¿Somos lesbianas enmascardas?

Te vamos a dejar así atadita y expuesta a que te desate quien te oiga y vea el charquito entre tus piernas y el liquido que resbala por ellas. –la rubia sonreía mientras me informaba de sus planes.

Ninfa y Logan son dos completos desconocidos que un dia coincidieron en una sala chat, desde ese día, comparten confidencias como ésta...

Logan: Hola buenos dias Maia

Ninfa: buenos dias Logan

Logan: ¿Qué tal te ha ido el fin de semana?

Ninfa: Digamos que revelador

Logan: ¿Revelador en qué sentido?

Ninfa: Es difícil explicar

Logan: No dudo que tú lo conseguirás expresar con claridad

Ninfa: Te veo interesado

Logan: Lo estoy, todo lo que sale de tí me parece muy sugestivo

Ninfa: Bueno es algo largo de contar pero empezaré por decir que fuí a una despedida de soltera de una buena amiga.

Logan: si ¿y?

Ninfa: Bien primeramente te contaré que todas habíamos pactado llevar cortas minifaldas tan de moda este verano y tan agradecidas en las noches calurosas, yo me decanté por un descotado top entallado en rosa oscuro, una faldita blanca unos zapatos altísimos, con base de madera y a tiritas blancas y como adornos una gargantilla rígida, en tono plata con un colgante en forma de círculo en tonos rosas y unos pendientes de aro a juego. Dado que la falda era tan cortita que casi mostraba los cachetes del trasero, en mi prudencia ante la critica femenina, opté por usar unas braguitas tipo pantaloncito en el mismo tono blanco. Evidentemente como esperaba, a pesar que todas llevaban minifalda, ninguna tan corta como la mía. Comentarios como " que largas se te ven las piernas", "que preciosos zapatos y que taconazo" etc, sonaron en mis oídos al aparecer a la hora acordada

Logan: ¿Dónde lo celebrábais?

Ninfa: En Sitges, allí cenábamos y luego teníamos pensado ir a uno de los locales de moda de allí

Logan: Sitges es famoso por su ambiente, gay y lésbico y liberal, no es así

Ninfa: Si claro, pero también es un lugar muy divertido, además a mis amigas les encanta pasear por la "calle del pecado", siempre abarrotada de gente.

Logan: Sigue contándome lo que pasó

Ninfa: Si, pues la cena se desarrolló con las habituales bromas y dentro de la línea, más tarde tras pasear un buen rato de local en local tomando copas, fuimos a una discoteca bastante famosa de la que no recuerdo el nombre. El caso es que ya eran mas de las tres de la mañana cuando llegamos allí. Una mayoría ya iba bien pasada de haber tomado más alcohol del habitual. Así cuando ya tocaban las cuatro estábamos bastante esparcidas, en un momento determinado avisé a la que estaba a mi lado que iba unos minutos al baño, y asintió con gesto ausente.

Logan: ¿No te quiso acompañar? las mujeres siempre váis en grupo.

Ninfa: Creo que no entendió lo que le dije.

Logan: Aha, sigue.. sigue

Ninfa: El caso es que el baño estaba bastante vacío y limpio, cosa que me sorprendió, tan sólo dos chicas bastante altas estaban hablando una frente a la otra, se veía cierta complicidad entre ellas y me miraron descaradamente al entrar. Yo ajena a ellas, entré en uno de los apartados para hacer uso del retrete. A través de la puerta oía la conversación de las dos " Si estoy de acuerdo contigo, esta muy buena" "creo que podríamos hacerlo"

Logan: ¿Hablaban de ti?

Ninfa: Si, me quedó constancia de ello más tarde

Logan: ¿Cómo eran ellas descríbelas?

Ninfa: Una de ellas, la que estaba apoyada en el mármol, era rubia con el pelo largo, y vestía con una falda algo mas larga que la mía y aseguraría que bajo su corto top no llevaba sostén pero posiblemente no lo necesitase, ya que tenia unos pechos pequeñitos pero muy firmes. La otra era morena, de pelo cortito pero su rostro era precioso, llevaba pantalón muy corto verde y camiseta sin mangas entallada estilo militar.

