Soñando con rosa tatuada… (04)

Una vez más..., y parece increíble cómo puedo soñar con esta verdadera diosa del amor y del sexo por cuarta noche consecutiva en un sueño quizás utópico o futurista pero muy morboso y complaciente...

Reciban los lectores un nuevo saludo de este amigo...

Esta noche ha sido una locura pero al fin y al cabo..., una auténtica locura extravagante pero muy morbosa...

La máquina del verdadero amor, una maquina automática..., hacia pruebas de amor aleatorias a todos los nuevos enamorados que así decían estarlo y serlo...

Tanto mi “Rosa Tatuada” como yo por separado fuimos confinados en dos recintos independientes pero interconectados por imágenes en pantallas...

Era tal ese estado político-sentimental que nos gobernaba dentro de centenares de años que era castigada con pena de muerte inmediata por desintegración de aquellas personas...,  que decían estar enamoradas de otra sin ser cierto.

Al parecer en un futuro los sentimientos no debían fingirse en absoluto y menos engañar a nadie fingiendo amor si sentirlo realmente.

La máquina del verdadero amor nos haría pasar pruebas inesperadas a aquellas diez parejas...

Las instrucciones del científico ejecutante eran claras..., cualquier mentira seria castigada y nos recomendaba que nos dejásemos llevar por la intuición..., así como que dejásemos nuestras mentes relajadas pudiendo si lo deseábamos hacer ejercicios de relajación mental interna y ejercicios de respiración consciente...

La prueba era obligatoria y no contemplaba abandono..., solo dos opciones..., muerte..., o amor eterno...

Nosotros estábamos en el décimo lugar y veríamos como se desarrollaban las pruebas de las nueve parejas anteriores...

La primera pareja pasaría la prueba de la inyección del antiamor..., una inyección que les haría sudar progresivamente hasta alcanzar una temperatura máxima..., si la pasaban ambos al mismo tiempo estaban enamorados y si alguno de los dos no la pasaban morirían como siempre por desintegración...

Se trataba de dos jóvenes que querían casarse de distintas ciudades del universo y que querían vivir juntos, se habían conocido por “Sueño romántico”, una página intergaláctica de buscadores de amor...

Ambos se veían felices y esperanzados en sendas pantallas, mientras la maquina se aproximaba a sus cuellos a inyectarles al mismo tiempo la fatídica sustancia...

En pocos minutos sus caras y ojos enrojecían..., se iban poniendo serios y al cabo de otro par de minutos..., sus cuerpos se desintegraban automáticamente como en una pequeña explosión de humo...

El dictamen de la máquina, anunciaba que...,  ninguno de los extintos seres humanos..., estaban enamorados,  ninguno de los dos..., y que simplemente fingían para querer evadirse de manera antinatural de sus respectivas obligaciones familiares y culturales...

Todos nos quedamos algo serios...

Mi “Rosa Tatuada” estaba tranquila...,

Se apreciaba en la pantalla que la monitorizaba..., en que su gesto era de normalidad, deseando que todo pasase..., ella me había dicho centenares de veces ya que lo que sentía por mí era un verdadero amor..., no necesitaba engañarme, su posición económica y social era notable y no tenía necesidad de malgastar tiempo en mentir a nadie y menos a si misma...

En mi caso, como todos ustedes saben desde el primer momento que la conocí, todo en mi cambio... Donde había oscuridad, empezó a haber luz resplandeciente y cada mañana al despertar pensaba en ella, al acostarme igualmente..., con el adicionante maravilloso de los sueños permanentes con ella..., hasta ahora todas las noches...

Con hoy..., cuatro..., y deseando que llegue la noche para volver a soñar con ella...

La segunda pareja era sometida a la prueba del beso envenenado y diferentes labios de hombres pasaban por la boca de ella, y en el caso de él, eran labios femeninos los que rondaban su boca... Ambos con los ojos vendados deberían de decidir con un gesto mental el número de la pareja de labios que deseaban besar..., ella eligió al azar el dos y el al azar el cuatro...

Ambas bocas fueran besadas por los labios designados libremente y en apenas diez segundos el cuerpo de ella fue desintegrado fulminantemente...

La máquina dirimió que mientras él si estaba verdaderamente enamorado..., ella fingía su amor por intereses económicos al tratarse de una familia, la de su enamorado..., de alta alcurnia social...

En tal caso, se da a elegir al miembro superviviente una muerte rápida si cree que no resistirá aquel desamor o estar solo el resto de su vida... Aquel joven de cara entristecida súbitamente eligió morir de inmediato y al igual que su falso amor..., quedó desintegrado en segundos...

