Somos
He pensado en ser cantante...
Si, si. He pensado en ser cantante. He pensado en cantar canciones de amor, cursis baladas que te revelen que soy feliz y (valga la redundancia) tremendamente cursi cuando estoy junto a ti. He pensado en cantar esos gemidos que me desgarran la garganta cuando ríes con mi sonrisa vertical, o cuando te apoderas de mis pechos.
Cantar cantar. Amas mi voz, a veces un poco grave, nada delicada, cuando la cotidianidad me alcanza. Amas mi voz, dulcificada por tu presencia, por mis ganas calculadoras de que me ames más y todavía más, para que no te queden fuerzas para resistirte.
Yo a tu voz no sólo la amo, sino que la venero. Especialmente cuando esos tonos graves susurran en mi piel. Puedo sentirla. No tu aliento, aunque también, sino las vibraciones que se producen en mi cuerpo. Ese estremecimiento que se estremece contigo, y contigo nada mas. La risa que lucha por salir de mi boca, de mi sonrisa, que nunca opone la resistencia que debería.
Y es que los "debería" no existen si tu estas. Contigo todo es. Somos. Mi voz es. Tu voz es. Y somos cuando tu voz, y la mía, no son capaces de distinguirse. Somos. Somos somos, que increíble conjugación. Porque el "soy" deja de exisitir. Porque ahora sólo somos.