Logan: Ya me hago una idea, sigue ¿qué pasó al salir?

Ninfa: Yo fuí directa a lavarme las manos, y una vez acabado y habiendo secado mis manos con un poco de papel, dije un rápido adiós y me fuí hacia la puerta, el caso es que una de ellas me habló

-¿Dónde crees que vas preciosa?

No quise hacerles caso y seguí caminando ignorando su comentario, pero noté movimientos a mi espalda. Y la voz que siguió fue seguida por un asalto que me pilló desprevenida

Sentí una mano presionado mi boca y un brazo sujetándome fuertemente de la cintura presionado mis brazos a mi cintura. Su voz estaba ahora en mi oído.

-Es una pena que tenga que usar la fuerza pero lo vamos a pasar bien contigo, colabores.. o... no.-Laura trae la cinta.

Pasados unos minutos estaba con la boca tapada con una cinta adhesiva, y las manos atadas a la espalda con una cuerda. Fuí empujada a uno de los baños de minusválidos que son más amplios y allí me anudaron con el mismo trozo de cuerda a uno de los soportes de acero que sirven de sujeción. Mi resistencia las hacia sonreír y las excitaba más.

-No te preocupes lo vas a pasar muy bien-habló por primera vez la tal Laura- te lo aseguro, después de hoy tu lado más femenino te perseguirá y acabarás compartiendo cama con nosotras voluntariamente.

Las tenía ahora a ambas delante mía disfrutando de cada curva de mi cuerpo, sus manos se acercaron a mi cara y la acariciaron, sus gestos y caricias eran gemelos, tras ese primer instante, cerré mis ojos. Sentí sus respiraciones en mi cuello, la asaltante dijo en mi oído,

-No temas, no te va a doler va a ser muy placentero te lo aseguro.

Su boca besó mi cuello, y en el otro lado sentía lo mismo, lentamente descendían y con pericia bajaban los tirantes del top y sostén. Cuando dejaron mi pecho al descubierto, soltaron una exclamación

-Son preciosos.

-Estoy de acuerdo, los mas bellos que he visto, dan ganas de lamerlos y morderlos.

-Nena deberías llevarlos siempre a la vista, quitarías muchas depresiones, y conseguirías ser siempre el centro de atención. Aunque estoy segura que siempre lo logras.

-Vamos a probarlos.

Sus bocas se aproximaron y lamieron mis amarronados pezones hasta ponerlos duros, una vez conseguido los lamían y succionaban, una espiral de deseo se iba despertando en mi, jamás caricia, magreo o labios consiguieron excitarme con tanta rapidez, aquellas bocas de ansia calmada trazaban círculos en la aureola de mi pezón con sus lenguas pero otorgaban la presión justa para hacer que el deseo subiera hasta mi cabeza y bajase por mis estómago hasta mi sexo, ahora ya no había resistencia en mi y ellas fueron conscientes de entrega, no obstante en sus miradas notaba que gozaban teniéndome a la merced de su contacto.

Hubo una señal, y Laura bajo hacia abajo y rió al ver mi casto pantaloncito.

-Esto no lo usaras más- de su bolso sacó una tijera y rajó la prenda, notaba la fría tijera arañar mi piel.

Sus manos recorrian mis bronceadas piernas

-Qué suaves- y con las tijeras aún en la mano fue ascendiendo por la parte interna de ellas haciendo que notara su frío acero al llegar al centro de mi entrepierna con lentitud introdujo el aparejo en mi interior, de forma lenta cuidadosa

-Si no quieres que te haga daño no te muevas- notaba como abría la tijera en mi lentamente la deslizaba en mi interior hacia fuera. No note dolor alguno pero ella gemía, mientras la metía estaba disfrutando de su locura.

-Vamos Laura-dijo la rubia dejando por primera vez de chupar mi pecho- saca las bolas y méteselas

No sabía de las bolas que hablaban pero al rato sentí algo entrar en mí, ahora sabía a lo que se refería, la primera me recordó la conocida sensación de las bolas chinas, esa primera siguió otra , y otra y otra asi hasta un total de 7, me sentía la barriga hinchada llena, notaba como la tal Laura intentaba meter otra más pero encontraba resistencia.

