Sometido por el novio de mama #0

¡Hola! Os traigo mi primer relato, presentación de una serie que quiero daros. Si os gustan los twinks viciosos pasaos ;)

¡Hola! Este es un relato de ficción basado en mis fantasías, deseos y perversiones. Es mi primer intento de hacer algo así y agradecería cualquier comentario. Espero que os guste y os hagáis una buena paja bien con vuestro nene.

Eddie llegó a nuestras vidas, la de mi madre primero y la mía algo más tarde, apenas un par de meses antes de mi dieciocho cumpleaños y poco antes del verano. Eddie, de hecho, se me presentó en mi fiesta de cumpleaños del brazo de mi madre, él un mulato de cerca de metro noventa y esculpido como un dios griego agarrado a una mujer de mediana edad paliducha y algo regordeta. Mi padre aquel día perdió lo poco que mi madre le había dejado conservar tras el divorcio, había cedido casa y pensión y la mitad de su empresa de construcción, pero había ganado una amante ahora prometida de veinticuatro y cuerpo de barbie. Pues la barbie al ver al ken de chocolate había dejado un charco, de saliva y algo más, que regaría el césped artificial de nuestro adosado por todo el verano. No me molestaré en describir lo surrealista que fue aquella fiesta de cumpleaños, ya de primeras no quería juntar a mis padres delante de mis pocos amigos como para encima tener montado el guión de un programa del corazón.

Eddie se mudó a nuestro adosado a primeros de Agosto, y desde el primer día entendí que había seducido realmente a mi madre de aquel mulato. Los gemidos debían oírse en toda la urbanización, desde luego las miradas airadas de maridos y deseosas de las esposas de clase media-alta así lo indicaban. Yo que pasaba mucho tiempo en casa, porque soy un friki por definición y el verano y su luz y calor no me llaman nada, oyendo y cada vez escuchando más. Cuando ya había entendido con demasiado detalle porque mi madre disfrutaba tanto del sexo con Eddie decidí que era demasiado. Empecé a acudir a la piscina municipal con mis dos amigos, Xavi y Roger.

Mis amigos también son un par de frikis, que al contrario que a mí, la relación de Eddie con mi madre interesaba sobre manera.

  • Debe ser eso como una peli porno, ¿no?-Preguntó Roger mientras untaba crema en su panza blanca.
  • Seguro, milf & BBC.-Se carcajearon.
  • Prefiero no hablar del tema.-Trate de cortarles.
  • ¿Por qué?-Preguntaron a coro.
  • Porque no es agradable hablar de lo que folla tu madre, ¿o a vosotros os gusta?
  • Bueno Marc, se folla a un negro de veinte años y todo el mundo habla de ello, es normal que te preguntemos. Venga tío, ¿está siendo duro? -Xavi, con su cara de roedor rió entre dientes.
  • Pues sí, está siendo duro. Iros a la mierda, voy a nadar.

Y con las mismas les dejé en la toalla y me tiré al agua de cabeza oyendo un silbato a mi espalda. Hice un largo, lo más depurado que pude, esquivando a señoras y niños pequeños. Cuando llegué al borde para dar la vuelta me encontré con la cara torcida de Joel. Joel era un compañero de mi antiguo instituto metido a socorrista, además era mi crush. De padre alemán y madre catalana, tiene unos rasgos fisiológicos propios de un bárbaro germano: mandíbula perfecta, espalda ancha, alto, bien proporcionado, músculos definidos, cabello rubio ceniza oscuro y ojos azul hielo; del lado latino heredaba unos labios carnosos, un culazo y su pelambrera rubia se riza de forma maravillosa.

  • ¿Se puede saber qué haces tirándote de cabeza? ¿No ves que puedes llevarte por delante a un niño pequeño? Haz el favor de salir del agua que vamos a hablar tu y yo.

He de decir que Joel aprovechaba en el instituto su porte para hacer las veces de matón o chulo intimidante. Miré a mis amigos a la toalla, ellos me devolvieron la mirada y Joel siguió nuestros ojos haciendo que mis compañeros se perdiesen en sus móviles y fingiesen no conocerme. Salí del agua, le seguí hasta una caseta que hacía las veces de almacén de cloro, entramos, yo delante, y nada más cruzar el umbral me plantó un sonoro azote en las nalgas.

  • Estás más fibrado mi marica…-Había convertido el azote en un apreton de mi cachete derecho.- Tienes el culo hasta duro y abdominales.-Con su mano libre me recorría los mínimos bultos de mi abdomen que había estado meses esforzándose en sacar a relucir.
  • ¿Te gusta? -Le dije casi desaciendome por sus atenciones.
  • Sabes que sí…-La mano con la que me agarraba la nalga me había bajado el bañador.- ¿Has venido limpio?
  • Síííí…

Antes de que le contestase su dedo se deslizaba en mi ano. Gemí un poco mientras me abría. La mano de mis abdominales se fue a mi culo y apartó mi nalga izquierda, entonces Joel se agachó y sentí sus carnosos labios en mi culo. Se me aceleró el pulso y me temblaron las piernas, él era el único chico con el que había estado y la forma de comerme el culo que tenía me volvía loco. Se me escaparon algunos gemidos demasiado altos que fueron contestados por azotes.