Este soñador pensaba simplemente que la racha de desamores se estaba incrementado notablemente y confió plenamente en el resultado satisfactorio de la prueba de su amada..., la increíble “Rosa Tatuada”...

Las parejas tres y cuatro se desintegrarían...

La pareja cinco sobreviviría a la prueba..., pero sintiéndose ambos tan excitados por la noticia..., que tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos..., declarándose un fallo coronario de ella por la excitación..., muriendo según avisaban por la pantalla...

El después de recuperarse del estado nervioso..., al enterarse de la muerte de su prometida..., eligió vivir, pero deseaba retirarse al “Monasterio Solitario”, una residencia donde eternamente se realizaban trabajos sociales intergalácticos...

El amor había acabado para él eternamente...

Las parejas seis, y siete no tuvieron suerte y fueron desintegradas..., ambas parejas falsearon sus sentimientos por diferentes finalidades, dinero, sexo, cambios de galaxia, o cambio de estrato social...

La pareja ocho fue sometida a la “electrocución amorosa”..., una subida de tensión que alteraba el ritmo cardiaco hasta un nivel asumible cuando era verdad y hasta la explosión del cuerpo cavernoso del corazón si todo era fingido...

El corazón de él reventó y ella no quiso vivir en aquella situación y decidió mentalmente desintegrarse..., cosa que hizo de inmediato...

La pareja novena pasó por otra prueba diferente, la auditiva del “tímpano amoroso”..., consistía en hacer llegar un sonido imperceptible para cualquiera que estuviese enamorado y mortal para cualquier farsante...

El límite del contador visual de decibelios era de tres mil quinientos y al llegar al máximo del contador ambos enamorados tenían una cara resplandeciente que explotaría de placer y gozo al juntarse en el pasadizo del amor..., que hoy se estrenaba con la novena pareja..., algo extrañísimo en la sesión de hoy....

Ambos de la mano nos saludaron a todos y abrazados avanzaban en el amor verdadero eterno..., a través de aquel ansiado pasadizo...,  denominado realmente..., del amor simbiótico infinito...

Nos tocaba a nosotros..., éramos la última pareja..., y aunque la novena pareja había pasado la prueba satisfactoriamente, todos los miembros del equipo científico, los espectadores, los familiares que aún quedaban y el jurado que velaba por un proceso limpio..., todos..., absolutamente todos..., tenían cara de no haber asistido a una sesión tan negativa desde hacía siglos...

Generalmente una o dos parejas de las diez, morían, pero la gran mayoría salían vivos a disfrutar del amor eterno..., e incluso si eran tremendamente sexuales hacían sexo en directo que era gratificado con una residencia de nueva construcción y un coche intergaláctico para los desplazamientos, estando exentos de trabajar durante el resto de sus vidas con una pensión de jubilación muy importante..., si permanecían haciendo el amor más de veinticuatro horas...

La máquina seleccionaba nuestra prueba en una especie de ruleta de la suerte...

La flecha se quedaba en la prueba denominada...,  “lamida asesina”

A mi “Rosa Tatuada” con los ojos cerrados le mostrarían cinco pollas erectas con un aroma sabroso y  debería elegir el número de la polla que quería lamer..., la lamería y cuando aquella polla se corriese aquel semen estaría envenenado si no era la polla correcta, es decir la mía... La máquina alteraba los olores, la medida, y el grosor y características  de la polla para confundir...

“Rosa Tatuada” eligió intuitivamente la numero tres, que era una polla de color negra grandísima...., luego me diría que fue una pura intuición y que solo veía en su mente el número tres...., como si fuese estrellas repetitivas en el firmamento...

Se dejó llevar...

Su cara era de tranquilidad y seguridad...

Parecía que había estado haciendo los ejercicios de relajación...

La máquina le dijo que abriese la boca...

Cuando aquella enorme polla empezaba a entrar ella sintió cierto rechazo al notar que era un poco más larga y gruesa que la mía..., pero recordando las instrucciones iniciales..., se relajó, confió y lamio aquella polla como si fuese la mía...

Mientras en mi caso, era todo lo contrario..., lamería un coño en su integridad de entre cinco, eligiendo uno solo por su olor...

Los cinco olían espectacularmente bien y conforme pasaban por delante de mi nariz sin poder tocarlos con la lengua me iba excitando cada vez más..., mi polla estaba erecta en cinco segundos, durísima como una piedra y no podía resistirme a sobármela por encima de mis pantalones vaqueros ajustados...

