Soñé que me marcabas...

Pude sentir tu pecho sudoroso en mi espalda, no parabas de decir que ya era tuya, que me habías marcado para siempre, y decías que era tú hembra entre suspiros y gemidos.

Yo no soy poeta ni mucho menos, pero tenía ganas de escribir algo como ésto, ni siquiera sé si podría calificarse como poema porque sé que no cumple con muchas reglas.... aun así, espero que pueda arrancar un par de suspiros y quizá un poco más

Anoche soñé contigo,

Eras dulce y eras rudo,

me besaste suciamente

sin pudor metías tu mano bajo mi blusa.

Apretabas con descaro mis pezones,

y yo, casi al borde de las lagrimas

solo rebasadas por la excitación que me causabas

deseaba detenerte pero el deseo fue mayor.

De pronto sentí una bofetada tan firme

que sacudió mis ideas y mis deseos

impregnada de erotismo y perversión,

lograste arrancarme un gemido casi mudo.

Acariciabas mi nuca con deseo,

casi pensé que con ternura...

pero eso era solo el inicio de algo más,

enredaste suavemente tus dedos en mi cabello.

Me sentía casi decepcionada con tanta dulzura,

y de nuevo me sacudiste

no solo con otra bofetada acertiva

sino toda tu fuerza en mi cabello.

Amé sentirme tuya, sometida

y casi a punto de ser poseida

de nuevo tus dedos arrancando dolor de mis pezones

no sé si quieres que te ame o que te odie.

Pero en cualquiera de los casos

haces que además te desee con locura.

Deseo todo tu amor y todo este dolor

deseo sentir tus mas bajos deseos.

Sin esperar, me volteaste sobre la mesa

aplastando mis redondos pechos contra ella,

golpeabas mis nalgas sin piedad, a mano limpia,

las sentía enrojecidas después de seis azotes.

Me decías palabras sucias, soeces como nunca,

tomandome fuertemente del hombro

Y volteándome pusiste mis pechos al aire

y escupías sobre mi cara y para mi era un regalo.

Abriste mis piernas sin dudarlo,

entre gemidos, flujos y palabras

atinaste perforarme en el primer intento

no parabas ni con los chillidos que me arrancabas.

Pasaste así unos minutos embistiendo,

mientras amasabas mis tetas dolorosamente

sentia bofetadas ir y venir entre mi cara y mis senos

solo interrumpidas por tu prohibición a defenderme.

Sentía todo el poder de tus frenéticas penetraciones

y en un segundo, todo se detuvo

me miraste tan lascivamente,

tuve miedo de lo que vendría.

Del cabello con fuerza me incorporaste de nuevo,

solo para volver a azotar mi cara contra la mesa

y entendí que mis temores eran reales...

Con tus pies separaste mis piernas tanto cómo fue posible...

Azotaste al mismo tiempo ambas nalgas fuertemente,

separaste una de otra, y tuve aun mas miedo,

me senti como una diana de tiro al sentir que me escupías

y así sin más y de golpe me perforaste como nunca.

Arrancaste un grito de dolor al sentir mi ano destruído

podría jurar que sentí como se rompía,

pero a ti no te importó y seguiste sin parar

seguiste hasta llenarme de tus chorros blancos.

Pude sentir tu pecho sudoroso en mi espalda.

no parabas de decir que ya era tuya

que me habías marcado para siempre

y decías que era tú hembra entre suspiros y gemidos.

Dijiste que aunque era tu zorra,

así me amabas

me volteaste suavemente,

viste mis lagrimas de dolor....

Abriste mis piernas suavemente,

casi con arrepentimiento y comenzaste la faena

tus labios, tus ojos, tu lengua y tus dedos

me pedían perdón de muchas forma.

Comenzaste suavemente, lamías cada parte,

acariciabas por dentro y por fuera

lamias como si quisieras curar mis heridas

tocabas cómo pidiéndome perdón...

Tus caricias ya eran dulces y profunda,

entraste en mi de otra manera, con ternura

besabas mis labios vaginales casi como a mi boca

Seguiste más y más sin detenerte...

Para entonces el dolor ya era placer

sentia abrir mis mis piernas para entregarme más a ti

ahora yo misma suplicaba me hablaras sucio...

dime que soy tu perra....dime cuan puta soy...

Suplicaba tus insultos, imploraba tu rudeza,

aceleraste el ritmo al sentirme tan sumisa

Entre gemidos y suplicas me ordenaste terminar...

no pude detenerme...

Sentia mi clitoris gritando por más,

mi vagina explotaba entre chorros incontrolables,

mis pezones pedían azotes,

era una bomba atómica todo junto...

Me gritabas puta!!...y querías más chorros

me decías  Toma! Toma!...y yo pedía aún más

fue tanto el remolino de sensaciones,

que perdiste tu mano entera  en mi vagina.

Yo no paraba de aullar como una bestia,

te acercaste a mi cara, me golpeaste de nuevo

ordenaste que abriera la boca y escupiste en ella

ayudando con tus manos la abriste tanto como pudiste.

Tomaste tu falo fuertemente con una mano

mientras abrías mi boca con la otra...

no podía ni defenderme, sabías que no quería que lo hicieras

y de nuevo no te importó...

Comence a sentir chorros de leche tibia,

caía en mi boca, en mis ojos...llenaste mi cara

Y aun asi la seguías ordeñando...no parabas

Pensé que dirías algo lindo... solo dijiste "tragalos Perra"...

Con un toque de asco no pude hacer otra cosa

los tragué....tomaste el resto de mi cara,

los pusiste en mi boca...te asegurasta de no dejar nada

y al final...me dijiste TE AMO PERRA acompañado de una fuerte bofetada....