  • ¿Quieres que nos pillen? -Se levantó, me sacaba casi una cabeza. Me cogió por el cuello y me escupió en la cara.- De rodillas.

Obedecí y le bajé las bermudas antes de que dijera nada. Asomó una polla encapullada de unos trece centímetros pero gordita. Estaba ya dura como una piedra y me golpeó en la cara con ella. Tras las protocolarias bofetadas empecé a mamarsela. Tenía ya práctica con Joel y sabía que le gustaba que le lamiese el tronco mirándole a los ojos, que chupase y besara su glande mientras le pajeaba, después bajaba a sus huevos con algo de vello y aspiraba su olor.

  • Joder como me gusta nene.-Él sabía que al llamarme eso me volvía loco.

Volví pasando mi lengua por todo su rabo hasta el capullo y mirándole a los ojos la clavé en mi garganta. Con hambre se la comí hasta que tiró de mi pelo, lo tengo largo negro y ondulado, me la sacó de golpe dejandome con la lengua fuera y babeando. Me escupió desde arriba, nos conocíamos tan bien que sabía lo que se venía. Me tomó por las sienes y empezó a follarme la boca. Ya hacía tiempo que no me atragantaba con aquello, tenía un dildo en casa de unos veinte centímetros y entrenaba con él, aun así de vez en cuando forzaba alguna arcada pues a Joel le encantaba aquel rol dominante y algo violento y a mí me gustaba satisfacerle.

  • Hoy no voy a follarte, que no tenemos tiempo.-Dijo jadeando mientras me seguía abusando la boca.- Dejame bien limpio que tengo… que…

Se corrió en mi boca, temblando, con una lefa bastante líquida y poco abundante. Acabo de jadear, se aseguró de que había limpiado cada recodo de su capullo y me restregó el glande por la cara.

  • Cada día mejor mi nene.-Me ayudó a levantarme.- Y yo que estaba preocupado de que ahora te gustasen los negros, como a tu mami.-Él también tuvo que hacer el comentario.
  • Que pesados estáis todos.-Me eché un paso para atrás.
  • No te enfades nene.-Me tomó entre sus fuertes brazos y me besó, desde luego yo parecía más joven y aniñado, aunque los dos teníamos dieciocho.- Espera un poco para salir, hablamos.

Para quien le pueda interesar, supongo que a todos o la mayoría de los que leeis esto, Joel y yo llevábamos viéndonos en torno a medio año, pero los dos seguíamos en el armario. A mi quizás se me notaba más, o me daba más igual esconderme, tengo más pluma supongo, soy delgado y de proporciones que algunos definirían como femeninas o andróginas. En fin, después de aquella rápida mamada a Joel volví con mis amigos y pude por fin cambiar el tema de conversación.

Cuando regresé a casa aquella tarde vi a mi madre discutir con Eddie. La discusión, al parecer, versaba sobre que mi madre era poca cosa para el mulato. Al menos eso lloraba ella, que no se sentía deseada, que ya no se lo hacía como antes, etc. Una discusión que cualquier hijo quiere oír. El colombiano, sin pelos en la lengua dijo a mi madre que no le vendría mal ir al gimnasio o hacerse algún retoque. Ante eso ella llorando se metió en su habitación y él se quedó en el sofá yo allí de pie recién llegado.

  • ¿Tengo razón?- Levantó una ceja y se me quedó mirando, no le faltaba razón mi madre estaba algo dejada.- Mírate tú, estás bien prietito. Con el culo bien parado.-Me sonrojé al oír eso y se me dibujó una sonrisa.
  • Gracias, me voy a mi cuarto.

Salí de allí halagado y de forma inconsciente meneando el culo para el mulato. Entre en mi cuarto alterado, escribí un mensaje a Joel por si le apetecía algo de sexting para bajarme el calentón. No me contestó así que agarré mi dildo y empecé a chuparlo mientras me tocaba. Me fui dilatando con el dedo al tiempo que chupaba y chupaba. Me encanta mamar, lo reconozco. Quería meterme el juguete, pero aún me daba miedo algo tan grande. Quiero decir que cuando lo compré pensé que sería mejor lo más grande posible, me equivoqué.

Estando yo a ello, escuché como Eddie llamaba a la puerta de mi madre y volví a oír algún llanto de ella y gritos. Al poco se abrió la puerta de mi habitación, sin que nadie llamase, y Eddie apareció en el umbral. Me pilló con casi todo el consolador en la boca y con mi propia polla en la mano.

  • Necesito una toalla, que tu madre no me quiere dar...-Había empezado a hablar antes de verme. Se paró en seco y sonrió.- Muy rico nene.

Continuará...