Se me había puesto enorme y simplemente metiendo la mano derecha en el bolsillo podía sobármela a placer..., comprobando toda esa textura de dureza venosa de una polla a punto de reventar y escupir leche al primer momento propicio...

La notaba pletórica y con ganas de soltar más leche que nunca...

Me dejé llevar por el número tres igual que mi amor..., quizás me olía un poco mejor..., era un aroma a flor de azahar, un aroma que siempre me ha narcotizado los sentidos...

No había sentido nada especial con el resto de coños..., y con este solo sentí además del olor..., un incremento de pulsaciones...

Me dejaría llevar por la intuición del olor...

Cuando iba regularmente a Alicante en vacaciones..., en donde descubrí por primera vez aquel olor, la excitación era inmediata después de oler aquel aroma y tenía que hacer sexo amoroso o no amoroso...,  con la primera persona que se cruzaba en mi camino sino tenía en ese momento pareja, lo que era raro habitualmente...

Recuerdo que en una sola ocasión a la vuelta de la esquina con el aroma recién absorbido por mis fosas nasales encontré a una alemana madura pequeña y pecosa que al mirarme con aquellos pequeños ojos achinados..., que quedó inmovilizada al mirarme y yo al mismo tiempo solo pude cerrar los ojos y besarla apasionadamente...

La flor de azahar..., había hecho todo por nosotros...

Nos cogimos de la mano y yéndonos a la playa hicimos durante toda la noche sexo apasionado..., no entendía nada de lo que me decía, pero se notaba que lo disfrutaba... Al amanecer de aquella noche de sexo glamoroso, caliente, morboso y sensual..., en el que nos habíamos corrido dentro y fuera del agua decenas de veces...,  había desaparecido, dejándome simplemente una postal de la isla de Tabarca..., con sus besos impresos por única dedicatoria. Postal que aún conservo como un fetiche para acordarme de aquella madura y excelente amante...

Volvamos a mi prueba...

La máquina me dijo que abriese la boca para mamar el coño seleccionado...

Sabía que podrían intentar engañarme y no me esperaría el coño de mi amada que conocía de sobra perfectamente de centenares de veces que lo había lamido ya en nuestra corta pero intensa relación amorosa...

Aquel coño que se abría ante mi boca era sabroso, y aunque no tenía labios prominentes busqué satisfacerlo imaginando que era el de mí amada...

Busque sus pequeños labios imperceptibles en sus laterales, los comía y lamia..., noté como el clítoris se hacía notar hinchándose cada segundo más y más... Lo notaba enorme y era totalmente diferente al de mi amor..., al de mí “Rosa Tatuada”..., pero pensé que era de ella y lo devoré con ganas, placer, morbo y sentimiento amoroso como si fuese la última vez que se lo comía...

Cuando pasaban los minutos notaba que se aproximaba el orgasmo de aquel gratificante coño..., procuré aglutinar todo su sexo en mi boca y succionando..., de tal manera que deseaba recibir toda su corrida... lamí, mamé y absorbí... durante un largo minuto aproximadamente en que las compulsiones de aquel generoso coño me hacía llegar su orgasmo palpitante pero a la misma vez viscosidades laterales animadas con pequeños golpetazos someros e intermitentes de líquido..., cada vez que yo absorbía...

Creo que intuía que los dos al mismo tiempo..., mi amada y yo...,  recibíamos sendos fluidos..., mientras yo tragaba una soberbia corrida de aquel coño desconocido pero sabroso, con cierto toque de esquirting similar a la de aquella turca que paso por casa hace años, y de la que tendré que contar los detalles morbosos tanto de ella como de su marido con mi entonces esposa...

La sesión parecía que estaba a punto de terminar..., alguien retiraba la venda de mis ojos...

Al mismo tiempo que devoraba y tragaba los restos de aquel preciado néctar..., y viéndolo con el rabillo de mi ojo derecho en la pantalla, mientras seguía tragando sin parar fluidos calientes y viscosos..., que seguían saliendo de vez en cuando de aquel inolvidable coño..., la polla negra que le había tocado en suerte a mi “Rosa Tatuada” después de ser devorada por minutos salía de la boca de mi amada para escupir unos enormes golpetazos de leche blanca y viscosa que mi enamorada tragaba incesante e incansablemente...

Durante unos segundos, la organización retrasmitía nuestras caras para comprobar si hacíamos algún gesto de malestar o posible envenenamiento si alguno de los dos fingíamos nuestros sentimientos, pero todo parecía ir genial...