-A ésta ya no le caben más así que prepárate Linda- y noté ahora como la rubia acercaba su pelvis a la mía y gemía mientras su amiga estaba metiendo el resto de bolas en su interior. No contenta con la labor que hacía, noté como unos labios cercaban mi pequeño y duro clítoris y comenzaban a lamer del mismo modo que hacía con mis pechos. Sus manos seguían empujando mis bolas y notaba la presión en mi interior, ese empuje no hacia más que aumentar mi deseo me tenían presa de sus bocas de sus caricias de su morbo, me hallaba a punto de alcanzar un orgasmo en la boca de Laura, pero en ese preciso instante ella parecía intuirlo de un fuerte tirón sacó las bolas de nuestro interior, ese gesto hizo que frenara el ascenso de mi placer hasta culminar, pero me dejó una sensación deliciosa en mi interior de alivio y ansiedad.

Con total descaro, llevó las bolas a la boca de su amiga Linda y conjuntamente empezaron a relamer las bolas ante mi atenta mirada.

-¡¡Te encantaría chuparlas con nosotras ehhh!!, pues no te vamos a dar ese gusto

-Vamos de una vez a darle caña a esta pija con pinta de golfa - dijo Laura

Volvió a arrodillarse, pero ésta vez, Linda hizo que la morena comiese de mi coñito mientras las bolas volvían a alcanzar mi agujero anheloso y chorreante, esta vez no contaba las que entraban, sino que estaba absorta en como la rubia gemía cada vez mas rápidamente.

-Sigue Laurita, no pares, estoy como una moto con esta niña, chupar sus tetas me esta poniendo a mil, así que no pares hasta que saques todo mi caldo ohh siiiii así yaaaaaaa- gemía y casi gritaba sobando mis tetas con sus hábiles manos- sus últimos gemidos fueron ahogados por mis pechos ya que se lanzó a ellos con apetito voraz. Terminado su éxtasis hizo levantar a su amiga y la beso en la boca, lamiendo bien el contorno de sus labios.

-Disfruta ahora tú de esas magnificas peras, que ahora me toca a mi gozar de ese bonito chochito rasurado.

Asi ahora era la morena quién magreaba mi pecho, besaba mi cuello y disfrutaba de mi tronco superior. Mientras Linda arrodillada seguía ejerciendo presión para introducir una bola más, viendo la resistencia dijo

-Ya no hay sitio para mas ahí, pues no es problema, te voy a llenar enterita-

Y mojando con su saliva la última bola noté como la opresión era ahora hacia otro agujero, mi trasero a pesar de dilatado no esperaba esa intromisión y se resistía a ese objeto. Pero con destreza ella consiguió que entrara la primera y así sucesivamente fueron entrando dos, tres, cuatro hasta un total de siete mas, también ella lamía mi clítoris , pero sabedora de la poca resistencia que me quedaba , pensaba alargarme el momento y sus contactos eran suaves y lejanos, más provocadores que permanentes, su mano izquierda ahora exploraba bajo el cortísimo pantalón de su amiga y tan sólo apartando un poco el diminuto tiro de la entrepierna ahondó tres dedos en el interior de la mojada cueva de ella.

-Que bien reina así, siii dame placer a mí también.

La mano libre de la rubia ahora presionaba mi abdomen haciendo que sintiera mi interior lleno y sin esperar llevó de nuevo sus dedos a las dos aberturas ahora tapadas y volvió a apretar, diestra como era sus dedos entraron en el inicio de mi vulva.

-Voy a acabar con ella, así que esmérate por allí arriba.

-Hecho

Sus dedos tocaron y hallaron lo que buscaba nada mas tocarlo sentí una sacudida en mi interior, su boca lamía ahora con maestría mi clítoris su dedo marcaba un compás dentro de mí y la morena enloquecida lamía y tocaba ambos pechos. Mi cuerpo era preso de un delirio nunca conocido, en mi interior un revuelo de sensaciones una subida y bajada de placer una embriaguez constante y contenida estaban alargando mi momento lo sabían, y se regodeaban en ello. El dedo en estaba dentro de mi se convirtió en dos y ahora la sensación al roce era más intensa y la presión de las bolas sumada a la caricia de aquellos dedos me alzaban con cada caricia más a la cima del placer más codiciado.

