Soneto de abandono

Un soneto escrito en una madrugada dominical.

SONETO

Memoria que lleva adía lejano

en el que te pusiste por delante

noté tu aroma de amor penetrante,

la sonrisa de tu cuerpo lozano

Mantenías una actitud arrogante

y claro yo, como siempre, tan llano

te dije raudo que para eso era muy temprano.

Me diste la espalda casi al instante

¡Qué triste! Mi felicidad rasgada

me abandonaste como un lobo herido

en noche veraniega calurosa

Con tu ropa violenta tan vistosa

a tus pies habría caído rendido

si no te hubieses marchado enojada.