Por mi parte terminaba de saborear aquellos fluidos de aquel soberbio coño aunque sin labios prominentes y me tocaba mi polla..., que la sentía como si mi amada la estuviese comiendo..., ella luego me diría que mientras lamia aquella enorme polla, su coño sentía igualmente como si yo lo estuviese comiendo y que al igual que yo tuvo que tocárselo  permanentemente mientras sentía una gran excitación por todo lo que estaba viviendo y sintiendo...

Se resistía a masturbarse igual que yo..., pues anhelaba sexo real al final con su único amor...

Realmente creo que hemos nacido el uno para el otro...

Sabía a ciencia cierta el amor que sentía..., por mi única y verdadera apasionada mujer... mi “Risa Tatuada” era la que tenía que ser..., la única que había mordisqueado mi corazón de verdad...

La única que amaría verdaderamente el resto de mi vida..., después de haberme relacionado con centenares de mujeres...

El corazón me palpitaba...

Al fin se hacía público el resultado y como en el caso de la pareja novena un gran corazón rojo se dibujaba como efectos luminosos en el cielo del escenario...

Llegaron enseguida dos ujieres vestidos de boato..., a acompañarnos para encontrarnos en el pasadizo tan especial... a través de aquel iluminado y resplandeciente túnel...,  denominado del amor simbiótico infinito..., cuyo nombre se alzaba en letras fluorescentes y luminiscentes en todo su alto...

Nos besamos...

Mi polla iba dura..., tremendamente dura...

Llevé la mano maravillosa de mi eternamente amada hacia ella...

Nos olvidamos de todo...

Ella me besaba y tocaba mi polla endurecida y que segregaba seminalmente desde hacía minutos incontroladamente...

Mientras ella me tocaba, yo alcance a tocarle su caliente coño y unas braguitas húmedas me decían que su coño estaba dispuesto para el amor...

Sin pensarlo metía mi dedo corazón y lo zambullía en aquel líquido incandescente y ella gemía de placer abrazada y espatarrada mientras se corría indisciplinadamente gritando...

Tuvieron que amonestarnos educadamente para que eligiésemos una de las dos puertas de salida...

La salida normal hacia nuestra relación eternamente infinita de amor o la salida extraordinaria hacia el dormitorio en el que podríamos a prueba nuestras ganas de hacer incansable sexo durante un máximo de veinticuatro horas para alcanzar nuestros hipotéticos premios...

Nos miramos y ambos optamos por la segunda opción..., si bien no despreciábamos los posibles premios a ganar, ambos deseábamos empezar a hacer el amor de inmediato...

En apenas dos segundos estábamos follando por primera vez en aquel romántico cuarto y aunque estaban retrasmitiendo el evento a millones de mundos civilizados, nosotros nos sentíamos solos en aquel aposentado maravilloso con techo de cristal iluminado por millones de estrellas...

Con los descansos pertinentes entre horas, permanecimos los dos enamorados haciendo decenas y decenas de veces el amor durante aquellas veinticuatro horas..., de manera incansable, morbosa, caliente y tierna gracias a cerciorarnos ambos de que nuestro amor era ETERNAMENTE PERFECTO..., gracias a la maquina descubridora de verdades amorosas...

Cuando oí la sirena que anunciaba el termino de las veinticuatros horas ininterrumpidas de amor con mi amada..., y las sirenas anunciaban que nos habíamos llevado todos los premios más un bote final que consistía en un maravilloso viaje de novios durante todo un año y por el mundo que deseásemos... me pillo corriéndome por catorceava vez dentro de mi coño enamorado...

Me despertaba y mi polla seguía echando leche aun..., los dos últimos golpetazos de leche los vi de manera consciente..., mientras mi polla cabeceaba sin control bajo los impulsos...

Mis dedos recogían toda aquella leche caliente..., y la llevaban instintivamente a mi boca a ser disfrutada por mi gusto sensorial..., que parecía llevar el sabor de aquel coño que había conocido recientemente y que ya era el único que me satisfacía de verdad..., el de mí... “Rosa Tatuada”.

Recordaba el sueño y un suspiro enorme me hacía elevarme al cielo donde sentía la presencia de ese ser gemelo que es mi “Rosa Tatuada”..., la mujer que había nacido para unirse a mí en el infinito..., a pesar de que aún estamos distanciados físicamente..., aunque no emocionalmente...

Gracias mi amor por ser así...

Gracias a todos ustedes por aguantar las increíbles visiones nocturnas de este enamorado...

¿Habrá mañana un quinto más?

Gracias por su tiempo.

PEPOTECR.