Cuando sus dientes apretaron mi clítoris, sentí una fuerte sacudida de dolor, pero luego su lengua de nuevo lamía sus labios rozaban succionaban presionaban, no aguantaba más las sacudidas ahora eran tremendas mis piernas no sostenían mi peso y la morena tomándome de la cintura me mantenía en pie lentamente. Mientras notaba que me corría, Linda fue sacando lentamente las bolas paralelamente de ambos dilatados agujeros, me sentía a punto de perder el conocimiento, mi boca quería chillar mis labios besar, mis manos arañar, y alli estaba yo, teniendo el mejor polvo de mi vida atada a un mango de acero y rodeada de dos bonitas mujeres.

Por fin llegaba a la culminación de mi largo orgasmo y en ese preciso instante de subidón, dió un contundente estirón y sacó todas la bolas de mi interior, haciendo que ese momento fuese mas brutal, mas alto, mas intenso y lentamente la excitación empezó el camino de bajada y relajación. Sentí como por mis piernas resbalaba la eyaculación ardiente de mi propio cuerpo.

-Mira esto Laura, se ha corrido como un hombre la muy puta.

-Pues acábame a mí anda, ¿o tendríamos que dejar hacerlo a ella?.

-No no ella no, yo lo haré. Sabes que me encanta comerme tu bonito conejo.- dicho eso empezó de nuevo a lamer, yo aún recordaba esa boca haciendo lo mismo en mí, y mi deseo aún seguía latente, ella no aguantó mucho, en tan sólo dos minutos estaba suspirando y apretando su cabeza hacia su entrepierna.

-Ahora sii me coooorrooooo, ahhh, más más, dioosss.- explotó al fin.

Con toda tranquilidad ambas se limpiaron y me dieron un beso en cada mejilla y quitaron un poco de la cinta que tapaba mi boca.

-Te vamos a dejar así atadita y expuesta a que te desate quien te oiga y vea el charquito entre tus piernas y el liquido que resbala por ellas. –la rubia sonreía mientras me informaba de sus planes

-Sabemos que no vas a delatarnos, eres tan lesbiana como nosotras y además te lo has pasado demasiado bien para ello. Ha sido un placer preciosidad... hasta nunca.

Y así desaparecieron, de aquella pequeña estancia, yo por mi parte con la lengua fui mojando y empujando la cinta para poder avisar a alguien que acudiera en mi ayuda y al fin lo conseguí lo suficiente para que algo más que un murmuro saliera de mis labios, cuando por fortuna para mi, una de mis amigas oyó mi reclamo. Creo que fue también una suerte que estuviera buscando un baño para vomitar y tras calmar su urgencia sin reparar demasiado en todo lo demás le dije que me desatase y como una autómata lo hizo, luego fue ella, la que precisó de mi ayuda ya que a dudas penas se tenia en pie así que fuí a buscar al resto del grupo que estaban todas esparcidas por el recinto.

Eran mas de las 7 de la mañana cuando llegábamos a casa, ya que tuvimos que hacer tiempo a que la mayoría recuperasen un poco de cordura.

Nadie percibió mi ausencia de braguitas. Pero yo tan sólo de pensarlo, y de recordar aquellos momentos, me sentía con ganas de masturbarme en cualquier esquina que veia.

Logan: ¿Eres consciente de lo has provocado en mi con lo que me has contado?

Ninfa: No, pero estoy segura que tú me lo dirás

Logan: Si claro, pues me la has puesto dura como una roca. Ha habido un momento que he tenido que tocarme, porque sentía que mi cuerpo no podía pasar sin ello, sentía todas tus sensaciones a través de las palabras y deseaba llegar a ellas así que he pasado parte de tu relato haciendo lo propio en mi sexo.

Ninfa: ¿Y has conseguido correrte?

Logan: Tú has conseguido que me corriese. Me tienes como un adolescente. Hace años que creí haber superado ésta etapa

Ninfa: ¿Y no te gusta?

