré. Tú y Pablo me han hecho inmensamente feliz, pero toda historia tiene que concluir algún día, este es el momento para nosotros. " "Sonia, sabes que te amo!" "Si me amas me dejarás ir. Volveré a ti cuando me convierta en la esclava que mereces. Ya es hora!" Sonia abrió la boca ligeramente. Pedro captó el mensaje y procedió a abrazarla para luego besarla con pasión. Era un beso que no parecía tener fin, pero había que respirar. "Por favor amo Pedro, amordaza a tu esclava!" Este era el momento, no había marcha atrás. Pedro puso su mano tras la espalda de Sonia para que quedara sentada sobre la mesa. Con resignación Pedro tomó la pera de chocolate blanco mientras Sonia abría la boca a más no poder. Con cuidado, Pedro colocó la pera de chocolate en la boca de Sonia. La pera llenaba perfectamente la boca de Sonia, se veía tan preciosa. Pedro ató el cordón de la pera detrás de la nuca de Sonia, algo innecesario, ya que dudaba que ella pudiera sacarse esa colosal pera sin ayuda, pero había que seguir la tradición. Pedro tomó dos pasos atrás para llenarse la vista de lo que ahora era Sonia. Una esclava de cuero, metal y chocolate! Simplemente, estaba fascinado. en ese momento los ayudantes de Madame Betty entraron. "Nos encargaremos ahora." fue lo que dijeron a la vez. Uno de ellos sujetó a Sonia para que se mantuviera sentada mientras el otro empezó a amordazarla con cinta adhesiva negra. Pedro contó una, dos tres, diez vueltas alrededor de la cabeza de Sonia. Luego procedió a usar la misma cinta adhesiva para cubrir el vendaje de cuero de Sonia. Diez vueltas. El próximo paso fue colocar tapones en cada uno de los oídos de Sonia. Por último procedieron a usar cinta adhesiva para sellar esos tapones, dando diez vueltas por la cabeza de Sonia comenzando en la punta de su cabeza, pasando por su oído izquierdo, llegando a la quijada, tapando el oído derecho y terminando nuevamente en la cabeza de Sonia. Al final estaba irreconocible debajo de toda esa cantidad de cinta negra. Si Sonia estaba gimiendo, nadie la oía! Lo próximo fue una máscara negra, de cuero que poco a poco era atada por detrás de la cabeza de Sonia. Se veía super apretada. Un pequeño candado fue usado para sellar la máscara. Sorprendentemente, aún no habían acabado. Uno de ellos sacó una especie de arnés para la cabeza de de Sonia que contenía un vendaje para sus ojos y una mordaza, todos de metal. Estos se conectaban con unas bandas verticales que cubrían los oídos de Sonia y llegaban hasta una gargantilla de metal para su cuello. Una vez terminaron de colocarlo, los ojos, boca, oídos y cuello de Sonia se encontraban atrapados bajo el metal, del cual solo podían ser liberados por Madame Betty. Los ayudantes salieron de la habitación mientras Pedro contemplaba a la que hasta hoy había sido de su esclava. Que recuerdos de cuando Pablo y el la secuestraron por primera vez! Cuando volvieron los ayudantes trajeron un ataúd negro, que impresionó a Pedro. Movieron el ataúd cerca de la mesa del comedor y entre los dos alzaron a Sonia y la colocaron dentro del mismo. "No se preocupe Pedro. El ataúd tiene un sistema de aire acondicionado y tanques de aire, no le pasará nada." Efectivamente, uno de los ayudantes colocó una máscara de gas sobre la cara de Sonia. El ataúd tenía varias correas para sujetar el cuerpo y cabeza de Sonia de manera que no se moviera durante el largo viaje que los ayudantes apretaron fuertemente. Suavemente, el ataúd se cerró. Los ayudantes usaron unas llaves para sellarlo herméticamente. Pedro estaba inmóvil de la emoción. Los ayudantes tomaron el ataúd y lo llevaron al coche fúnebre. Pedro solo contemplaba la mesa donde había estado Sonia, una mesa ahora vacía. Uno de los ayudantes regresó para darle un sobre blanco y perfumado. "Que es esto?" "Una invitación." "Para qué?" "Para el día de visitas por supuesto. Lo esperamos." Una leve sonrisa se dibujó en los labios de Pedro. Volvería a ver a Sonia! Que cambios le encontraría? Mientras tanto, Sonia sentía dos lágrimas que apenas salían de sus ojos eran absorbidas por la cinta adhesiva que cubría su rostro. Le apenaba muchísimo dejar a sus amigos, pero era lo mejor para todos. Con Madame Betty alcanzaría otro nivel. Por otra parte le excitaba su posición actual. Estaba totalmente inmóvil! Que emoción! Que diferencia de la chica que abría grandes los ojos al ser filmada atada y amordazada en su tanguita. Si fue mejor o no, no importaba, esa había sido su historia hasta ahora y tiempo tendría de pensar sobre ello. El tiempo dirá que pasará con Sonia! FIN

Autor: Master Zero