Sometiendo a mi compañera de trabajo (3 - Final)

Capitulo final de la primera experiencia de dominación con mi compañera de trabajo.

Sometiendo a mi compañera de trabajo (y 3)

Una puerta se abre a nuestras espaldas, es entonces cuando sin pensarlo demasiado retiro rápidamente mi pene de su culo (originando un sonido parecido a cuando descorchas un vino) y cierro la puerta del retrete dejándola dentro. Me subo los pantalones y me dirijo a la salida. El origen del sonido es un tipo alto y fornido vestido con un mono azul, parece un operario de mantenimiento. Pero no conozco a toda la gente que trabaja aquí.

-Hola –me dice con expresión aburrida mientras comienza a mear en uno de los urinarios.

Yo hago ver que me lavo las manos mientras de reojo observo el tamaño de su pene reflejado en el cristal. En ocasiones pienso que las cosas no suceden porque si. Yo estoy sodomizando a mi nueva esclava en los lavabos de una planta desierta y de repente aparece este tipo con un pene descomunal.

-¿Puedo preguntarle algo? –le digo.

-¿Qué?

-Se que no va a creerme, pero ahí dentro –comienzo señalando a la hilera de retretes- tengo a una mujer desnuda. ¿Quiere follarsela?

El tipo me mira pero no dice nada. Luego termina de mear, se sube la cremallera y vuelve a mirarme.

-¿Es una broma?

Me dirijo al retrete donde esta ella y abro la puerta, sigue a cuatro patas, no se ha movido, tampoco nos mira de reojo, simplemente espera. No puedo creérmelo, su sumisión es total. No osa mirarme, no osa rechistar.

El tipo abre los ojos y mira el culo de ella, se acerca y se lo abre, esta mas interesado en su culo que en su coño. El tipo me mira y luego señala el año, yo asiento así que el afortunado se baja los pantalones y coloca la punta en el culo de mi nueva sumisa que presintiendo una nueva enculada baja aun más la cabeza y aprieta los dientes.

-Ahora un desconocido va a reventarte el culo con su tranca descomunal –comienzo- y tu vas a aceptar eso. Sin cuestionarlo.

Ella asiente y entonces el tipo comienza a apretar contra su culo pero no consigue que entre la punta, es muy grande y resbala hacia los lados por culpa del sudor, los jugos y el agua. El tipo escupe en su culo y le mete dos dedos. Mi sumisa inspira profundamente intentando soportar el dolor que comienza y sobretodo el que esta por llegar. Entonces el tipo retira rápidamente los dedos y aprovechando que el culo esta dilatado mete la punta de su polla antes de que se contraiga y aprieta hasta meterle casi diez centímetros de una polla gruesa y venosa. Mi sumisa lanza un grito y arquea la espalda mientras sus brazos comienzan a temblar, el tipo la coge de las caderas y continua metiéndola hasta el fondo. Ella comienza a gritar de nuevo pero en esta ocasión no es solo un grito sino una sucesión de gemidos que parecen excitar aun mas al tipo que comienza a follarsela lentamente. En un momento mi nueva sumisa gira la cabeza y me mira a la cara. Esta llorando, con el rostro desencajado que se contrae cada vez que el tipo la penetra. Yo sonrío y digo simplemente:

-Aguanta, lo haces bien. Estoy orgulloso de ti.

Ella asiente y vuelve a mirar al suelo mientras el tipo continua sodomizandola cada vez mas rápida hasta que en un momento se agarra a ella como un perro y en una ultima enculada lanza un grito y se corre dentro de su culo. Después retira la polla, se abrocha el mono y se va sin decir nada, ni tan siquiera sin mirarme a la cara.

Yo observo el panorama. Ella continúa a cuatro patas, con el culo completamente abierto del que ahora comienza a chorrear unos hilos de semen mezclado con sangre y quizás heces. Su culo se contrae terriblemente como siguiendo los latidos del corazón y a cada latido sale un poco mas de ese liquido de dentro de ella.

-Levántate.

Ella se levanta a duras penas y se queda mirando a la pared. Esta aprendiendo rápido.

-Ahora date la vuelta.

Se da la vuelta y puedo ver que esta llorando. Yo me acerco y cogiendo su cabeza entre mis manos comienzo a besar sus mejillas y beberme sus lágrimas. Me gustaría llorar también porque la emoción me embarga pero simplemente lamo sus mejillas, beso la comisura de sus labios y le digo palabras tranquilizadoras.

-Lo has hecho muy bien.

Ella no contesta, simplemente asiente con la cabeza.

-Ahora vistete y vete.

Se dirige hacia la ropa que esta en el suelo en una esquina pero de repente se detiene y se da la vuelta.

-¿Cuando volveremos a vernos? –pregunta.

-Obedece.

Mientras la veo vestirse y marchar siento que algo acaba de comenzar pero también acaba de terminar, Quizás haya comenzado una fantástica relación amo/sumisa pero también he perdido un deseo que me hacia llegar día tras día al trabajo con un animo diferente al animo que esta por venir. Quizás todo haya cambiado, quizás sea lo mismo de siempre. Pero ha sucedido, Y todo lo que debe suceder sucede. Tarde o temprano. Y aunque lo neguéis no haréis mas que reafirmaros en ello.

Recordadlo: todo lo que tiene que suceder sucede, tarde o temprano. No os neguéis aquello que deseáis. Porque solo se vive una vez.

Gracias a todos/as por leer esta mi primera serie y por enviarme tantos correos. Si queréis escribirme podéis hacerlo, prometo contestar. Saludos a todos/as

amo_ricard@hotmail.com