Logan: Si, me encanta, pero me da la sensación de estar enamorándome de algo virtual e irreal. Me gustaría estar todo el día hablando contigo, nutriéndome de tu morbo, de tu locura

Ninfa: No hay nada malo en ello

Logan: ¿Tu crees?

Ninfa: Claro, todo esto es una forma de mantenernos en vida. Tu tienes esposa, la adoras, la quieres y compartes con ella sueños de una vida en común, yo tan solo soy un espejismo, algo que no existe y que te hace ejercitar tu mente.

Logan: Todo eso es un estudio muy frío. Me gusta sentirte como algo real

Ninfa: Si claro pero no me dejes pasar de ese plano. Perdería toda la magia.

Logan: Lo dices muy segura de tí misma

Ninfa: Estoy convencida de lo que digo. Nos enamoramos de una imagen, de una mente, de unas sensaciones comunes, pero la realidad no es solo eso. Es una compaginación de entorno, que nos explota en la cara, cuando decidimos vivir una irrealidad como una verdad.

Logan: Intentare disfrutar entonces de estos momentos y llevarlos conmigo para eternizarlos en tu ausencia.

Ninfa: Enamórate, porque pocas veces tenemos esa posibilidad, alarga esa sensación hazla perdurar. Pero no te olvides, ni cambies, la realidad.

Logan: y dijiste al principio que tu fin de semana te resultó revelador, ¿qué descubriste?

Ninfa: Si, me di cuenta como bien me informó una de ellas que hay una lesbina oculta en mi. En varias ocasiones durante el fin de semana mi mente volaba hacia ellas. Incluso estuve un rato buscando en mi vagina el punto que ella rozaba que según la creencia popular debía ser mi "punto g"

Logan: ¿lo encontraste?

Ninfa: creo que si, aunque en ese momento cuando lo acariciaba, deseaba sentir las misma sensaciones, cosa imposible, ya que era todo mi cuerpo el que sentía en aquel lavabo.

Logan: Entiendo, puede que algún día de nuevo tengas una experiencia similar, y seas tú la violadora.

Ninfa: Nunca se sabe,

Logan: ¿No lo descartas?

Ninfa: No, nunca se ha descartar nada en el sexo.

Logan: Impresionante... me encanta tu estilo

Ninfa: Gracias

Logan: Y tu amiga, ¿no te ha preguntado, el por qué estabas atada?

Ninfa: No que va, no recuerda nada, creo que aún estará con resaca.

Logan: ¿Y no se lo has contado a nadie?

Ninfa: No, eres el primero con quien lo comparto.

Logan: Pues ahora soy yo quien te lo agradece, me ha encantado leer tu gran aventura.

Ninfa: Aún no lo acabo de aceptar como algo real, es como haber estado metida en un sueño o una fantasía.

Logan: Tal como lo has contado así lo parece. ¿no sentiste miedo?

Ninfa: En un primer momento si, cuando las tijeras, pero por otro lado me sentía segura, era una sensación extraña, vi que para ellas era un juego, algo que les daba morbo, y traté de relajarme y gozarlo.

Logan: Eres privilegiada, tienes la suerte de gozar de las sensaciones de tu entorno y eso me hace desearte

Ninfa: Tu también te nutres de ellas

Logan: Así es, aún no conoces de todo lo que soy capaz, si estoy bien estimulado.

Ninfa: Suena interesante

Logan: No lo sabes bien. Hasta ahora casi siempre has dominado tú las conversaciones.. pero creo que ha llegado el momento de aplicar algunos cambios

Ninfa: ¿Qué tipo de cambios?

Logan: Ya lo iras viendo paulatinamente, me he dado cuenta en casi todas las situaciones de las que hablas juegas con la dominación. Te encanta ejercerla y recibirla.

Ninfa: Puede que así sea

Logan: Juegas con el control y el descontrol, ahí reside tu magnetismo. Y a partir de ahora ambos jugaremos en el mismo tablero.

Ninfa: Y que conseguirá el ganador.

Logan: Muy fácil una cita con el otro... pero el vencido será sometido.

Ninfa: Y si no hay ganador absoluto

Logan: Se combinará el tiempo

Ninfa: Bien así esta escrito y así se desarrollará.