Sometiendo a la fulana
Sus intrigas hicieron que la alejara, pero un día encontré la venganza.
SOMETIENDO A LA FULANA .....
Era alta, delgada, cabellos negros, rostro adusto, busto pequeño algo caído, usaba faldas altas o con aberturas, que siempre mostraran buena parte de sus piernas. No era exactamente el tipo de mujer que me llenara, aun así habíamos logrado entendernos ya que yo soy de dialogo abierto y gusto de las bromas subidas de tono a la que ella no hacia reparos, por el contrario le gustaban.
Por razones laborales cuidaba mi imagen de habladurías y Yanela, así se llama, lamentablemente en base a la confianza que se percibía, quiso hacer ver que entre nosotros había una supuesta relación escondida. Eso y otras perlitas de su personalidad me hizo cortar radicalmente todo trato con ella, limitándola a un saludo protocolar.
Un día tomé el bus acomodándome para el lado del pasadizo de un asiento doble vacío, en la calle siguiente subió Yanela, vestido entero azulino 10 centímetros sobre la rodilla y abertura a los lados, cubierta con un saco corto .... normalmente la hubiera ignorado, pero le hice una señal con la mirada dándole paso al asiento de la ventana .... accedió y al sentarse su falda subió aún mas pero no se inmutó. Preguntó por mi salud, por algún motivo se había enterado que estaba con una dolencia lumbar ..... le dije que mejor ... y sin mas llevé mi mano hacia parte de atrás de su cintura .
esta es la zona afectada ... le dije mientras masajeaba la zona ... ella se sorprendió pero dejó hacer, me acerque a su oido
sigues siendo generosa con lo que muestras, estas con panty o medias .....
y antes que dijera algo pasé mis labios por su oreja y le di un mordisco en el cuello ...
ella se sobresaltó
- se que te gusta, asi que no digas nada, no harás un espectáculo en el bus .
Y dicho esto mi mano bajó de su cintura al trasero acariciandolo sin reparos, a la vez con la mano libre tomé la suya y la llevé sobre mi muslo, muy cerca al bulto que ya se hacía notar.
La hice acariciar mi pierna mientras mi mano sin delicadeza alguna manoseaba su derrier, dejé su mano en mi pierna y mientras iba directamente a la abertura del vestido le dije - sube tu mano, acarícialo.
Ella entre asombrada y ya algo excitada obedeció y empezó a acariciar mi fierro sobre el pantalón, mis manos hurgaban de tal manera que llegaron a encontrarse; llegábamos a nuestro destino y tuvimos que detener los apareos, sin mediar palabras nos bajamos del bus.
- cómprate algo en la tiendita y sube directo al directorio por el ascensor privado , le dije
Ambos teníamos acceso a el y los directivos llegaban mas tarde aun. Subí al piso y esperé ... que hago me dije, si no quiero nada con ella, es un problema ... seguro no viene, mejor ...., mientras tribulaba se abrió el ascensor y apareció, miró de reojo asustada.
La empuje literalmente pulsando el botón de cierre, calcule el entrepiso y paré el ascensor, antes que saliera de su sorpresa la voltee pegando sus nalgas a mi fierro, acariciando sus piernas sobre el vestido y mordisqueándole el cuello. Ella empezó a jadear, su excitación avanzaba a pasos agigantados, ahora estaba seguro que podía hacer con ella lo que quisiera. Pero que era lo que quería yo realmente.
El instinto pudo mas que la razón, hurgaba con una mano bajo el vestido mientras metía la otra bajo la blusa y desabrochaba sin mas el brasier para inmediatamente apretar sus tetas, iba de una a otra, masajeando, pellizcando los pezones, ella daba grititos de dolor y gozo a la vez, la otra mano había subido gran parte del vestido y empecé a acariciar su vulva sobre la tanga.
Yanela gemía totalmente excitada, no le importaba la brusquedad con que la trataba. Le sobaba con fuerza el clítoris, se notaba mojado, así que de un solo tirón baje la tanga hasta media pierna, la incliné haciendo que se sostuviera con las dos manos sobre el espejo del ascensor y levanté totalmente el vestido.
Me separé ligeramente para observarla, apoyada sobre la pared, con el calzón a media pierna, el vestido levantado con las nalgas a mi merced, empecé a cachetearlas poniéndose rápidamente rojizas, ella se quejaba peor no lo impedía, estaba totalmente dominada, la hice inclinarse aun mas, me agache abrí las nalgas metiendo mi cara entre ellas, con los dedos trajinaba su clítoris mientras mordisqueaba su trasero metiendo a la vez la lengua, ella bramaba de placer. Tenía ya tres dedos dentro de su intimidad, mojados por sus jugos vaginales, me levanté mientras seguía trajinándola con una mano su trasero y vulva, con la otra desabrochaba mi pantalón bajándolo junto con mi bóxer, saltando erguida mi arma la que coloque entre sus piernas, sobando sus nalgas y su clítoris, coloqué mi dardo en la entrada de su cueva para lubricarlo un poco y sin mas lo hundí hasta el fondo
- ahhh ... fue su única interjección ...
La tome por la cintura y empecé un movimiento frenético hundiéndoselo hasta lo mas profundo y sacándolo hasta la punta misma, en un vaivén descontrolado, ella tuvo mas de un orgasmo y cuando sentí que venia mi avalancha se la hundí hasta quedar pegados piel a piel, eyaculando dentro de ella gran cantidad de semen................
Jadeantes nos separamos, por el espejo podía ver su rostro desencajado, la puse frente a mi, ella cerró los ojos acercándose, pero yo no tenía la menor intención de besarla, si quería besarme lo haría e otro sitio, la tome por los hombros y haciendo una ligera pero firme presión hacia abajo la puse en cuclillas, quedando su cara frente a mi entrepierna, tome su cabeza y la dirigí a su destino, ella besó mi dardo que se irguió al contacto de sus labios, no se podía negar, sabía lo que hacía, besaba y chupaba suavemente la cabeza, pasaba la lengua, luego empezó a recorrer con su lengua cuan largo , dando pequeños mordiscos, yo me movía como si la estuviera penetrando ...de pronto paró la caricia se puso frente a mi pene como midiendo y sin mas lo engullo por completo, empezando una mamada de campeonato, tanto asi que tuve que sostenerme a la pared.
Parecía poseída, mamaba, chupaba, sacaba y metía de su boca el fierro, con una mano empezó a masturbarse, jadeantes ambos le dije
- yaaa... me vengo ...
- vente ya , vente, me lo trago todo ....
Inmediatamente el espasmo y mi liquido lechoso que disparaba era recibida sin chistar por Yanela, quien siguió mamando hasta dejarme sin una gota en mis testículos.
Nos acomodamos, tratando de recuperar la compostura, cuando estábamos algo presentables active el ascensor, viajamos sin mediar palabra, paró y le hice una seña para que bajara
- hasta luego ... me dijo
- buenos días Yanela .... Se cerró la puerta y seguí para empezar con mis labores.